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por Gustavo Valcárcel |
UN DIA que ya llega desde la espalda de los Andes desde la piedra, desde el surco, desde la misma nieve, ascenderá por el fallo una sonrisa y se hará flor en los labios de millones de indios. |
Esa será tu bandera, José Carlos Mariátegui. |
Tú mejor que nadie sabes lo que significa que un indio del Perú llegue a sonreír después de un tiempo sin tiempo de dolor encima después de una vida sin vida de terror encima después de una muerte sin muerte de injusticia encima. |
Tú que vives en el porvenir sabes también que nacerá ese día y que serán inseparables tu nombre y aquel amanecer. |
Apenas veinticinco años hace que empezó tu eternidad y la mitad del girasol humano ya alcanzó la luz en el planeta. |
En este cuarto de siglo además todos tus enemigos se demolieron solos y tú creciste y creces, día a día, semilla que fecundas el porvenir peruano. |
Padre y maestro lógico, científico, terrestre, en este aniversario la vida se detiene para besar tu muerte un solo instante y proseguir su cauce dialéctico, inmortal. |
Mas, padre, el luto que pasó ya es conciencia madura y la palidez de aquel abril de tu partida vuélvese víspera roja en medio mundo. Con ella tornarás rodeado de trabajadores a instalarte en las fábricas y en las factorías vivirás nuevamente, tu corazón vibrante, en el latido de las máquinas y en el pulso de la mano obrera. |
Volverás en el agua que besará el desierto volverás en el regazo de las comunidades indias volverás en el petróleo y en el átomo, en el carbón y el hierro, en la electricidad popular llena de luces en el maíz que fecundan los siglos de las razas enterradas. Pero antes que nada volverás sobre los hombros gloriosos del Partido Comunista. |
Padre, también yo debo hablar reclinado sobre tu hombro para decirte del dolor inmenso que se extiende en nuestra patria. Los muertos han crecido aumentaron los presos los perseguidos llenaron la nación multiplicáronse los desterrados y la explotación llegó al cenit |
Vinieron en tu ausencia más caporales rubios y saquearon las entrañas maternas y sagradas los sindicatos fueron en sangre deshojados violados los cuerpos de las universidades arrastrados proletarios y estudiantes al Santo Oficio de las Cortes Marciales. Todo entre ruidos de sables y cadenas y en tanto que un siniestro antropoide gobernaba. |
Pero el Perú resiste con su vanguardia obrera comprenderás entonces, escritor del pueblo, por qué ya no puedo decir abstractamente "si pájaro de amor, de amor moría" cuando millares de compañeros han muerto de verdad con el rostro hecho un coágulo concreto. |
Ha concluido esa forma hermafrodita de escribir las palabras son balas y versos los testículos piedras las lágrimas y fortaleza el odio puño la metáfora y miliciano el poeta. No puede hablarse de otro modo desde el fondo del abismo. |
Hora a hora, todos nos vamos acercando a ti tú que vives en el porvenir acércate un poco hacia nosotros ya somos muchos, pero seremos más, y cambiaremos al Perú desde la lágrima y cambiaremos al Perú desde la piedra. |
Entonces volverás en el rocío de la vida en la risa marina de los negros en el campo repartido entre los indios en la dicha nacional de las mujeres. |
Volverás de nuevo en la tierra para el campesino en la fábrica al trabajador en la salud y el agua para todos y en el alfabeto viviente de los libros. |
Volverás con tu cuerpo completo, con tu espíritu intacto, sobre los hombros gloriosos del Partido y vivirás para siempre entre nosotros padre y camarada en la música eterna del Perú. |
México, D. F., 1955 |
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