Por supuesto que la manipulación de las "señoras tacneñas" (usufructuarias sin sacrificio del sacrificio de generaciones de décadas pasadas) es indignante, sobre todo por cuanto se aprovechan de una conmemoración en la que se recuerda el sacrificado retorno de Tacna al Perú de todas las razas. Ninguna duda cabe que este estallido manipulador que pretende representar a los tacneños que se sacrificaron y ofrecieron sus vidas por una patria de todos los peruanos, es una actividad política reaccionaria, dirigida contra el presidente Castillo y los "indios" que lo eligieron. Convergen en el ataque, escudándose en una actitud patriotera los resentidos racistas que quieren darle vuelta atrás a la historia hacia un pasado quimérico, y otros grupos fascistas como los fujimoristas y el Apra. No hay que engañarse: éste no es un estallido solamente local; habría que ser ingenuo para creer que esta asonada patriotiquera es puramente local y que las cabezas fascistas y corruptas a nivel nacional no están detrás de la asonada, sin importarles un bledo la división del pueblo tacneño.
El tiempo histórico felizmente corre a favor de la nueva Tacna, de sus nuevos hijos y de todos los tacneños, aun cuando algunos de estos últimos no quieran verlo ni aceptarlo. Duélale a quien le duela, el pueblo tacneño ha rechazado masivamente el caduco sistema que lo mantiene en el subdesarrollo y las miserias que éste trae consigo. El pueblo tacneño se unió a la indignación de los pueblos olvidados y mantenidos en el atraso por los que fungen como dueños del Perú (y dueños de Tacna, por supuesto) y eligió como su presidente a un campesino pobre en quien los patriotiqueros ven el sumum de ésos "indios puneños" que les quitan el sueño y los hacen despertar de sus quimeras de un idílico pasado en el cual los señorones y señoronas mandaban y los "indios puneños" eran vasallos invisibles para todo servicio, inclusive y sobre todo para los trabajos más denigrantes.
Lo importante es que los nuevos jóvenes tacneños, cualquiera que fueran sus ancestros, no se eduquen en el resentimiento que la alharaca racista de los arrastrapiés podría desatar en ellos; que no se avergüencen de sus antepasados, sino más bien que sientan con patriótico orgullo que ellos también son dueños de la nueva y renovada Tacna que están construyendo, la prolongación de la tarea histórica de construcción de la patria tacneña y peruana que sus antepasados de todas las razas emprendieron en estas tierras. Para ello, es necesario que todos los tacneños y amantes de nuestra tierra tacneña, sin distinción de raza o procedencia, se unan, estudien y difundan su historia, se organicen y formen nuevas y potentes organizaciones culturales y profesionales de todas las razas, que luchen por la satisfacción de las más sentidas necesidades humanas, alimentación, salud y vivienda adecuadas, educación universal, accesible y de calidad, trabajo ennoblecedor, salarios adecuados, vida digna. Eso es lo que los tacneños, los de hoy y los del futuro, necesitamos y lo cual debe ser el centro de nuestras aspiraciones y luchas.
Tacna, 01 setiembre 2021
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