Por Sergio
Rodríguez Gelfenstein, Resumen Latinoamericano, 15 de marzo de 2019.
1. Quiero insistir
en el tema que más me preocupa hoy: el verdadero peligro que está corriendo la
humanidad es el que implica el avasallamiento del derecho internacional por
parte de Estados Unidos y el correlato que comienza a manifestarse en todo el
mundo ante la impunidad que promueven las decisiones de Trump contra un orden
internacional que en lo sustantivo es aceptado y respetado por todos los
actores.
2. La auto
designación de Juan Guaidó como presidente encargado (figura que no existe en
la ley venezolana), no solo violenta todo tipo de institucionalidad vigente en
Venezuela, sino que hace un mentís profundo a algunos de los fundamentos
centenariamente esgrimidos por la derecha conservadora como pilares de la
democracia representativa: 1. Las elecciones como expresión de la soberanía
popular, a su vez admitida universalmente como soporte principal del poder
político supremo de un Estado independiente. 2. La división de poderes como
principio político que genera autonomía en la realización de las funciones del
Estado y 3. El respeto a la Constitución Nacional como documento rector y ley
fundamental de la república.
3. Vale entonces
recordar que el Artículo 228 de la Constitución Nacional (CN) de Venezuela
establece que la elección del presidente o presidenta se hará por votación
universal, directa, y secreta. En ninguna parte dice que el presidente se puede
auto designar, mucho menos que puede ser elegido por otro país, aunque sea una
potencia. Tampoco la CN acepta que una misma persona pueda ostentar
simultáneamente las máximas representaciones del poder ejecutivo y legislativo,
fue lo que hizo Pinochet tras el derrocamiento del presidente Allende por la
fuerza y con el apoyo de Estados Unidos. Es lo que han intentado hacer sin
éxito en Venezuela. Vale recordar que desde ese momento y hasta ahora Chile
“funciona” sin una constitución democrática. Pero volviendo a Venezuela, lo
cierto es que al auto nombrado se le olvidó el conocido “discursito” de la
división de poderes.
4. Así mismo, el
proceso de desconocimiento de la ley sigue avanzando avasalladoramente. En
Colombia, el presidente Duque intentó presionar sin éxito a Cuba para que
entregara a los negociadores del ELN que se encontraban en ese país, por un
acuerdo suscrito por las partes y avalado por garantes internacionales y por la
propia ONU, violentando el protocolo firmado y que preveía tal situación.
Ahora, Duque pretende desconocer algunos artículos sustantivos de los acuerdos
a los que habían llegado el Estado colombiano y las FARC en La Habana para
establecer una Jurisdicción Especial por la Paz (JEP). En la intención de
establecer una clara confrontación con la ONU y la comunidad internacional,
Duque, sintiendo el respaldo de Estados Unidos quiso poner en entredicho tales
convenios, explicando que tal compromiso era resultado de una decisión de
gobierno, no de Estado, exponiendo la ignorancia que la potencia norteamericana
necesita para realizar sus planes. La ONU respondió contundente, recordando los
incumplimientos de Colombia: “”Lamentamos que, a más de dos años de la firma
del Acuerdo Final, la JEP aún no cuente con una Ley Estatutaria (…) principios
claves que la ONU, desde el Consejo de Seguridad, ha señalado como
indispensables en repetidas ocasiones”.
5. En esa misma
lógica de aprovechar el vacío jurídico que Estados Unidos pretende crear en el
mundo, a mediados del año pasado, el parlamento israelí aprobó una ley que
declara a ese país como “Estado Nacional Judío”, con ello constriñó principios
de la ONU colocando al Estado sionista en el mismo status que tuvo Sudáfrica,
cuando en ese país existía la política del apartheid. Uno y otro, han sido
fervientemente aceptados y sostenidos jurídica, política, militar y
financieramente por Estados Unidos.
6. Así, los
llamados “portaviones” estadounidenses en América Latina y el Caribe y en el
Medio oriente respectivamente operan ya no sólo desde el punto de vista bélico
para generar conflictos en dos regiones en que la potencia norteamericana
necesita tener permanente presencia y control, sino que ahora también juegan un
papel primordial en su meta de hacer estallar al sistema internacional.
Venezuela, es solo el nuevo escenario de este conflicto.
7. En paralelo, se
han puesto en marcha las acciones necesarias a fin de desmontar las estructuras
del sistema para, repitiendo lo ocurrido en 1945, crear otras más proclives a
los planes imperiales. Vale repetir (y disculpen que sea redundante) como en un
lapso muy corto de su historia reciente, “Estados Unidos reservó algunos
artículos del estatuto de la Corte Penal Internacional para que esta no pudiera
tomar decisiones sobre la actuación de las fuerzas armadas fuera de sus
fronteras; trasladó su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén y eliminó el
consulado en Palestina, violando resoluciones del Consejo de Seguridad y de la
Asamblea General de la ONU; abandonó el Acuerdo de París sobre cambio
climático; se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de la UNESCO y
de las negociaciones para el Pacto Global sobre migraciones; rompió el acuerdo
con Irán sobre el uso de tecnología nuclear e hizo lo mismo con el Tratado
sobre Misiles de Alcance Medio y Corto que se había firmado con Rusia”.
8. De la misma
manera, en el patio trasero ha comenzado a “ordenar” el establo acorde a sus
políticas. Pero, ahora utiliza un nuevo modus operandi. Ya no es como en 1889
cuando se convocó en Washington a la primera conferencia panamericana orientada
a construir un sistema de control que le permitiera ejercer su hegemonía tras
su consolidación como mayor economía del planeta y cuando se preparaba a entrar
en el escenario mundial después de un siglo de aislacionismo. Por eso, vino
después la invasión a Cuba y Puerto Rico en 1898, la invención de Panamá
-después de secesionarla de Colombia en 1903- con el objetivo de construir un
canal que le diera el control del estratégico del paso interoceánico y,
finalmente su introducción en la primera guerra mundial en 1917, cuando ya
había sido derrocada la monarquía rusa y los bolcheviques se encaminaban a
tomar el poder.
9. Tampoco ahora,
como en 1948, crearon una organización con sede en Washington para manejar sus
neocolonias americanas desde la capital imperial, el año anterior habían
inventando un supuesto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)
que estalló en 1982 cuando optó por su lealtad con la OTAN en el conflicto de
Malvinas. Así mismo, concibieron otras instancias como el Banco Interamericano
de Desarrollo a fin de asegurar la injerencia financiera en las economías
latinoamericanas.
10. Sin embargo,
todas estas instancias no pudieron, generar las condiciones necesarias para
asegurar un éxito rápido en una eventual intervención militar en Venezuela. Por
ello, dio indicaciones al corrupto gobierno de Perú para crear una alianza de
gobiernos de derecha que legitimara sus acciones en Venezuela. Usemos la palabra
de uno de sus leales escuderos y ex secretario general de la OEA para desmontar
tamaño engendro jurídico. Dijo José Miguel Insulza “que el llamado Grupo de
Lima es una reunión voluntaria de países que no tiene un estatuto´ y por eso
`no puede decidir sobre el uso de la fuerza´” en Venezuela. Vale decir que esta
opinión fue emitida tras cuestionar la presencia en la frontera
colombo-venezolana del presidente chileno Sebastián Piñera, para apoyar el
ingreso de supuesta ayuda humanitaria a Venezuela.
11. En el plano
militar, y ante la imposibilidad de apelar al TIAR, el gobierno cuasi fascista
de Estados Unidos instruyó a sus propias fuerzas armadas a través del Comando
Sur para preparar la invasión a Venezuela.
12. El Grupo de
Lima rompió una tradición en la que Estados Unidos participaba de forma
presencial en las organizaciones bajo su dominio. En este caso, no forma parte
del mismo, pero les da instrucciones por video conferencias (como se puedo
observar en una de sus últimas reuniones) mientras, envía a Canadá, su socio en
la OTAN a ejercer la función de espía a su servicio, aprovechando el amplio
expediente por corrupción que han ido configurando de las actuaciones del
primer ministro Trudeau. Con esto, además, evitan el riesgo que encara dejar el
mando de las operaciones a una serie de mandatarios corruptos, de dudosa
reputación, ansiosos de exponer lealtad al imperio, pero sin capacidad de
maniobrar dado el desprestigio interno que la mayoría de ellos tiene en sus
propios países y que en algunos casos hasta le dificulta dar órdenes a sus
fuerzas armadas.
13. Hay que decir
que a la última reunión del Grupo de Lima en Bogotá a finales de febrero, solo
asistieron 10 países de los 34 Estados independientes de la región, a pesar de
lo cual osan llamarse mayoría y “comunidad latinoamericana”.
14. Conocedores,
del rechazo que su política genera en los pueblos latinoamericanos y caribeños,
Estados Unidos ha dado órdenes de desmantelar el entramado integracionista
construido bajo el ideario bolivariano durante los primeros quince años de este
siglo, pero una vez más lo hacen desde lejos. Por eso han decidido sustituir
Unasur por una instancia denominada Prosur que se propone generar mecanismos de
apoyo a empresarios, facilitando y optimizando mediante instrumentos jurídicos
sus niveles de ganancia, sin que ello entrañe beneficios para los pueblos.
15. Con esto le
han dado un golpe contundente a Brasil -en especial a sus fuerzas armadas- que
fue el país más interesado en la creación y funcionamiento de Unasur. Brasil
limita con todos los países de América del Sur menos con dos y considera la
subregión como área de influencia directa. Lula había interpretado ese interés
nacional girando instrucciones precisas a su diplomacia y a sus fuerzas armadas
para jugar el papel más relevante en este espacio. Un capitán que de estos
temas no sabe nada cooperó con Estados Unidos para hacer que esto fuera
posible, por lo cual le dieron un silencioso golpe de Estado que lo apartó en
los hechos del poder.
16. Por supuesto,
Venezuela, al igual que Bolivia significa un dique de contención a sus
intenciones. Por eso los ataques tan brutales en su contra. También lo fue
hasta hace poco Ecuador, pero la minusvalía intelectual y la pequeñez humana de
su presidente condujo a ese país a seguir a Colombia, a abandonar Unasur, para
como se ha dicho públicamente “completar su traición” después de haberse ido a
arrodillar ya ni siquiera a los pies del imperio, sino a los de Iván Duque y
Sebastián Piñera.
17. Las
actuaciones de Ecuador y Venezuela son expresión de las opciones frente al
imperio: rendirse o resistir. La historia podrá en su justa dimensión a unos y
otros. Los siglos han pasado raudamente y se sigue recordando con respeto y
admiración a los defensores de Sagunto y Numancia, a los Niños Héroes de
Chapultepec, a los que resistieron en Leningrado y Stalingrado y a los
ciudadanos cubanos de los últimos 60 años. El mundo se pone de pie ante su
memoria, ante su entrega en salvaguarda de la vida para ellos y para otros y
ante su máxima entrega y sacrificio en defensa de lo mejor de los mejores
valores y los más altos principios de la humanidad.
18. Al revés,
cuando se menciona a Judas, Pinochet, Pétain, la Malinche y Bruto, se habla con
desprecio, con repugnancia y asco, más temprano que tarde, Lenin Moreno se
incorporará a esa lista despreciable donde está depositado el estercolero de la
raza humana.
Fuente: http://nuestrabandera.pe/2019/ 03/17/algunas-reflexiones- emanadas-de-la-situacion-de- venezuela/
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