Por José De Echave
C.*
27 de
febrero, 2017.- El ministro Thorne acaba de reconocer que los ingresos
tributarios siguen cayendo de manera sostenida y que además esta situación se
explica por las crecientes devoluciones del IGV, sobre todo “por los grandes proyectos mineros que nos están quitando
recaudación”.
Lo que no ha reconocido
el ministro es que este tema no es ninguna novedad y que lamentablemente
tampoco es algo excepcional. Desde el año pasado, hemos señalado que la SUNAT
le venía devolviendo a las empresas más de lo que estas aportan por
tributación.
¿Qué está pasando? ¿De qué trata este tema de las devoluciones del IGV?
Vayamos por
partes. Cualquier empresa cuando vende algo que produce o comercializa tiene
que pagar el Impuesto General a las Ventas (IGV), lo que les genera un débito
fiscal. ¿Qué pasa con las empresas que venden a mercados externos? Como las
exportaciones no están gravadas con el IGV, por
ende, sus ventas no generan débitos fiscales.
Esa misma empresa
cuando realiza compras diversas genera un crédito fiscal: el crédito fiscal es
el IGV que grava las compras que realizan las empresas.
En el caso de las
empresas mineras, al vender al exterior sin el pago de IGV, se interrumpe la
cadena débito-crédito y se genera lo que en la jerga tributaria se conoce como
“saldos a favor del exportador”. La legislación tributaria en el Perú permite
que las empresas utilicen los “saldos a favor del exportador” contra el pago
del Impuesto a la Renta y/o solicitar su devolución.
Ello provoca que
en determinadas coyunturas, en términos netos, el Estado termine subsidiando al
sector minero y que la recaudación caiga. Es lo que ha venido ocurriendo en los
dos últimos años: desde el año 2015, el monto devuelto a las empresas supera el
Impuesto a la Renta recaudado por la SUNAT, y la diferencia alcanzó la cifra de
-3,945.2 millones de soles en 2016. Es precisamente lo que se puede observar en
el gráfico que adjuntamos.
Fuente: www.sunat.gob.pe. Elaboración: CooperAcción
El ministro Thorne
ha señalado que esta situación es pasajera o coyuntural. Lo cierto es que la
data estadística muestra que no es así: en el caso minero, sólo en el período
del súper ciclo de precios de los minerales hemos tenido una recaudación neta
en azul. Como se puede apreciar en el gráfico, hasta antes del año 2003
estábamos en rojo y todo indica que desde el año 2015 hemos vuelto a la
normalidad: recaudación neta en rojo.
Lo más grave es
que nada hace pensar que la situación vaya a cambiar en los próximos años y en
este contexto la meta de presión tributaria que se ha fijado el gobierno parece
difícil de alcanzar.
¿Qué hacer? Para
comenzar habría que corregir la legislación tributaria que permite esta enorme
discrecionalidad en el uso de los “saldos a favor del exportador” por las
empresas. Pero, además, necesitamos en serio y a fondo, discutir una verdadera
reforma tributaria que corrija esta y otras distorsiones.
No es aceptable
que precisamente en los dos últimos años la minería haya estado creciendo a
tasas históricas de dos dígitos y que ese salto productivo no esté acompañado
de un mayor aporte tributario al país: por el contrario, el aporte tributario
de la minería no ha dejado de caer.
Las devoluciones
del IGV a la minería terminan siendo una suerte de subsidio del Estado -en
realidad de todos los peruanos- a las empresas que debe corregirse cuanto
antes.
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*José de Echave es economista y ex viceministro de Gestión Ambiental. Es subdirector de la asociación CooperAcción.
*José de Echave es economista y ex viceministro de Gestión Ambiental. Es subdirector de la asociación CooperAcción.
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