sábado, 30 de noviembre de 2024

SIN UN CENTRO DE GRAVEDAD CENTRALIZADO ES IMPOSIBLE DERROTAR A LOS YEMENÍES

 

¿ESTÁN GANANDO LOS HUTÍES?

El 14 de noviembre de 2023, un mes después del ataque genocida de Israel contra los palestinos en Gaza, Abdul-Malik al-Houthi, uno de los líderes de Ansar Allah y del gobierno de Yemen, realizó un discurso que fue retransmitido por la televisión Al-Masirah. “Tenemos los ojos abiertos a la monitorización constante y la búsqueda de cualquier buque israelí”, dijo. “El enemigo se basa en el camuflaje de sus movimientos en el mar Rojo, especialmente en Bab al-Mandab, y no se atreve a izar las banderas israelíes en sus barcos.” Bab al-Mandab, “la puerta de las lamentaciones”, es el estrecho de 14 millas náuticas entre Yibuti y el Yemen. Lo interesante es que, en arreglo a un tratado de las Naciones Unidas, un país puede reclamar 12 millas náuticas como su límite territorial, lo que significa que la mayor parte de sus aguas se encuentran bajo la jurisdicción de Yemen.

Cinco días después, comandos yemeníes descendieron desde un helicóptero en el Galaxy Leader, un buque de carga que está registrado en las Bahamas y que está operado por la empresa de transporte japonesa NYK, pero que pertenece, en parte, a Abraham Ungar (uno de los hombres israelíes más ricos). El buque sigue retenido en las aguas territoriales de Yemen, en el puerto de Saleef, con sus 25 miembros como rehenes, en la gobernación de Al Hudaydah.

Situado entre Egipto y Jordania, el puerto de Eliat es el único acceso a Israel que no se encuentra en el Mediterráneo

Este asalto al Galaxy Leader, y después a varios otros navíos propiedad de israelíes, detuvo el tráfico de mercancías al Puerto de Eliat, que se encuentra en la desembocadura del golfo de Áqaba. Situado entre Egipto y Jordania, este puerto, que es el único acceso a Israel que no se encuentra en el Mediterráneo, ya no tiene el nivel de tráfico de navíos mercantes que tenía antes de octubre de 2023 y el operador privado del puerto ha dicho que bordea la bancarrota. En el trascurso del año pasado el puerto ha sido objeto de ataques de drones y misiles procedentes de Baréin, Irak y Yemen.

Los ataques estadounidenses no están funcionando

El gobierno yemení ha dicho que cesaría sus ataques si Israel ponía fin a su guerra genocida contra los palestinos. Puesto que la agresión israelí continúa, los ataques de Yemen también han continuado. Estos ataques yemeníes han provocado enormes contraataques a la ya frágil infraestructura de Yemen, incluyendo un ataque israelí a la ciudad portuaria de Al Hudaydah en julio y ataques de misiles puntuales de los Estados Unidos.


Cuando el presidente estadounidense Joe Biden fue preguntado si los bombardeos aéreos estadounidenses y los ataques con misiles estaban funcionando, respondió con franqueza: “Cuando usted dice ‘funcionando’, ¿quiere decir si está deteniendo a los hutíes? No. ¿Van a continuar? Sí.” En otras palabras, el gobierno de Yemen –erróneamente llamado los hutíes por la tradición zaidí del islam seguida por una cuarta parte de la población yemení– no va a cesar sus ataques sobre Israel solo porque los EE UU y los israelíes hayan estado atacando a su país. La oposición yemení al genocidio israelí excede a la comunidad zaidí, al movimiento Ansar Allah y al gobierno yemení. Incluso Tawakkol Karman, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2011 y es un crítico del gobierno yemení, ha expresado abiertamente sus críticas a Israel.

Hay al menos 40.000 tropas estadounidenses presentes en Oriente Medio y al menos un grupo de batalla con destructores y portaaviones de manera permanente

La admisión de Biden de que los ataques con misiles estadounidenses no detendrán a Yemen a la hora de llevar a cabo sus ataques es precisa. Yemen se ha enfrentado a un bombardeo criminal de Arabia Saudí desde 2015 a 2023. Los saudíes han destruido buena parte de las infraestructuras en Yemen. Y con todo, los yemeníes han mantenido la habilidad de atacar objetivos israelíes. En octubre de 2024 el ejército estadounidense desplegó bombarderos B-2 Spirit para atacar lo que el Pentágono describió como “cinco objetivos subterráneos”. No es claro si estos depósitos de armas fueron destruidos, pero muestra la creciente desesperación de EE UU e Israel a la hora de intentar detener los ataques yemeníes.

Los nombres de las misiones estadounidenses (Operation Prosperity Guardian y Operation Poseidon Archer) impresionan. Están apoyadas por el despliegue de un grupo de batalla de portaaviones para proteger a Israel y atacar a Yemen, así como a los grupos que tratan de detener el genocidio israelí. Hay al menos 40.000 tropas estadounidenses presentes en Oriente Medio y al menos un grupo de batalla con destructores y portaaviones de manera permanente. De acuerdo con la Marina estadounidense, hay al menos dos destructores en el mar Mediterráneo (el USS Bulkeley y el USS Arleigh Burke) y dos en el mar Rojo (el USS Cole y el USS Jason Dunham), con el grupo de batalla 8, apoyado por el portaaviones USS Harry S. Truman, en ruta al Mediterráneo, y el USS Abraham Lincoln, hacia el océano Pacífico. Hay una considerable potencia de fuego estadounidense en toda el área que rodea a Israel.

Una solución política

Biden no ha sido el único en decir que los ataques estadounidenses contra Yemen han fracasado. El vicealmirante estadounidense George Wikoff, que dirige la operación Prosperity Guardian, dirigiéndose a un público en Washington D.C. desde su base en Baréin el pasado mes de agosto, dijo que los Estados Unidos no pueden “encontrar un centro de gravedad centralizado” de los yemeníes, lo que significa que no pueden aplicar “una política clásica de disuasión”, en referencia a los drones y misiles abatidos con armas estadounidenses.

Wikoff no mencionó que cada uno de los misiles y drones yemeníes cuesta unos 2.000 dólares, mientras que los misiles estadounidenses empleados para derribarlos cuesta dos millones de dólares. En última instancia puede que al final sean los yemeníes quienes estén degradando al ejército estadounidense (el Wall Street Journal informó en octubre que los arsenales estadounidenses tienen problemas de abastecimiento de misiles de defensa aéreos, y ese mismo periódico informó en junio que EEUU había gastado mil millones de dólares en su guerra en Yemen desde octubre de 2023). Como Biden, Wikoff comentó: “¿Los hemos detenido? No.” En un aparte interesante, Wikoff dijo que “la solución no va a venir de la punta de un cañón”.

Por lo que respecta al gobierno yemení, la única solución llegará cuando Israel ponga fin a su genocidio. Pero incluso un alto el fuego podría no ser suficiente. A comienzos de noviembre, la funcionaria de Naciones Unidas Louise Wateridge subió un vídeo a la red social X sobre la desolación en el norte de Gaza y escribió que “toda una sociedad es ahora un cementerio”. La habilidad del gobierno yemení para bloquear el comercio israelí y mantener a los EEUU a raya de su costa podría animarlos a continuar si Israel mantiene sus políticas ilegales de genocidio, limpieza étnica y apartheid. Tanto Wikoff como Biden están de acuerdo en que la política estadounidense no ha funcionado. Wikoff incluso dijo que la solución no iba a llegar mediante la fuerza militar. Que tendrá que ser política.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/analisis/estan-ganando-huties-yemen-bloqueo-bab-mandeb

 

LA IA PODRÍA EVOLUCIONAR APRENDIENDO DEL GENOMA HUMANO: EL ALGORITMO


Un algoritmo informático que pliega montones de datos en un paquete ordenado, de forma similar a nuestro genoma, podría marcar la nueva evolución de la IA

Utilizando una versión informática de la estructura o diseño del genoma humano comprimida en un algoritmo, los científicos han dado los primeros pasos para lograr que las redes neuronales artificiales aprendan y evolucionen de una manera que refleja los procesos humanos y de todas las criaturas vivientes en la naturaleza, abriendo nuevas posibilidades de investigación en IA.

Científicos del Laboratorio Cold Spring Harbor, en Estados Unidos, explican en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) que la creación de un algoritmo que comprime la información siguiendo los patrones del código genético humano les ha permitido activar redes neuronales artificiales que superan en sus habilidades a los sistemas actuales de Inteligencia Artificial (IA).

El hallazgo, que podría dar paso a una nueva fase de evolución de la IA, comenzó con una inquietud sobre el poder para comprimir la información del genoma humano y de los códigos genéticos del resto de las especies en la naturaleza. Los investigadores se preguntaron cómo nuestro genoma puede acumular en una pequeña fracción del código genético la información necesaria para formar los billones de conexiones neuronales necesarios para controlar comportamientos complejos. Este esquema, con menor complejidad, se repite en el resto de las especies.

Información comprimida y evolución

Los científicos pensaron que esa condición es quizás una estrategia evolutiva natural: somos capaces de aprender rápidamente porque los límites del genoma nos obligan a adaptarnos con velocidad. Así nació la idea del “algoritmo de cuello de botella genómico”: un código informático que replica la forma de comprimir grandes cantidades de datos en poco espacio que utilizan el genoma humano y otros códigos genéticos en la naturaleza.

“La arquitectura cortical del cerebro humano permite la acumulación de alrededor de 280 terabytes de información, o sea el equivalente a 32 años de video de alta definición. Sin embargo, nuestros genomas tienen capacidad para almacenar aproximadamente una hora: esto implica que funciona una tecnología de compresión de 400.000 veces, algo que la IA no puede alcanzar aún”, indicó en una nota de prensa el profesor Alexei Koulakov, uno de los autores del estudio.

Sin embargo, el algoritmo creado por los investigadores busca acercarse a esta proeza de nuestro código genético: pliega montones de datos en un paquete ordenado de forma similar a nuestro genoma, comprimiendo la información necesaria para formar y hacer funcionar redes neuronales artificiales, de manera semejante a los datos requeridos por los circuitos cerebrales naturales que comprime el genoma humano.

Hacia una IA más rápida y avanzada

Al probar el “algoritmo de cuello de botella genómico” contra redes de IA que se someten a múltiples rondas de entrenamiento, los especialistas descubrieron que el nuevo algoritmo realiza tareas como el reconocimiento de imágenes casi tan efectivamente como la IA de última generación. Incluso, el algoritmo puede ejecutar videojuegos de forma inmediata: es como si entendiera de manera innata cómo jugar.

Aunque la tecnología disponible aún no permite alcanzar la capacidad del cerebro humano y de nuestro genoma, el algoritmo desarrollado facilita niveles de compresión hasta ahora no vistos en la IA. Esa característica podría tener usos impresionantes y altamente innovadores en tecnología, permitiendo el desarrollo de aplicaciones para una IA más evolucionada y con tiempos de ejecución más rápidos.

Referencia

Encoding innate ability through a genomic bottleneck. Sergey Shuvaev et al. PNAS (2024). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2409160121

Fuente: https://www.levante-emv.com/tendencias21/2024/11/28/ia-evolucionar-aprendiendo-genoma-humano-112139517.html

 

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL DESAFÍA A LA COMPUTACIÓN CUÁNTICA

 

Puede predecir las propiedades de las moléculas y los materiales con una precisión superior usando hardware convencional


Recreación artística de la IA imponiéndose a la computación cuántica. / IA/T21

Eduardo Martínez de la Fe

Madrid 25 NOV 2024 11:20 Actualizada 29 NOV 2024 14:00

Aunque la computación cuántica ha sido aclamada como el futuro de la tecnología y atraído poderosas inversiones, los últimos avances en inteligencia artificial suscitan dudas sobre si realmente necesitaremos los ordenadores cuánticos.

Algo sorprendente está ocurriendo en el mundo de la vanguardia tecnológica: un inesperado duelo se ha desatado entre la computación cuántica, largamente aclamada como la próxima revolución tecnológica, y la inteligencia artificial, que avanza a pasos agigantados en campos colindantes con la computación cuántica.

Durante años, la computación cuántica, que utiliza las propiedades de interferencia de las partículas cuánticas entrelazadas, conocidas como cúbits, para establecer conexiones íntimas entre cada bit de información cuántica, ha sido el niño prodigio de la industria tecnológica. Gigantes como IBM, Google y Microsoft han invertido miles de millones en su desarrollo, prometiendo una era de avances sin precedentes en campos tan diversos como la química, la física y las finanzas.

La computación cuántica aprovecha las extrañas propiedades del mundo cuántico para realizar cálculos que desafían la imaginación, resolviendo en segundos problemas que tomarían milenios a las supercomputadoras más potentes de hoy.

Sin embargo, mientras los ingenieros cuánticos luchan por superar los desafíos técnicos de construir máquinas estables con suficientes cúbits (la unidad básica de la computación cuántica), la inteligencia artificial ha estado silenciosamente cerrando la brecha que la separaba de la computación cuántica.

Los recientes avances en aprendizaje profundo y redes neuronales han demostrado una sorprendente capacidad para abordar muchos de los mismos problemas que la computación cuántica prometía resolver.

Competencia tecnológica

El hecho clave es que los científicos están descubriendo que los modelos de IA pueden simular sistemas químicos complejos, predecir propiedades de materiales y optimizar procesos logísticos con una eficacia que rivaliza, y en algunos casos supera, las expectativas de las computadoras cuánticas, señala MIT Technology Review en un artículo que ha levantado revuelo. Esta inesperada competencia ha llevado a algunos expertos a cuestionar si la computación cuántica llegará a tiempo para cumplir sus promesas antes de que la IA la vuelva obsoleta.

La “batalla” entre estas dos tecnologías de vanguardia no es solo una cuestión de capacidad técnica, sino también de practicidad y accesibilidad. Mientras que la computación cuántica requiere infraestructuras especializadas y costosas, operando a temperaturas cercanas al cero absoluto, la IA puede desplegarse en hardware convencional, aprovechando décadas de inversión en computación clásica. Esta ventaja en términos de implementación y escalabilidad podría ser decisiva en la carrera por dominar el futuro de la computación de alto rendimiento (HPC), que en la actualidad resuelve algunos de los problemas informáticos más complejos en tiempo real.

Complementariedad versus competencia

No obstante, sería ingenuo quedarnos en este aparente duelo tecnológico. La computación cuántica, a pesar de sus desafíos, sigue ofreciendo promesas únicas, especialmente en áreas como la simulación de sistemas cuánticos complejos y la criptografía. Además, el potencial de colaboración entre IA y computación cuántica sugiere un futuro más probable en el que ambas tecnologías se complementan en lugar de competir entre sí.

Este escenario parece mucho más consistente que el del duelo tecnológico señala una nueva investigación: a medida que avanza la computación cuántica, la inteligencia artificial surge como el facilitador crítico que promete cerrar la brecha entre las plataformas experimentales actuales y las futuras aplicaciones de computación cuántica tolerantes a fallos, según los autores de este trabajo.

Derivadas económicas y éticas

En cualquier caso, este debate ya está planteado y no solo tiene implicaciones técnicas, sino también económicas y éticas. Las empresas y gobiernos que han invertido fuertemente en computación cuántica se enfrentan ahora a decisiones difíciles sobre cómo asignar recursos y priorizar investigaciones. Mientras tanto, el rápido avance de la IA plantea sus propias preguntas sobre privacidad, seguridad y el impacto en el empleo y la sociedad.

A medida que esta competencia se desarrolla, una cosa queda clara: el futuro de la computación será más diverso y dinámico de lo que muchos anticiparon. La carrera entre la IA y la computación cuántica no es solo una batalla por la supremacía tecnológica, sino un catalizador para la innovación que está empujando los límites de lo posible en ciencia y tecnología.

Fuente: https://www.levante-emv.com/tendencias21/2024/11/25/inteligencia-artificial-desafia-computacion-cuantica-112015846.html


LA MODERNIDAD LIBERAL SE DEVORA A SÍ MISMA

 

27 noviembre 2024

Andrea Zhok

La síntesis extrema de esta época (las Olimpiadas sexualmente ambiguas, los enfrentamientos étnicos en el Reino Unido, las masacres diarias de palestinos por parte de la «única democracia de Oriente Próximo», la censura social, etc.) puede articularse, en mi opinión, en dos etapas fundamentales.

Andrea Zhok - Revista Adáraga 25/11/24

Primera etapa: la modernidad liberal comienza destruyendo sistemáticamente todos los fundamentos, todas las distinciones esenciales, todos los principios rectores, todas las tradiciones, todas las costumbres, todo ello en nombre de la libertad y de su propia «superioridad de la ilustración». Cultura liberal (post-ilustración, liberal/neoliberal, relativista, individualista, «progresista»).

«Allí donde ha llegado al poder, […] ha destruido todas las condiciones de vida feudales, patriarcales e idílicas. Ha desgarrado sin piedad los pintorescos lazos que, en la sociedad feudal, unían al hombre con sus superiores naturales, y no ha dejado otro vínculo entre hombre y hombre que el interés desnudo, el despiadado ‘pago al contado’. Ha ahogado en las aguas heladas del cálculo egoísta los santos temblores de la exaltación religiosa, del entusiasmo caballeresco y del sentimentalismo pequeñoburgués. Ha convertido la dignidad personal en un mero valor de cambio; y en lugar de las innumerables franquicias laboriosamente adquiridas y patentadas, ha colocado la sola libertad del comercio sin escrúpulos. En una palabra, en lugar de la explotación velada en ilusiones religiosas y políticas, ha sustituido la explotación abierta, sin pretensiones, directa y seca» (Marx, Manifiesto comunista, sección I)

La actitud de Marx oscilaba característicamente entre la conciencia de la dinámica destructiva y la fascinación por el poder revolucionario. Cuando Marx escribió estas líneas, esta ambivalencia era bastante comprensible, ya que gran parte del viejo mundo merecía ser enterrado y el incendio sociocultural en curso ahorraba el esfuerzo del entierro.

Pero como ocurre con los fuegos reales, una vez que han alcanzado una cierta masa crítica, se encienden por sí solos y ya no pueden ser contenidos ni regulados (Marx imaginó el comunismo como un medio de contener y regular el fuego encendido por la modernidad liberal, de convertirlo en un horno útil para la humanidad, pero subestimó en gran medida hasta qué punto la propia humanidad, cualquier idea sustancial de ella, estaba siendo así incinerada).

Segunda etapa: entonces, cuando al cabo de años, decenios o siglos, el caos comienza a dominar, cuando toda categoría se ha disuelto en un relativismo que creemos brillante, cuando la desorientación, la prevaricación y el sentimiento de injusticia se imponen con él, cuando todo orden está comprometido, toda dirección es ininteligible, cuando la libertad se ha transformado en arbitrariedad, las reglas en excepciones, cuando todo esto se ha convertido poco a poco en una segunda naturaleza y en una forma mentis generalizada, entonces comienza una nueva era de coerción, sanciones, vigilancia y control, de violencia por parte del poder constituido, a la altura de los momentos más oscuros del Antiguo Régimen, pero a diferencia de éste, llevada no por el peso de la tradición, sino por la insoportable ligereza de la arbitrariedad.

La arbitrariedad de los lobbies de colores, de las multinacionales anónimas o de los oligarcas lejanos. La irracionalidad de los procesos de toma de decisiones, su ilógica, sus contradicciones internas y su flexible oportunismo los hacen difíciles de comprender (y quienes intentan racionalizarlos son fácilmente acusados de «conspiracionistas»).

En este contexto, las identidades personales y colectivas se desintegran, dando paso, generación tras generación, a estados cada vez más disociados, irresueltos, a la vez frágiles y agresivos. El conflicto alimentado sistemáticamente por el choque de creencias desorganizadas y fragmentos motivacionales salvajes, la reducción del fundamento ontológico al capricho psicológico y la divergencia de expectativas mutuas, crea el caldo de cultivo para la aceptación de la represión, la vigilancia, los juicios sumarios e incluso la violencia precipitada.

La modernidad liberal se devora a sí misma, y nosotros nos debatimos entre un plato de comida y los residuos de la vida entre los dientes.

Fuente: https://infoposta.com.ar/notas/13787/la-modernidad-liberal-se-devora-a-s%C3%83%C2%AD-misma/

INVITACION A VOLVER A LEER A ENGELS Y LOS CUADERNOS DE LENIN SOBRE LA DIALÉCTICA

 

I

Interesante el planteamiento de la relación entre lo universal, lo singular y lo particular.

A propósito de "lo universal". Recuerdo que en educación secundaria (en mi caso entre 1969-1973) nos enseñaban el curso de Historia Universal, pero bien pensado no era una historia "universal" (que por lo menos incluyera Marte, Saturno, etc.), sino solamente historia mundial

Ese uso arbitrario del concepto de universal, me parece que es una herencia no superada de los tiempos de la Edad Media, cuando todavía se consideraba que "la Tierra era el centro del universo".

Mao Zedong, y no solo él, reiteradamente escribió   sobre la "verdad universal".

En los otros planetas del sistema solar es muy posible que las leyes de los movimientos mecánicos, los movimientos físicos, y los movimientos químicos de la materia sean las mismas que en la Tierra.

Pero no podemos adelantar que las leyes del movimiento biológico y las leyes sociales sean las mismas, suponiendo que exista vida orgánica en esos otros planetas.

Engels, en una carta a Marx, celebró su descubrimiento de la relación entre las diversas formas de movimiento de la materia. (buscaré la carta y te la envío).

Miguel Aragón

Lima, 30 noviembre 2024

 

II

 

CARTA DE ENGELS A MARX

Londres, 30 de mayo de 1873.

Esta mañana mientras aún estaba en la cama, me vinieron a la mente las siguientes ideas dialécticas sobre las ciencias naturales:

Tema de la ciencia de la naturaleza: la materia en movimiento, los cuerpos. Los cuerpos no pueden ser separados del movimiento, sus formas y especies sólo pueden conocerse mediante su movimiento; nada puede afirmarse de los cuerpos aislados del movimiento, de toda relación con otros cuerpos. Solo en su movimiento revela un cuerpo lo que es. Por consiguiente, la ciencia de la naturaleza conoce a los cuerpos considerándolos en su relación recíproca, en movimiento. El conocimiento de las diferentes formas del movimiento es el conocimiento de los cuerpos. La investigación de estas diferentes formas del movimiento es, por lo tanto, el tema principal de la ciencia de la naturaleza*.

1) La forma más simple del movimiento es el cambio de lugar (en el tiempo, para complacer al viejo Hegel): el movimiento mecánico.

a) No existe una cosa tal como el movimiento de un solo cuerpo, si no es hablando relativamente; la caída puede tratarse como tal. Movimiento hacia un centro común a muchos cuerpos. Pero en cuanto un cuerpo individual se mueve en una dirección distinta de la dirección al centro, a la vez que sigue sujeto a las leyes de la caída, éstas experimentan una modificación**.

b) En las leyes de las órbitas, conducen directamente al movimiento recíproco de varios cuerpos movimiento planetario, etc., astronomía, equilibrio, pasajero o aparente en el movimiento mismo. Pero el resultado real de esta clase de movimiento es siempre, en última instancia, el contacto de los cuerpos en movimiento, Jos que caen unos sobre otros.

c) Mecánica del contacto: cuerpos en contacto, mecánica ordinaria, palancas, planos inclinados, etc. Pero los efectos del contacto no se agotan en estos ejemplos. El contacto se manifiesta directamente en dos formas: fricción y choque. Ambas tienen en común la propiedad de que a determinados grados de intensidad y en ciertas o condiciones generales, producen efectos mecánicos nuevos que ya no son meramente mecánicos: calor, luz, electricidad, magnetismo.

2) La física propiamente dicha, la ciencia de estas formas generales del movimiento, después de investigar cada una por separado, establece el hecho de que en ciertas condiciones éstas se convierten unas en otras y finalmente descubre que todas ellas en cierto grado de intensidad que varía según los distintos cuerpos puestos en movimiento producen efectos que trascienden a la física, que cambian la estructura interna de los cuerpos: efectos químicos.

3) Química. Para la investigación de las formas anteriores del movimiento, era más o menos indiferente que se tratase de cuerpos animados o inanimados. Los cuerpos inanimados exhibían los fenómenos en su mayor pureza. La química, en cambio, sólo puede distinguir la naturaleza química de los cuerpos más importantes, en sustancias surgidas del proceso mismo de la vida; su tarea principal es cada vez más la de preparar artificialmente esas sustancias. Constituye la transición a las Ciencias orgánicas, pero la transición dialéctica sólo puede realizase cuando la química haga la transición real o esté a punto de hacerla ***.

4) Organismo. Por el momento**** no me embarcaré aquí en ninguna dialéctica.

Si te metes en las ciencias naturales estarás en la mejor posición para juzgar las verdades que contiene.

 

En una carta a Bernstein del 27 de febrero l de marzo de 1883, Engels escribía: "Schorlemmer es indudablemente la persona más eminente de los partidos socialistas europeos después de Marx. Cuando le conocí hace veinte años, ya era comunista. En aquel tiempo era un modesto asistente privado de profesores ingleses, hoy es miembro de la Royal Society (la Academia de Ciencias de aquí) y la primera autoridad del mundo en su especialidad, la química de los hidrocarburos más sencillos (parafina y sus derivados). El importante manual de química que publicó junto con Roscoe, pero cuyo texto escribió casi enteramente (Como lo saben todos los químicos) ocupa ahora el primer puesto en Inglaterra y Alemania. Y ha ganado el prestigio de que goza en el extranjero únicamente por una verdadera labor científica, sin hacer una sola concesión a la hipocresía, en lucha con gente que lo explotó mientras pudo hacerlo. Y con todo esto, no le preocupa aparecer como socialista en cualquier parte, lee el Social-Democrat en la mesa del profesor titular, etc., pero exige, y con razón, que bajo ningún pretexto se lo arrastre a la acción pública como lo hizo Viereck sin su consentimiento...”

 

* Al margen de este párrafo escribió Karl Schorlemmer: “Muy bien; es mi opinión. K. S." (Ed.)

** Nota marginal de Karl Schorlemmer: "Muy cierto" (Ed)

*** Nota marginal de Karl Schorlemmet: "Aquí está la Cuestión” (Ed)

**** Nota marginal de Karl Schorlemmer: “Tampoco yo”. (Ed)

Fuente: Correspondencia: Carlos Marx – Federico Engels, Editorial Cartago, Bs As 1973, pág.265 - 267

 

III

 

CARTA DE ENGELS DE MAYO DE 1873

(30 de noviembre de 2024)

Miguel Aragón

1

El año 1873, Engels se encontraba en plena investigación de las leyes del movimiento de la naturaleza, acumulando materiales para su libro Dialéctica de la(s) Ciencia(s) de la Naturaleza o Dialéctica de la Naturaleza.

El 30 de mayo de 1873 Engels escribió esta carta a Marx, con conclusiones geniales sobre la relación existente entre mecánica, física y química (le faltó biología).

El libro planeado por Engels quedó trunco, tuvo que dedicar tiempo valioso para su recopilación de artículos La subversión de la ciencia por el Sr Duhring, en los cuales incluyó parte de la investigación sobre las leyes del desarrollo de la naturaleza.

Poco tiempo después, Engels tuvo que dedicarse a la revisión y publicación de los tomos II y III del libro El Capital de Carlos Marx.

La revisión y continuación de su trabajo de investigación sobre la naturaleza quedó como tarea para las siguientes generaciones.

Recopilar y ordenar todo lo producido por cientos de investigadores desde 1873 hasta 2024 es una tarea de titanes.

 

2

El año 1965 yo estudié cursos básicos de física y química y durante los tres años siguientes recibí cursos de mecánica, pero nunca reparé en la relación tan sencilla que existe entre estas tres ramas del conocimiento de la naturaleza.

Espero que la lectura de esta valiosa carta, sirva de estímulo para retomar el estudio de las leyes de la naturaleza, que continúa siendo "la piedra de toque" para comprender y dominar el método dialéctico.

viernes, 29 de noviembre de 2024

DECADENCIA DEL CAPITALISMO, TERCERA GUERRA MUNDIAL EN CIERNES Y PERSPECTIVA PROLETARIA


Alex A. Chamán Portugal

26 noviembre, 2024

 

Introducción

La intensificación de las tensiones interimperialistas, evidenciada en la agresiva estrategia de la OTAN liderada por el imperialismo estadounidense contra Rusia y la creciente influencia de China, configura un escenario de crisis global irreversible. Este contexto plantea un inminente riesgo de una Tercera Guerra Mundial que ya se desarrolla de manera híbrida. Este conflicto no solo refleja las contradicciones inherentes del capitalismo decadente en su fase imperialista, sino también el retroceso estratégico de la revolución proletaria mundial. Este ensayo, fundamentado en el materialismo dialéctico e histórico, analiza cómo el capitalismo perpetúa la explotación de las masas populares hacedoras de la historia y resalta los desafíos históricos que enfrentan las fuerzas revolucionarias en su lucha por contrarrestar las dinámicas globales destructivas.

El capitalismo en decadencia y la rivalidad interimperialista

La rivalidad entre potencias capitalistas es una constante histórica que Lenin definió como una consecuencia inevitable del imperialismo: la fase superior del capitalismo, caracterizada por el monopolio y la disputa por el saqueo global. La autorización del imperialismo estadounidense a Ucrania para utilizar misiles de largo alcance contra Rusia, y las advertencias nucleares por parte de Rusia, no son eventos fortuitos, sino hitos de una lucha por reconfigurar el orden mundial. Mientras algunos analistas argumentan que estamos en una etapa multipolar, otros planteamos una transición hacia una bipolaridad renovada.

Rusia, como una potencia capitalista en ascenso, busca fortalecer su hegemonía frente a las amenazas militares de la OTAN. China, aunque no participa directamente en el conflicto, enfrenta las hostilidades de Estados Unidos, que intenta frenar su crecimiento económico y mayor influencia geopolítica. Desde un análisis materialista dialéctico, ambas potencias están atrapadas en la lógica depredadora del capitalismo, donde la competencia conduce inevitablemente a conflictos destructivos en desmedro de la humanidad entera.

El repliegue de las fuerzas revolucionarias proletarias

Uno de los aspectos más alarmantes del panorama actual es el repliegue estratégico de la revolución proletaria mundial. El colapso de la Unión Soviética, impulsado por el revisionismo, y la transformación de China en un Estado capitalista han debilitado severamente la capacidad de las fuerzas revolucionarias para ofrecer una alternativa real al imperialismo.

Este retroceso ha mermado el impacto del internacionalismo proletario y permitido que las potencias imperialistas actúen con mayor impunidad. Según el materialismo histórico, las guerras interimperialistas no son luchas por la justicia, sino conflictos motivados por el afán de reparto y dominio global, siempre en detrimento de las naciones oprimidas, los pueblos del mundo y el proletariado internacional como última clase de la historia.

La amenaza de una Tercera Guerra Mundial y la resistencia revolucionaria

El peligro de un conflicto nuclear evidencia la brutalidad del capitalismo en su fase imperialista. Sin embargo, esta crisis también ofrece una oportunidad para que las masas y pueblos se organicen y transformen esta guerra injusta en un catalizador revolucionario. Lenin señaló que las guerras imperialistas, pese a su carácter destructivo, pueden convertirse en motores de la revolución si las fuerzas revolucionarias son capaces de dirigir la indignación de las masas hacia el socialismo.

Es imperativo revitalizar las organizaciones proletarias y construir un movimiento internacionalista que enfrente tanto a las potencias imperialistas como a los conflictos que generan. Esto requiere una línea ideológica y política clara, justa, correcta, científica y transformadora como el marxismo-leninismo-maoísmo que movilice y organice a las masas para batallar contra el capitalismo y marchar hacia el socialismo científico.

 

Impacto en las naciones oprimidas y los pueblos del mundo

Los conflictos interimperialistas intensifican la explotación y el saqueo de las naciones oprimidas, eufemísticamente llamadas “en vías de desarrollo”. La profundización de la explotación económica, el despojo de recursos naturales, la destrucción de la producción nacional, la contención al desarrollo del mercado interno, la precarización laboral, la manipulación mediática, la sofisticada alienación e idiotización, así como, el control social son solo algunas de las consecuencias devastadoras para estos países.

En este contexto, la lucha por la liberación nacional y la emancipación económica, social y política sigue siendo una tarea prioritaria. Los pueblos oprimidos enfrentan una doble carga: la opresión imperialista externa y la subordinación interna de las clases dominantes que pugnan por reproducir y eternizar el sistema hegemónico en descomposición.

La tarea de los comunistas, antiimperialistas y antifascistas

Para los comunistas, el desafío es reconstruir el internacionalismo proletario, identificado por Lenin como clave para transformar las guerras interimperialistas en revoluciones socialistas. Es crucial consolidar frentes globales que coordinen la resistencia contra el imperialismo y movilicen a las masas oprimidas hacia la construcción de un mundo socialista como antesala de la sociedad comunista.

Los antiimperialistas y antifascistas, por su parte, deben articular movimientos amplios que rechacen las guerras y promuevan la autodeterminación de los pueblos. Esto requiere denunciar las narrativas hegemónicas que justifican los conflictos y ofrecer una alternativa basada en justicia social, equidad económica y emancipación política.

Todos estos esfuerzos deben orientarse hacia la erradicación del sistema capitalista-imperialista, que constituye la base material de los conflictos y la explotación. Solo un programa político claro, centrado en el socialismo científico, puede garantizar una paz duradera, la justicia global, el progreso, desarrollo y bienestar para la humanidad.

 

Conclusión

El ascenso de las tensiones interimperialistas lideradas por Estados Unidos y la OTAN, así como la respuesta de Rusia y el rol indirecto de China, configuran un panorama de caos global que podría desembocar en una plena Tercera Guerra Mundial. Este conflicto, lejos de ser una lucha por ideales nobles, refleja el colapso del capitalismo en su fase terminal que es el imperialismo.

Desde una perspectiva revolucionaria, es fundamental superar el repliegue de las fuerzas proletarias y construir un movimiento internacionalista capaz de confrontar las fuerzas destructivas del capitalismo. Solo transformando esta crisis en una oportunidad revolucionaria será posible evitar que la humanidad sea arrastrada hacia la barbarie y avanzar hacia una sociedad socialista y, finalmente, comunista, que elimine las causas estructurales de la guerra, las injusticias, las desigualdades como la explotación y la opresión.


Fuente: https://inmediaciones.org/decadencia-del-capitalismo-tercera-guerra-mundial-en-ciernes-y-perspectiva-proletaria/

LA HEGEMONÍA CULTURAL Y LA BATALLA POR LAS IDEAS


Por José Alsina Calvés

 

De alguna manera, la batalla por las ideas se ha dado siempre en la historia de los estados y los imperios. La lucha contra las herejías en el seno de la Iglesia Católica, las discusiones teológicas entre el islam y el cristianismo o la polémica Reforma/Contrarreforma frente al cisma luterano son buenos ejemplos. Esta batalla por las ideas era la nematología que acompañaba, en ocasiones, al enfrentamiento militar

José Alsina Calvés -  POSMODERNIA 23/11/24

Sin embargo, el primero que reflexionó y teorizó sobre estas cuestiones fue el filósofo marxista italiano Antonio Gramsci (Ales, Cerdeña, 22 de enero de 1891 – Roma, 27 de abril de 1937). Gramsci fue uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano en 1921, junto a Palmiro Togliatti. En 1926 fue detenido y encarcelado por el régimen fascista, y durante su estancia en prisión escribe los Cuadernos de la cárcel, en los que reflexiona sobre el fracaso del comunismo en Italia y la victoria fascista.

Las ideas de Gramsci sobre el papel de la hegemonía cultural pueden considerarse una revisión importante del marxismo. Según las tesis marxistas clásicas existe una infraestructura (modos de producción), que determina una estructura (organización política), y esta, a su vez, determina una superestructura (religión, filosofía, ideologías).

Es bastante evidente que esta tesis marxista es esencialmente falsa. Solamente hay que echar un vistazo al origen histórico de la Modernidad para ver qué ocurre exactamente al revés: empieza con una revolución en el plano teológico con el protestantismo (superestructura), viene después una revolución ideológica y filosófica con la Ilustración (superestructura), después un cambio político con la Revolución Francesa (estructura), y solamente al final la Revolución Industrial (infraestructura).

Las reflexiones de Gramsci sobre el triunfo del fascismo en Italia le llevan a la idea de que la superestructura puede actuar sobre la estructura, y que la conquista de la hegemonía cultural en una sociedad es previa a la revolución política. Sin embargo, su falta de una teoría del Estado y del Imperio, propia de su formación marxista, le impidieron darse cuenta de la influencia de la dialéctica de los estados y de los imperios, a través de sus nematologías, en los cambios en la hegemonía.

La estrategia gramscista fue adoptada por las izquierdas occidentales entre las décadas de los 60 y los 70 del siglo pasado. En estas izquierdas, debido al mayo del 68 y a la escuela de Frankfurt, el marxismo estaba ya en decadencia. La consecuencia fue que, después de la caída de la URSS, muchos de estos mitemas “izquierdistas” fueron instrumentalizados con el globalismo, razón por la cual pensamos que es equivocado llamarlos “marxismo cultural”.

En el agitado 1968 francés, el joven escritor y periodista Alain de Benoist (1943) puso en marcha el periódico Nouvelle Ecole (febrero-marzo) y organizó el 11 y 12 de noviembre, en Lyon, un primer seminario bajo la pregunta: ¿Qu’est-ce que la métapolitique? Dos meses después, en enero de 1969, cuarenta militantes nacional europeístas franceses, capitaneados por Benoist, fundaban oficialmente GRECE, Groupement de Recherche et d’Études pour la Civilisation Européenne, organización que no se define como un movimiento político, sino como una escuela de pensamiento que adopta una perspectiva metapolítica. Diez años después ya eran conocidos sobre todo como Nouvelle Droite, Nueva Derecha (europea)[1]

Aunque con ideas distintas a las de Gramsci, Alain de Benoist reivindica una estrategia gramscista, una conquista de la hegemonía cultural que debe ser previa a la acción política. Vemos que aparece un término nuevo: Metapolítica, que no había sido utilizado por Gramsci. En realidad, no es tan nuevo, pues su origen hay que buscarlo en el siglo XVI, en la obra un sabio e ilustre clérigo católico español, nacido en Madrid el 23 de mayo de 1606 y gloria del Imperio hispánico, donde se utiliza por vez primera el término Metapolítica. Así tituló Juan Caramuel (1606-1682), fraile cisterciense, uno de los manuscritos inéditos que se conservan en el Fondo Caramuel del Archivio Storico Diocesano de Vigevano, la ciudad de la provincia de Pavía de la que fue Obispo desde septiembre de 1673 hasta su fallecimiento en 1682. Como esta obra permaneció inédita, e inédita permanece, que sepamos, es arriesgado aventurar sobre cualquier posible influencia que pudiera deberse a tal ocurrencia del que algunos dicen el Leibniz español[2]

A partir de este momento, el término Metapolítica se ha convertido en sinónimo de lucha cultural y de batalla por las ideas y por la hegemonía. Según el filósofo argentino Alberto Buela[3], los objetivos de la actividad metapolítica son la lucha contra lo “políticamente correcto”, el pensamiento único y la policía del pensamiento. Otros autores, como Santiago Armesilla o José Ramón Bravo[4] han relacionado este pensamiento único (ideología “woke”, derechos humanos, fundamentalismo democrático) con las nematologías del angloimperio y han puesto en relevancia su funcionalidad geopolítica.

La actividad metapolítica se convierte, pues, en un elemento de disenso, de rotura absoluta con el consenso “progre” que se impone como pensamiento único en nuestras sociedades. Su carácter disruptivo se pone en manifiesto por la reacción de los representantes del consenso oficial, desde políticos en activo (de “izquierda” y “derecha”) hasta las furcias mediáticas a su servicio: se niegan al debate y practican la “cancelación”. El eslogan “el fascismo no se discute, se combate” resume perfectamente esta actitud, entendiendo que la etiqueta de “fascismo” se coloca, de forma totalmente acrítica, sobre cualquier posición disidente.

En el combate metapolítico cobra gran importancia el significado de los términos, y la reivindicación desacomplejada de aquellos más denostados por el pensamiento único. Vamos a poner un ejemplo con el término populismo.

De un tiempo a esta parte es habitual oír a los representantes del pensamiento único tildar de populista a cualquier político o partido que no encaje al 100% en lo políticamente correcto. Hay que aclarar que es un término tan confuso como el de “fascista” o “ultraderecha”, y que lo pueden aplicar tanto a Trump, a Bolsonaro, a Marine Lepen o a Orban. Según su definición las características del populismo son:

1.      Dar respuestas sencillas a problemas complejos

2.     Apelar al miedo y al odio

3.     Prometer cosas que no pueden cumplir.

Según su propia definición, el término populista podría aplicarse a cualquier partido sistémico, sea socialdemócrata o liberal-conservador. Dan respuestas sencillas a problemas complejos (todo lo que ocurres es culpa del “cambio climático”, del heteropatriarcado y de la “desinformación”), apelan al miedo (sequias, inundaciones, pandemias) y al odio (que viene la “ultraderecha”), y, obviamente, prometen lo que no van a cumplir (no hay más que escuchar las promesas electorales).

Sin embrago, el populismo significa otra cosa, y debe ser reivindicado con orgullo. Remite a pueblo, y este término es la respuesta a la pregunta heideggeriana: ¿Quiénes somos nosotros mismos? Y su respuesta es: el ser nosotros mismos es el pueblo. Nos remite a la idea de identidad que da forma a una comunidad política, identidad formada a través de la historia, y resume y sintetiza tres realidades existenciales que definen al ser humano: ser en el mundo (sobre un territorio, la patria o tierra de los padres), ser en el tiempo (la historia que nos ha forjada como somos, la tradición), y ser con los otros (la comunidad).

Es, pues, tarea metapolítica la deconstrucción de todos estos términos que utiliza el pensamiento único y la construcción de un significado alternativo. Trabajar para que este significado alternativo cobre vigencia en el medio social y allanar, poco a poco, el camino hacia la hegemonía. Es la teoría del Disenso de la que habla Buela.

La tarea metapolítica rinde a largo plazo, pero su eficacia es indudable. Los movimientos políticos alternativos acaban recogiendo el fruto de la semilla sembrada por la actividad metapolítica. Los éxitos electorales de Marine Lepen en Francia, o de Meloni y Salvini en Italia son, en gran parte, deudores de más de 20 años de actividad de asociaciones culturales y deportivas, de revistas, de editoriales y de pensadores que han ido conquistando en parte la hegemonía social.

En España, aunque con retraso, empieza a haber una importante actividad metapolítica, en forma de asociaciones, blogs, revistas, editoriales y espacios alternativos. Este es el camino.


[1] Buela, A. (2022) Epítome de Metapolítica. Tarragona, Ediciones Fides.

[2] Buela, obra citada.

[3] Buela, obra citada.

[4] Ramón Bravo, J. (2022) Filosofía del Imperio y la Nación del siglo XXI. Ensayo sobre el problema político de las Españas y las Rusias. Oviedo, Editorial Pentalfa.

Fuente: https://infoposta.com.ar/notas/13785/la-hegemon%C3%83%C2%ADa-cultural-y-la-batalla-por-las-ideas/

JOE BIDEN PIERDE LATINOAMÉRICA ANTE XI JINPING


Durante la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que tuvo lugar en Perú, al presidente de China se le reservó una posición central y en primera fila, mientras que su homólogo de EE.UU. estuvo en la segunda y a un extremo que lo dejó poco visible. 

La explicación que se dio es que los líderes se colocaron en orden alfabético, por lo que Xi Jinping quedó entre los primeros (China) y Joe Biden entre los últimos (United States of America). 

Pero en la cumbre del G20 en Brasil volvió a quedar en el centro y en la primera fila de la foto, mientras que Biden, directamente, quedó fuera. Funcionarios dijeron que la instantánea la tomaron antes de que el mandatario estadounidense pudiera llegar. 

EE.UU. solía considerar a Latinoamérica “su patio trasero”, un término despectivo a pesar de la importancia vital de la región que posee el 57 % de las reservas globales de litio, el 37 % del cobre, casi una quinta parte del petróleo, cerca de un tercio del agua dulce y el bosque más grande del mundo. 

Pekín se da cuenta de la relevancia de América Latina y añadió una visita de Estado a Perú enviando una delegación de cientos de empresarios chinos para inaugurar la primera fase de un puerto gigante de $ 3.500 millones que pretende revolucionar las entregas desde la costa latinoamericana del Pacífico hacia China. 

Washington, por el contrario, anunció 9 helicópteros Black Hawk para un programa antidroga de $ 65 millones y la donación de trenes de segunda mano de California para el sistema de metro de Lima. 

En Brasil ocurre algo parecido. Xi recibió todos los honores incluso después de su visita en el G20 cuando Biden ya volaba de regreso. La explicación es simple. El país norteamericano donará $ 50 millones para un fondo de conservación, mientras el gigante asiático quiere invertir miles de millones de dólares. 

El comercio entre China y Latinoamérica se disparó en las últimas dos décadas pasando de $ 12.000 millones en el año 2000 a $ 450.000 millones en 2023, convirtiéndose Pekín en el mayor socio comercial para la mayoría de las naciones centro y sudamericanas. 

Xi también ha sido muy cuidadoso al invertir en Sudamérica, centrándose en sectores estratégicos como la minería, la generación y transmisión de energía, y la infraestructura digital y de transporte. Biden, en cambio, ha descuidado toda esta relación comercial. 

Fuente: Financial Times