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de autor de la imagen Reuters Image caption Evo Morales dijo el miércoles que
la nueva ley garantizará "coca de por vida".
Boris
Miranda - @ivanbor BBC Mundo
En los últimos 10 años, Colombia y Perú se han
turnado el puesto del mayor productor de hoja de coca en el mundo, mientras
Bolivia en el mismo tiempo logró reducir y estabilizar su cantidad de cultivos
sin disparar un tiro ni apelar a las fumigaciones aéreas.
La estrategia antidroga boliviana es vista como más
eficiente, por lo menos en lo que se refiere a evitar que se multiplique la
producción de la materia prima de la cocaína.
De acuerdo al monitoreo anual que realiza la
Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas
en inglés), Bolivia mantuvo por segundo año consecutivo sus cultivos de coca
alrededor de las 20.000 hectáreas.
Hace seis años, las hectáreas sembradas llegaban a
31.000.
La realidad no podría ser más distinta en Colombia,
que en 2012 tenía 47.790 hectáreas sembradas y en el último monitoreo de UNODC
duplicó la cifra: 96.084 hectáreas.
- Evo Morales firma polémica ley que duplica el área legal de cultivo de coca en Bolivia
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Perú, por su parte, fue el mayor productor de hoja
de coca del mundo entre 2011 y 2013 y ha logrado reducir su cantidad de
cultivos en los últimos años gracias a intensas operaciones conjuntas con la
intervención de fuerzas de seguridad y la puesta en marcha de programas
sociales.
En la última medición de Naciones Unidas,
presentada el año pasado, Perú registró 40.300 hectáreas cultivadas. El
doble de las que tiene Bolivia.
A pesar de estas cifras, analistas advierten que
Bolivia tiene otros graves problemas en su política antidroga y que se limita a
erradicar plantaciones.
Mientras que Estados Unidos recientemente volvió
a incluir a Bolivia en la lista de países que no luchan contra el narcotráfico.
Evo Morales es, al mismo tiempo, presidente de
Bolivia y máximo dirigente de los productores de coca de las selvas de
Cochabamba, en el centro del país.
"Lo que nosotros hacemos es erradicación de
coca concertada. No con represión ni muertes, como era antes del presidente
Evo Morales", explicó a BBC Mundo Juanita Ancieta, productora de coca que
ahora es la principal dirigente de las mujeres campesinas de Bolivia.
La dirigente nacional insistió en que gracias a la
presidencia de Morales se ha logrado que los cocaleros erradiquen concertada y
voluntariamente sus plantaciones excedentes de coca, algo que no sucede en
otros países.
En el mismo sentido, el ministro de Gobierno
boliviano, Carlos Romero, afirmó que la estrategia violenta de erradicación
de cultivos fracasó en Bolivia.
"En los últimos años se han invertido más de
US$1.200 millones en tecnología, proyectos de desarrollo alternativo, acciones
de interdicción y erradicación de cultivos excedentes. Las tasas de
erradicación han sido las más altas". destacó Romero en una entrevista con
radio Panamericana de La Paz.
El ministro de Gobierno añadió que en los
últimos ocho años Bolivia incrementó en 188% la cantidad de droga decomisada y
en 273% las incautaciones de sustancias controladas.
Este fin de semana, en un gran acto, Evo Morales
celebró junto a los cocaleros de su región la puesta en vigencia de la nueva
Ley General de la Coca, que en sus palabras significa "coca de por
vida".
"El pueblo boliviano ha derrotado al imperio y
a sus lacayos. Desde aquí (las selvas de Cochabamba) hemos defendido no sólo la
hoja de coca sino la soberanía nacional", dijo Morales ante miles de
cocaleros.
Para Kathryn Ledebur, directora de Red Andina de
Información, la nueva ley de la coca boliviana "no es perfecta, pero es
realista y pragmática".
Ledebur explicó que la normativa boliviana recién
promulgada podrá traer mejores resultados a ese país en comparación con las
normativas vigentes en Colombia y Perú.
"En Colombia la ley no permite casi nada de
plantaciones de coca y tienen 96.000 hectáreas", señaló la experta a
BBC Mundo.
Ledebur añadió que la ventaja boliviana tiene
que ver con que la normativa de ese país es "negociada" con los
propios productores de coca, algo que no ha sucedido en los otros dos
países que más coca producen en el mundo.
Colombia es el mayor productor de coca del mundo y
-de acuerdo con el Departamento de Estado- el país de origen de más del 95%
de la cocaína que llega a Estados Unidos, el país en el mundo que más consume
esa droga,
Por ello, el hecho que se hayan duplicado los
cultivos de la hoja en estos años ya llamó la atención a Washington.
Entre los motivos del aumento se argumenta la caída
del precio del oro, la erradicación de la aspersión aérea, la devaluación del
peso colombiano y la expectativa de los campesinos de conseguir beneficios
económicos del gobierno por sustituir sus plantaciones de coca.
A principios de mes, el subsecretario de la Oficina
de Asuntos Internacionales sobre Narcóticos del Departamento de Estado de
EE.UU. afirmó que las estimaciones de su país coinciden con las de Naciones
Unidas y considera que Colombia tiene un "problema muy serio".
"Estaré en Colombia las próximas semana y
espero, como parte de un proceso interinstitucional más amplio, entablar serias
discusiones con el gobierno de Colombia sobre esta cuestión", señaló
el funcionario desde Washington.
Sin embargo la ayuda estadounidense no trae muy
buenos recuerdos para algunos en Colombia, fundamentalmente por las
fumigaciones aéreas, que algunos señalan de ser cancerígenas.
"Miren lo que pasó en la zona de Putumayo, que
fue el núcleo de las actividades del (programa de ayuda estadounidense conocido
como el) Plan Colombia en términos de erradicación y sustitución de cultivos. Hoy
en día tiene otra vez muchos cultivos" le dijo a BBC Mundo hace unas
semanas Jeremy McDermott, director del sitio Insight Crime, que se dedica a
investigaciones sobre seguridad en América Latina.
La semana pasada, la presidenta de la gubernamental
Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas de Perú, Carmen Masías,
sorprendió a todos con un anuncio: Perú tiene muchas más hectáreas de coca
que las estimadas por Naciones Unidas.
La autoridad señaló que Perú en realidad tiene
55.000 hectáreas cultivadas y no las 40.300 que había señalado UNODC el año
pasado.
"Lo que se hizo antes se hizo bien, pero
nosotros hemos reajustado la metodología con la participación de las Naciones
Unidas, y nos acercamos a una cifra mucho más real", indicó.
Masías añadió que "lo peor que se puede hacer
es tapar el sol con un dedo".
Perú tiene un problema similar al colombiano. El
93% de la superficie erradicada en los dos últimos años fue sembrada nuevamente
con plantaciones de coca.
El mayor desafío de la lucha antidroga peruana se
encuentra en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, conocido como el
VRAEM.
En esa zona boscosa existen municipios que su
economía depende en un 96% de los cultivos ilícitos de coca.
Hay que reformular todo para conseguir reducir el
excedente de coca, que se convierte en cocaína y llega a países europeos".
León de
la Torre, jefe de la delegación de la Unión Europea en Bolivia.
Sin embargo...
Pese a las diferentes realidades, expertos
consideran que Bolivia todavía comparte muchas de las dificultades que
tienen Colombia y Perú en materia antidroga.
Una de ellas es el hacinamiento de cárceles con una
población compuesta en su gran mayoría por consumidores y traficantes de
sustancias ilícitas al menudeo.
Por otro lado, se cuestiona que Bolivia haya
ampliado la cantidad de cultivos legales de 12.000 a 22.000 hectáreas con la
nueva ley de la coca.
De acuerdo a estudios del propio gobierno de Evo
Morales, se requieren sólo 14.705 hectáreas para el consumo tradicional en
Bolivia, o sea el mascado de la hoja.
Aquella decisión también preocupó a la comunidad
internacional.
El jefe de la delegación de la Unión Europea (UE)
en Bolivia, León de la Torre indicó que la reducción de las plantaciones
registrada en Bolivia en los últimos años estaba produciendo
"optimismo" en el organismo internacional, pero que la nueva ley vuelve
los objetivos de la cooperación "inalcanzables".
"Hay que reformular todo para conseguir
reducir el excedente de coca, que se convierte en cocaína y llega a países
europeos", afirmó De la Torre a medios locales.
La preocupación de la UE es compartida por la
Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas
en inglés).
"La continua escalada del tráfico de
cocaína desde Sudamérica hacia Europa a través de rutas establecidas en África
representa una amenaza crítica no sólo para Europa sino para EE.UU.",
informó un vocero de la DEA a BBC Mundo.
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