sábado, 6 de julio de 2024

LA GUERRA CULTURAL ES LA VASELINA PARA LA IMPOSICIÓN DE LA CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA

 


Por Wellington Calasans/JPS

05.JUL.24 | PostaPorteña 2415

 

 La idea de que la "cultura woke" es un arma occidental para allanar el camino al caos económico derivado del neoliberalismo es un enfoque que ha ganado terreno en los círculos más atentos a los movimientos geopolíticos. Este argumento, aunque complejo, es realista por varias razones

Wellington Calasans   Jornal Pur0 Sangue junio 19, 2024 jornalpurosangue.net/

En primer lugar, la "cultura woke" es un arma que apunta a un objetivo vago e inconsistente. El objetivo es tan amplio que trata de abarcar una variedad de movimientos, ideales y prácticas sociales, desde la falsa búsqueda de algo en torno a la justicia social y la igualdad hasta la defensa de las identidades y derechos LGBTQIA+, una mezcla de trastorno psicológico y caso desesperado de enfermedad psiquiátrica.

Generalizar esta diversidad bajo el nombre de "libertad occidental" es reduccionista e ignora la complejidad de los movimientos sociales y sus motivaciones, priorizando la imposición de subdivisiones minoritarias como un estándar a seguir por todos.

En segundo lugar, los indicios obvios de que la "cultura woke" está siendo instrumentalizada para promover el caos económico. El neoliberalismo, como sistema económico, tiene sus propios defectos intrínsecos, que engendran crisis y desigualdades.

Por eso, relacionar la crisis del neoliberalismo con un "arma woke" es una luz que pone de relieve esta pseudocultura como una dispersión, explícitamente inflada para desviar la atención de las causas reales e impedir el análisis crítico del sistema.

En tercer lugar, la "cultura woke" es utilizada a menudo por el propio neoliberalismo para alentar ataques contra grupos minoritarios y movimientos sociales. Al utilizar la "cultura woke" como estratagema para desestabilizar el orden social, los neoliberales buscan deslegitimar la lucha por la justicia social y los derechos, estigmatizando a quienes realmente se movilizan por la igualdad de todos, mientras que la "cultura woke" potencia las subdivisiones, impidiendo la unidad social.

En lugar de buscar la victimización de las minorías, es crucial analizar el neoliberalismo como responsable de las causas de la crisis económica mundial. La concentración del ingreso, la financiarización de la economía, la desregulación de los mercados y la explotación de mano de obra barata son solo algunos de los factores que contribuyen a la crisis del neoliberalismo.

La búsqueda de soluciones a esta crisis requiere de un análisis crítico del sistema económico y de una postura de diálogo y respeto a los movimientos sociales legítimos que buscan construir una sociedad más justa y sostenible, lejos de los enfermos mentales que se adhieren a la 'cultura woke' como forma de escapar de sus propios fantasmas.

EN LA PRENSA ALTERNATIVA DE EE.UU.

Hace poco vi un video de algunos de mis comentaristas de cine favoritos lamentando la desaparición de la industria del cine.

Trataron de explicar las razones por las que muchas películas taquilleras estaban perdiendo dinero, citando el auge de los servicios de streaming y el comportamiento de algunos clientes en los cines.

Descartaron la idea de la guerra cultural como parte del problema, actuando como si fuera solo una distracción.

Sin embargo, la guerra cultural juega un papel importante en la sociedad actual, y aquellos que ignoran su importancia se están perdiendo la oportunidad de entender lo que está sucediendo en los Estados Unidos y partes de Europa.

Algunas personas optan por retirarse de los asuntos políticos y sociales, prefiriendo evitar el conflicto. Sin embargo, la civilización está experimentando cambios rápidos e intencionales, y todos se verán afectados, independientemente de si creen en la guerra cultural o no.

El mundo del cine es una ventana a los conflictos culturales y puede reflejar las influencias ideológicas detrás de las producciones. Las grandes empresas han estado involucradas en guerras desde 2016, tratando de imponer la ideología de extrema izquierda como dominante.

Compañías como Disney se han enfrentado a fracasos al tratar de promover ideologías políticas en sus producciones, como en el caso de Star Wars.

Algunas empresas están adoptando un enfoque contraproducente al alienar a los consumidores que no están de acuerdo con sus mensajes políticos, culpar al público por no gustarle los productos y tratar de imponer una agenda política.

Las empresas han tratado a los consumidores como sirvientes que deben aceptar los productos y los mensajes políticos sin cuestionarlos. Esto sugiere que las empresas ya no se preocupan por complacer a los consumidores, sino que esperan que acepten cualquier mensaje político que se les imponga.

Existen diferentes teorías para explicar este comportamiento, incluida la posibilidad de un colapso económico inminente que llevaría a los gobiernos a intervenir y rescatar a las empresas, dejando a los líderes corporativos menos preocupados por las ganancias inmediatas.

La Economía Colaborativa, promovida por el Foro Económico Mundial, sugiere un escenario en el que el gobierno proporciona todo y las personas pierden la libertad de elección. Este modelo podría conducir a una mentalidad esclavista, en la que las personas se ven obligadas a aceptar lo que se les da sin cuestionarlas.

La guerra cultural es una batalla entre los que quieren abrazar el sistema distópico propuesto y los que se resisten y luchan contra él. Los escépticos que permanecen ignorantes de la guerra cultural pueden encontrarse sin libertad de elección en el futuro si no se involucran activamente.

NOTA DE ESTE OBSERVADOR DISTANTE

La idea de que la "cultura woke" es un arma occidental para preparar el caos económico arroja luz sobre un debate más serio sobre el uso de personas mentalmente frágiles como escudo para ocultar la dañina agenda neoliberal.

Esta "cultura" sirve para desviar la atención de las verdaderas causas de la crisis del neoliberalismo, estigmatizar a los movimientos sociales y alimentar el ataque a los grupos minoritarios que pretende defender.

Es crucial mantener una mirada crítica sobre estas rarezas y buscar soluciones reales a los problemas socioeconómicos que engendra el neoliberalismo.

Fuente: https://infoposta.com.ar/notas/13551/la-guerra-cultural-es-la-vaselina-para-la-imposici%C3%83%C2%B3n-de-la-concentraci%C3%83%C2%B3n-de-la-riqueza/

 

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