Punto
Final
21-10-2017
Hacia finales de la primera semana
de octubre, el plebiscito convocado por la Coordinadora de Trabajadores NO+AFP
había reunido más de un millón de votos, de los cuales casi el 97 por ciento
rechazó el actual sistema privado de pensiones. Un evento de carácter nacional
que superó todas las expectativas de participación y puso nuevamente al
movimiento que busca desmantelar el sistema de las Administradoras de Fondos de
Pensiones en una posición de poder. Tras poco más de un año del inicio de las
marchas que lograron congregar a millones de personas durante el invierno de
2016, la Coordinadora hace una lectura que no puede ser más favorable. Un breve
proceso de acumulación de fuerzas que con el último evento la instala como
representante de una corriente social y laboral con proyección futura.
Al interior de la organización se suman varias
lecturas, muy favorables en el corto y mediano plazo. Al éxito de las masivas
marchas del año pasado e inicios de 2017, el movimiento ha ingresado un proceso
que integra distintas acciones, entre las que el plebiscito es, posiblemente,
la mejor demostración de cohesión. Con anterioridad, y con menos exposición
mediática, está el llamado a los cotizantes a abandonar los fondos de pensiones
más riesgosos, con especial énfasis del Fondo A, y redirigir sus ahorros al
Fondo E, que canaliza las inversiones en instrumentos de renta fija. Esta
campaña, que lleva más de seis meses, ha logrado que más de 1,3 millones de
trabajadores se cambien al fondo E en lo que va del año. Un hecho sin duda
destacable al considerar que el total de personas que cotizan regularmente cada
mes no supera los cinco millones.
La Coordinadora NO+AFP cuyo vocero es el dirigente
bancario Luis Mesina, trabaja en los valiosos datos que permiten, entre otras
cosas, tener una mejor visión territorial sobre el comportamiento de sus
simpatizantes. Una primera observación, que comparte el economista Patricio
Guzmán, miembro de la Coordinadora, es que la participación y el rechazo a las
AFP es un fenómeno transversal. Cruza territorios, barrios, regiones, edades,
estratos socioeconómicos y género.
Diferentes miembros de NO+AFP destacan el trabajo y
la organización en el plebiscito. La actividad, que se extendió durante tres
jornadas (29 y 30 de septiembre y 1º de octubre), contó con la participación de
unos veinte mil voluntarios miembros de sindicatos medianos y pequeños y de una
red de organizaciones del sector público. Una actividad autofinanciada cuyo
éxito no sólo se expresó en la capacidad de convocatoria y movilización, sino
en la capacidad de trabajo y organización. No es casualidad ni coincidencia que
más de un millón de personas votara sólo con la información que circuló a
través de los sindicatos, redes sociales y la prensa independiente.
SILENCIO DE LA PRENSA HEGEMONICA
Como es habitual en las actividades de NO+AFP, la
prensa hegemónica silenció estas actividades. Ni una sola línea en el duopolio
de diarios impresos y breves notas en dos o tres canales de la televisión
abierta. Una omisión que empalma, o es evidente efecto, con una campaña
publicitaria de las AFP en los grandes medios y de la Asociación que las reune
para evitar el cambio al Fondo E y la deteriorada, y posiblemente irrecuperable
imagen, que tiene el sistema.
Alrededor de tres mil mesas a lo largo del país
recogieron la votación del plebiscito. Para atender estos puntos participaron
voluntarios, que trabajaron unas once horas por día. Todo ello sin contar el
esfuerzo que significó preparar el plebiscito meses antes constituyendo comités
en la mayoría de las comunas del país.
La Coordinadora ha trazado una comparación entre el
plebiscito, que no ha tenido costos sino esfuerzo, y una elección presidencial.
Para las presidenciales, legislativas o comunales se instalan alrededor de
42.400 mesas de votación y participan 127.200 personas entre presidentes y
vocales. A cada vocal se le cancela 17.800 pesos, lo que equivale a un gasto de
alrededor de 2.264 millones de pesos. Las primarias que instalaron a Sebastián
Piñera como el candidato de la derecha costaron eso y Piñera obtuvo 827.347
votos. El plebiscito NO+AFP sin recursos y sin difusión por los medios de
comunicación masivos, logró más de un millón.
Cada punto de votación fue implementado por la
propia gente, imprimieron votos, actas y registros, construyeron urnas y
garantizaron lo necesario para llevar a buen puerto la consulta popular. Cabe
destacar también el trabajo colaborativo entre las más disímiles organizaciones
sindicales, sociales y políticas tras el objetivo, que no es otro que demostrar
el extenso repudio ciudadano al sistema de las AFP.
“Cuando nos propusimos realizar un plebiscito lo
hicimos pensando en que era una forma de involucrar y movilizar al pueblo
trabajador, ofrecerle practicar el ejercicio de su soberanía más allá de los
límites institucionales con rituales electorales donde lo que quiere la mayoría
sucumbe ante la política de los consensos. Nos propusimos apostar a la gente y
apostar con la gente. Hoy las cifras contundentes nos confirman que fue una
buena decisión”, señaló la evaluación de la Coordinadora.
ESCANDALO DE AFP CAPITAL
Tras el plebiscito, un video viralizado en las
redes sociales registró una fiesta en el Caribe de ejecutivos de la AFP
Capital, liderados por su gerente general, Eduardo Vildósola. Se generó un
escándalo que desbordó Internet para extenderse desde la televisión abierta a
la prensa especializada. El video, filtrado por el candidato a diputado del
Frente Amplio y simpatizante de la Coordinadora, Alberto Mayol, que exhibía con
detalle comportamientos indecorosos no sólo para funcionarios encargados de
administrar las pensiones de los trabajadores sino para un empleado de
cualquier sector o actividad, indignó a una ciudadanía que pudo ver en toda su
magnitud el uso que las administradoras dan a sus ahorros. Una fiesta y alcohol
a destajo a bordo de un yate, cuyo costo ascendió a 80 millones de pesos,
contra pensiones de miseria. Vale recordar que el monto promedio de las
pensiones de vejez que pagan mensualmente las AFP no alcanza al salario mínimo.
El escándalo llegó al núcleo de las AFP y del
sector financiero, que no pudieron ocultar ni negar las evidencias. Páginas
completas en la prensa escrita hegemónica, notas en los diarios financieros
especializados con variadas disculpas sólo echaron más leña a la hoguera de la
indignación ciudadana. Una escena que usó una empoderada Coordinadora NO+AFP
para colocar en su justo lugar a las administradoras. No sólo abusan, también
son un foco de corrupción.
Tras una funa en las oficinas de AFP Capital, Luis
Mesina, vocero de la Coordinadora, dijo que esta fiesta “es la expresión más
clara de que estamos frente a una industria que jamás ha guardado relación con
la seguridad social, administrada y manejada por sujetos cuya impudicia supera
todos los márgenes de imaginación de la gente”. En declaraciones publicadas por
El Ciudadano , Mesina agregó: “En el mundo de las finanzas, donde yo
trabajo hace 40 años, la mayoría es gente proba, digna, gente que no comete
estos excesos, que no tiene doble moral. No estamos haciendo una suerte de
cuestionamiento moral respecto de que estaban bailando con travestis o bebiendo
alcohol. Nosotros no tenemos un doble discurso. Ellos lo tienen. Ellos son los
que se oponen a todos los progresos de la Humanidad”.
La coyuntura permitió al dirigente extender y
profundizar las críticas al sistema de pensiones. Ante la justificación que
hiciera de la fiesta el presidente de AFP Capital y ex ministro del Trabajo del
gobierno de Sebastián Piñera, Juan Carlos Jobet, en cuanto a que la fiesta fue
financiada por recursos propios, Mesina calificó a las AFP como “una industria
parasitaria. Producen empleos muy precarios, pero además administran con un
sentido absolutamente contrario a la seguridad social nuestro ahorro
previsional”.
REFORMAS SIN CONTINUIDAD NI SOLUCION
El gobierno, como respuesta a las masivas
movilizaciones y al traspaso de afiliados al Fondo E, así como la salida de
cotizantes de las AFP Cuprum y Provida, en cuanto su comprobada corrupción,
envió durante el pasado invierno los proyectos de ley de reforma al sistema.
Una maniobra populista, que aun cuando no toca los recursos de los trabajadores
administrados por estas corporaciones, agrega dos puntos porcentuales bajo una
modalidad de reparto que podrían, eventualmente, elevar los montos de las
pensiones. El proyecto, sin embargo, ha sido postergado para que no coincida
con las elecciones presidenciales y legislativas, por lo que es probable que su
aprobación quede para el próximo gobierno. Una maniobra que Patricio Guzmán
califica propia de un gobierno saliente y errático, en cuanto ha sido una
operación contra el tiempo destinada a frenar las presiones y movilizaciones
del movimiento NO+AFP.
“Simplemente gatopardismo”, señala el economista.
Básicamente, todo se mantiene igual, en tanto pregunta qué pasará con los
jubilados del IPS que quedan fuera de la reforma, qué pasa con los que no
cotizan por la precariedad e informalidad laboral, con los trabajadores a
honorarios.
El siguiente paso de la Coordinadora será la acción
sobre los actores políticos de cara a las elecciones. Una presión no sólo sobre
los presidenciables, sino también, y es lo que más les dolerá dice Guzmán,
sobre los candidatos a parlamentarios. Esta campaña se iniciará en las próximas
semanas para denunciar a los candidatos que apoyan a las AFP y llamar a no
votar por ellos.
Las imbricación de las AFP con el capital
industrial y financiero es un punto relevante que sin duda tendrá efectos en
las decisiones de los políticos, la mayoría amparada directa o indirectamente
por las grandes corporaciones. Los fondos son el alimento de las grandes
corporaciones.
Un 60 por ciento de los ahorros de los trabajadores
está invertido en instrumentos de diversas entidades nacionales, los que suman
más de 106 mil millones de dólares. Aun cuando sólo un 16 por ciento de ese
total está invertido en acciones y otros fondos, el resto está canalizado hacia
instrumentos de renta fija, la gran mayoría en entidades privadas. Unos 64 mil
millones de dólares se destinan a financiar al gran sector privado nacional: a
fines del año pasado los fondos de los trabajadores en el mercado nacional
estaban en cinco instituciones estatales, en 17 instituciones financieras
privadas, en 114 empresas, 92 fondos de inversión, nueve fondos mutuos y un
fondo de inversión de capital extranjero.
Como ejemplo, las diez principales inversiones de
las AFP, además de algunos instrumentos estatales, apuntan al sector financiero
privado. Entre ellos al Banco Santander Chile, el Banco de Chile (grupo
Luksic), Itaú, Corpbanca (grupo Saieh), BCI (grupo Yarur), Scotiabank Chile,
BBVA y Cencosud (de Horst Paulmann). En este último caso, las AFP Provida,
Capital y Hábitat tienen más del seis por ciento de la propiedad accionaria del
gigante del retail .
Una red de poder económico financiada por los
trabajadores y amparada por el sistema político. Aquí apunta la Coordinadora
NO+AFP, “nuestro objetivo está cada día más claro, dice Patricio Guzmán: echar
a las AFP”.
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 886, 13 de
octubre 2017.
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