(El
caso del pelotero chalaco Kukín Flores)
En el aforismo, mente sana en cuerpo sano; la mente es la sabiduría ante la vida y el cuerpo es la práctica del deporte. Significa que el desarrollo humano es armónico e integral. Que debemos cultivar y proteger tanto la
mente como el cuerpo. Porque si crece
más la mente o el cuerpo, resulta un ser deformado. Sin embargo, en la actual sociedad
capitalista se tiende a la superespecialización dentro de las profesiones. Se promueve la deformidad de la personalidad,
la competencia individualista y desenfrenada. En resumidas cuentas, domina la teología del
mercado.
Carlos Flores
Murillo, más conocido como Kukín Flores, se distinguió por ser un pelotero de
barrio que pudo haber sido el mejor futbolista peruano; pero no lo fue. Se interpuso la adición a la cocaína y al
alcohol. Nació en el puerto del Callao
el 4 de agosto de 1974 y falleció a los 44 años de edad el 17 de febrero del
2019.
La dramática vida
de Kukín, es un caso emblemático que pone al descubierto la falsa creencia de que el deporte
previene la adicción; o que a más deporte,
menos adictos. Es una simplificación
ingenua de un problema complejo y trascendente.
El deporte en si mismo no es una vacuna contra la adicción.
Kukín, no fue un
mal ejemplo para la juventud ni tampoco un buen ejemplo. Pues, todos somos producto de la época y de
las circunstancias en las cuales hemos vivido.
Dicho en otras palabras, al adicto no se
le debe estigmatizar. Todos cargamos
una cruz; aunque las reacciones son diversas.
La muerte de Kukín
ha sido una muerte anunciada, puesto que, toda adicción conduce a la
autodestrucción o al suicidio ralentizado
del adicto; ya sea, drogo o borracho
como es el caso de nuestro admirado futbolista, Kukín Flores.
Para la despedida
de Kukín, el cortejo fúnebre fue en procesión por lo barrios pobres del vecino
puerto del Callao. Kukín estaba en olor
de santidad. Fue una ceremonia de
vibrante religiosidad popular. La
orquesta chalaca Zaperoko propaló la salsa dura que tanto le gustaba. Tal era la devoción de la muchedumbre con
Kukín, que ese día, todos en el Callao eran Kukín Flores. Su fallecimiento unió a los antagónicos
barrios de los jirones Castilla, Atahualpa, Loreto y Ancash. Kukín está consubstanciado con el Callao;
pertenece al pueblo chalaco. https://www.youtube.com/watch?v=OxeJNvdPAoo
Kukín fue el
menor de once hermanos. Su papá desertó
del hogar y, prácticamente, pasó su infancia en la calle, en la barriada Canadá
de la Perla Baja, cerca a La Mar Brava; en
donde no había agua potable ni desagüe. Desde
niño tuvo que recurcearse limpiando
carros para sobrevivir. A los diez años
se inició como futbolista en un club. Ya
que, el futbol y/o las actividades laborales ilícitas son los canales de
ascenso social que ofrecen a los jóvenes pobres los que detentan el poder
económico y político en nuestro país.
Al ingresar al
futbol profesional –a los 17 años- debe haber sido impactado por el efecto
deslumbramiento al ser cotizado en el mercado laboral. Pero, fue generoso con la gente pobre. Como futbolista profesional, no se amoldó a
la rígida disciplina que le exigía la empresa (club) que había invertido en él. Kukín se rebeló contra el sistema imperante
(capitalismo) que cosifica la humanidad de los futbolistas más eficientes
convirtiéndolos únicamente en máquinas, o instrumentos especializados. Fuera del futbol, los jugadores
profesionales, son unos idiotas, únicamente, saben de futbol. Su cerebro se trasmuta en una pelota. Los especialistas de cualquier profesión son
iguales (mercancías). Aunque pierden
independencia, en el mercado laboral, son altamente cotizados, es decir, estimulados
con altas remuneraciones.
Supongo, que
Kukín, al sentirse impotente para cambiar la situación existente, optó por la
evasión de la infausta realidad; es decir, la adicción a la cocaína y alcohol
que lo condujo a la autodestrucción.
Kukín era una
persona sencilla y hasta cierto punto responsable, solo tuvo dos hijos. Una vez le preguntaron, luego de haber salido
de un Centro de “Rehabilitación”, si había salido del Infierno; y él respondió,
sabiamente: no; porque el infierno está
dentro de uno y el infierno lo llevamos muy adentro.
La adicción no es
un vicio ni un delito. l.a adicción es una enfermedad incurable de
la voluntad, es como el cáncer; únicamente,
se puede controlar; lo dijo Kukín. Lo
que no vislumbró es que la adicción, fundamentalmente, es una enfermedad social. Por lo
tanto, esta enfermedad no se cura con judicializar, militarizar, medicalizar ni
biologizar la adicción. Sino con la transformación de la sociedad actual para que todos
nazcan con igualdad de oportunidades y la ley sea, verdaderamente, igual para
todos.
La adicción,
según mi parecer, es más terrible que el SIDA, porque compromete al entorno
familiar. Se
origina bajo circunstancias de pobreza
material y/o espiritual. Es la
pandemia del siglo XXI, el malestar de la cultura capitalista. La adicción atraviesa todas las clases
sociales. Entre los excluidos se hallan niños talentosos como lo fue Kukín.
Solamente, con un
diagnóstico precoz es posible su curación.
Pero, los familiares son los últimos en enterarse cuando ya la adicción
es irremediable. Esto sucede por el
miedo de enfrentarse a la realidad y por el cariño al adicto. Además, ningún adicto ingresa a un centro de “rehabilitación”
por propia voluntad; con el agravante, que los centros de rehabilitación, para
adictos de familias de escasos recursos económicos, son inadecuados para el fin
propuesto.
El Callao es llamado “El Puerto Blanco” por la cantidad de
cocaína que, bajo diversas modalidades, encubiertas, se embarca hacia Europa y
EE.UU. El Perú es el principal exportador de
cocaína en el mundo y el narcotráfico en nuestro país genera un aproximado de
20 mil millones de dólares, según un informe del
diario estadounidense The Wall Street
Journal.
Como es sabido, los yanquis son los más grandes acopiadores y
consumidores de cocaína en el mundo.
Es una contradicción que EE.UU., siendo
el país de mayor demanda de cocaína y otras drogas en el mundo, intente la erradicación
forzosa de las plantaciones de coca en Colombia, Perú y Bolivia. Ello es un
pretexto para instalar sus bases militares; pues, el verdadero objetivo es el
control de los recursos económicos, el dominio de los mercados y reprimir los movimientos insurgentes
de liberación nacional.
Qué casualidad, que la potencia
militar de EE.UU. con la tecnología de última generación que detecta hasta un
mosquito; su frontera es una coladera para el ingreso de estupefacientes. Lógicamente, las
mayores ganancias de este negocio ilícito quedan
en los EEUU. (Pierre Salama, "La economía de los cocadólares",
http://www.mamacoca.org/ )
Mientras tanto,
en el Perú, las autoridades saben que el Callao es la Capital Peruana de la Salsa; entonces, se aprovechan de esa
afición popular y organizan en el Día del Callao el festival salsero internacional: Chim pum, Callao; al margen de las medidas económicas
redistributivas de urgente aplicación para beneficiar a la población. Todos
tenemos necesidad de esparcimiento y nada menos que también Kukín. Era aficionado al baile y admirador del
cantante portorriqueño afincado en Nueva York:
Héctor Lavoe. De él hay una canción emblemática que
reflejan la realidad de un sector de la población chalaca: “Calle Luna, Calle Sol”. (https://www.youtube.com/watch?v=-4vw0tYsnW8)
El Callao ostenta
una alta incidencia de criminalidad; la causa determinante no es la adicción a
la pasta básica de cocaína ni al alcohol;
sino, sobre todo, el mal ejemplo de las autoridades que se enriquecen
ilícitamente mientras empobrecen al pueblo chalaco y se le niega el acceso a la
cultura. Tal así es, que Alex Kouri, ex gobernador
regional del Callao está en la cárcel y Félix Moreno, recientemente, ex
gobernador de la región Callao está prófugo, en la clandestinidad, tratando de
eludir a la justicia. Así mismo, el ex
vocal supremo, César Hinostroza Pariachi era cabecilla de la banda llamada Los Cuellos blancos del puerto. Por último, está en prisión Víctor Ríos, ex
presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao. El delito de las
autoridades debería de tipificarse como de Traición a la patria.
Pero, no solo es en
la región del Callao; sino el país. Las máximas
autoridades son corruptas y se enriquecen con diferentes modalidades. Allí están los jefes supremos de las fuerzas
armadas; me refiero a los Presidentes de la República. En cuanto a nuestro tema que venimos
desarrollando, el ex presidente Alan García está bajo sospecha de haber traficado
con la gracia presidencial del indulto y conmutación de penas, dejando en
libertad a numerosos narcotraficantes que estaban sentenciados.
A eso se añade, que en nuestra patria no fue capturado
ningún responsable político a pesar de las acusaciones de narcotráfico. El poder judicial eximió en todos los casos
tanto a Montesinos como a Fujimori. Hay
que tomar en cuenta que los traficantes de estupefacientes financian las
campañas electorales de las agrupaciones políticas. Y lavan
(blanquean) el dinero obtenido de las ganancias del “negocio”. El interés de la droga para los banqueros es evidente, pues supone
un negocio lucrativo cuando los narcos lavan
allí el dinero ilegal. El dinero se lava localmente a través de casas de
cambio, empresas y transacciones inmobiliarias. En nuestro país no existe democracia; sino cleptocracia.
La manera de
enfrentar la adicción a las drogas; ya fuese la
liberación (legalización) del consumo
o la represión (prohibición) es una falacia. Mientras no se concreten medidas preventivas que brinden oportunidades
educativas y laborales de calidad a los
jóvenes de los barrios empobrecidos de las ciudades.
Un ejemplo
extremo de represión se inició el 24 d marzo del 2014, en el distrito de
Surquillo, el alcalde trató como basura, desechable, a los
drogadictos y borrachos: A manguerazos bañan
a fumones y borrachos en las calles de Surquillo. Ante la
constante presencia de personas de mal vivir, la comuna distrital decidió
utilizar un rochabús para retirarlos
de la vía pública. El alcalde distrital José Luis Huamaní dijo que optaron por esta
solución porque la Policía no puede actuar. (http://www.capital.com.pe/2014-03-24-municipalidad-de-surquillo-lanza-agua-con-rochabus-a-fumones-y-borrachos-noticia_679107.html)
Otra insensatez
es atribuir la adicción a que los jóvenes no
creen en Dios; con esta opinión se elude tocar las condiciones sociales de
existencia y así perpetuar la iniquidad de la sociedad. Los daños que provocan la adicción y el
narcotráfico son evitables en otro contexto de relaciones sociales. Téngase presente que el consumo de drogas no es una maldición
divina.
La “guerra”
contra el consumo de drogas es una misión imposible si no se cambian las
condiciones sociales que están en la raíz del problema. De lo contrario, se vuelve a reproducir. Dicho en otras palabras, es agarrar el rábano por las hojas. Además, genera más violencia e inseguridad
social.
Que el sepelio de
Kukín Flores no sea solamente el destello de una luz de bengala; sino que impulse
el inicio del renacimiento del Callao.
El pueblo chalaco está clamando por recobrar una identidad y una
fe. Está en pos de valores signos. Y el Callao los tiene. Hay que mostrárselos.
Ahí están los
valerosos trabajadores portuarios que fueron los primeros en conquistar la
jornada laboral de ocho horas de trabajo en el año 1914. Chalaco es don Emilio
Choy Ma (1915/1976), el intelectual autodidacto más destacado después de J.C.
Mariátegui; Guillermo Rouillon
(1917/1978), el biógrafo de J.C. Mariátegui, Angela Ramos (1896/1988),
periodista de notable sensibilidad y entrega social; Alejandro Granda, el tenor
de América (1898/1962). Y así,
sucesivamente… Los bustos de todos ellos
puestos en un pedestal engalanarían el futuro paseo o alameda de chalacos
ilustres.
Si se lograra, a la vez, el
renacimiento cultural y deportivo del Callao; los Kukines Flores no se
desperdiciarían. ¡Mente sana, en cuerpo
sano! ¡Chim pum! ¡Callao!.
Lima, Unidad Vecinal N°3,
Marzo domingo 10 del 2019.
Antonio Rengifo Balarezo
NOTA:
El
presente artículo se publica con motivo de la rehabilitación del campo
deportivo de nuestro barrio, en el cual nos hemos criado, y es obra amorosa de
los vecinos que cariñosamente han colaborado.
Así como se ha rehabilitado el campo deportivo debemos rehabilitar las
actividades culturales y educativas. Mente sana en cuerpo sano. Ni lo uno, ni
lo otro por separado; sino en interacción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario