(08 de marzo de 2022)
Por Miguel
Ángel Aragón
Al margen de la escandalosa crisis política superficial, y persistiendo en luchar por superar la pandemia temporal y la crisis económica coyuntural, los trabajadores del campo y los trabajadores de la ciudad, los trabajadores manuales y los trabajadores intelectuales, continuamos trabajando, continuamos elevando la producción, continuamos aumentando las exportaciones y continuamos elevando la Renta Nacional.
El alto crecimiento económico alcanzado por el esfuerzo de nosotros los trabajadores en los últimos meses (+13,3 % en el año 2021), deberá servir principalmente para atender las necesidades básicas más urgentes de la población, deberá servir para impulsar el necesario desarrollo social que tanta falta nos hace desde hace muchas décadas.
Complementando parcialmente esta acción productiva de los trabajadores, el gobierno democrático burgués iniciado el 28 de julio pasado, viene desarrollando algunos de los objetivos centrales propuestos en el Plan Bicentenario, para intentar lograr algunas de las metas programadas. La acertada política sanitaria para disminuir los efectos de la pandemia es un mérito demasiado evidente, que la mayoría reconocemos. De igual manera, el relativo control de la inflación y del déficit fiscal, el aumento de las inversiones públicas y la entrega de bonos de sobrevivencia a los más pobres, el inicio de la modernización de la pequeña agricultura familiar, los planes para masificar la distribución del gas de uso doméstico, así como la próxima ejecución de obras públicas en todo el país, priorizando suministro de agua potable, construcción de postas médicas, escuelas y caminos locales, todo esto son logros del nuevo gobierno.
Esta doble acción concertada, de los trabajadores y del gobierno, se está desarrollando en lucha desigual contra el artero sabotaje de los operadores de la ultraderecha feudal burguesa, que al sentirse temporalmente desplazados de la administración del gobierno, están recurriendo a todo tipo de maniobras, legales e ilegales, para no perder todos sus privilegios.
Las
diferentes partes de esta decadente ultraderecha feudal burguesa carecen
por completo de propuestas y de planes para afrontar las necesidades más
urgentes de la población. Todo el libreto de estas fuerzas retrógradas se
reduce a alborotar sin sustento tres denuncias: Terruqueo, Fraude y
Vacancia (TE-FRA-VAC), eso es todo lo que tienen en mente, y eso es todo
lo que agitan a diario en la llamada gran prensa y la televisión, cada vez más
decadentes.
I
Al
presente, ya han transcurrido más de 200 días de iniciada la gestión
del nuevo gobierno democrático burgués. En estos siete primeros meses de
gobierno, hasta el presente no se ha presentado la más mínima prueba del
supuesto carácter “terrorista” del actual grupo gobernante. Todas las
afiebradas mentiras lanzadas durante varios meses, sobre una supuesta
“confiscación de viviendas, automóviles, cuentas de ahorro, y otras propiedades
personales”, han quedado en eso, simples mentiras alarmistas, que actualmente
ya casi nadie cree ni toma en serio.
II
Desde el
día anterior a las elecciones, los voceros de la ultraderecha denunciaron un
supuesto fraude en las elecciones del 06 de junio. Después del alboroto, que
trascendió las fronteras, todas las instancias judiciales nacionales se
han pronunciado reconociendo la legitimidad y validez del proceso electoral.
Igualmente, en el mismo sentido, se han pronunciado todos los organismos
internacionales que supervisaron el proceso electoral. Si al comienzo se
negaron a reconocer al presidente electo, ahora ya no queda casi nadie que
persista en esa torpe mentira, y reconocen a regañadientes al presidente, pero,
sin embargo, en el Congreso se continúa sosteniendo y pagando a una costosa
comisión para que investigue los resultados del proceso electoral.
III
Fracasados rotundamente, en sus dos primeras tácticas de ataque, por último estos maltrechos representantes de la ultraderecha feudal burguesa se han concentrado en un sinfín de maniobras, para intentar impulsar la ansiada vacancia presidencial. Por ahora, esta es la última carta que les queda, para intentar sobrevivir políticamente.
La gran
prensa televisiva e impresa, financiada y manejada por la
ultraderecha feudal burguesa, ha degenerado por completo. Todos los días
se dedica a las acusaciones personales, la mayoría sin fundamento, pero
que alimentan la confusión y les sirve para la manipulación de conciencias. En
los últimos doce meses, estos grupos en descomposición teórica, política y
moral, solo han podido presentar y agitar su triple propuesta del TE-FRA-VAC,
no tienen nada más que proponer, carecen por completo de propuestas, y cada vez
se van quedando más aislados, como lo han demostrado en su fracasada
movilización del 5 de marzo.
*
*
Es muy cierto, vivimos tiempos de crisis, esa realidad es innegable, todos lo percibimos en nuestra vida diaria. Pero tenemos que reconocer que vivimos en medio de dos crisis diferentes.
Por un lado, la crisis de la decadencia, del ocaso del viejo estado feudal burgués que se resiste a ser superado, la crisis de LA VIEJA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, de sus partidos y de todas sus instituciones.
Por otro lado, vivimos en tiempos de crisis de crecimiento, de un crecimiento lento pero seguro de LA NUEVA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, crisis de crecimiento y de obligada renovación de las organizaciones del pueblo trabajador, crisis de aprendizaje de cómo gobernar democráticamente, crisis positiva que se abre camino alternando avances y retrocesos, crisis en la cual se están cometiendo muchos errores, pero cuya resultante a mediano plazo será la formación de las bases de una nueva democracia, en la cual la atención de las necesidades más urgentes del pueblo será el único privilegio.
Así como
hemos derrotado las campañas del “Terruqueo” y del “Fraude”, ahora tenemos que
unir todas nuestras fuerzas para derrotar la campaña de la “Vacancia”. En esta
lucha contra la Vacancia, tenemos que poner empeño en criticar y superar
nuestros propios errores, y a la vez aislar y depurar a los elementos negativos
dentro de las filas del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario