sábado, 14 de abril de 2018

UNA VALLA MUY ALTA: REFLEXIONES ANTE MUERTE FÍSICA DE GENARO LEDESMA IZQUIETA




A Genaro Ledesma Izquieta Inmemorian
“Cuánta escritura, late en tu mirada, cuánta cárcel en tu recorrido telúrico, cuánto minero insurrecto en tu voz de trueno, cuánta Patria corriendo por tu sangre, tan roja, como la bandera que izaste junto a Manuel Scorza. Cuántas multitudes con sus gestas de hoz y martillo, avanzan, junto a ti, a tomar la historia que nos robaron”.

Manuel Mosquera “Palabras para un hombre hecho montaña”

  
La reciente muerte de nuestro querido y legendario Genaro, los poemas Inmemorian que le dedicaran Manuel Mosquera y Hoover Hozema, las palabras que le dedicara en su funeral Rolando Breña Pantoja a nombre de una de las organizaciones integrantes de nuestro disperso movimiento socialista peruano, la propia historia personal de Genaro recorriendo las páginas de “la guerra silenciosa” de Manuel Scorza (“Este libro es la crónica exasperantemente real de una lucha solitaria: la que en los Andes Centrales libraron, entre 1950 y 1962, los hombres de algunas aldeas sólo visibles en las cartas militares de los destacamentos que las arrasaron”), suerte de “Iliada” peruana que empieza con “Redoble por Rancas” y culmina con “La tumba del relámpago”, como si se tratase de un personaje mítico que trasciende el tiempo), Genaro- Relámpago durmiendo temporalmente en su ataúd, contrastando con la crisis de la actual clase política y su Estado y la incapacidad de la denominada “izquierda” para dar un rumbo popular revolucionario al ciclo de la crisis nacional que va cerrándose; me apuñalan la memoria y el corazón y me obligan a compartir con Uds. esta reflexión
¡Qué alta pusieron la valla los hombres del movimiento socialista peruano de los denominados años 70 y se fueron humildes, casi por la puerta falsa sin conmemoración, sin pedir que los congresistas de su lista le otorguen todos juntos una remuneración que supera la ya desmesurada remuneración de un congresista sin abstenerse a la primera hora de votar una vacancia por cálculo ministerial potencial.

Entregaron todo, su propia vida en aras de una Revolución que cambiase el injusto estado de cosas reinante.

Muchos como el propio Genaro sufrieron injustas prisiones y otros cayeron en medio de numerosas luchas sociales como Pablo Inza, Gudelio Espinoza, Agusto Lipa Calisaya, Julian Choque Parihuana, Candelaria Herrera de Cárdenas.

Algunos fueron secuestrados y desaparecidos como el “cholo” Páez de Textil Nuevo Mundo, otros masacrados como Emigdio Huerta y sus compañeros de Crometx!

Si hubiésemos preguntados a cualquiera de ellos ¿qué pensaban hacer cuando cumpliesen 35 años? hubiesen enmudecido pues era una generación consciente de ser solo parte de la calzada por la que habría de transitar la Revolución Socialista en el Perú.

Incluso por encima de diferencias partidarias Héctor Béjar, Allain Elías, Walter Palacios Vinces, Hugo Blanco, y el propio “chato” Breña, deportado y tuberculizado por su consecuencia, son parte de una generación de hombres lejos de las ambiciones electoreras y de los sueños reformistas y de capitalismo de Estado que hoy reinan en el mal denominado movimiento de “izquierda”, y permítanme decirles que existe un enorme abismo entre los hombres de esta generación y la buena y dulce Veronika Mendoza, el apacible compañero Arana y otros de la nueva hornada que creen en el copamiento “de a poquitos” del Estado burgués y “luchan esforzada y denodadamente” por una cámara de Senadores o simplemente por un curul “científico, democrático y de masas” como de los curtidos dirigentes sindicales que creen que cabe una alianza estratégica entre los patrones y trabajadores de una empresa contra la empresa de la competencia y han cambiado la negociación colectiva del salario y condiciones de trabajo y sindicales por donaciones y parrilladas celebratorias del 1º de Mayo, Fiestas Patrias y Navidad!

¡Como dijo Vallejo, "Perdonen la tristeza"!

Gustavo Pérez Hinojosa


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