A
Genaro Ledesma Izquieta Inmemorian
“Cuánta
escritura, late en tu mirada, cuánta cárcel en tu recorrido telúrico, cuánto
minero insurrecto en tu voz de trueno, cuánta Patria corriendo por tu sangre,
tan roja, como la bandera que izaste junto a Manuel Scorza. Cuántas multitudes
con sus gestas de hoz y martillo, avanzan, junto a ti, a tomar la historia que
nos robaron”.
Manuel
Mosquera “Palabras para un hombre hecho montaña”
La reciente muerte
de nuestro querido y legendario Genaro, los poemas Inmemorian que le dedicaran
Manuel Mosquera y Hoover Hozema, las palabras que le dedicara en su funeral
Rolando Breña Pantoja a nombre de una de las organizaciones integrantes de
nuestro disperso movimiento socialista peruano, la propia historia personal de
Genaro recorriendo las páginas de “la guerra silenciosa” de Manuel Scorza
(“Este libro es la crónica exasperantemente real de una lucha solitaria: la que
en los Andes Centrales libraron, entre 1950 y 1962, los hombres de algunas
aldeas sólo visibles en las cartas militares de los destacamentos que las
arrasaron”), suerte de “Iliada” peruana que empieza con “Redoble por Rancas” y
culmina con “La tumba del relámpago”, como si se tratase de un personaje mítico
que trasciende el tiempo), Genaro- Relámpago durmiendo temporalmente en su
ataúd, contrastando con la crisis de la actual clase política y su Estado y la
incapacidad de la denominada “izquierda” para dar un rumbo popular revolucionario
al ciclo de la crisis nacional que va cerrándose; me apuñalan la memoria y el
corazón y me obligan a compartir con Uds. esta reflexión
¡Qué alta pusieron
la valla los hombres del movimiento socialista peruano de los denominados años
70 y se fueron humildes, casi por la puerta falsa sin conmemoración, sin pedir
que los congresistas de su lista le otorguen todos juntos una remuneración que
supera la ya desmesurada remuneración de un congresista sin abstenerse a la
primera hora de votar una vacancia por cálculo ministerial potencial.
Entregaron todo,
su propia vida en aras de una Revolución que cambiase el injusto estado de
cosas reinante.
Muchos como el
propio Genaro sufrieron injustas prisiones y otros cayeron en medio de
numerosas luchas sociales como Pablo Inza, Gudelio Espinoza, Agusto Lipa
Calisaya, Julian Choque Parihuana, Candelaria Herrera de Cárdenas.
Algunos fueron
secuestrados y desaparecidos como el “cholo” Páez de Textil Nuevo Mundo, otros
masacrados como Emigdio Huerta y sus compañeros de Crometx!
Si hubiésemos
preguntados a cualquiera de ellos ¿qué pensaban hacer cuando cumpliesen 35
años? hubiesen enmudecido pues era una generación consciente de ser solo parte
de la calzada por la que habría de transitar la Revolución Socialista en el
Perú.
Incluso por encima
de diferencias partidarias Héctor Béjar, Allain Elías, Walter Palacios Vinces,
Hugo Blanco, y el propio “chato” Breña, deportado y tuberculizado por su
consecuencia, son parte de una generación de hombres lejos de las ambiciones
electoreras y de los sueños reformistas y de capitalismo de Estado que hoy
reinan en el mal denominado movimiento de “izquierda”, y permítanme decirles
que existe un enorme abismo entre los hombres de esta generación y la buena y
dulce Veronika Mendoza, el apacible compañero Arana y otros de la nueva hornada
que creen en el copamiento “de a poquitos” del Estado burgués y “luchan
esforzada y denodadamente” por una cámara de Senadores o simplemente por un
curul “científico, democrático y de masas” como de los curtidos dirigentes
sindicales que creen que cabe una alianza estratégica entre los patrones y
trabajadores de una empresa contra la empresa de la competencia y han cambiado
la negociación colectiva del salario y condiciones de trabajo y sindicales por
donaciones y parrilladas celebratorias del 1º de Mayo, Fiestas Patrias y
Navidad!
¡Como
dijo Vallejo, "Perdonen la tristeza"!
Gustavo Pérez Hinojosa
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