viernes, 19 de noviembre de 2021

EL PARTIDO DE MARIÁTEGUI XI : RAVINES EL INFILTRADO

 



  EUDOCIO RAVINES, la APRA y el PCP

(Tercera parte)

(21 de junio de 2015)

Por Miguel Aragón

VIII

Ravines, en su accionar posterior al manifiesto ¿Que es el Apra?, escrito por él y por Haya, nunca renunció a las tesis nacionalistas propuestas en ese documento definitorio de la Apra.  La primera versión de ese texto fue escrita por Ravines en octubre de 1926, al poco tiempo de llegar a vivir e instalarse en Paris.  Días después, el texto fue revisado por Víctor Raúl Haya que en ese tiempo residía en Londres, y luego publicado en inglés en el mes de diciembre, como ¿What is the Apra? en el Labour Montly, revista publicada en Londres.

Recordemos que Ravines meses antes de salir de Buenos Aires (el mes de setiembre de 1926), había recopilado, leído con atención, y ordenado algunos de los materiales dispersos escritos por Haya que formarían parte del panfleto Por la Emancipación de América Latina, que según opinión de Mariátegui “no contenía una interpretación sistemática de nuestra realidad”, sino solamente “algunas generalizaciones de declamador y de editorialista” [1].

Al llegar a Paris, podemos asumir que Ravines, al haber leído previamente esos documentos, así como algunas cartas personales que Haya le había enviado a los desterrados en Buenos Aires, ya estaba identificado con las ideas primigenias de Haya. A la fecha no conozco las cartas de Haya escritas en el año 1926 a los desterrados que ese año radicaban temporalmente en Buenos Aires (entre ellos Ravines), pero si son conocidas las cartas de Haya a Esteban Pavletich (que ese año radicaba en México), y no creo equivocarme si asumo que el contenido de sus cartas enviadas a Buenos Aires debe de haber sido similar al contenido de las enviadas a México [2].   

Sigamos leyendo el testimonio personal de Ravines, escrito recién en 1947, veinte años después de ocurridos los sucesos que ahora yo estoy comentando: “Fue en esta época [fines de 1926, al coordinar con Haya en Paris] en la que me transformé en uno de los más enérgicos propagandistas del aprismo. Su categórica posición anti-imperialista, su neta posición antifeudal, su actitud nacionalista, y su inclinación hacia la defensa de la clase obrera me identificaron con el pensamiento que entonces propugnaba Haya de la Torre. Es sugerente que las mismas tesis que sostuvimos en Paris en 1926-27 sean las mismas que sigo sosteniendo exactamente veinte años después.” (ver artículo de Ravines titulado Mi primera colaboración con Haya en Paris y la conquista del cachorro publicado en el periódico Vanguardia N° 125, 21 de marzo de 1947, pp.1-3)  

Durante los dos primeros años de estadía en París, desde setiembre de 1926 hasta fines de 1928, Ravines se entregó plenamente a la propaganda de los confusos postulados del naciente nacionalismo hayista, y paralelamente a intentar promover, “a la distancia”, la organización de células y secciones apristas en diferentes lugares de América. Ante el evidente fracaso de su tenaz esfuerzo, a fines de 1928 Ravines optó por cambiar de táctica, y asumió la decisión política de infiltrarse en el movimiento socialista, sin abandonar en ningún momento su definida posición nacionalista, no socialista.  

Ravines, demostrando gran habilidad, y apoyándose o utilizando sus vínculos con algunos activistas franceses (en especial con Henri Barbusse), se infiltró en la Internacional Comunista, máxima organización del socialismo mundial en ese tiempo, pero manteniendo siempre su posición nacionalista. Recordemos que Ravines asistió al primer Congreso Mundial de la Liga Contra el Imperialismo realizado en Bruselas en febrero de 1927, y posteriormente al segundo Congreso Mundial realizado en Frankfort en agosto de 1929. Concluido este segundo evento, Ravines viajó desde Alemania invitado a conocer la Rusia soviética. 

A partir de fines de 1928, todavía desde Paris, Ravines manteniendo su definida posición no socialista, se infiltró en el proyecto socialista que José Carlos Mariátegui venía promoviendo desde Lima. 

Después del fallecimiento de Mariátegui (abril de 1930), cuando Ravines dirigió la constitución del Partido Comunista del Perú en mayo de 1930, lo hizo manteniendo e imponiendo su definida posición nacionalista, posición distante y contraria al socialismo.  Desde esa fecha, hasta su expulsión del PCP en el año 1942, Ravines orientó al novato Partido Comunista del Perú por el camino de la propaganda y agitación de la revolución libertadora, en oposición a la propaganda de la revolución socialista que Mariátegui proponía en su propuesta programática. Mariátegui comenzó a dar forma a la propuesta programática del socialismo peruano aproximadamente desde junio de 1927, propuesta programática que era y sigue siendo lo más sustancial de su gran legado.

Como el mismo Ravines lo confesó públicamente en 1947: Ravines siempre mantuvo su posición original de fines 1926, es decir su posición nacionalista, posición que estaba sintetizada en el documento primigenio ¿Qué es el APRA? escrito por él en octubre de 1926, y luego revisado y publicado por Haya en diciembre de ese mismo año. 

 Ravines, no obstante sus vinculaciones y el apoyo recibido por parte de los dirigentes de la Internacional Comunista, y de sus viajes a la URSS, nunca fue socialista, nunca agitó ni trabajo por la propuesta de revolución socialista. Por el contrario, Ravines siempre fue un convencido y devoto predicador de la “revolución nacional democrática”, de la “revolución antiimperialista y antifeudal”, de la “revolución libertadora”, de la lucha por la “liberación nacional”, y de la “unión nacional de todas las clases”, para enfrentar “al enemigo mayor”, como pregonaba Haya.  

         En sus pocos artículos publicados en los últimos números de la revista Amauta, Ravines nunca asumió una posición definida con respecto al socialismo. Por el contrario, en esos artículos su preocupación y tema central siempre fue “el imperialismo”, imitando así, y a la vez compitiendo, con Víctor Raúl Haya [3] (continuará).

Notas.-



[1] José Carlos Mariátegui escribió y publicó los artículos que formarían parte del ensayo El Problema de la Tierra, entre el   18 de marzo y el 24 de junio de 1927. Al publicar la parte referida a La Comunidad y el Latifundio agregó la siguiente nota “Escrito este trabajo, encuentro en el libro de Haya de la Torre Por la Emancipación de la América Latina, conceptos que coinciden absolutamente con los míos sobre la cuestión agraria en general y sobre la comunidad indígena en particular. Partimos de los mismos puntos de vista, de manera que es forzoso que nuestras conclusiones sean también las mismas” (Ver Nota 18 en el mencionado ensayo, que forma parte del libro 7Ensayos). Tiempo después, en carta a Moisés Arroyo Posadas escrita el 30 de julio de 1929 le dice “Sobre la fácil acusación de teorizante y europeísta  que puedan dirigirme quienes no han intentado seriamente  hasta hoy una interpretación sistemática  de nuestra realidad, y se han contentado al respecto  con algunas generalizaciones  de declamador  y de editorialista, me hará justicia, con cuanto yo tengo ya publicado, lo que muy pronto, en el libro y en la revista, entregaré al público” (Ver Correspondencia de Mariátegui, Tomo II, pag. 610). Resulta demasiado evidente que los calificativos de “declamador y editorialista” están dirigidos contra Haya, quien precisamente acusaba a Mariátegui de “europeísta”.

[2] En el número 20 de la revista Socialismo y Participación, de diciembre de 1982, el historiador Alberto Flores Galindo publicó el artículo Un viejo debate: El Poder, y como anexo incluyó ocho cartas inéditas de Víctor Raúl Haya dirigidas a Eudocio Ravines, entre octubre de 1926 y marzo de 1929. Tiempo después el historiador Pedro Planas publicó el libro Los Orígenes del APRA. el joven Haya, julio de 1985. Como Anexos incluyó doce cartas dirigidas por Víctor Raúl Haya a Esteban Pavletich que en ese tiempo residía en México, cartas escritas entre abril de 1926 y febrero de 1928. Adicionalmente incluyó ocho cartas de Haya dirigidas a Ravines entre octubre de 1926 y marzo de 1929. En las cartas dirigidas a Pavletich se expresa de manera desnuda las poses demagógicas asumidas por Haya para engañar a los grupos de desterrados peruanos. En la carta del 15 de abril de 1926 le decía “No se si me explico. La cuestión es dar a nuestro movimiento un carácter realmente comunista, marxista, leninista, SIN DECIRLO, SIN LLAMARNOS COMUNISTAS O LENINISTAS sino procediendo como tales”. En otras cartas asumió la misma pose y el mismo reclamo, llegando a decir que el aprismo en América, era el equivalente al leninismo en Europa.

[3] Mariátegui entre fines del año 1917 y comienzos del año 1930, no obstante que nunca llegó a viajar y conocer directamente Rusia, escribió más de cincuenta artículos en los cuales analizó, comentó y criticó el desarrollo de los inicios de la construcción del socialismo en Rusia, en los aspectos económico, social, político y cultural. Para Mariátegui la cuestión central del mundo contemporáneo era el inicio de la construcción del socialismo. Por el contrario, Haya y Ravines, si llegaron a viajar y conocer Rusia, pero ninguno de ellos dejó un testimonio serio y leal de esa experiencia, para ellos el aspecto principal del mundo contemporáneo era “el imperialismo”.

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