SIGLO XXI - QUINTO LUSTRO - "Un nuevo orden emerge de la desintegración del capitalismo que irá reemplazando la célula económica (familia) por una nueva matriz reproductiva (comunas) que cumplirá funciones defensivas, judiciales, productivas y administrativas."
miércoles, 5 de septiembre de 2012
ESTILO Y REVOLUCIÒN
...también hay otras formas
de abollar ideologías...
saque usted sus conclusiones.
“La tradición de todas las generaciones muertas oprime
como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando
éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse
y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto,
en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente
cuando conjuran temerosos en su exilio los espíritus del
pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas
de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez
venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva
escena de la historia universal”.
.
“La revolución social del siglo XIX no puede sacar su poesía
del pasado, sino solamente del porvenir. No puede comenzar
su propia tarea antes de despojarse de toda veneración supersticiosa por el pasado”.
“El dieciocho de Brumario de Luis Bonaparte”, Karl Marx
Decíamos en algún articulo anterior que el análisis gramático del artículo “Radiografía de un confusionista” (que tuviésemos el honor, nos dedicara el compañero Eduardo Ibarra) llevaría a constatar que éste contiene aproximadamente un 80% de calificativos y epítetos personales y un 20% de argumentación teórica, y que èsto era parte del viejo estilo polémico de los 70¨ que debíamos superar, en consideración a los pocos lectores que tuviese este debate y en aras de una menos pesada y fresca exposición de las ideas.
El tema del estilo y el lenguaje de los revolucionarios y más aún de los socialistas no es una cosa que debiésemos tomar tan a la ligera. No es casual la forma en que se transmiten ideas socialistas en un estilo sacralizado (¡Algo así como : “palabra de Marx o Lenin, te alabamos Marx o Lenin”) o de verdades autodefinidas como la “santísima trinidad”. Ello, como en la educación religiosa obedece a condenar cualquier análisis crítico a guisa de “anatema” y hasta puede conllevar a la mala salud de alguno. Así el elemental reconocimiento de que el “¿Qué hacer?” de Lenin, no es un modelo de construcción y/o organización del Partido revolucionario, universal y valido para cualquier condición política sino en concreto en condiciones de clandestinidad y bajo la represión zarista, puede conllevar a la “excomunión” y a estertores de ira santa. Obviando que estamos hablando de la importante y valiosa obra no de dioses sino de hombres de carne y hueso, hijos de su momento histórico.
Ocurre que este fenómeno también fue analizado por Karl Marx, quien señalaba que :
“La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su exilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal”.
Que : “Es como el principiante que ha aprendido un idioma nuevo: lo traduce siempre a su idioma nativo, pero sólo se asimila el espíritu del nuevo idioma y sólo es capaz de expresarse libremente en él cuando se mueve dentro de él sin reminiscencias y olvida en él su lenguaje natal”.
Y que : “La revolución social del siglo XIX no puede sacar su poesía del pasado, sino solamente del porvenir. No puede comenzar su propia tarea antes de despojarse de toda veneración supersticiosa por el pasado. Las anteriores revoluciones necesitaban remontarse a los recuerdos de la historia universal para aturdirse acerca de su propio contenido. La revolución del siglo XIX debe dejar que los muertos entierren a sus muertos, para cobrar conciencia de su propio contenido. Allí, la frase desbordaba el contenido; aquí, el contenido desborda la frase”.
Este es un fenómeno inconsciente y corregible pero que transparenta nuestra formación y biografía.
No resulta pues casual que los miembros del CONARE o del MOVADEF oren o recen sus consignas en vez de agitarlas o que escribamos párrafos como éste, que nos recuerdan melancólicamente, a los mas mayores por cierto, el rosario que rezaban nuestras abuelas en nuestras tardes provincianas:
“Pues bien. Es de conocimiento general que la idea de negar el marxismo-leninismo es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es simplemente seguir servilmente semejante negación; que la idea de falsificar la identidad doctrinal de Mariátegui es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es simplemente seguir servilmente semejante falsificación; que la idea de tergiversar el carácter marxista-leninista del PSP es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es asumir servilmente semejante tergiversación; que la idea de reestructurar las bases municipales del Estado burgués es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es seguir servilmente esa táctica reformista; que el proyecto de un partido de masas doctrinariamente homogéneo, o sea de un partido no de clase, con dos niveles, uno secreto, restringido, y otro nivel público, masivo, es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es seguir servilmente ese proyecto.
También es de conocimiento general que la idea de mixtificar el Socialismo Peruano diluyendo el socialismo marxista en el variopinto socialismo en general, es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es simplemente seguir servilmente semejante mixtificación; que la idea de mixtificar el Camino de Mariátegui, infiltrándole ideas oportunistas como las señaladas en el parágrafo anterior, es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es simplemente seguir servilmente semejante mixtificación; que la idea de celebrar el centenario del socialismo reformista en 2018, y no el centenario del socialismo marxista en 2021, es de RG, y que lo que hacen sus partidarios es simplemente seguir servilmente semejante desaguisado; que la idea de titular socialista a su partido, fue de RG, y que lo que hicieron sus partidarios fue simplemente seguir servilmente esa idea; que la idea de cambiar dicho título por el de minga, fue de RG, y que lo que hicieron sus partidarios fue asumir servilmente el cambio; que la idea de volver al título de socialista, fue de RG, y que lo que hacen sus partidarios es simplemente seguir servilmente semejante bandazo; que RG asumió el estilo polémico de Haya de Torre y reinauguró los métodos criollos, y que lo que hacen sus partidarios es simplemente seguir servilmente ese estilo y esos métodos; que hace cinco años RG se autoproclamó “Yo el Supremo”, y que lo que hicieron sus partidarios fue simplemente ponerse de hinojos ante semejante egotismo y así hasta ahora” (“Acerca de la demagogia de una carta abierta, Primera parte, 22.08.12, Eduardo Ibarra). (NOTA BENE MIA: hemos respetado escrupulosamente la cita y el lamentable estilo del autor para efectos demostrativos).
Una atenta lectura de lo resaltado en estos dos párrafos de texto acreditara que la oración …””y que lo que hacen sus partidarios es seguir servilmente semejante”… es repetida nada menos que DOCE VECES en tan poco texto, haciendo innecesariamente pesada, por lo reiterativo, su lectura y oscureciendo la idea principal que el autor quiere transmitir, pues si bien comprendemos que el repetir una o dos veces la oración pudiese reafirmar la idea el hacerlo DOCE VECES seguidas no persigue la idea de reafirmar o dejar en claro sino de convencer, al estilo de los curitas y nuestras recordadas abuelas, provincianos, MEDIANTE LA LETANÍA ( ¿Recuerdan el “ruega por nosotros” como letanía cuando nuestras abuelas rezaban los misterios gozosos, dolorosos y luminosos, del Rosario?). Al señalar esto no ignoro que dicho estilo “revolucionario” de difusión de ideas no haya sido utilizado consciente o inconscientemente por “sendero luminoso” y otros “iluminados” pero si tengo por claro que ello no guarda relación alguna con el propio estilo revolucionario de la difusión de ideas socialistas que algunos han bautizado como la “pedagogía de la pregunta”.
Finalizo reafirmando la diferencia entre letanía religiosa y pedagogía revolucionaria.
02/09/12
Gustavo Pérez Hinojosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario