26/05/2018
Nuevos documentos desclasificados
relacionan al expresidente Álvaro Uribe con el narcotráfico colombiano.
National Security Archive de la Universidad George
Washington, 26 de mayo de 2018.
Electronic Briefing Book No. 631
En el año 1993, un senador colombiano informó a la
Embajada de Estados Unidos que los fundadores del cartel de Medellín habían
financiado la campaña electoral del entonces senador Álvaro Uribe Vélez, según
revelan los documentos desclasificados y publicados hoy por el National
Security Archive de la Universidad George Washington.
Los cables publicados describen casi una década de
interacciones de la Embajada de Estados Unidos con Álvaro Uribe y muestran que
los diplomáticos estadounidenses tenían preocupaciones persistentes sobre los
vínculos de Uribe con el narcotráfico, incluso cuando los funcionarios de la
embajada desarrollaron una relación de trabajo con este mismo político, por
entonces en ascenso.
En una reunión con un funcionario de la Embajada de
los EE. UU., en febrero de 1993, el senador Luis Guillermo Vélez Trujillo,
aliado político de Uribe, dijo que la familia Ochoa Vásquez había financiado la
campaña política de Uribe y agregó que éste era primo de los Ochoa Vásquez,
fundadores del conocido grupo de narcotraficantes.
Vélez Trujillo dijo a la Embajada que los lazos
familiares y financieros de Uribe con los Ochoas explicaban por qué Uribe y
otros dos se habían reunido en secreto con la esposa del fugitivo líder del
Cartel de Medellín Pablo Escobar en diciembre de 1992 en un esfuerzo
infructuoso por negociar su rendición a las autoridades colombianas. Agregó que
Escobar, a través de Ochoas, le exigió luego a Uribe que devolviese los favores
recibidos abriendo un canal de comunicación con el presidente colombiano César
Gaviria, según un cable de la Embajada de Estados Unidos que describe el
encuentro con Vélez Trujillo.
En ese momento, tanto Vélez Trujillo como Uribe
eran senadores del Partido Liberal del departamento de Antioquia. Vélez fue,
más tarde, miembro fundador del partido político pro Uribe, el Partido de la U.
Otro contacto de la Embajada citado en el cable, el
ex senador del Partido Liberal Alejandro González, "reiteró las
acusaciones de [Luis Guillermo] Vélez de que Uribe teme por su vida porque no
pudo cumplir con sus mentores del cartel de Medellín", según el cable.
Como presidente, Uribe forjó fuertes lazos con los
Estados Unidos, se aseguró miles de millones en asistencia en seguridad,
extraditó un número récord de sospechosos de tráfico de drogas y, a través de
una campaña militar agresiva, redujo en más de la mitad el número de
insurgentes guerrilleros armados en el país. En 2014, Uribe fue nuevamente
electo al Senado de Colombia, esta vez representando al Partido del Centro
Democrático.
Durante la presidencia de Uribe, hubo un aumento
masivo en las ejecuciones extrajudiciales por parte del Ejército colombiano
(como en el escándalo de los "falsos positivos"). Los miembros de su
gobierno, a través de la agencia de inteligencia del DAS, vigilaron e
intimidaron ilegalmente a una larga lista de opositores políticos, incluidos
periodistas, jueces y activistas de derechos humanos. Actualmente, e primo de
Uribe, Mario Uribe Escobar, está cumpliendo una condena por su participación en
grupos paramilitares, mientras que su hermano, Santiago Uribe Vélez, está
siendo juzgado por liderar un escuadrón de la muerte conocido como Los 12
Apóstoles.
Recientemente se reveló que la Suprema Corte
colombiana está investigando al propio Álvaro Uribe por asesinato e
intimidación de testigos relacionados con una investigación de crímenes cometidos
por miembros del Bloque Metro, un grupo ilegal de milicias paramilitares
supuestamente formado por Uribe y miembros de su familia.
En 2004, el National Security Archive de la
Universidad George Washington reveló un informe de inteligencia militar de
Estados Unidos de 1991 que incluye a Uribe entre las principales figuras del
narcotráfico en Colombia, junto con Pablo Escobar, el jefe narcoparamilitar
Fidel Castaño y más de 100 figuras del crimen organizado. Uribe era un
"amigo personal cercano de Pablo Escobar", según el informe de la
Oficina del Agregado de Defensa de Estados Unidos (DAO) en Colombia, y estaba
"dedicado a la colaboración con el Cartel de Medellín a altos niveles
gubernamentales".
El gobierno colombiano negó varias acusaciones específicas
en el informe de inteligencia de 1991, pero no intentó refutar las
aseveraciones más importantes que se revelaron en el documento: que Uribe tenía
una relación personal cercana con Pablo Escobar y negocios con el Cartel de
Medellín.
Hasta ahora, ha habido poca documentación adicional
disponible sobre cómo se evaluó Estados Unidos las supuestas relaciones de
Uribe con los narcotraficantes durante los años anteriores y desde ese informe.
En una entrevista de 2009 con El Nuevo Herald, el ex embajador de los
Estados Unidos en Colombia, Myles Frechette (1994-1997), había dicho que le
había preguntado a Uribe sobre algunos de estos rumores, pero que no había
quedado satisfecho con su explicación.
En marzo de 1995, un cable de la Embajada de
Estados Unidos firmado por Frechette, resumió la gama de denuncias que vinculan
a Uribe, entonces el recién instalado gobernador de Antioquia, con el tráfico
de drogas. La parte del cable que describe las acusaciones fue redactada de una
versión publicada anteriormente del cable.
Frechette escribió que Uribe, "como muchos
políticos prominentes colombianos", era "sospechoso de haber tenido
una participación periférica con la industria del narcotráfico en Colombia”.
Según el informe de la embajada de Estados Unidos, en 1992, en una reunión de
su partido, Uribe intentó nombrar candidato para alcalde de Medellín a un
miembro de una conocida familia de narcotraficantes. Como no tuvo éxito,
propuso al tío de Pablo Escobar Gaviria, también sin éxito. Según otro informe
de la Embajada, en 1993 Uribe y otros dos se reunieron con la esposa del
narcotraficante Pablo Escobar para tratar de negociar su rendición, una reunión
facilitada por el supuesto contacto de Uribe con la familia.
Un cable de 1988 firmado por el subjefe de la
misión estadounidense (DCM) J. Phillip McLean afirma que la "información
incompleta disponible" sobre los rumores de que el entonces senador Uribe
tenía vínculos con narcóticos fue “compensada” durante una larga entrevista en
la que Uribe presentó documentación y explicaciones sobre sus presuntos
contactos con los narcotraficantes".
En enero de 1992, pocos meses después del informe
DIA de septiembre de 1991, la Embajada de Estados Unidos cuestionó la inclusión
de Uribe en una lista similar de "posibles narcopols" en Colombia,
considerando que si la única transgresión de Uribe es pertenecer a una familia
que ha hecho negocios legítimos con narcos, su inclusión en esta lista no
debería darse por segura.
Otros registros citados en una "versión
actualizada" del mismo informe dice que la familia de Uribe tenía
"extensas posesiones de tierras y negocios en Antioquia" y que
hicieron "negocios legítimos, como la ganadería, con conocidos traficantes
de Antioquia". En junio de 1992, David L. Hobbs, de la embajada de Estados
Unidos, escribió que "con cada reunión nos inclinamos menos a creer en las
narraciones de Uribe.
Aproximadamente seis meses después, luego que
informes de que Uribe y otras dos personas se habían reunido secretamente con la
esposa de Escobar, otro cable de la Embajada registra una conversación con
Uribe, quien "llamó al [Oficial Político] en la Embajada el 26 de enero
para explicar su versión de los hechos y aclarar su papel "en el episodio,
que también se informó en el momento.
Uribe dijo a funcionarios de la embajada de Estados
Unidos que él y otros dos se habían reunido con la esposa de Escobar, María
Victoria Henao Vallejo, para transmitir el mensaje de que, en palabras de la
Embajada, "estaría más que dispuesto a actuar como garante de la seguridad
de Escobar" si ese fuese el único obstáculo para su rendición a las
autoridades colombianas. Escobar escapó de su arresto domiciliario en julio de
1992 y pasó los siguientes 16 meses prófugo de las autoridades colombianas y estadounidenses
antes de ser asesinado en una operación policial en diciembre de 1993.
Según Uribe, la reunión fue organizada por Iván
Velásquez Gómez, quien era entonces el inspector general del departamento de
Antioquia y actualmente es el jefe de la Comisión Internacional Contra la
Impunidad en Guatemala (CICIG). Según Uribe, Velásquez había dicho que podía
arreglar una reunión con la madre de Escobar, Hermilda de los Dolores Gaviria
Berrío, pero en su lugar organizó una reunión con Henao.
“Uribe dijo que no se dio cuenta de que estaban
tratando con la esposa de Escobar hasta después de varios minutos de
conversación. Dijo que le había informado a la señora Escobar que no tenía
autoridad para negociar. Expresó su profunda preocupación por la violencia y
que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para garantizar que Escobar
se rindiera pacíficamente.”
Uribe "estaba visiblemente agitado"
durante su reunión con el funcionario de la embajada de Estados Unidos, y
"constantemente paseaba por la pequeña oficina", según el sumario.
Uribe "dijo que quería que la Embajada tuviera conocimiento de su papel
exacto en el asunto y entendiera que todo era transparente." Uribe negó
enfáticamente los rumores de que el propio Escobar estaba en la reunión y dijo
que rechaza absolutamente cualquier pensamiento de diálogo o concesiones a
Escobar".
El delegado político de la Embajada dijo que el
Senador Vélez Trujillo le había dicho que "él cree que fue Uribe quien
inició el contacto con la madre de Escobar", y le recordó "que Uribe
es primo de la familia de narcotraficantes Vásquez de Ochoas [sic] ...la que ha
financiado su campaña política”. Vélez Trujillo dijo que “Escobar, a través de
los Ochoas, está ahora exigiendo a Uribe que devuelva los favores tratando de
abrir un canal de comunicación con [el presidente colombiano César]
Gaviria".
Alejandro González, el ex senador liberal de
Antioquia, le dijo a la Embajada que Uribe temía "por su vida porque no
pudo retribuir a sus mentores del cartel de Medellín". González fue
asesinado el año siguiente.
Los funcionarios de la Embajada de los EE. UU.
Estaban "convencidos de que la reunión no fue ordenada por la
administración Gaviria y que nada salió de ella", según el cable de
febrero de 1993. Uribe y los otros dos "actuaban de acuerdo con lo que
consideraban su propio interés individual", dice el informe, y "la
participación de Uribe bien podría tener algo que ver con su relación con los
Ochoas” mientras la Embajada negaba tener información reciente sobre el vínculo
con los narcotraficantes.
Algunas de las acusaciones que vinculan a Uribe con
el tráfico de drogas provienen de sus lazos políticos con Ernesto Samper
Pizano, cuya administración presidencial (1994-1998) fue obstaculizada por la
evidencia de que su campaña recibió contribuciones del Cártel de Cali, y de
César Villegas Arciniegas, un amigo cercano y confidente de Samper que fue
condenado en 1998 por su papel en el escándalo y asesinado más tarde en 2002.
En marzo de 1993, uno de los cables de Busby a Washington
dijo que la Embajada creía que había "sustancia en los rumores" de
que Samper, Villegas Arciniegas y Uribe, a quienes calificó como "un
partidario clave de Samper", tenían vínculos con el narcotráfico.
Los rumores se debieron en parte a la evidencia de
que Villegas Arciniegas, como director de planificación de la Administración de
Aviación Civil de Colombia a principios de la década de 1980, había otorgado
licencias de operación a narcotraficantes conocidos. Uribe, que era entonces
director de la organización, lo nombró para el puesto.
Frechette, quien reemplazó a Busby como embajador
de Estados Unidos, le dijo a El Nuevo Herald en 2009 que nunca estuvo
satisfecho con la explicación de Uribe sobre por qué nombró a Villegas
Arciniegas para el cargo. "¿Cómo viniste a contratar a Villegas?", le
preguntó a Uribe. "¿Sabes que Villegas sin duda dio esas licencias a los
narcos?"
Un cable de la Embajada de julio de 1993 decía que
Uribe era "el único político de Medellín que se declaró incondicional de Samper"
por lo que "será el hombre de Samper en Medellín, un distrito clave para
cualquiera que quiera ser presidente de Colombia". Pero Uribe había
"demostrado" ser un enigma para la Embajada ", según el cable, y
el alcance de sus conexiones reales con los narcotraficantes seguía sin estar
claro.
Según la Embajada de Estados Unidos de la época, la
donación de dinero por parte del narco a los políticos era "una práctica
casi universal en la política colombiana".
25 de mayo de 2008
Traducción y edición de Jorge Majfud (25 de mayo de
2018)
https://www.alainet.org/es/articulo/193101
No hay comentarios:
Publicar un comentario