Socialismo
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15-03-2017
Los cambios tecnológicos tienen un indudable
impacto sobre las estructuras macroeconómicas. Durante las últimas dos décadas,
el progreso tecnológico se ha acelerado de manera exponencial. Las grandes
innovaciones han dado lugar a cambios en los procesos productivos que llevan,
coloquialmente, el nombre de “revoluciones industriales”.
En Enero del 2016 la fundación World Economic Forum
publicó un informe en el cual se afirma que se está transitando la Cuarta
Revolución Industrial. Hace más de un siglo Karl Marx (1867) desarrolló su
teoría precisamente a través de la observación de un proceso de transformación
en las estructuras productivas de similares características. De manera
semejante a la actualidad, el siglo XIX se encuadra en un contexto económico de
expansión de la producción, nuevos inventos y métodos productivos.
En el prefacio del informe The Future of Jobs:
Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution,
Schwab y Samas (2016) definen que se entiende por Cuarta Revolución Industrial:
”Hoy, estamos al principio de la Cuarta Revolución Industrial. Los avances
en genética, inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, impresión de 3D
y biotecnología, (solo para nombrar unos cuantos,) se completarán y se
amplificarán entre ellos. Este proceso colocará en funcionamiento la revolución
más penetrante y abarcadora que no hemos visto nunca”. (Schwab K., Samas M.A.,
2016, p.5) (Schwab K., Samas M.A., 2016, p.5)
Por tanto, se puede afirmar que los avances
tecnológicos en robótica, impresiones 3D y otras innovaciones, tendrán un
impacto significativo en el futuro del empleo a nivel mundial. Según Frey y
Osborne (2013) la sistematización y computarización de las tareas pone en
riesgo el trabajo de millones de estadounidenses: “ De acuerdo a nuestras
estimaciones alrededor del 47 por ciento de los empleos está en riesgo” (Frey
C.B., Osborne M.A., 2013, p.1).
Por su parte , el informe World Economic Forum
reconoce esta nueva realidad y propone: “La pregunta, entonces, es cómo los
negocios, el gobierno y los individuos reaccionarán a estos desarrollos. La
re-educación y el perfeccionamiento de los trabajadores será imprescindible
para evitar el peor de los escenarios : un cambio tecnológico acompañado de la
escasez de talentos, desempleo masivo y una creciente desigualdad, “(Schwab K.
& Samas M.A., 2016)
Este proceso no es una asunto nuevo, lo describió
Karl Marx en el siglo XIX . Para Schumpeter lo hacia a partir de “de frases
encendidas” (J., 1942, p.29), Marx explicaba de esta manera el efecto de la
introducción de nuevas maquinarias sobre los obreros: “En la manufactura y
en la industria manual, el obrero se sirven de las herramientas: en la fábrica
el obrero sirve a la máquina. En la artesanía los instrumentos de trabajo son
parten de él; en la fabrica, es él quien tiene que seguir a las herramientas.
En la manufactura, los obreros son miembros de un mecanismo vivo. En la
fábrica, existe por encima de ellos un mecanismo muerto, al que los obreros se
incorporan como apéndices vivos”. (Marx, K., 1863, p. 349) El obrero se
vuelve esclavo de la maquinaria, queda atado a su puesto de trabajo y sus
intereses se oponen a los de la comunidad. El resultado de dicho proceso: el
trabajo se vuelve ajeno al individuo y se impone sobre él.
Para Marx el valor del trabajo tiene dos
componentes; en primer lugar, aquel necesario para la subsistencia del obrero
y, en segundo lugar, una cantidad por encima que es apropiada por el
capitalista –la plusvalía -.
La sustitución de trabajo por el capital tendería a
reducir el primero de sus dos componentes, que Marx denominó trabajo
socialmente necesario. La teoría sugiere entonces que, en el contexto de la
Cuarta Revolución Industrial, la introducción de la robótica en la producción
disminuirá la proporción del trabajo que el obrero necesita para sobrevivir.
La Cuarta Revolución Industrial tendrá como efecto
directo el aumento del desempleo. Este punto es reconocido a lo largo del
informe del World Economic Forum, cuando se refiere al trabajo en el hogar: ”
El trabajo en casa podría ser automatizado, relevando la carga dual y
permitiendo a las mujeres orientar sus capacidades a la economía formal ”
(Leopold, T.A. y Ratcheva, V. y Zahidi, S., 2016, p.37).
En El Capital, Marx afirma que, como consecuencia
de este proceso de sustitución de una fuerza productiva por otra, el obrero no
será capaz de vender su fuerza de trabajo en el mercado. De esta manera, se
gestará un proceso de “ superpoblación de un ejército industrial de reserva”
(Marx, K., 1863, p. 420).
Según Marx, la introducción de abundante maquinaria
en los procesos productivos trae consigo una reducción de la tasa media de
ganancia. El capitalista intentará compensar dicha tasa decreciente a partir de
métodos crueles como la contratación de mujeres y niños y la reducción
salarial.
La maquinaria, al hacer inútil la fuerza del
músculo, permite emplear obreros sin fuerza muscular o sin una gran fuerza
física, que posean, en cambio, una gran flexibilidad en sus miembros. El
trabajo de la mujer y del niño fue, por tanto, es el primera periodo de la
utilización de la maquinaria en el capitalismo del siglos XIX capitalista .
(Marx K., 1863, p. 323).
Solo hay un de estos fenómenos que no está
certificado hoy en día . Las tasas de trabajo infantil que publica la
Organización Internacional del Trabajo (2015) evidencian una tendencia
descendente. El informe del 2015 muestra que 168 millones de niños son víctimas
de trabajo infantil, mientras que el 2000 la cifra superaba los 246 millones: “168
millones de niños en todo el mundo siguen siendo víctimas del trabajo infantil,
una cifra que ronda el 11 por ciento del total de la población infantil.”
(Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, 2015, p. 15)
Para Marx este proceso tiene desenlace, el fin del
capitalismo. Ante la creciente miseria del proletariado y una nueva crisis del
sistema capitalista, deberá emerger una fuerza de resistencia compuesta por la
clase trabajadora que mediante una revolución alcanzaría una nueva sociedad “el
comunismo”.
En síntesis , releyendo a Marx, la Cuarta
Revolución Industrial tendrá un impacto inicial significativamente devastador
sobre la población. En primera instancia, provocará una reducción del trabajo
socialmente necesario generando mayor plusvalía. En segundo lugar, como todos
los capitalistas introducirán estas nuevas maquinarias, se generará una
reducción en las tasas de ganancia. En tercer lugar, habrá un crecimiento del
ejército de reserva producto del desempleo tecnológico. De manera consecutiva,
aumentará la miseria de la clase proletaria.
Después de varias revoluciones industriales podría
afirmarse, siguiendo a Marx, que la Cuarta Revolución Industrial tendrá un fin
que se puede predecir. La conjunción de todos los factores mencionados revela
que la acumulación del capital es contradictoria en si misma y, que en última
instancia, conduce al capitalismo a su propia destrucción.
Bibliografía:
Frey, C. B. & Osborne M. A. (2013). The future
of employment: How susceptible are Jobs to computerisation?. Oxford Martin
School, Working Paper N° 1314. Recuperado de: http://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/publications/view/1314
Marx, K. (1867). El capital. Crítica de la economía
política. Libro tercero vol. 7. Argentina: Siglo XXI.
Marx, K. (1867). El capital. Crítica de la economía
política. Tomo I. México: FCE.
Programa Internacional para la Erradicación del
Trabajo Infantil. (2015). Informe mundial sobre el trabajo infantil. Allanar el
camino hacia el trabajo decente para los jóvenes. En Organización Internacional
del Trabajo. Recuperado de http://www.ilo.org/ipec/Informationresources/WCMS_372648/lang–es/index.htm
Schumpeter, J. A. (1942). Capitalismo, socialismo y
democracia. Tomo I. México: Ediciones Orbis S.A.
Schwab K. & Samas M.A & Leopold, T.A. &
Ratcheva, V. & Zahidi, S. (2016). The Future of Jobs. Employment, Skills
and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution. En World Economic
Forum. Recuperado de https://www.weforum.org/reports/the-future-of-Jobs
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