Laura Grados
Viernes, 30 diciembre 2016
Hace poco más de una semana, los directivos de la
brasileña Odebrecht contaron a la justicia estadounidense con
cuánto dinero y en qué países habían pagado sobornos para poder ganar
licitaciones. Todo esto en el marco de las investigaciones por el caso Lava Jato.
En el Perú, la cifra, según los testimonios,
ascendía a 29 millones de dólares (que pueden ser más) entre los años 2005 y
2014. La corrupción, desde la gigante empresa, había campeado en los tres
últimos gobiernos democráticos.
Desde la confesión, pocos días antes de Navidad, en
nuestro país han ocurrido distintas reacciones, tanto desde quienes no pueden
dormir por este caso, como por el propio gobierno de PPK, cuya reacción ha
sido, sino débil, al menos tardía.
1.
Un poquito de corrupción
Sin comentarios.
Foto: Correo
Foto: Correo
Consultado por este escándalo que se mantendrá
vigente seguramente durante todo el 2017, el presidente Kuczynski no tuvo mejor
idea que contestarle al diario Gestión, comparando
el monto -repetimos, puede ser más- usado para romperle la mano a varios
funcionarios con lo que se pagó en otros países.
- “En una entrevista con el diario Gestión, el mandatario dijo estar “en contra de la corrupción, pero no todo lo de Odebrecht en Perú es corrupto”. Incluso comparó el caso de nuestro país con el de Colombia, que tiene “tres páginas” en el informe fiscal de EE.UU. mientras que el caso peruano solo cuenta con “10 líneas”.”.
El presidente, además, dijo que 29 millones de
dólares era una cifra pequeña en comparación de otros países.
2.
A zavalazos aprendí
La tardía reacción del gobierno sobre el caso
Odebrecht-Lava Jato es comprensible después de ver la posición de PPK. El
miércoles, casi una semana después de que reventara el chongo, el
presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, tuvo que esperar
seis preguntas iguales para recién decir que Odebrecht, y otras empresas
involucradas, no podrán de participar en licitaciones del Estado. Así
lo reportó (roche) la
agencia Reuters.
“No podrán participar en licitaciones públicas”,
dijo Zavala a los medios de comunicación cuando se les preguntó si eso incluía
a Odebrecht.
(…) Sin embargo, los comentarios de Zavala podrían
ayudar a la firma gubernamental a mantener su postura contra la corrupción después
de que el presidente Pedro Pablo Kuczynski se enfrentara a críticas por
defender a Odebrecht diciendo que no toda la compañía era corrupta.
3.
Yo no fui, fue teté
Es posible que se trate de la reacción más infantil
de todas. O más evidente. El 26 de diciembre, durante una entrevista en la
televisión, el abogado de Alan García, Wilber Medina, sacó
cuerpo y al toque puso el parche de la siguiente manera.
Resulta que el exdirector ejecutivo de la
Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico, Oswaldo Plascencia Contreras, fue
quien se encargó de todos los tratos con la empresa Odebrecht para la
construcción de la obra.
Recordemos que, según las declaraciones de los
directivos de la empresa, para construir el Tren Eléctrico pagó 1.4 millones de
dólares en sobornos.
Lo primero que hizo Medina fue negar que
Plascencia sea una persona allegada al presidente García. Luego remató
aclarando que quien lo había llevado hasta ese cargo era el exministro de
Transportes del segundo gobierno del Apra, Enrique Cornejo.
“Los únicos asesores que tuvo Alan García durante
el periodo 2006- 2011 fueron Luis Carranza, Jorge Salazar y Susana Pinilla (…).
El señor (Oswaldo) Plasencia es un desconocido para el expresidente y,
por lo tanto, no ha trabajado con él, ni ha sido designado a su despacho”.
4.
La protesta de Popy
El miércoles pasado, el excandidato presidencial,
Fernando Olivera, encabezó
una protesta en la sede de Odebrecht en Lima.
Ese día, fue acompañado por un grupo -no tan
pequeño- de popyaliados armados con las escobas que han sido el
símbolo de Olivera desde las épocas del FIM. El acto consistió en barrer las
ventanas de la empresa para “limpiarlas de corrupción”. Es un gesto bien paja,
pero alguien avísele que ya terminó la campaña.
5.
Cuéntanos, Marisa
Si alguien está pasando piola con todo este chongo,
son los directivos de la Municipalidad de Lima durante la gestión de Susana
Villarán. Pero una columna de nuestro enemixer Aldo Mariátegui, titulada
“Cuéntanos, Marisa”, nos trajo a la memoria algunos
hechos ocurridos en la Municipalidad cuando los integrantes de Fuerza
Social y otros partidos de izquierda estaban al mando.
- Odebrecht le regaló a la gestión Villarán la arena que colocaron en la playa La Herradura para “recuperarla”, pero terminó siendo llevada por el mar.
- Para este obsequio, la empresa desembolsó un sencillo de 75 mil soles. Muy generosos (como con el Cristo del Pacífico).
- Meses después, Odebrecht ganó uno de los contratos más millonarios que licitó la gestión: Rutas de Lima. Por 30 años, la empresa se encargaría de la construcción y mantenimiento de casi todas las vías de acceso a la ciudad. La inversión era de poco más de 400 millones de dólares. Y el peaje lo cobrará por los próximos 30 años. Negocio redondo.
Pero,
¿por qué Marisa tendría que responderle a Aldo si ella solo era regidora?
En realidad no es solo ella quien debería responder
sino los que manejaban el dinero en la gestión, empezando por el exgerente de
la MML, José Miguel Castro. Sin embargo, sí es necesario decir que
era la hoy congresista la que salía siempre
en la prensa a explicar cómo Odebrecht iba a aplicar el cobro de peajes.
*****
Los directivos de Odebrecht continúan confesando
sus fechorías ante la justicia estadounidense (porque en ese país fue que
se hicieron transacciones de dinero). Con el tiempo podrían dar los nombres y
apellidos de los funcionarios a quienes les rompieron la mano para hacerse de
millonarias licitaciones. Todos siguen en la mira.
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