Jueves 10 de octubre de 2019. Nodo50
Fuente: El
Salto
Por Hibai Arbide Aza
Amanecer
Dorado, partido de extrema derecha griego, está vendiendo sus sedes y ni
siquiera su web está ya en funcionamiento.
El movimiento antifascista ha derrotado a Amanecer Dorado. Pocas veces se puede afirmar con tal contundencia algo así pero Amanecer Dorado ya es historia. Su web oficial dejó de funcionar hace semanas. Las oficinas de lo que hasta hace poco eran sus sedes están en venta. Entre ellas, su cuartel general de la Avenida Mesogeion y la sede del Pireo desde donde se coordinaron ataques durante años, incluido el que terminó con el asesinato del cantante antifa Pavlos Fyssas, conocido como ‘Killah P.’.
Amanecer
Dorado ha pasado de ser la tercera fuerza parlamentaria a no tener
representación en el hemiciclo. Las elecciones recientes —europeas, municipales
y legislativas— fueron desastrosas, solo obtuvieron un eurodiputado, Yanis
Lagos, que se dio de baja de la organización con la intención de fundar otro
partido sin mucho éxito —su presentación fue cancelada porque algunas de las
personas anunciadas en el acto rechazaron participar—. Lagos fue quien dio la
orden de matar a Fyssas, según las pruebas aportadas por la familia al juicio.
Está, como toda la cúpula neonazi, pendiente de una posible sentencia que le
podría suponer muchos años de prisión.
La derrota de Amanecer Dorado va mucho más allá de un simple batacazo electoral. Amanecer Dorado no es —no era— un partido político. Era una organización paramilitar neonazi creada a imagen de las SA hitlerianas. Las consecuencias de su desaparición van mucho más allá del Parlamento. Refugiados, personas trans, izquierdistas, migrantes, personas de color… Son millones las personas que ahora caminan más tranquilas por las calles de Grecia. Este es un detalle que olvida a menudo quien compara a Amanecer Dorado con Vox o cualquier otro partido ultraconservador. Amanecer Dorado no era eso, era una estructura paramilitar que perpetró ataques organizados y sistemáticos porque hacía un uso sistemático e instrumental de la violencia.
Igual
que sus consecuencias trascienden por mucho el Parlamento, las razones de su
derrota hay que buscarlas más allá de la lógica electoral. Es cierto que la
falta de fondos derivada de su fracaso electoral ha sido la gota que ha colmado
el vaso, pero el vaso estaba a rebosar gracias al incansable movimiento
antifascista que ha acosado a Amanecer Dorado por tierra, mar y aire.
Las estrategias antifascistas
En
el capítulo dedicado a Amanecer Dorado del libro Epidemia Ultra: La ola
reaccionaria que contagia a Europa (autoeditado, 2019), además de un repaso
histórico más profundo sobre esta organización neonazi, perfilo las cuatro
líneas estratégicas con las que ha actuado el antifascismo heleno: las
movilizaciones masivas, las plataformas amplias, la persecución judicial y la
confrontación callejera. La clasificación solo tiene por objetivo facilitar la
explicación y, por supuesto, no se trata de elegir entre ellas. Han funcionado
porque se hicieron todas a la vez.
Las
movilizaciones masivas han sido habituales durante el último lustro. Las calles
de Atenas, Salónica y otras ciudades se han llenado de miles de personas muchas
veces para luchar contra el fascismo, contra el racismo, a favor de refugiados
y migrantes. La fecha más obvia del calendario antifa es el 18 de septiembre,
aniversario del asesinato de Pavlos Fyssas. Pero no es, ni mucho menos, el
único día que ha habido manifestaciones multitudinarias.
Hay
varias coordinadoras antifascistas. Se organizan por barrios y su objetivo es
que, en el día a día, más allá de las citas multitudinarias, los fascistas
sientan que no tienen espacio. Creen que la fuerza del movimiento no reside
solo en acciones masivas y espectaculares, sino en devenir una gota malaya
contra Amanecer Dorado. En todo momento, en cada barrio. Solo en 2017 y 2018,
esta presión constante consiguió forzar el cierre de 32 sedes de este partido
en el área metropolitana de Atenas. Convocaban manifestaciones casi cada semana
en las que participaba gente de todas las edades. Solían ser manifestaciones
tranquilas que no terminaban en disturbios. Organizaban charlas, pegadas de
carteles, actos pequeños y puesta en marcha de comités locales. Es la parte más
cuantiosa y más distribuida del movimiento. La más transversal.
Por otro lado, hay equipos de abogados que se han dedicado a coser a querellas a los líderes y a los matones nazis. Abogados que, después, han ejercido la acusación en los procesos penales contra Amanecer Dorado. En especial en el macrojuicio que quiere demostrar que no son un partido político sino una organización paramilitar. Un juicio que ha cumplido ya cuatro años de vistas, con la complejidad que ello implica: cientos de testigos, cientos de horas de grabaciones, miles de folios como prueba testifical, abogados dedicados de manera casi exclusiva a este juicio, organizaciones que toman acta de cada una de las sesiones, colectivos que informan puntualmente sobre cómo transcurren las sesiones, etc. Pero no solo ha sido el macrojuicio, la intención ha sido perseguirles por todos y cada uno de los ataques que han perpetrado.
Y,
además, el antifascismo griego es una fuerza de choque en la calle. Una parte
sustancial del movimiento ha decidido no delegar la defensa de los espacios
antifascistas, ni de los barrios, en manos de una policía que ha demostrado
muchas veces que simpatizaba o colaboraba con los neonazis. Se convirtió en
habitual la imagen de cordones de seguridad formados por cientos de militantes
con cascos y bastones dispuestos a enfrentarse cuerpo a cuerpo con los nazis.
Un ejemplo de ello es el centro social Distomo, situado en Agios Panteleimonas,
la plaza que un día fue el bastión de Amanecer Dorado. Allí es donde los nazis
hacían su reparto
de comida “solo para griegos”, las “donaciones de sangre helena” o la
clausura de los columpios para evitar que los niños griegos se mezclaran con
los hijos de las migrantes. La apertura de un centro social antifascista allí
se consiguió, literalmente, a hostias. Hubo peleas, enfrentamientos contra
fascistas y policías, antifascistas torturados por policías que, en comisaría,
se identificaban a sí mismos como miembros de Amanecer Dorado. La expresión
“sangre, sudor y lágrimas” se suele usar como metáfora. Aquí no.
Hay
otro hecho que, sin duda, influyó en que Amanecer Dorado tuviera menos
presencia en la calle. Pero es algo de lo que los antifascistas no suelen
hablar en público, por las implicaciones legales y éticas que plantea. El 1 de
noviembre de 2013, mes y medio después del asesinato de Pavlos Fyssas, una moto
se detuvo junto la sede de Amanecer Dorado de Neo Iraklio, periferia de Atenas.
Dos personas con cascos se bajaron de ella y dispararon contra cuatro neonazis
que estaban en la puerta de la sede. Alexandros Gerontas fue herido de bala
pero logró escapar. Uno de los cuatro consiguió meterse en la sede y salvar su
vida. Yorgos Fountoulis, de 27 años, y Manolis Kapelonis, de 22 murieron en el
acto. Los asaltantes dispararon trece balas. Fue una ejecución completamente
aleatoria para que el mensaje quedara claro: cualquier miembro de Amanecer
Dorado sería objetivo potencial a partir de entonces, no solo los que
ostentaban cargos de responsabilidad. Los autores nunca fueron identificados.
Desde entonces, las sedes de Amanecer Dorado se convirtieron en fortalezas a
las que entraban sus miembros, pero no lugares que congregaran a los
partidarios.
Y ahora qué
La
disolución de Amanecer Dorado no significa la desaparición de la extrema
derecha en Grecia. Uno de los partidos ultraconservadores históricos, LAOS, se
integró en Nueva Democracia y varios de sus dirigentes son ministros en el
nuevo gobierno.
El
ministro de agricultura, Makis Voridis, fue el secretario general de las
juventudes del EPEN, el partido fascista fundado por el coronel Yorgos
Papadópoulos tras la dictadura militar. Voridis coincidió allí con Nikos
Mijaliliakos, caudillo de Amanacer Dorado. En la foto más conocida de Voridis
de joven, de 1985, lleva un hacha durante el ataque de un escuadrón fascista a
estudiantes de izquierda.
Adonis
Yeoryiadis es otro de los ministros provenientes de LAOS. En su etapa anterior
como ministro, durante los años más duros de la crisis, eliminó la
universalidad de la sanidad pública y privó de la misma al 25% más pobre de la
población.
Kyriakos
Velopoulos también era dirigente de LAOS. En vez de integrarse en Nueva
Democracia, fundó el partido Solución Griega. Es nacionalista, euroescéptico,
proruso y cercano a la iglesia ortodoxa. Una combinación extravagante, una
especie de Salvini si no fuera porque Salvini es un hereje católico para los
ortodoxos. En las elecciones parlamentarias de 2019, Solución Griega entró por
primera vez en el Consejo de los Helenos con un 3,7% de los votos y diez
diputados.
Ante
este panorama, elementos ultraconservadores en el gobierno e irrupción de un
nuevo partido facha, hay quien ha afirmado que la desaparición de Amanecer
Dorado es un simple trasvase de votos pero la extrema derecha sigue suponiendo
el mismo problema. Es un análisis completamente erróneo. Como hemos repetido,
Amanecer Dorado no era un partido político ultraconservador, era una
organización paramilitar neonazi. No tiene nada que ver, en este sentido, ni
con Solución Griega ni con, por ejemplo, Vox. Entender los matices y las
diferencias internas de la extrema derecha es fundamental. Sin un análisis
riguroso del neofascismo toda estrategia antifascista será inútil.
El espacio que ocupaba Amanecer Dorado queda huérfano. No hay, hoy por hoy, ninguna organización tan bien estructurada, tan extremista y tan bien conectada con el ‘Estado profundo’ como lo estaba Amanecer Dorado. En el corto plazo, como mucho, se reforzarán algunos de los grupúsculos neofascistas cuya capacidad de incidencia se limita a perpetrar atentados menores o ataques aislados.
Las
victorias no caen de cielo. Esta ha costado un esfuerzo terrible y se ha pagado
un precio brutal en términos de muertos, heridos y encausados por enfrentarse a
los nazis. Hay que celebrarlo como merece porque un movimiento que no reconoce
ni celebra las victorias está destinado a la derrota. No pasaron; no pasarán.
[ACTUALIZACIÓN]
Después de haber estado caída durante más de un mes, la web oficial de AD
vuelve a ser visible desde la mañana del 18 de septiembre de 2019.
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