DIVIDIR AL ENEMIGO, ES UNA BUENA
TÁCTICA
La lucha por los derechos de las mujeres es una
lucha democrática muy larga y muy dura. Sobre todo en países como el
nuestro, en el cual la pesada herencia feudal subsiste en las
relaciones familiares, culturales, políticas, religiosas y judiciales.
Una de las expresiones más notorias de la
pesada herencia feudal en la política peruana es el menosprecio de las mujeres,
su postergación en las funciones de dirección, y los ataques que se continúan
dando a diario, incluido el feminicidio.
Desde los años 20 del siglo pasado, hay una larga
relación de mujeres que asumieron esa lucha con mucha decisión y perseverancia,
pero sus logros efectivos fueron muy pocos, justamente porque las
condiciones todavía no eran favorables para que sus derechos sean
reconocidos.
En los últimos años, una de las mujeres
más consecuentes en esta larga lucha democrática es la Sra. Marisa Glave.
Habría que ser muy mezquino y obtuso, para no reconocer esa trayectoria de lucha.
En la última sesión del Parlamento, las fuerzas
democráticas volvieron a presentar una propuesta en defesa de la
paridad y alternancia de genero para las próximas elecciones. Por los
resultados de las elecciones de abril de 2016, la correlación de fuerzas no era
favorable para conseguir la aprobación de la propuesta. La cantidad de votos de
las fuerzas democráticas y algunos ocasionales aliados, no eran suficientes,
para superar la superioridad numérica del enemigo.
¿Qué hacer ante esa situación desventajosa?
En esas condiciones, hay quienes proponen “no
hacer nada” y darse por vencidos, sin haber agotado la última
posibilidad.
Pero otra salida, y a la vez única salida en
ese momento, era “dividir al enemigo”, aunque sea por un breve momento.
Esta táctica de lucha de “dividir al enemigo”
requiere de mucha habilidad y tener mucha convicción Y firmeza en los
objetivos buscados. Marisa Glave y otras congresistas democráticas, demostraron
mucha habilidad, al lograr disminuir votos al enemigo, y “ganar
algunos votos” para la causa democrática.
Logrado el objetivo buscado, lo mínimo que debía
hacerse era agradecer a las ocasionales aliadas, lo cual no compromete en lo
más mínimo la continuidad de la lucha.
Utilizar la palabreja “caviar”, tomada
prestada del lenguaje de Aldo Mariátegui, para calificar esta acción de Marisa
Glave, y otras congresistas democráticas, además de ignorancia de las tácticas
de lucha política, demuestra sectarismo extremo y voluntad de quebrar el trabajo
frente unitario ante cualquier situación difícil que se presente en el
camino.
Miguel Aragon
Respuesta 1
Con todo lo que se le estima c. Miguel Aragón su
grado de ceguera ante las representantes de USAID (demostrado hasta la saciedad
y ante lo que Ud. calla en todas las formas) y el feminismo burgués claudicante
es impresionante. La Srta. Glave igual que su organizacion Nuevo Perú son la
izquierda que la derecha necesita pero Ud. quiere ser ciego. Investigue quiénes
financian sus programas de desarrollo "feminista", opine sobre el
blindaje que le dieron a PPK y le dan a Vizcarra, eso debió hacer hace años
desde que hicimos la denuncia de la presencia del NDI-CIA en las elecciones
primarias. Yo no entiendo su "socialismo" compañero y se lo digo con
sinceridad y aprecio. Revise todas las votaciones del Congreso y vea porqué y
con quiénes ha votado en casi tres años su admirada congresista. ¿Es cierto eso
que dicen, que cuando uno deja de militar orgánicamente se aburguesa y pierde
perspectiva? Claro que con el invento de las generaciones está disculpado. (¡No
hay nada más positivista y esquemático que esa construcción ajena al marxismo!,
que no resiste análisis históricos ni biologicistas.) Es tan rara su postura
como el decir que solo los gobiernos de Dilma y Allende han sido
"progresistas", sin un mínimo análisis de la realidad
latinoamericana. ¡Defender a la Srta. Glave y criticar de esa forma desleal a
la Revolución Bolivariana qué sentido tiene!
Martín Guerra BD
Respuesta 2
Bueno, dicen que la gráfica vale más que las
palabras. El abrazo de la congresista Glave con Mercedes Araoz y Luz
Salgado denota más que un simple agradecimiento, más aun teniendo en
cuenta que la posición de ambas con respecto al conflicto de Tía María es
a favor de la minera. Es algo similar a la participación del Frente Amplio
respaldando a Salaverry en las elecciones del congreso. Siguen actuando
pensando en el "mal menor".
Felipe Torres Andrade
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