jueves, 6 de mayo de 2010

POR QUÉ CINCO GRANDES DIFICULTADES




Pesimismo de la realidad-optimismo del ideal, o también pesimismo del presente-optimismo del futuro, o también pesimismo de la realidad-optimismo de la acción, es la actitud que entraña una negación y a la vez una afirmación. La situación de nuestra América, de nuestro país, es de crisis extrema; pero bien se sabe que toda crisis es una dificultad y también una oportunidad. Debemos conocer esta oportunidad, esta posibilidad en el contexto internacional, nacional, ya que nada está aislado y sí todo está "globalizado" O somos parte del problema o somos parte de su solución.
Actualmente la humanidad (desarrollada o subdesarrollada, capitalista o socialista, de avanzada o marginal) enfrenta cinco graves dificultades dejadas por el proceso histórico, cinco problemas, cinco contradicciones que se agudizan ya en este siglo XXI
Primera.-Producción-Productividad. Durante millones de años hasta antes de la aparición del sistema capitalista, la humanidad sólo conoció, en general, crisis de subproducción. Por hambre murieron millones de seres. Para aprovechar cosechas ajenas lucharon tribu contra tribu, nación contra nación, país contra país. Pero desde el desarrollo de la industrialización capitalista la humanidad comenzó a conocer crisis de sobreproducción. Las mercancías abundan, pero por la misma productividad los pobladores no pueden adquirirlas, porque los salarios son insuficientes o porque cunde el desempleo. Ahora se puede comprender: si el capitalismo es un régimen de producción, el socialismo debe ser un régimen de distribución (de la propiedad, del trabajo, de la renta nacional)
El Derecho Poblano plantea el derecho al trabajo emancipado, el derecho a la vida digna material y espiritual, el derecho al cambio social. Actualmente, la alta productividad alcanzada permite cumplir estos Derechos del Pueblo Trabajador como vía para rehumanizar a la humanidad.
Segunda.-Célula Biológica-Célula Económica. Desde el derrumbe de la comunidad primitiva (propiedad social inicial), la célula biológica (familia patriarcal), devino célula económica. Comenzó así a dominar la propiedad individual primero y la propiedad privada después. Si el hombre explota al hombre, unas células biológicas devienen familias dominantes, después clases dominantes, finalmente Estados de las clases dominantes. Los Estados esclavistas, feudalistas, capitalistas se basan en la célula biológica como célula económica. Una nueva sociedad, desarrollada sobre la base de la propiedad social y la cooperación separa radicalmente la célula económica (para la reproducción del trabajo) de la célula biológica (para la reproducción de la vida) Sólo con esta separación radical se puede resolver la oposición entre trabajo femenino-trabajo masculino, trabajo agrícola-trabajo industrial, trabajo manual-trabajo-intelectual. No olvidemos la célebre máxima de un socialista utópico, que "el grado de emancipación femenina constituye la pauta natural de la emancipación general"
Tercera.-Propiedad Eminente-Propiedad Dependiente. Históricamente, la sociedad humana conoce cuatro tipos de propiedad: social, personal, individual, privada. Antes de la desintegración de la comunidad primitiva, la propiedad social, comunitaria, era la propiedad eminente, que subordinaba a la propiedad personal y propiedad individual. Hoy la propiedad dominante es la propiedad privada, que explota en todas sus modalidades el trabajo ajeno, y subyuga hasta su casi desaparición a los otros tipos de propiedad. Esta es la propiedad que ha desarrollado la producción industrial como ninguna otra. Y este desarrollo, basado en la socialización del trabajo, es incompatible ya con la forma privada de apropiación. Esta forma privada de apropiación debe ser cambiada, y finalmente será cambiada por la forma social de apropiación. Y la razón es que actualmente el sistema dominante enfrenta una grave contradicción: económicamente es internacional, políticamente es nacional. Por la globalización los capitales transnacionales de los países dominantes subordinan a los capitales nacionales de los países dominados. Esta grave contradicción finalmente estallará; y estamos asistiendo ya a sus prolegómenos.
Cuarta.-Partidismo-Apartidismo. Los partidos políticos aparecieron con la revolución liberal. Las logias que impulsaron la independencia americana son muestra de ello. Instaurado el nuevo sistema, los partidos fueron la base de la democracia parlamentaria, pues representaban diversas facciones del sistema productivo. La crisis de la democracia parlamentaria, del sistema partidario no es sino la crisis de este sistema productivo, en nuestros casos del capitalismo nacional. Por eso, el nuevo sistema que reemplazará al actual tiene que cuestionar el sistema partidario: ¿pluripartidismo ("tercera posición"), bipartidismo (conservador-liberal.), monopartidismo (PRI, PCUS, KUOMINTANG), apartidismo? El pluripartidismo sólo puede funcionar como alternativa de cambio social; así, un tercer partido sólo puede actuar como embrion de un nuevo tipo de Estado. El bipartidismo en su apogeo es el "binomio de oro", pues permite al sistema tener su propia oposición tolerada para atraer cualquier disidencia; pero la crisis del bipartidismo es la expresión más patente de la crisis del sistema. El monopartidismo, válido en etapas coyunturales, termina siendo la negación de toda lógica, hasta del propio nombre de Partido (parte, parcialidad, bando) Por eso, el problema del nuevo sistema no es reemplazar una democracia parlamentaria, partidaria, por otra similar, sino sustituir la democracia actual por un tipo nuevo de democracia, aparlamentaria, apartidaria. Es el gran reto de nuestra América y del mundo en este siglo XXI, desde sus mismos comienzos.
Quinta.-Estado de Viejo Tipo-Estado de Nuevo Tipo. La revolución liberal, moderna, capitalista, burguesa, barrió la "basura feudal": derechos señoriales, privilegios locales, monopolios municipales, monopolios gremiales, códigos provinciales; e instauró su propio aparato estatal: ejército permanente, policía política, burocracia estatal, clero oficial, magistratura servil. Éste es el aparato que viene sosteniendo al Estado desde hace casi dos siglos de independencia, pero que está siendo cuestionado por el propio sistema. Antes el "gobierno permanente", en esencia no era sino el aparato "burocrático-militar"; ahora, desde Santa Fe II, el aparato judicial-militar es el verdadero gobierno permanente. Ante él, hasta los Clinton quedaron como simples firmones de lo que maquine, disponga y ordene este cada vez más poderoso gobierno permanente. Pero todo Poder que se basa en la militarización, apenas es un Poder precario, una dictadura precaria. Díganlo, si no, la URSS, los Estados socialistas europeo-orientales, los tiranuelos de turno en nuestros países.
Éste es el aparato estatal que se presenta como verdadera "excrecencia parasitaria", por encima de la ciudadanía, del pueblo trabajador. Es ahora un aparato caduco, inepto, corrupto, que debe ser cambiado, tiene que ser cambiado y sin duda será cambiado, si no aceptamos desaparecer hasta como naciones. Para ello, el cambio social comienza por barrer esa "basura burguesa", así como el sistema dominante actual barrió a su turno la "basura feudal", cuestión previa para instaurar un nuevo Poder: pueblo en armas, milicia civil, administración técnica, organización laica, magistratura poblana.
Entonces, a grandes problemas grandes soluciones.
Ragarro
06.05.10

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