Miente, miente que algo queda
Redactado por David Aguinaga Carrión.
26-02-17
Qué interesante y peligroso fenómeno
psico-político proyectado en este video: verdaderos discípulos actuales del
fascismo en el Perú, enquistados en algunos espacios de dirección del
movimiento conservador “Con mis hijos no te metas”, se adelantan en acusar a
sus adversarios políticos como practicantes de esa basura humana que es el
nazismo, utilizando para ello la mismísima figura del líder principal de todos
los fascistas del mundo, Adolfo Hitler. Conocida conducta de todo delincuente
avezado, cuando para escapar de la persecución de la justicia ante su delito,
grita “ladrón, ladrón” para orientar a los captores hacia otros y algunas veces
hasta para encabezar la captura de un inocente.
Es un típico caso de transferencia,
como llamaba Freud a aquellos actos, sentimientos y pensamientos inconfesables,
debido a la condena moral de la mayoría de la sociedad respecto de aquellos,
por lo que sus protagonistas los transfieren o atribuyen a otros,
principalmente a sus adversarios, con el objetivo de que estos reciban tal
condena social. Y esa es precisamente la conducta de los más reaccionarios
organizadores, conductores e impulsores del movimiento "Con mis hijos no
te metas". Ellos saben muy bien que están buscando dar vida a un
movimiento de masas ultra reaccionario y fascista y que para ello están
poniendo en práctica, entre otros métodos, el principio político y
propagandístico nazi de "miente, miente que algo queda". Pero eso no
lo pueden decir abiertamente, no pueden evidenciar su admiración por Hitler,
camuflándolo y encubriéndolo de religión, educación en valores tradicionales y
supuesta defensa de la familia, atribuyéndole por el contrario naturaleza y
objetivos nazis a los movimientos populares y progresistas, así como también a
sus rivales neoliberales democráticos del gobierno actual; haciendo incluso
aparecer al propio PPK como el mismísimo führer alemán; cuando casi todos
sabemos que la conducta y psicología fujimorista es más bien la más cercana a
los fascismos.
PPK podrá ser un gran lobista
neoliberal, que se mueve muy bien entre las transnacionales, haciendo negocios
personales y para las grandes corporaciones empresariales, sobre la base de la
súper explotación de los trabajadores y la depredación de los pueblos y la
naturaleza, o sencillamente de la gran especulación financiera; donde la
frontera entre negocios y corrupción se confunden y sobreponen -como en
realidad sucede en todas las relaciones capitalistas, donde se intercambian y
se mezclan los robos legales con los ilegales-; incluso PPK puede ordenar o
consentir represiones de organizaciones y pueblos para imponer un gran proyecto
minero, como de hecho ya lo ha hecho en Las Bambas, por ejemplo (y como siempre
lo han hecho todos los liberales en el poder) pero de todas maneras sigue
siendo un liberal neoliberal y no un fascista ni un Hitler, no se ve en su
trayectoria esa vocación; hasta puede ceder y hacerse de la vista gorda ante acciones
fascistas de otros. Pero lo que sí es muy conocido en la experiencia política
peruana es que los fujimoristas sí han demostrado aquella vocación e
incontenible inclinación. No por casualidad, pues, el fujimorismo es también
uno de los principales impulsores de la marcha del 4 de marzo, su mayor
beneficiario político y el único partido político levantado y defendido en el
video de marras.
Y lo más importante ¿Será pura
casualidad o una repentina e incontenible religiosidad tradicional que estas
manifestaciones conservadoras y reaccionarias se den justo en el contexto de la
creciente crisis política nacional y continental generada por el escándalo
"Lava jato"? ¿Será un movimiento políticamente neutro y solo moral y
educativo, incontaminado de la lucha inmediata por el poder de los
fujimoristas? Toda la gran corrupción descubierta a las grandes empresas
capitalistas neoliberales extranjeras y peruanas y a los gobernantes y altos
funcionarios de turno, por lo menos desde el primer gobierno de Alan García,
pasando por el de Fujimori, Toledo, segundo gobierno de Alan, el de Humala y el
del propio PPK, sobornados por aquellas empresas, deben ser investigados y
castigados severa y ejemplarmente. Pero no podemos ser tan ingenuos de no
darnos cuenta que el objetivo encubierto de un grupo de los dirigentes e
impulsores de este movimiento, encabezados por el fujimorismo, es vacar al
presidente y vice presidentes del actual gobierno, para que el fujimorismo
campeón de la corrupción de ayer y de hoy tome el poder y desarrolle un
gobierno neoliberal ultra reaccionario al servicio de las grandes empresas
extranjeras, el narcotráfico y el conjunto de la gran corrupción. Repetimos que
nosotros estamos por que se investigue y castigue a todos los implicados, caiga
quien caiga. Pero el pueblo peruano debe estar muy atento, primero para que no
solo se investigue y castigue a algunos (Toledo, los Humala y PPK) y se exonere
de investigación y castigo a Alan García y la familia Fujimori y sobre
todo a las grandes empresas corruptoras, que son las que
realmente mandan en el Perú en América Latina, en los EE.UU. y en casi todo el
mundo.
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