Fecha: 12 de mayo de 2020
Artículo: “Apuntes sobre la reestructuración de la economía nacional de
dinámica interna”
Autor: Ramón Espinoza Guerrero
APUNTES SOBRE LA REESTRUCTURACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL DE
DINÁMICA INTERNA
Dentro de poco cumpliremos 2.5 meses de cuarentena COVID-19
en el Perú, siendo el país, proporcionalmente a su población, con más
infectados en América Latina: 67 mil infectados al 10 de mayo con una población
de 32 millones, frente a Brasil, por ejemplo, con 162 mil infectados con una
población de 210 millones. Los resultados mediocres de la cuarentena en Perú,
se deben a que la misma se ha implementado sin su contraparte obligatoria de
inyección de liquidez en la PEA confinada más vulnerable (emprendedores y
trabajadores informales que constituyen una población de 12 millones de
personas aproximadamente). ¡No se puede implementar una cuarentena sin reponer
el dinero diario que crean o perciben estos 12 millones de peruanos! ¡He ahí
los resultados! Sin embargo, estos resultados son lógicos en el Perú, es decir,
son perfectamente congruentes con nuestro status quo económico-político.
La cuarentena, pues, ha sido mediatizada por la no inclusión
en esta fase de un shock fiscal de “dinero
helicóptero” en la base de la pirámide social. No ha
sido permitido por la llamada clase política y la política económica
criollas, que se sustentan en los viejos paradigmas de la supuesta “estabilidad macroeconómica” del país por intangibilidad de las
Reservas Internacionales Netas (RIN), así como por la minimización de la deuda
externa y el déficit fiscal. El Perú, sometido más de 30 años a estos
paradigmas anacrónicos, sería, proporcionalmente a su PBI, el país con los
niveles socio-económicos NSE A-B más ricos (25% de la sociedad) y los NSE C-D-E
más pobres (75% de la sociedad) en América Latina.
¿Qué hacer? El Gobierno, en menos de dos semanas, dejará la
estrategia anti-pandémica de supresión del virus y levantará la cuarentena
mediatizada, pasando a una estrategia de mitigación de los efectos de la
pandemia. Aunque ya con manifestaciones evidentes de desobediencia civil,
desorden y caos. ¿Qué pasará entonces? Puede presentarse un gran rebrote de
infección y muerte a partir de la segunda quincena de la mitigación, el mismo
que sería totalmente insostenible un mes después de tal rebrote. Todo ello
obligaría al Gobierno a implementar una segunda cuarentena de dos o tres meses
más. Nos enfrentaríamos, pues, al círculo vicioso perfecto ingobernable:
cuarentena – mitigación
– cuarentena.
Para que esta crisis económica-pandémica perfecta sea
desarticulada, durante los previstos 1.5 meses aproximadamente de mitigación,
debería diseñarse y prepararse urgentemente, durante este próximo estadío, la
implementación de un shock fiscal de “dinero
helicóptero” en los NSE C2-D-E y un shock de sostenimiento de
oferta de bienes y servicios básicos (ver artículo sobre Apuntes de reconstrucción
económica…) para así ingresar a una segunda cuarentena voluntaria de dos o tres
meses. ¿En qué consistiría esta cuarentena voluntaria?:
Todo desempleado, emprendedor o trabajador independiente
informal que se recluya en su casa recibe 1000 soles/mes, con condiciones de
reporte de confinamiento, capacitación y formalización para el trabajo y el
emprendimiento eficaz de negocios por constitución de cadenas de valor MYPE.
El Estado implementa un shock de sostenimiento de oferta de
bienes y servicios básicos (ver artículo sobre Apuntes de reconstrucción
económica…).
El Estado diseña y prepara la implementación de un shock de
creación de trabajo temporal con los trabajadores y emprendedores más
vulnerables.
El Estado diseña y gestiona la implementación de un plan de
empadronamiento, capacitación, certificación y formalización dirigido a
desempleados y desempleadas, trabajadores y trabajadoras independientes no
vulnerables o menos vulnerables, con una perspectiva de creación de cadenas de
valor MYPE post-cuarentena voluntaria.
Mientras tanto, la pequeña, mediana y gran empresa
moderna/formal no sería parte de esta cuarentena voluntaria. Cada una de estas
empresas asumiría responsablemente esta cuarentena, respetando rigurosamente la
normativa sanitaria de mitigación. En esta fase de lucha contra el coronavirus,
el desempleo y la pobreza estaría terminantemente prohibido todo tipo de
despidos.
En tales condiciones, después de la cuarentena voluntaria,
se pasaría a la implementación de los planes de choque estatales de creación de
trabajo temporal e implementación de cadenas de valor MYPE. Mientras tanto,
MNIP iniciaría, a nivel piloto, la implementación de los planes de acción de
una tricotomía de reestructuración de la economía nacional.
Tricotomía MNIP de reestructuración de la economía nacional
(fundamentos):
En primer lugar. Implementación del plan MNIP de promoción,
modernización y desarrollo de cadenas de valor MYPE en todo el territorio
nacional (pilotos de implementación con gobiernos locales).
En países no desarrollados como el Perú, casi todo el
sistema de pequeños negocios de propiedad familiar en las amplias capas de la
PEA es totalmente ineficiente. Sin embargo, cumple un papel de autoempleo local
indispensable. Hoy, se encuentra en peligro de extinción frente al mercado
libre y el supermercadismo.
Así, uno de los problemas básicos de estos países, que
parecía no tener solución, es cómo convertir esos pequeños negocios familiares
en modernos sistemas de comercio minorista. El secreto está en la habilidad de
sus propietarios para desarrollar sus capacidades, convirtiéndose en
concesionarios de cadenas integradas de abastecimiento de bienes, servicios y
tecnología.
Lo que el país necesita más que nada son personas que tengan
un poquito de experiencia en iniciar, crear y administrar un negocio, un
poquito de experiencia en dirigir a otras personas, un poquito de experiencia
en administración financiera y así sucesivamente. Los gobiernos por regla
general no entienden esto. En los últimos 50 años, por consiguiente, se ha
socavado la capacidad del país para formar el potencial humano que necesita
para el desarrollo. Se ha centrado en un desarrollo por inversión y por
exportaciones. Pero sólo un desarrollo por distribución -de capital, saber y
gestión, que no sólo desarrolla los negocios sino también a las personas, puede
crear ese potencial. Así, el factor absolutamente indispensable y centrado del
desarrollo nacional, tendrá que ser una sumatoria de sistemas modernos de
distribución. Sin este potencial humano, el resto no es probable que funcione.
¿Estamos en condiciones de asumir tales desafíos?
Sin duda, a partir de los años 70, la aparición de la informática
y las cadenas franquiciadas en las economías de servicios, han creado las
condiciones para el auto-desarrollo masivo de pequeñas empresas realmente
productivas. El mundo ha iniciado una nueva fase de tipo posindustrial, que
tiene como una de sus características fundamentales la formación de cadenas de
pequeñas empresas altamente competitivas.
Los modelos empresariales del desarrollo por distribución
Son sistemas modernos de comercio al por menor que integran
pequeñas empresas, desarrollando las capacidades de sus propietarios como
concesionarios de cadenas integradas de abastecimiento de bienes, servicios y
tecnología. Desarrollan el autoempleo productivo, los líderes empresariales y
las dinámicas de micro crédito que necesita el desarrollo económico.
Estas cadenas integradas son un excelente ejemplo de la
organización futura: crean innovaciones continuas en el mercado, planifican en
forma conjunta, trabajan a escala, educan a sus asociados, practican la gestión
moderna y provocan los cambios en el sistema financiero para que todos tengan
acceso al capital, todo ello en base al concepto de concesiones.
En el concepto de concesiones de las cadenas integradas por
transferencia de tecnología, todos los elementos son importantes: el diseño de
tienda, el establecimiento de sistemas logísticos de compras y ventas, la
formulación de reglas para la administración y la recopilación de información,
y la preservación de la independencia de los propietarios para darles la
satisfacción de manejar su propio negocio.
Ese pequeño negocio puede haber sido diseñado en su
totalidad por un centro de gerencia, sus políticas y prácticas determinadas por
ese centro de gerencia, igualmente el control de su inventario y la fijación de
sus precios, etc. Pero, a pesar de todo, el propietario(a) individual sigue
teniendo una esfera significativa de responsabilidad gerencial y siguen siendo
entrenados para manejar su negocio. En el Perú necesitaríamos muchas unidades
como éstas para preparar a los ejecutivos del mañana a base de autoeducación.
Pero este reto de modernización del comercio minorista, que
podría ser el reto nacional más grande para cualquier país, necesita cambios en
el sistema financiero para que los pequeños empresarios tengan acceso al
capital. (Fuente: Correspondencia de Peter Drucker e Isao Nakaushi frente al
desarrollo de Asia)
En segundo lugar. Implementación del plan MNIP de
Autogestión social y Autosuficiencia urbana (pilotos de implementación con gobiernos
locales innovadores).
Desde la aparición manifiesta del Sistema Capitalista Global
en los años de 1980, se constituyen velozmente Estados globalistas (o Estados
corporación). Estos Estados se adecúan a la globalización de los capitales
financieros, que supone la minimización de sus obligaciones sociales hasta
procurar librarse de la población económicamente no rentable, sobrante. Dentro
del sistema de producción a base de tecnologías de punta, las capas sociales
masivas no son necesarias (Fursov, 2008).
Todo ello conduce a la reestructuración espacial del Estado
Nación, hacia abajo mediante los procesos de descentralización y hacia
arriba través del nuevo rol que adquieren las instancias supranacionales —como la eurozona, el FMI, los TLC, etc.— (Brenner, 2003). El Estado Nación se
transforma pero no desaparece, algunas funciones se reubican en otros niveles
de la organización estatal, otras se comparten o son desplazadas a actores no
estatales (Jessop, 2008).
Sin embargo, colocando el acento en la resolución de
conflictos sociales y en las políticas distributivas, las instancias estatales
subnacionales, desprovistas de una articulación con el Estado Nación –que dispone de una base fiscal para
realizar modificaciones en esos ámbitos–, no pueden generar transformaciones sustantivas por sí
mismas en esas materias (Fernández y García, 2011).
De esta manera, se desactiva la capacidad de intervención
del Estado Nación y se subordina las lógicas locales a las globales. Las
instituciones corporación supranacionales y las instituciones locales adquieren
más importancia que los Estados corporación de tipo nacional (Peck, 2010).
Recreación de la autogestión social alternativa
La autogestión ha existido desde la formación de las
primeras sociedades humanas. Las culturas más ancestrales se han desarrollado,
todas, de un modo autogestionado; esto perduró hasta que la implantación de los
Estados desplaza la hegemonía de los grupos y las comunidades autogestionadas.
La experiencia de autogestión más plena y consistente del
siglo XX, se dio en la España de 1936, que aprovechó el vacío de poder que
quedaba tras un fallido golpe de Estado militar. Casi toda la economía estuvo
bajo el control de los trabajadores organizados por sindicatos, dirigiendo las
fábricas por medio de comités y asambleas. Igualmente, en Yugoslavia, donde el
Gobierno socialista en 1950, tras haber roto sus relaciones con la Unión
Soviética, declaró y promovió la implementación de la autogestión a la vez que
redujo el control del Estado sobre la economía. Durante dos décadas se mantuvo
la primacía de la economía autogestionada, sosteniendo altos índices de empleo
y de educación, al menos hasta las crisis petroleras de la década de 1970.
A través de la autogestión, tanto el sistema capitalista
como los modos de vida emergentes, se hacen realidad a sí mismos hoy. Lejos de
ser un valor incompatible, se adapta perfectamente a los valores de cualquier
sistema. Sin embargo, en medio del régimen capitalista global del siglo XXI, en
el cual la gente libremente se acostumbra a escoger trabajar haciendo oficios
que no les llenan la vida, la autogestión se hace imprescindible. En el nuevo
milenio, cuando las iniciativas individuales y colectivas cada vez más se
emprendan y se concreten autónomamente, libre de autoridades y sin depender de
subvenciones de las administraciones públicas —que prácticamente ya no existen— y también sin someterse a dictámenes de
las grandes corporaciones, la autogestión es un concepto insoslayable.
Podemos concluir que en medio de las crisis económicas y
medioambientales de las sociedades globalizadas, la autogestión se convierte,
cada vez más, en una estrategia vital de la sociedad y su desarrollo.
Comenzando el siglo XXI, la autogestión se despliega alrededor del planeta como
un nuevo estado de cosas de las sociedades humanas. Hacerse a sí mismo se
vuelve la naturaleza humana de las culturas globalizadas (Fuente: El arte es
verbo, no sustantivo, 2011).
Recreación de la autosuficiencia local
Desde 2008 la mayoría de la población mundial, más de 3300
millones de personas, viven en entornos urbanos. Si la tendencia sigue en
aumento, se calcula que en el año 2050 la población urbana se habrá
multiplicado por dos (Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica,
2012). Con estos datos, y aunque la ocupación del suelo por parte de las áreas
urbanas no es mayor del 3% de la superficie del planeta (Fondo de Población de
las Naciones Unidas, 2007), podemos decir que vivimos en un planeta urbano
(Fuente: March y Rivera Fumaz, 2014).
Las ciudades que se dirigen a la autosuficiencia son
aquellos sistemas complejos, diversos en todos sus elementos organizativos, que
pueden adaptarse y transformarse en respuesta a los cambios esperados o
inesperados que puedan surgir… Se forman a través de un equilibrio con el territorio
circundante con el fin de disminuir su dependencia del exterior… La ciudadanía de
estas localidades es capaz de innovar para adaptarse a los cambios, y de
participar en la construcción conjunta de soluciones a las problemáticas de
carácter local (Fuente: Suárez/Marta, 2016).
En los sistemas altamente conectados, es decir, donde
existen muchas uniones entre todos los componentes, si ocurre algo en una parte
del mismo rápidamente repercute en el resto. De forma contraria, los sistemas
con subgrupos de componentes con fuertes conexiones internas, pero relaciones
débiles con otros subgrupos, tienen mayor capacidad para auto-organizarse y
seguir funcionando después de un cambio brusco e inesperado, debido a que sus
subgrupos pueden seguir en funcionamiento cuando otros fallan.
Por otro lado, estos sistemas autosuficientes están
regulados por ciclos de retroalimentación que influyen en la rapidez con
que las consecuencias producidas por un cambio en una parte del sistema son
sentidas y respondidas en el resto del mismo. Actualmente, en las zonas urbanas
estos ciclos son a gran escala y difíciles de identificar, debido al proceso de
globalización que han sufrido las ciudades. La escasez o la subida de precios
de un producto pueden deberse a acontecimientos ocurridos en países lejanos –por ejemplo, conflictos armados o
desastres climáticos que afectan a la producción y distribución de ese producto– siendo muy difícil para la población y
los gobiernos conocer la causa exacta de lo ocurrido, reduciéndose su capacidad
de actuación (Fuente: Transitando).
La mayoría de las grandes ciudades y metrópolis se
concentran en los países en vías de desarrollo y emergentes. Esta urbanización
está dando lugar a la congestión de las zonas urbanas, donde se alimentan la
violencia y la contaminación, y al aumento de los desplazamientos entre el
hogar y la ciudad como lugar de trabajo, consumo o de oportunidades culturales.
Las soluciones se dirigen principalmente a través de un
replanteamiento y una transformación radical de las ciudades: la respuesta
ambiental es densidad en lugar de dispersión, desarrollo del capital social y
participación, buenos servicios públicos que hagan "sostenibles" a
las ciudades, y desarrollo de actividades agrícolas también en la ciudad (huertos
urbanos y periurbanos) (Fuente: WEEC/World Environmental Education Congress).
En las ciudades actuales hay una necesidad urgente de un
nuevo conjunto de políticas económicas para iniciar la recuperación total. Sin
embargo, las propias ciudades a menudo creen que deben esperar pacientemente
hasta que el Gobierno o el ciclo económico las rescate… Sin embargo, lo único que nos ofrece el
actual modelo económico son salarios planos, trabajo precario y amenazas
existenciales de la ruptura ambiental.
Visto desde lo alto, nuestra situación puede parecer
desesperada, sin embargo, hay semillas de esperanza, ya que algunas comunidades
desarrollan modelos económicos locales que comparten prosperidad y protegen al
planeta… (David
Boyle). "Lo que mantiene un sistema en
su lugar, a menudo, es la falta de ideas sobre que las cosas pueden cambiar
fundamentalmente y que existen alternativas reales y viables para organizar un
sistema nuevo o próximo... Parte de la respuesta radica en la experimentación
sobre el terreno y construcción de modelos que abarca el diseño y los
principios de una nueva alternativa sistémica". (Ted Howard, Democracy
Collaborative)
En tercer lugar. Implementación del plan MNIP de Éxodo
Urbano y Neorruralismo (pilotos de implementación con gobiernos locales
innovadores).
En los años 60 el Banco Mundial impulsó la llamada
"Revolución Verde", que salvaría al mundo / del hambre. Consistió en
fomentar la explotación agrícola de gran escala, con alto consumo en petróleo y
agrotóxicos (pesticidas, fertilizantes de síntesis...), semillas híbridas de
alto rendimiento y, en definitiva, intensivas en capital dedicadas al
monocultivo para la exportación. En la práctica esto supuso la explotación
agrícola capitalista de territorios amplísimos con un tremendo coste ecológico
y social. En todo el planeta millones de personas son forzadas a abandonar sus
economías de subsistencia para marchar a la ciudad o trabajar miserablemente en
las explotaciones capitalistas agrarias o mineras.
En los años siguientes, y hasta el día de hoy, la situación
no ha hecho sino empeorar. Este modelo agrícola trae unos efectos directos de
deforestación y desertización muy peligrosos, así como los indirectos: pérdida
de biodiversidad, agotamiento y contaminación de acuíferos, infraestructuras de
agua, energía y transporte...
La biotecnología aplicada la está monopolizando un puñado de
empresas… Con sucesivas fusiones de macro-transnacionales de los sectores
químico- fármaco-agro-alimentario, toda la cadena alimentaria de al menos el
50% los habitantes en las ciudades del planeta, se encuentra en poder de unas
15 empresas.
La globalización económica tiene una base territorial
Hoy en día, el volumen de capital financiero que circula
es mayor que el del capital productivo. El capital financiero es algo
prácticamente virtual: son cifras de dinero que se trasladan instantáneamente
de un ordenador a otro que se encuentra a miles de kilómetros, y que pueden
arruinar a países enteros... Toda la producción, y con ella las condiciones
vitales de los seres humanos, están subordinadas a esos movimientos
especulativos, y ya no tienen mucho que ver, como hace unas pocas décadas, con
las condiciones materiales del entorno en que se asientan. Las ciudades se han
independizado del medioambiente local, y vemos cómo se rechaza lo local en
favor de lo global y lo ecológico en favor de lo económico.
El campo actual es, en el mundo industrializado, el patio
trasero de las ciudades, de donde se extraen recursos naturales por los cuales
no se paga, o se paga muy poco... El medio rural está arrasado -social y
ecológicamente- por las ciudades. La "huella ecológica" de las
ciudades se expande imparable, absorbiendo recursos y escupiendo residuos.
La ciudad es una cárcel
Tras la "urbanización" de la población nos llega
la "precarización". Ya la vida en la ciudad no es segura en absoluto
y desaparecen todas las perspectivas de futuro, pues parece que esto sólo
cambiará a peor. La única participación posible en la sociedad urbana es a
través del consumo... Concentraciones tan grandes de gente, donde la producción
y el consumo son a gran escala, no permiten una participación efectiva de la
población… Con una producción y consumo locales, con una vida económica
autónoma, endógena, sin duda vendría un revitalecimiento de la vida
comunitaria, de las identidades locales…
Pero para ello habría que cambiar
también toda la estructuración del territorio, tanto urbana como rural. Todas
las infraestructuras de transporte, agua, energía... dispuestas para el
tránsito internacional de mercancías y para la organización capitalista de la
economía mundial...
Estamos buscando y creando alternativas de autogestión
Debemos trabajar en la creación de contrapoderes locales
basados no sólo en uniones ideológicas, sino en la creación de estructuras
económicas y políticas útiles, que solucionen de forma autónoma y auto
organizada la mayor cantidad de las posibles necesidades que se presenten a las
diversas comunidades.
Una buena forma de prevenir los futuros escenarios de
miseria y precariedad es construyendo redes propias de auto-apoyo, estructuras
productivas y reproductivas al margen del mercado global... Nuestra propuesta
es una nueva apuesta por la autogestión... una fórmula de autodefensa frente al
capitalismo global no sirve de nada sin un proceso previo de experimentación y
aprendizaje... Hay que comenzar a experimentar la sociedad que queremos desde
ya, y que es esa práctica la que hará evolucionar nuestras ideas, nuestra
lucha, de acuerdo con la realidad. Llegados a este punto volvemos a la idea de
territorio... Como elemento motor de esta transformación hemos optado por
intentar transformar primero la economía local.
Están funcionando los Grupos Autogestionados de Consumo,
que eliminan intermediarios... Por otro lado, está también el que los alimentos
de cultivo ecológico están empezando a ser algo bastante valorado, como para
que se emplee más tiempo y dinero en conseguirlos.
Nuestro proyecto quiere crear cultura autogestionaria,
buscando que las comunidades locales se auto organicen para cubrir sus
necesidades bajo intereses humanos y ecológicos. (Fuente: Okupación de Tierras
Perriurbanas - Madrid).
Los grandes avances tecnológicos del mundo digital y la
mejora general de los accesos y transportes abren nuevas posibilidades a
lugares antaño remotos y deprimidos. La vida rural ya no tiene por qué
identificarse exclusivamente con el sector primario, múltiples ocupaciones
actuales pueden desarrollarse a distancia a través de Internet. Además, la
oferta de mejores servicios a la población rural asentada, podrían generar
empleos que a su vez mantendrían y aumentarían esa población en una
retroalimentación constante.
La dificultad económica de los jóvenes para acceder a un
trabajo y a una vivienda por la despoblación de los territorios rurales, podría tener una “solución conjunta: el éxodo urbano”. El
fenómeno inverso que se vivió durante la industrialización, cuando los campesinos se mudaron a las ciudades para encontrar empleo
en las fábricas. Ahora puede ser que la gente de la ciudad sea quien tenga que
volver a los pueblos pequeños para permitirse un hogar y un trabajo.
(Fuente: El Éxodo Urbano es la Solución a muchos problemas en las Ciudades
// Éxodo Urbano: Los jóvenes vuelven al entorno rural)
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