domingo, 28 de marzo de 2021

"LA COMMUNE ES UNA ODA A LA EMANCIPACIÓN, QUE ATRAVIESA EL TIEMPO"

 


150 aniversario de la Comuna de Paris. Entrevista a O. Besancenot

 

Julien Salingue

27 marzo 2021

 

Con motivo del 150 ° aniversario de la Comuna de París, los compañeros Olivier Besancenot y Michael Lowy publican, en la editorial Merle moqueur, Marx en París, 1871: el libro azul de Jenny. Sobre ello hablamos con Olivier Besancenot .

Para este libro, habéis elegido un formato bastante original, ya que es una ficción política que cuenta una visita de Marx a París durante la Comuna. ¿Por qué esta elección?

Es consecuencia de una discusión con Michael, y yo creo que fue a Michael a quien se le ocurrió la idea en primer lugar, con el objetivo de hacer algo un poco diferente de lo que ya se ha hecho y se va a hacer con ocasión del 150 º aniversario de la Comuna. Básicamente se trataba de encontrar algo significativo, original, para escenificar la reflexión de Marx sobre la Comuna de París. Así pues, imaginamos un viaje clandestino, improbable, de Marx, guiado por su hija Jenny, al propio centro de la Comuna, donde se encuentra con algunas de sus personalidades, para poner en situación la reflexión política de Marx sobre la Comuna. De hecho, es notable ver cómo se hizo esta reflexión en caliente. Una reflexión pertinente en caliente (el Llamamiento a la Internacional, la Guerra Civil en Francia ), pero también un cuestionamiento político, estratégico, global. Ésta es una de las grandes fortalezas de Marx: ser capaz de comprender que del surgimiento de los propios hechos puede nacer un proceso de emancipación que no necesariamente se ha imaginado sobre el papel, en los clubs de reflexión, ni siquiera en las oficinas de la Internacional. Los escritos de Marx sobre esta famosa fuerza de emancipación finalmente encontrada cuando habla de la Comuna son extremadamente avanzados en relación a toda una serie de sectores del movimiento obrero, del movimiento revolucionario, con entonaciones incluso a veces más libertarias que las de ciertos libertarios. Una reflexión sobre la emancipación, sobre el enfrentamiento con el aparato estatal, sobre la necesidad de construir formas de soberanía política, democrática...

Precisamente, para decirlo de una manera muy sintética: ¿qué cambió, para Marx, la Comuna?

Yo diría que fue la idea de que no basta con que el aparato estatal cambie de manos, desde una perspectiva de clase social, para cambiar la naturaleza del Estado, en cuanto que es un sistema opresivo, una “boa constrictor”, por usar la frase de Marx, que ahoga la sociedad civil y la democracia. Y que por tanto es preciso extinguirla, avanzar hacia la extinción del Estado, y que una de las posibles vías de esta extinción sea la política marcada por los actos de la Comuna: revocabilidad de los funcionarios electos, tope de la remuneración de los funcionarios electos y magistrados, etc. Todas estas políticas concretas que ponen en tela de juicio el corazón de la burocracia que es el aparato estatal. Y con la Comuna hay un comienzo de extinción, que no pudo ver la luz debido a la duración de la Comuna, pero un comienzo de todos modos, y que Marx entendió de inmediato, analizó inmediatamente. Y esto repercutirá en las reflexiones de Marx, en los debates y la cultura del movimiento obrero en general.

Marx seguía todos los debates, lo que estaba sucediendo en el mundo, situaciones sociales y políticas, y si bien no imaginaba que la insurrección vendría de París, se sumergirá de inmediato en el análisis de la Comuna, que le desconcierta un poco cuando le pilla sumergido en una reflexión sobre el análisis del sistema capitalista y sus crisis. Y lo fuerte es producir análisis a la luz del acontecimiento, captar el alcance del acontecimiento.

Para escenificar todo esto, imagináis encuentros entre Marx y ciertas personalidades de la Comuna, en París, durante la insurrección. Al leer el texto, notamos una presencia significativa de mujeres: Louise Michel, Élisabeth Dmitrieff, Nathalie Lemel, pero también por supuesto Jenny Marx que acompaña a su padre. ¿Queréis hacer especial hincapié en el papel de la mujer en el levantamiento de París?

No fue necesariamente teorizado y construido, pero nos dimos cuenta, según pensábamos los personajes concretos, de que las mujeres jugaron un papel central en la historia social y política de la Comuna. Este es el caso desde el inicio del levantamiento, con la protección de los cañones contra su potencial recuperación por parte de los versalleses en las calles de Montmartre, a instancias del comité de vigilancia de las ciudadanas de Montmartre, en torno a Louise Michel en particular. Pero también es el papel y el lugar de las mujeres, contra el ambiente de la época, porque el machismo era grande, incluso dentro de la Internacional y en los diversos clubes revolucionarios. Un evento revolucionario como la Comuna, pero esto se aplica a todos los eventos revolucionarios, es el surgimiento de fenómenos que se vienen gestando en la sociedad desde hace meses y meses, o incluso más, como fue el caso de París, en particular, con una multitud de clubes revolucionarios en los que las mujeres se iban involucrando de forma creciente. También podemos pensar en el asedio de París por parte de los prusianos, durante el cual Nathalie Lemel estuvo, con la cooperativa "La Ménagère" y el restaurante "La Marmite" en el centro de la solidaridad y la ayuda mutua populares, para acudir en ayuda de casi 10.000 parisinos que se estaban muriendo de hambre. Es decir, la Unión de Mujeres, que se formará en el ojo huracán de la Comuna, es producto de todo este trabajo previo, y cuando Élisabeth Dmitrieff [representante de la Internacional] llega y participa en la fundación de la Unión de Mujeres, mucha de la actividad ya está en marcha, ya está arraigada.

Sobre Élisabeth Dmitrieff precisamente… Es cierto que cuando uno piensa en “las mujeres de la Comuna”, la figura de Louise Michel es la que aparece más a menudo, a veces, incluso a menudo, “olvidando a Élisabeth Dmitrieff. Este no es el caso de vuestro libro, en el que ocupa un lugar importante, a la medida de su papel durante la Comuna.

Menos conocida que Louise Michel es cierto, y que sigue siendo un nombre que evoca algo pero no sabemos realmente qué. Sin embargo, su nombre, más allá de la lucha feminista, de la lucha por los derechos de las mujeres en el corazón de la Comuna, con la Unión de Mujeres, es también el de la autogestión. Élisabeth Dmitrieff y su actividad es uno de los primeros ejemplos de autogestión a esta escala.

Dmitrieff influye en la misma medida que es producto de la Comuna. Se trata de una joven inmigrante rusa que se enamoró de la novela ¿Qué hacer? de Chernyshevsky. Una novela en la que la heroína se emancipa de su propio medio compuesto por matrimonios concertados y va a inspirarse en las formas tradicionales de puesta en común de bienes y producción existentes en determinadas localidades del campesinado ruso, lo que se llama obchtchina, para trasladarlo a cooperativas obreras. Esta lectura encenderá a Élisabeth Dmitrieff, que se emancipará de su medio, se politizará (en particular junto a los refugiados políticos en Suiza, donde se encontrará con marxistas), luego irá a Londres y se encontrará con Marx, discutirá con él... Kristin Ross ha hablado sobre todo esto en el Imaginaire de la Commune. Cuando se conocen, Marx la aprecia, la valora, hasta el punto de enviarla como su emisaria a París durante la Comuna, para que sea sus ojos y sus oídos.

Al cabo de unos días se encontrará al frente de la Unión de Mujeres, junto a Nathalie Lemel y otras, y su primer proyecto, que discute con Léo Frankel, es la creación de cooperativas obreras autogestionadas, en las que las obreras se pagan ellas mismas, para fabricar, por ejemplo, las telas para los sacos de arena de las murallas o los uniformes de la Guardia Nacional. Entonces, Dmitrieff, también es eso, una experiencia que lamentablemente fue abortada debido a la corta duración de la Comuna.

¿Cómo elegisteis los diferentes personajes que Marx encuentra en vuestro libro? ¿Intentasteis tener en cuenta algunos criterios para dar una "visión de conjunto", o estos personajes se impusieron?

No hicimos un casting, lo hicimos instintivamente, creo. Como cada vez que escribimos juntos, Michael y yo nos repartimos los capítulos y luego se impusieron los nombres, se fueron agregando... La pregunta que nos hicimos, porque es el límite del género, es el riesgo de rehacer una historia de la Comuna un poco demasiado “desde arriba”, con nombres que ya conocemos. Pero lo que nos guió fueron los escritos de Marx sobre la Comuna, por lo que nos vimos obligados a seguir el hilo de las relaciones políticas que tenía Marx, muchas veces desde la distancia, en aquellos momentos, y por lo tanto hacerle discutir con esas personalidades.

En definitiva, ¿un libro sobre la Comuna, sobre el pensamiento de Marx, pero también un libro que pretende decir cosas sobre la actualidad?

La Comuna es una oda a la emancipación que ha atravesado el tiempo y un buen recordatorio frente a todos los defectos burocráticos.

También es una forma de recargar pilas en el internacionalismo. Porque sí, la Comuna nació de un levantamiento popular contra el asedio, el avance de las tropas de Bismarck y el deseo de ganar la guerra. Pero entre las grandes figuras de la Comuna, como entre las y los Comuneros anónimos, había miles y miles de exiliados y exiliadas, muchas veces políticos, pero también económicos, prusianos, italianos, polacos, rusos… La Comuna fue un acto internacionalista.

Y es también una forma de recordar que nuestra historia política no comenzó con la revolución rusa de 1917. Tiene raíces anteriores, y todos los debates que irrigaron el movimiento obrero internacional tras el aplastamiento de la Comuna, insistiendo en particular en lo que los comuneros no lo habían hecho: tomar el Banco de Francia, marchar sobre Versalles, etc., nos permiten comprender cuáles eran las obsesiones políticas de los bolcheviques. Podemos entender mejor el famoso baile sobre la nieve de Lenin el día en que la revolución rusa "había aguantado" un día más en comparación con la Comuna.

Con el tiempo, la Comuna no es solo sus fracasos, sino una fuente viva de inspiración, la primera experiencia de emancipación y poder popular, del poder de las y los explotados y oprimidos, con todos sus límites, pero que habla a través de décadas. Y nos damos cuenta que, 150 años después, es un asunto sin resolver con los poderosos: la Comuna todavía no tiene buena prensa en el pensamiento dominante, y vemos hasta qué punto el pensamiento versallés no ha desaparecido.

https://lanticapitaliste.org/opinions/culture/la-commune-est-une-ode-lemancipation-qui-traverse-le-temps

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

Fuente: https://vientosur.info/la-commune-es-una-oda-a-la-emancipacion-que-atraviesa-el-tiempo/

 

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