Detrás de la equívoca y exagerada sanción al
excelente jugador Paolo Guerrero, hay un problema mayor, que debería ser motivo
principal para movilizarnos, y hacer una demanda internacional.
En los reglamentos de los organismos de justicia
del deporte mundial, se sanciona a los deportistas que consumen “infusión de
hoja de coca”, rebajando esta bebida al nivel del consumo de la “cocaína”, que
es una materia diferente.
Todos sabemos que la “infusión de hoja de coca” es
una bebida muy saludable, de lejos más saludable que la “Coca Cola”, por
ejemplo.
El consumo de la “infusión de hoja de coca” es una
bebida ancestral, que desde hace varios millones de años forma parte de la
cultura de los pueblos andinos, y que actualmente es consumida diariamente por
millones de pobladores en Ecuador, Perú, Bolivia, y también en Colombia y en el
norte de Chile y Argentina.
Incluso cientos de miles de turistas europeos y
norteamericanos, que todos los años visitan nuestros países, rápidamente se
hacen consumidores de tan saludable y agradable infusión.
La equívoca y exagerada sanción al deportista Paolo
Guerrero, en realidad es un INSULTO Y OFENSA MUY GRAVES A LA CULTURA TRADICIONAL
peruana y americana.
Y ante esta agresión, de parte de las
transnacionales que dominan el futbol mundial, nuestro pueblo y los organismos
culturales NO DEBEMOS DE QUEDARNOS CALLADOS, porque nuestro silencio nos hace
“cómplices”.
La lucha por reivindicar a nivel mundial el consumo
diario de la “infusión de hoja de coca” será una lucha muy larga, y debemos de
prepararnos para ella.
Para comenzar, apoyemos hasta el final la demanda y
la lucha del deportista Paolo Guerrero, hasta lograr su reivindicación total,
haciendo que la FIFA se retracte del grave error cometido, y le pida disculpas
a nuestro actual capitán de la selección.
El próximo año se realizarán los “Juegos
Panamericanos Lima 2019”, deberíamos demandar que la infusión de hoja de coca
sea declarada la “bebida oficial de los juegos deportivos panamericanos”.
Todas las organizaciones culturales, principalmente
las ecologistas, las gastronómicas, las dedicadas al estudio de la historia, y
las tradiciones culturales, deberían colocarse al frente en esta demanda.
Incluso deberíamos reclamar que los Ministerios de Cultura y de Educación, se
pronuncien al respecto.
¡Paolo Guerrero debe ser reivindicado como
deportista que no consume drogas!
¡El consumo de “la infusión de La hoja de coca”
debe ser reivindicado como BEBIDA TRADICIONAL ANDINA!
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