Escribe: Milciades Ruiz
El deterioro del sistema político
republicano es evidente, pero no se repara en las causas del problema, sino en
los efectos., contra los cuales descargamos nuestras iras y pedimos cambios de
personas, pero no, del sistema que produce la repudiable calidad de gobernantes
que tenemos. Se combate la fiebre, pero no el foco de infección.
Pero toda causa produce efectos que
se convierten a su vez, en causas de múltiples efectos y así, sucesivamente, se
expande el malestar generalizado. Ante el caudillismo militar en los inicios
caóticos de la república, se optó medio siglo después de la independencia por
un modelo de gobierno nacional, sobre la base de partidos políticos.
En ese momento histórico, los dueños
originarios del territorio nacional estaban fuera de este modelo. No tenían
derecho de sufragio, ni menos de postular a cargos públicos. Esta segregación
se mantiene hasta la fecha en el acceso a los poderes del estado,
soterradamente. Se sostenía que era una democracia representativa de la
sociedad, a través de los partidos políticos.
Era la visión de la aristocracia
gobernante cuya mentalidad no era democrática sino exclusivista de grupos de
“notables” o, grupos de poder, dirigidos por un caudillo civil. Ha pasado más
de siglo y medio, desde entonces y el modelo sigue siendo el mismo, con
modificaciones superficiales, pero sin cambiar la estructura de dominación
política.
Al igual que el dólar que nos
esclaviza como moneda de intercambio internacional, la moneda electoral nos
obliga a elegir exclusivamente entre los partidos políticos de los notables de
la actualidad, a pesar de no ser representativos. La democracia exclusivista no
es verdadera democracia. Esto impide, el acceso de la representación de todos
los sectores sociales por otras vías.
En este sistema electoral, los
partidos políticos funcionan como mafias de la “Cosa Nostra”, con su respectivo
caudillo al que se tiene que seguir indiscutiblemente. “El padrino” puede estar
en EE UU, pero aquí, los cupos de dominación se reparten siguiendo el régimen electoral
fraudulento concertado y pactado.
De este modo, los electores no votan
por el programa de gobierno sino, por el caudillo. Pero estos, y las cúpulas
partidocráticas, se reparten el botín estatal y gobiernan según sus intereses
mafiosos. Cometen delito contra la fe pública al gobernar con un programa
distinto al que ofrecen y gobiernan corruptamente, porque así, lo determina el
régimen electoral vigente.
Ya en el 2022 CEPLAN, organismo
oficial del estado publicó en base a las encuestas del INEI: “Las instituciones
consideradas no confiables son lideradas por los partidos políticos”,
presentando el siguiente gráfico:
Nivel de confianza en las instituciones. Enero-junio 2022 (%)
Nota. P/ Preliminar. Tomado de INEI (2022)
“PERÚ: Todos
los expresidentes del Perú vivos, democráticamente elegidos, están o estuvieron
presos, perseguidos o condenados por la justicia de su país: Alberto Fujimori,
Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Pedro
Castillo.”
Como resultado de sus encuestas anuales en diversos países, obtuvo el
siguiente gráfico correspondiente al 2023:
Queda claro pues que, los partidos
políticos se han deteriorado hasta convertirse en repudiables. Pero tenemos la
costumbre de buscar culpables en la derecha y no, entre nosotros. Lo cierto es
que los gobernantes actuales están allí porque nosotros y demás electores los
hemos elegido. Se insiste en atacar a las personas y no al sistema que las hace
gobernantes. ¡Que se vayan todos! Es la grita general, para que vengan otros de
la misma condición y, repetir otra vez la misma psicopatía. ¿Acaso con ello,
cambiará la causa del problema?
La derecha es mayoría en el gobierno
nacional, siendo una minoría ínfima al lado de la amplia mayoría electoral.
¿Por qué sucede esto? Pues, porque nosotros lo permitimos, aceptando sin chistar
el régimen electoral fraudulento. Ninguna organización política popular
protesta contra el régimen político arbitrario y todo sigue igual.
Seguirá así, mientras no vayamos a
los orígenes del problema y luchamos por el cambio hacia una democracia
equitativa proporcional a la representatividad de los sectores de población
nacional. Pero sucede que, ante la pérdida de credibilidad de los partidos
políticos nacionales, han prosperado los movimientos políticos regionales y
locales, aun cuando son cuestionables.
Entonces, los partidos nacionales que
dominan arbitrariamente el Congreso de la república, han decidido eliminar los
movimientos regionales, mediante una reforma constitucional. Esto es
absolutamente antidemocrático e, impide el empoderamiento popular desde la base
de nuestra sociedad. Muchos no se dan por enterados y no reaccionan,
permitiendo las maniobras de la dominación.
Pero veamos el informe del Jurado
Nacional de Elecciones en los procesos electorales sub nacionales, denotando la
orfandad de los partidos políticos nacionales:
ELECCIONES REGIONALES 2010
ELECCIONES MUNICIPALES PROVINCIALES
2010. Organizaciones políticas ganadoras según tipo:
ELECCIONES MUNICIPALES DISTRITALES 2010. Organizaciones políticas ganadoras según tipo %
Este efecto, se mantiene hasta las
últimas elecciones sub nacionales. Según el JNE, en las últimas elecciones
regionales y municipales del 2022, se obtuvo 7,129 autoridades provenientes de
los movimientos regionales de un total de 12,956.
INFORME LECCIONES REGIONALES Y
MUNICIPALES 2022
Organizaciones Políticas en los
resultados de las ERM 2022
Fuente: JNE
Esta corriente política es lo que
pretende destruir el Parlamento de los partidos políticos ante la impotencia
nuestra. Falta la segunda votación parlamentaria para consumar la reforma
constitucional, pero tampoco hay protesta popular que reclame contra esta
arbitrariedad y así, el deterioro político continuará sin resistencia.
Naturalmente, me he referido a los
partidos políticos en general, pero la corrosión también erosiona los partidos
supuestamente populares, sin que se haga algo por revertir el deterioro. A
estos, corresponde eliminar toda la nocividad que los afecta, reformulando sus
esquemas de trabajo, organización y, recuperando sus bases doctrinarias. Este
es el reto también para las nuevas organizaciones políticas, dando
participación equitativa a los sectores populares.
Salvo mejor parecer.
Junio 17- 2024.
No hay comentarios:
Publicar un comentario