Es obvio que USA ya no da más. La crisis económica, el atraso tecnológico, el desorden y la violencia clasista, racista y machista que los desposeídos y sectores marginalizados sufren en ese país, sumados a su declinación de todo orden en el escenario mundial, hacen que la guerra sea la única salida que la burguesía americana encuentra para tratar de mantener su hegemonía mundial y mantener el dominio de clase en el interior de su país.
Estamos asistiendo al nacimiento
de una nueva era, y los poderes hegemónicos imperialistas se resisten a que esto
suceda. En realidad, la guerra contra Rusia empezó ya hace unos meses, aunque
no lo parezca debido a las maquinaciones de los medios y los gobiernos de USA y
sus títeres, y a las características de la guerra en las nuevas condiciones
internacionales y tecnológicas. Hoy la guerra se está librando de manera total
salvo en el campo militar, aunque algunos sectores, entre ellos los neonazis
ucranianos, pujan para imponer una guerra abierta. La propaganda y la
penetración subliminal de la mente colectiva e individual por los media de
destrucción masiva en coordinación con el espionaje, los atentados selectivos,
el terror económico, la siembra de la mentira y la incertidumbre, son elementos
esenciales en el arsenal imperialista en su guerra contra todo lo que atente
contra su hegemonía. En las redes, de esta actividad guerrerista, cae también la
gran mayoría de la llamada izquierda liberal y democrática de USA y Europa, las
que se precian de su liberalismo y democratismo a tono con los afanes
imperialistas del gran capital de sus países.
Europa es, para el imperialismo
americano, la verdadera presa de esta guerra. Las elites burguesas
norteamericanas saben que si USA pierde el control de Europa, su declinación
será fulminante y el ascenso de China será definitivo. Y tienen consciencia de
que perderán ese control si el enclenque capitalismo europeo se independiza de
USA no sea más que debido a los beneficios económicos que les produciría su
intercambio con Rusia y con China.
El capitalismo USA espera vender
armamento y bienes de consumo necesarios a Europa y sobre todo hacer tragar a
sus "socios" europeos, los pésimos y onerosos petróleo y gas
americanos y sustituir así los baratos y superiores petróleo y gas rusos. Este
capitalismo sueña además con una fuga de capitales europeos hacia USA, lo cual,
piensan, aliviaría a USA del deterioro económico que le causa la enorme deuda
externa y la amenazante inflación.
No hay nada que detenga la
declinación de la era USA. Las
consecuencias de su guerrerismo ya se están dejando sentir en los precios de
los artículos de primera necesidad. Y va a ser peor cuando se sientan todos los
efectos de las "sanciones" contra Rusia. Dentro de algún tiempo el
público va a empezar a ver con claridad en el asunto, al sentir en sus
bolsillos y afanes diarios el efecto de las mentiras y la histeria guerrerista
de las clases dirigente de sus países. Por eso es que ese imperio, desesperado,
caído en el fango de su declinación histórica, carcomido por sus propias
contradicciones internas y el surgimiento de otras potencias, es cada vez más vocifero
y peligroso.
En el Perú, los cacasenos medios
regurgitan las miasmas de los grandes medios imperialistas, en la esperanza de
ganarse alguito con titulares y noticias sensacionalistas de una supuesta
invasión rusa. Cuanto a los roedores de los medios políticos, la cosa no va con
ellos; Ucrania está muy lejos y para ellos lo más importante, concreto y
urgente es afanarse en roer el queso del presupuesto y la riqueza nacional
antes de que les llegue el tiempo en que tengan que someterse nuevamente a la
lotería del circo electoral; este afán y tarea es según lo entienden, como
inveterados roedores que son, su contribución a la defensa de la democracia
occidental.
Corresponsal Europeo
UE, 01 marzo 2022
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