Publicado por Pablo Heraklio
La disminución de la rentabilidad general,
la disminución de la tasa de beneficio mundial, la volatilidad
general, está haciendo que el capital se refugie en burbujas de rentabilidad.
El dinero no volverá a los lugares donde haya habido estampidas bancarias.
Estados sin fondos, con balances negativos,
arrojados a los prestamistas internacionales y recortes de servicios,
avivarán las tensiones sociales que romperán en revueltas. Élites y
estados si quieren mantener su estatus tendrán
que cambiar Paz Social por Control Social.
En cuanto el capital global se retire de grandes áreas 'improductivas' del mundo, Sudamérica, Europa, África, dejando un reguero de deudas, se generarán tensiones que estallarán en forma de revueltas, levantamientos y guerras. Ya lo estamos viendo en forma de Levantamiento mUndial Contra las Élites.
A veces los estados arruinados aplacarán las protestas frenando los proyectos de recorte de presupuestos e impuestos en pos de la paz social. Esto siempre produce una pérdida neta de poder de las élites. Pero como el capital volátil trasnacional no volverá, éstas solo podrán responder con represión creciente, control social, hasta que consigan su propósito: aumentar su tasa de beneficio a cualquier coste.
El mundo está inundado de dinero, pero escaso de beneficios, lo que impide la inversión. En general los fondos se irán poco a poco derivando a pagar el coste del control social, eufemismo de la represión policial y militar, garantes de los sistemas establecidos. Acelerando la inoperancia social estatal, pero garantizando el beneficio empresarial. Las arcas públicas no se recuperarán.
El punto de ruptura llega cuando la falta de liquidez afecte a los ejércitos. En último lugar estarán avocados al pillaje y a las órdenes de señores de la guerra y dictadores de distintos tipos que tomarán las riendas de lo que quede del estado. Estados fallidos dedicados al pillaje.
Si el pillaje es interno hacia su propia población la represión afectará a la productividad y a las condiciones de vida disminuyendo los beneficios, afectando a la recaudación, aumentando el gasto represivo y en definitiva destruyendo la propia estructura del estado. En su último estadio supone una guerra civil y la creación de áreas independientes. Es el caso de Chile, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Líbano, Bolivia o la propia España, Portugal, Italia.
Si el pillaje es hacia el extranjero se embarcarán en incursiones coloniales por la obtención de recursos. Evidentemente se ataca a un rival más débil en todo sentido. A parte de ingentes cantidades de dinero para sobornar a dirigentes que permitan la explotación de su propio territorio, la organización de un sistema de explotación eficiente requiere de inversión. Si no hay fondos al interno es difícil que se encuentren para invertir en el extranjero. En cuanto fallan los sobornos o la inversión comienza el malestar social. Es la estrategia de Alemania, Canadá, Francia, UK y USA.
Si el pillaje opta por la incursión militar, primero hay que financiarla, después vencer, luego invertir en empresas e infrastructuras que permitan la explotación en un territorio hostil, finalmente mantener la ocupación por años. Las incursiones militares siempre crean resistencia y malestar social. Los recursos gastados en la invasión no se emplean en represión interna ni en inversión. La incursión militar es la estrategia menos favorable a los intereses del capital pero la más deseable por los mismos, porque otorga control absoluto. Es el caso de EEUU, A. Saudita o Israel.
Solo hay un supuesto en el que se puede mantener la Paz Social en un entorno de falta general de fondos disponibles y beneficios: la LUcha Contra las Élites LUCE. No habrá paz porque no puede haber paz. Esto significa que declarada o no la 3º Guerra Mundial ya ha empezado.
En cuanto el capital global se retire de grandes áreas 'improductivas' del mundo, Sudamérica, Europa, África, dejando un reguero de deudas, se generarán tensiones que estallarán en forma de revueltas, levantamientos y guerras. Ya lo estamos viendo en forma de Levantamiento mUndial Contra las Élites.
A veces los estados arruinados aplacarán las protestas frenando los proyectos de recorte de presupuestos e impuestos en pos de la paz social. Esto siempre produce una pérdida neta de poder de las élites. Pero como el capital volátil trasnacional no volverá, éstas solo podrán responder con represión creciente, control social, hasta que consigan su propósito: aumentar su tasa de beneficio a cualquier coste.
El mundo está inundado de dinero, pero escaso de beneficios, lo que impide la inversión. En general los fondos se irán poco a poco derivando a pagar el coste del control social, eufemismo de la represión policial y militar, garantes de los sistemas establecidos. Acelerando la inoperancia social estatal, pero garantizando el beneficio empresarial. Las arcas públicas no se recuperarán.
El punto de ruptura llega cuando la falta de liquidez afecte a los ejércitos. En último lugar estarán avocados al pillaje y a las órdenes de señores de la guerra y dictadores de distintos tipos que tomarán las riendas de lo que quede del estado. Estados fallidos dedicados al pillaje.
Si el pillaje es interno hacia su propia población la represión afectará a la productividad y a las condiciones de vida disminuyendo los beneficios, afectando a la recaudación, aumentando el gasto represivo y en definitiva destruyendo la propia estructura del estado. En su último estadio supone una guerra civil y la creación de áreas independientes. Es el caso de Chile, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Líbano, Bolivia o la propia España, Portugal, Italia.
Si el pillaje es hacia el extranjero se embarcarán en incursiones coloniales por la obtención de recursos. Evidentemente se ataca a un rival más débil en todo sentido. A parte de ingentes cantidades de dinero para sobornar a dirigentes que permitan la explotación de su propio territorio, la organización de un sistema de explotación eficiente requiere de inversión. Si no hay fondos al interno es difícil que se encuentren para invertir en el extranjero. En cuanto fallan los sobornos o la inversión comienza el malestar social. Es la estrategia de Alemania, Canadá, Francia, UK y USA.
Si el pillaje opta por la incursión militar, primero hay que financiarla, después vencer, luego invertir en empresas e infrastructuras que permitan la explotación en un territorio hostil, finalmente mantener la ocupación por años. Las incursiones militares siempre crean resistencia y malestar social. Los recursos gastados en la invasión no se emplean en represión interna ni en inversión. La incursión militar es la estrategia menos favorable a los intereses del capital pero la más deseable por los mismos, porque otorga control absoluto. Es el caso de EEUU, A. Saudita o Israel.
Solo hay un supuesto en el que se puede mantener la Paz Social en un entorno de falta general de fondos disponibles y beneficios: la LUcha Contra las Élites LUCE. No habrá paz porque no puede haber paz. Esto significa que declarada o no la 3º Guerra Mundial ya ha empezado.
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