Escribe:
Milcíades Ruiz
El próximo
18 de mayo, pasará desapercibido para el oficialismo y la consciencia cívica
nacional. Pero no, para quienes llevamos como emblema la figura de José Gabriel
Condorcanqui. “Túpac Amaru II”. Para él, no hubo bicentenario, pero sí, para
sus opresores, cuyos descendientes y muchos despistados, se aprestan a
celebrarlo. Pero aquel día de 1781, dicho líder nativo fue descuartizado por
conducir la más grande rebelión anticolonial.
Sin embargo,
desde niños recibimos la versión histórica de los hechos a conveniencia del
régimen imperante. Queda descartada cualquier otra versión. Así, llegamos a la
adultez convencidos de que José Gabriel Condorcanqui – “Túpac Amaru II”, fue un
precursor de la independencia del Perú, proclamada en 1821. Pero eso es una
gran estafa histórica, como hay muchas otras.
Dicha
rebelión encarnaba la aspiración de la población nativa de liberarse de la
opresión colonial que les arrebató el Tahuantinsuyo y por eso, tuvo la acogida
de cientos de miles de nativos luchadores, de los ayllus y curacazgos. La lucha
era contra los herederos de los conquistadores, que abusaban de la población
nativa, amparados en el poderío militar virreinal, cometiendo toda clase de
crueldades contra los aborígenes. No era por la independencia del virreinato,
sino contra este.
Los
abusadores eran los encomenderos que se apropiaron de las tierras y bienes de
los nativos a los que trataban como animales o “naturales”, contra el sistema
feudal que les hacía trabajar gratuitamente, contra la cuota nativa para morir
en las minas y obrajes. Contra los repartimientos y tributos. Contra el
despotismo de corregidores, coludidos con los sacerdotes. Muchos de estos
abusadores pasaron a ser “patriotas” de la independencia.
El Marqués
de Roca Fuerte, corregidor de Urubamba, el Conde Valle hermoso y otros
corregidores que abrazaron la independencia del virreinato, fueron los que
organizaron la resistencia militar contra Túpac Amaru, cuando este sitió el
Cusco. Lo que más temían, los criollos, condes y marqueses del Cabildo de Lima
que, aprobó el acta de la independencia, era que sucediera una revolución como
la de Túpac Amaru.
Entonces,
¿cómo es que los oprimidos resultan siendo precursores de la independencia de
sus opresores? Los seudo patriotas abogaron y actuaron buscando sus propios
intereses, los cuales eran contrarios a los intereses nativos. La independencia
del Virreinato del Perú, fue pues un proceso burgués de distinta índole, y no
la continuación de la rebelión nativa como hacen creer a los estudiantes,
hablándoles de la emancipación del Perú, que no fue tal. Para mayor constancia,
a las pruebas me remito.
SENTENCIA EXPEDIDA CONTRA TÚPAC AMARU II
“En la causa criminal, que ante mi pende, y se ha
seguido de oficio de la real justicia, contra
José Gabriel Túpac Amaru, cacique del pueblo de Tungasuca, en la provincia de
Tinta, por el horrendo crimen de
rebelión o alzamiento general de los indios, mestizos y otras castas, pensado más ha de cinco años, y ejecutado
en todos los territorios de este virreinato
y el de Buenos Aires, con la
idea (en que está convencido) de quererse coronar señor de ellos y libertador de las que llaman miserias
de estas clases de gentes, que logró seducir, a la cual dio principio con ahorcar a su corregidor D. Antonio
Arriaga”;
…
“FALLO, atento a su mérito, y a que el reo ha
intentado la fuga del calabozo en que se halla
preso, por dos ocasiones,
…….porque sus ideas que se han extendido entre casi toda la nación de los
indios, …… creyéndolo del tronco
principal de los Incas, como se ha titulado, y por eso dueño absoluto
y natural de estos dominios
y su vasallaje; poniéndose
también a la vista, la naturaleza, condición, bajas costumbres y educación de
estos mismos indios y de las otras castas
de la plebe, las cuales
han contribuido mucho
a la mayor facilidad de la ejecución de las depravadas
inclinaciones de dicho reo José Gabriel Túpac Amaru,
teniéndolos alucinados, sumisos, prontos y obedientes a cualquier orden suya;
que ha llegado los primeros hasta resistir el vigoroso fuego de nuestras
armas, contra su natural
pavor; y les ha hecho manifestar un odio implacable a todo europeo, o toda cara
blanca, o Pucacuncas, como ellos se explican”…..
.... “quitaba los repartimientos o comercio permitido
por tarifa a sus jueces; levantaba
las obvenciones eclesiásticas; extinguía las aduanas
reales y otros derechos que
llamaba injustos; abría y quemaba los obrajes, aboliendo las gracias de mitas
que conceden las leyes municipales a sus respectivos destinos; mandaba embargar
los bienes de particulares habitantes de ellas; y no contento con esto, quería ejecutar lo mismo,
tomando los caudales de las arcas reales”;
… “han hecho tal impresión en los indios que
llevados de esto, le hablaban
y escribían, en medio de su rudeza,
con la mayor sumisión y respeto, tratándole a veces de Señoría, Excelencia, Alteza, y Majestad;
viniendo de varias provincias a rendirle la propia obediencia y vasallaje; faltando
en esto a las obligaciones tan estrechas de fidelidad
y religión, que tiene el y todo vasallo con su Rey natural; prueba clara
y evidente y dolorosa del extraviado espíritu
con que se gobierna en esta infeliz
clase; y también de cuan poco
conoce la subordinación y acatamiento debido a la legítima potestad de nuestro adorable Soberano,
dejándose persuadir maliciosamente de los ofrecimientos de este traidor,
ingrato y mal vasallo suyo;”
… “Considerando,
pues a todo esto, y las libertades con que convidó
este vil insurgente a los indios y demás castas
para que se le viniesen, hasta ofrecer a los esclavos
la de su esclavitud; y
reflexionando juntamente el infeliz y miserable estado en que quedan estas
provincias, y dificultad de subsanar
en muchos años los perjuicios causados en ellas por el referido José Gabriel Tupac Amaru, con las detestables máximas impartidas y adoptadas en los de su
nación, y socios o confederados a tan horrendo fin; y mirando también a los
remedios que exige de pronto la
quietud de estos territorios, el castigo de los culpados. La justa subordinación a Dios, al Rey, y a sus Ministros, debo condenar y condeno, a José Gabriel Tupac Amaru, a que sea sacado a la plaza principal
y pública de esta ciudad,
arrastrado hasta el lugar del suplicio, donde presencie la ejecución de
las sentencias que se dieren a su mujer Micaela bastidas, sus dos hijos
Hipólito y Fernando
Tupac-Amaru, a su cuñado
Antonio Bastidas, y algunos de los otros principales capitanes y auxiliadores
de su inicua y perversa intensión o
proyectos; los cuales han de morir en el propio día, y concluidas estas sentencias, se le cortará por el
verdugo la lengua, y después amarrado o atado por cada uno de sus brazos y pies, con cuerdas
fuertes y de modo que cada una de estas se pueda atar o prender con facilidad a otras que pendan
de las cinchas de cuatro caballos, para que
puesto de este modo, o de suerte que cada uno de estos tire de su lado, mirando a otras cuatro esquinas o puntas de la plaza.
Marchen, partan o arranquen a una voz los caballos, de forma que quede
dividido su cuerpo en otras tantas partes”…
… “que se confisquen todos sus bienes,
a cuyo fin se da la correspondiente comisión a los jueces
provinciales; que todos los individuos de su familia, que hasta ahora no han venido, ni vinieren a poder de
nuestras armas y de la justicia que suspira por ellos, para castigarlos con iguales rigurosas y afrentosas
penas, queden infames e inhábiles, para
adquirir, poseer u obtener de cualquier modo,
herencia alguna o sucesión, si en algún tiempo quisiesen o hubiesen
quienes pretendan derecho
a ella;”…
… “al propio fin se prohíbe, que usen los indios los
trajes de su gentilidad, y especialmente los de la nobleza de ella, que solo
sirven de representarles los que usaban sus antiguos Incas, recordándoles memorias, que nada otra cosa
influyen, que el conciliar odio y más odio a la Nación dominante; fuera de ser su aspecto ridículo
y poco conforme a la pureza de nuestra Religión; pues colocan en varias partes de él al Sol, que fue su primera deidad;” …
… “lo que se publicará por bando en cada provincia,
para que deshagan o entreguen a sus
corregidores cuantas vestiduras hubiere en ella de esta clase, como igualmente todas las pinturas
o retratos de sus Incas, en que abundan con extremos las casas
de los indios que se tienen por nobles para sostener o jactarse de su descendencia; las cuales se borrarán indefectiblemente, como que no merecen la
dignidad de estar pintadas en tales sitios
y a tales fines; borrándose igualmente, o de modo que no quede
señal, si hubiese algunos
retratos de éstos
en las paredes u otras partes”…
… “el propio
modo se prohíben y quitan las trompetas o clarines que usan los indios en sus
funciones a las que llaman PUTUTOS,
y son unos caracoles marinos
de un sonido extraño y lúgubre, con que anuncian el duelo y lamentable
memoria que hacen de su antigüedad; y también el que usen o traigan vestidos negros , en señal de luto que
arrastran en algunas provincias, como
recuerdo de sus difuntos monarcas, y del día o tiempo de la conquista, que
ellos tienen por fatal y nosotros
por feliz, pues se unieron al gremio de la Iglesia católica, y a la amabilísima
y dulcísima dominación de nuestros reyes. … y para que estos indios se
despeguen del odio que han conservado contra los españoles, y sigan los trajes que les señalan
las leyes, se vistan de nuestras costumbres españolas y hablen
la lengua castellana” ….
“Así lo
proveí, mandé y firmé por esta mi sentencia definitivamente juzgando. -José Antonio Areche. Visitador General de
los Tribunales de Justicia y Real Hacienda”.
“En el Cusco a 15 de mayo de 1781. (La sentencia se
ejecutó el 18 de mayo de 1781)”
Como se podrá deducir de la sentencia, nada tiene que ver con las
banderas que enarbolaron los hacendados liberales y los opresores colonialistas
en busca de la independencia política del virreinato, tales como: Libertad de
comercio y navegación, libre acceso a los cargos públicos que eran exclusivos
para españoles, autonomía en las decisiones de nombramiento de autoridades
judiciales, etc.
Aunque había influencia de los ilustrados de la Revolución Francesa
entre los quejosos “criollos” o españoles sudamericanos, estos, ante la llegada
de San Martín ni siquiera se movilizaron en su apoyo. La élite liberal solo era
crítica del sistema, pero no cuestionaba la legitimidad del rey ni planteaba
una independencia separatista. Eso llegó después, cuando los liberales se
subieron oportunistamente a los carros de San Martín y de Bolívar, para luego
traicionarlos.
Los historiadores, por ser descendientes de los opresores y no de los
oprimidos, han dejado pasar falsedades. Pero llegará día en que se sabrá toda
la verdad histórica, sincerando nuestro pasado. Mientras tanto, no dejemos que
el engaño prospere. Levantemos la mirada, sin humillarnos ante los dominadores
actuales de raigambre colonialista. Con cuarentena o sin ella, levantemos las
banderas la reivindicación histórica. No por revancha, sino por dignidad.
Ustedes, qué dicen. O será que estoy equivocado.
Mayo 11, 2020
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