lunes, 27 de septiembre de 2021

BATALLA CONTRA EL FASCISMO

 


Por Gustavo Espinoza M.

 

Se dice que la historia, es la maestra de todos los seres humanos. Y es verdad. Urgar en ella, es sumergirse en el pasado como una manera práctica de avizorar el porvenir. No porque la vida se repita, sino simplemente porque el futuro se alimenta siempre de las experiencias de quienes nos antecedieron en el mundo.

Pocos peruanos saben, por ejemplo, que el fascismo -ese monstruo horrendo que llevó a la humanidad al borde de su desaparición a mediados del siglo pasado y que asoma hoy en nuestro suelo- dio sus primeros pasos en Europa Central, más precisamente en los Balcanes, entre 1919 y 1923.

En 1919 en efecto, fue derribado en Hungría el gobierno socialista de la República de los Concejos, inicialmente encabezada por el Conde Karoldy y luego por el líder comunista Bela Kun.

Fue la reacción de los antiguos terratenientes y el odio a las poblaciones originarias, lo que maceró en el cerebro de un marino -el Almirante Miklos Horty- que impuso el primer régimen de terror en esa área del mundo. Poco después, las cosas tomarían un rumbo peor en la pequeña Bulgaria.

En 1919 en ese país ganó las elecciones la Unión Agraria Popular Búlgara, liderada por un caudillo: Alexander Stamboliinski. Esta organización se hizo de la victoria, prometiendo una sola cosa: la reforma agraria en ese país en el que los grandes hacendados y terratenientes explotaban miserablemente a humildes campesinos. Stamboliinski cumplió, pero al hacerlo, selló su suerte.

En 1922, cuando la UAPB volvió a ganar los comicios convocados para ese año; la extrema derecha no resistió el desafío, y organizó el primer Golpe Fascista del que se tiene memoria.

El 9 de junio de 1923 los oficiales más reaccionarios vinculados a la Gran Burguesía, y organizados en la Liga Militar encabezada por los generales Valkov y Tzhankov y la Concordia Popular –un Partido de extrema derecha- voltearon sus armas contra el pueblo y derribaron al régimen. Stamboliinski, fue asesinado, como 50 años más tarde, Salvador Allende.

Aún se recuerda que para esa acción, los alzados se valieron de 36 mil emigrados rusos que habían huido de su patria ante la victoria de los Bolcheviques y el surgimiento de la Rusia Soviética. En Bulgaria, estos “migrantes”, muchos de ellos delincuentes, se sumaron a la tarea, consumando alevosos crímenes.

Desde la lejanía, José Carlos Mariátegui percibió con nitidez estos acontecimientos. En la revista “Variedades”, el 12 de enero de 1924- escribió: “Stamboliinski era el líder de la Union Agraria, partido en el cual se confundían terratenientes y campesinos pobres. Representaba en Bulgaria ese movimiento, que tan trascendente y vigorosa fisionomía tiene en Europa Central”.

El mismo Mariátegui denunció el carácter represivo y brutal del gobierno de Tzhankov precisando que encarceló a millares de ciudadanos, y sin proceso alguno fusiló a los más señalados por su actividad revolucionaria- “Las bandas armadas de Tzhankov cazaban como fieras escondidas a los agitadores comunistas y agrarios”, dijo el Amauta.

Hace 98 años, el 23 de septiembre de 1923, se produjo en la pequeña Bulgaria la primera insurrección antifascista de la historia. Liderados por Jorge Dimitrov y Vasily Kolarov, los pobladores lucharon heroicamente durante seis días, antes de ser abatidos, finalmente en la madrugada del 29 de ese mes.

Aunque en el momento, la rebelión popular fue derrotada, el pueblo no se paralizó ante el terror. Años más tarde, el movimiento guerrillero triunfaría y el propio Tzhankov sería juzgado, condenado a muerte por sus crímenes, y ejecutado en 1954.

Esta reflexión vale dorque en América Latina, el fascismo busca levantar cabeza. No otro significado tiene la presencia de enviados del movimiento fascista español –VOX- que busca vertebrar una presunta “Alianza Anticomunista” de alcance continental, Un parlamentario madrileño, Santiago Abascal -seguramente descendiente del Virrey- se ha lanzado al ruedo en procura de reconstruir el dominio ibérico en suelo americano.

Para ese efecto, se vale del PAN, de México; Iván Duque, de Colombia; y Sebastián Piñera, de Chile. En nuestro país, hacen coro a esa aventura,

Willax TV y Keiko Fujimori, que se prepara a denunciar su inminente condena carcelaria, como una “represalia” por su proclama anticomunista.

Un trípode siniestro, integrado por Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular, se empeñan en ese proyecto y se han sumado a la “Carta de Madrid” en el espíritu de la virreinal “integración ibérica” que huachafamente llaman la “Iberosfera”.

Es claro que el fascismo tiene varias herramientas. Una, es el Golpe Militar dirigido por un Tzhankov criollo con su complemento de terror desatado por bandas agresivas. Pero la llave maestra, es la división del movimiento popular y el desaliento por las tareas aun no cumplidas por un gobierno al que detestan.

Romper la precaria unidad que sustenta la fuerza del gobierno de Pedro Castillo, es hoy su objetivo. Su sueño, es generar la crisis, y ahondarla. Pretextos, no faltan. Nuestra tarea, ahora, es enfrentar al fascismo, y no perdernos en mutuas excomuniones y estériles peleas. El enemigo está al frente, y no al costado (fin)

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