Escribe: Milcíades Ruiz
Mientras el
BCR en su quinta subasta asignaba S/: 2,651 millones a una tasa promedio
de 1.83% en el marco del programa Reactiva Perú, para
reposición de capital de trabajo, garantizado por el estado en un 98 y 95%
desde micro hasta medianas empresas; por otro lado el gobierno anunciaba la
creación de un Fondo de Apoyo Empresarial “FAE-Agro”, a una tasa de 5 a
6%, para agricultores pobres de menos de 5 hectáreas (que no son empresarios) con la finalidad de financiar
la campaña agrícola 2020/2021.
El ministro
de Agricultura, Jorge Montenegro, detalló que el FAE-Agro cuenta con un
fondo de S/ 2,000 millones (3,3% de
ReactivaPerú) con el que se busca darle una
“inyección de capital” a los pequeños agricultores, enfocado en aquellos que
cuentan con menos de 5 hectáreas. “Este
FAE-Agro va a permitir atender entre 270,000 a 300,000 agricultores productores
en el país”, especificó. (Esta cifra corresponde solo a
caficultores). (2 mil millones
a 15 mil solo alcanza para 130 mil productores) (los minifundistas con unidades menores 5 hectáreas son 2 millones
aproximadamente).
Montenegro
explicó que existirán dos modalidades o segmentos de atención: el primer
segmento de atención será para que productores agrícolas puedan
disponer de recursos hasta por S/15,000, asociado al tipo de cultivo. “Por
ejemplo, cultivos que duren entre 4 a 6 meses, como el maíz, la quinua, cuyo
costo de instalación es bastante bajo”, remarcó. En este caso, la garantía
será del 98%. (Según el propio ministerio el costo de
producción de quinua es S/ 7,964/ha. Que no es bajo. AA Majes)
“Y, el
segundo, abarcará a aquellos agricultores cuyo cultivo es mayor en tiempo de
instalación o ciclo vegetativo, como el caso de la papa o el algodón (ambos son de 6 meses y menos, según variedad). Para estos agricultores, se les otorgará un crédito de
hasta S/30,000, con una garantía del 95%”. (el costo de producción de papa es de S/. 5,118/ha.,
con tecnología media y S/. 11 140/ha con tecnología alta: AA Huamachuco)
“El mecanismo del FAE-Agro es un mecanismo de subasta, similar a
Reactiva Perú, donde vamos a motivar para que las tasas de interés sean las más
bajas, estamos calculando entre 5% y 6% aproximadamente”. … ”La mira a futuro es que si se logran colocar los S/ 2,000
millones del FAE-Agro, se entraría a una segunda fase (FAE-Agro 2), tal como se
realizó con el programa Reactiva Perú”, detalló el ministro.
Como
podrán apreciar quienes conocen la situación del minifundio y el desarrollo del
aparato productivo agrario, hay cierto desconocimiento de la realidad e
ineptitud por parte de quienes gobiernan el país y el sector. Por ese
desconocimiento, aplican el mismo criterio que tienen para empresas urbanas
donde el financiamiento puede ser clave para reactivarlas en cualquier momento.
Pero el agro es muy distinto y la producción sigue un proceso según calendario
climático.
No hay
división de segmentos por duración del ciclo de vida. No se cultiva primero los
de menor duración y después los de mayor ciclo. Tampoco todos los cultivos
arrancan al mismo tiempo para dirigir el crédito primero a los cultivos
transitorios de hasta 6 meses y después a los de mayor duración. No señor.
Nadie siembra sino hay agua y estas llegan en octubre con las lluvias dado que
el área de riego es muy reducida en otras épocas. Los cultivos no se inician si
la temperatura no es la adecuada.
El trigo y
la cebada se siembra mayormente entre diciembre y enero, mientras que la quinua
se siembra mayormente en octubre, aunque ambos cultivos duren seis meses.
Entonces condicionar el crédito del modo concebido por el FAE, es incoherente y
solo demuestra incapacidad.
El
programa está pensado para pequeños agricultores minifundistas sin mencionar a
los pequeños ganaderos, muchos de los cuales no tienen tierra de cultivo.
También hay que saber cuáles son los cultivos que tienen importancia
determinante en la alimentación o, en la economía. Papa es un cultivo clave
para la alimentación, pero hay producción comercial y aquella que es para
autoconsumo. En cambio, café y cacao son fuentes de divisas. El cultivo de
algodón ha sido destruido por el propio estado y está en cuarentena su
innovación.
Los
créditos otorgados indiscriminadamente no tienen una direccionalidad
reactvadora. Hay cultivos que no tienen trascendencia en la recuperación
sectorial y hay cultivos industriales como la caña de azúcar que, siendo
importante, está bajo dominio la empresa que financió la campaña política de
Keiko. Los pequeños cañicultores cultivan exclusivamente para Gloria S. A. en
la mayor zona. Si no hay selectividad, hasta los cocaleros que producen para el
narcotráfico en pequeñas parcelas menores a 5 has serían los favorecidos.
Los que no
conocen cómo funciona la economía agraria suponen que la clave de la
reactivación agraria y la agricultura familiar es el crédito, como sucede con
sectores urbanos. Esta es una apreciación equivocada. Ese no es el problema,
menos aún en las unidades menores a 5 has, a las que se pretende otorgar “una
inyección de capital” pues no es agricultura comercial. Los productores con
unidades menores a 5 has desgraciados por la pandemia y la cuarentena, no están
en capacidad de ser sujetos de crédito. No califican para este programa. Por
consiguiente: No les sirve.
El último
censo agropecuario se preguntó casa por casa este asunto y estos fueron los
resultados:
Aunque las
condiciones han empeorado después del censo, se puede apreciar que, casi la
totalidad de pequeños agricultores trabajan sin utilizar crédito, por razones
diversas y corren el riesgo de perder su único patrimonio familiar, como ya ha
sucedido con muchos. Por consiguiente, el FAE Agro, está destinado al fracaso,
y “un fracaso más, si importa.” Entiendan: Todos los campesinos con menos de 5
has., son pobres y no empresarios.
Si se
quiere asegurar el abastecimiento alimentario porque la pandemia ha destrozado
la fuente de producción alimentaria, el camino es otro. Los campesinos llevan
muchos años subsidiando a los consumidores (Incluyendo ricos) sin compensación
por los precios bajos de sus productos. En mérito a ello y por emergencia, dado
que los minifundistas ni siquiera han recibido bono rural, lo que tiene que
hacer el gobierno es inversión social para que haya suficiente abastecimiento
de alimentos el próximo año y no haya hambruna.
Esos dos
mil millones se necesitan no como crédito sino como inversión estatal que se
recuperará con creces en la cosecha. De lo contrario prepárense para gastar
divisas en importaciones, que no serán fáciles porque todos los países están en
recesión agropecuaria. La mejor manera de hacerlo es mediante un programa de
inversión social donando semillas de alto rendimiento, fertilizantes,
fitosanitarios y otros insumos.
Salvo
mejor parecer.
Julio 2020
Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
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