miércoles, 9 de noviembre de 2016

EL CERREJÓN: LAS CATASTRÓFICAS CONSECUENCIAS DE LA EXTRACCIÓN DE CARBÓN Y LOS MOVIMIENTOS DE RESISTENCIA

Colombia. “Las virtudes de la explotación minera”


EL CERREJÓN: LAS CATASTRÓFICAS CONSECUENCIAS
DE LA EXTRACCIÓN DE CARBÓN
Y LOS MOVIMIENTOS DE RESISTENCIA

A pesar de toda la retórica en torno al llamado giro energético, a la promoción de las energías renovables y los objetivos de reducción de emisiones de CO2, las fuentes de energía fósiles están experimentando un enorme auge. La industria alemana, con compañías energéticas como E.ON y RWE y otras como Bayer, continúa importando grandes cantidades de carbón a bajo precio (el 80% de lo que consume) de países como Colombia, uno de sus principales proveedores.

En el departamento de La Guajira, al norte del país, se encuentra la mayor explotación a cielo abierto del mundo: la gran mina de El Cerrejón, inaugurada en 1976, que ocupa 69.000 hectáreas.

La mina pertenece a partes iguales a las multinacionales Xtrata (absorbida en mayo de 2013 por el consorcio de materias primas Glencore), BHP Billiton y Anglo American, que cotizan en la Bolsa de Londres. El carbón extraído en El Cerrejón se destina casi en su totalidad a la exportación hacia los países ricos industrializados, mientras que la población local tiene que sufrir frecuentes cortes de energía. En la actualidad se exportan anualmente 32 millones de toneladas de carbón, principalmente a Europa y Norteamérica, y se espera poder alcanzar los 40 millones.

La zona en la que se encuentra la mina está habitada por el pueblo indígena Wayuu, por afrocolombianos, comunidades de campesinos y otros grupos indígenas. Antes de la llegada de las multinacionales estos pueblos vivían de la pesca, la ganadería, la caza y la agricultura destinada a la alimentación. Pero la continua expansión de la mina ha expulsado de sus tierras a alrededor de 60.000 personas, a menudo de forma violenta. Pueblos enteros han sido destruidos o se los ha tragado la tierra por la acción de las excavadoras. El primero en desaparecer fue el pueblo Manantial, en 1986; Roche, Chancleta, Tamaquitos, Tabaco, Palmarito, El Descanso, Caracoli, Zarahita o Patilla son sólo algunos de los muchos que corrieron la misma suerte.

La mina ha provocado además una enorme contaminación medioambiental y graves problemas de salud. Multitud de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción; entre ellas, algunas importantes plantas medicinales y otras plantas de uso en los rituales tradicionales. Un problema muy grave de la mina es la enorme cantidad de polvo que levanta, sobre todo debido a las explosiones que se producen a diario, que mata a las plantas y provoca en las personas enfermedades respiratorias como la silicosis y erupciones cutáneas. Además, los residuos de la mina contaminan las escasas fuentes de agua y los ríos. Todo esto ha hecho que hoy en día el 64% de los habitantes de ese departamento vivan en la indigencia.

Una de las nuevas obras previstas por los directivos de la mina requiere el desvío del río más importante del departamento de La Guajira en un tramo de 26 kilómetros, a fin de acceder a los yacimientos de carbón de esa zona. Sin embargo, debido a la fuerte resistencia de la población local, para quien el río Ranchería representa la única fuente de agua accesible, estos planes han sido de momento suspendidos. De todos modos, la mina va a ampliarse a otras áreas, lo que conlleva el peligro de nuevas expulsiones de población.

La extracción del carbón y sus negativas consecuencias para las personas y el medio ambiente han provocado ya fuertes protestas en Colombia y en otros países, con acciones muy diversas. En febrero y marzo de este año, el sindicato Sintracarbón llevó a cabo una huelga de cinco semanas para exigir aumentos de salario y la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados, además de garantías para la salud y el medio ambiente. La huelga finalizó el 8 de marzo, tras conseguirse una significativa mejora de los derechos de los trabajadores. Durante las protestas se bloqueó también la vía ferroviaria destinada al transporte del carbón. Los movimientos de resistencia no se limitan a las cuencas mineras afectadas, sino que se han ido extendiendo por grandes ciudades de Colombia, Gran Bretaña y Alemania. Por ejemplo, en un día de lucha convocado en todo el país, varias decenas de miles de colombianos se echaron a la calle en veinte ciudades diferentes.

Protesta ante la Junta general de Anglo American, en abril de 2013, en Londres.

En Londres también se producen periódicamente protestas, con ocasión de las juntas generales de las multinacionales mineras registradas en la Bolsa londinense. En su organización participa la London Mining Networky a ellas asisten también, por ejemplo, representantes de FECODEMIGUA (Federación de Comunidades Desplazadas por la Gran Minería en La Guajira). La London Mining Network es una coalición de organizaciones de derechos humanos, ecologistas y para el desarrollo, que tratan de poner de manifiesto el papel que juegan las compañías mineras registradas en Londres, quienes las financian y el Gobierno británico en proyectos mineros como el de El Cerrejón. La city londinense juega un papel de especial importancia, pues casi todas las mayores compañías mineras del mundo, y muchas pequeñas, están allí registradas, Londres es el mayor centro financiero de la industria minera y del comercio del metal, y allí se encuentran también los principales lobistas de esta industria. El movimiento alemán Gegenstrom 13 lucha contra la central térmica de carbón de Moorburg y contra las previstas importaciones de carbón de Colombia; recientemente llevó a cabo una acción de protesta en el puerto de Hamburgo.

Los sindicalistas y activistas colombianos reciben frecuentes amenazas de muerte (Colombia es el país del mundo con el mayor número de representantes sindicales asesinados). El Gobierno ha respondido a la creciente resistencia por la vía militar, enviando 5.000 soldados más a La Guajira a fin de defender a la industria minera y amedrentar a la población. Pero los habitantes no se dejan intimidar fácilmente, pues lo que está en juego es su supervivencia y su dignidad

Para ofrecer una visión general y hacerse una pequeña idea de la amplitud de las protestas, de la lucha y la resistencia en el norte de Colombia, Gegenstrom 13 ha elaborado un gráfico en el que se indican los sucesos acaecidos en el espacio de sólo seis semanas, entre julio y agosto de 2012:

de: Martín Guedez martinguedez@gmail.com [nuestramerica] <nuestramerica@yahoogrupos.com.mx> a través de returns.groups.yahoo.com
fecha: 6 de noviembre de 2016, 7:54
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COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
9 de noviembre 2016

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