eldiario.es
29-10-2012
El
mundo al revés: la policía
griega ha detenido a un periodista por dar los nombres de 2.059 delincuentes.
El periodista se llama Kostas Vaxevanis y los delincuentes son un buen montón
de millonarios que guardan su dinero en Suiza para no pagar impuestos.
Vaxevanis señala a los criminales y la policía le persigue a él, por
“entrometerse en su intimidad”. Su caso demuestra a las claras una obviedad:
que los paraísos fiscales no existirían sin la complicidad del resto de los
Gobiernos occidentales. Es la UE, Estados Unidos y Japón quienes toleran
que sus oligarquías financieras escapen al fisco. Son nuestros
gobiernos los que permiten que Suiza, esa cueva de Alí Babá, sea un respetable
socio de la comunidad internacional y no un Estado criminal, aislado y
castigado comercialmente por todos sus vecinos. Es Occidente quien permite a
sus bancos piratas abrir sucursales en nuestro suelo. Es Europa, que controla
el cien por cien de la frontera suiza, la que permite a este refugio del dinero
negro conectarse con el sistema financiero mundial. Suiza vive de estafarnos a
los demás, pero no recibe castigo alguno porque son nuestros gobiernos y las
élites financieras de nuestros países quienes se lucran de este negocio
inmoral.
En
la lista de Vaxevanis hay dos exministros conservadores griegos y un asesor de
Antonis Samarás. Es solo una muestra, con seguridad son mucho más de tres los
políticos griegos con dinero escondido en un paraíso fiscal. El periodista ha
publicado la parte griega de un archivo mucho mayor, el que se llevó Hervé
Falciani en 2007 del HSBC, que no es ni mucho menos el único banco de toda
Suiza.
Falciani está
hoy encarcelado en España, en la prisión de Valdemoro, detenido bajo
la acusación de un delito que ni siquiera existe en nuestra legislación:
revelar secretos bancarios. La contradicción es brutal: en España, si alguien
tiene conocimiento de un delito fiscal, su deber es ponerlo en conocimiento de
la justicia; por hacer precisamente eso, la justicia española lo mantiene hoy
en prisión.
En
breve, el Gobierno tendrá que decidir si lo extradita a Suiza o si–como piden el
PSOE e IU–,
lo pone en libertad. Gracias a Falciani, que entregó su valiosa información a
Francia, España pudo recaudar 6.000 millones de euros defraudados por 659
personas, una lista que en España aún no es pública en su integridad.
Falciani
se ha ofrecido a colaborar con España, ayudando a localizar a otros
delincuentes españoles que esconden su dinero en Suiza para no pagar. ¿Aceptará
el trato el Gobierno de Rajoy, ese mismo Gobierno que aprobó una amnistía
fiscal y que negocia con
Suiza otra fórmula similar? Prefiero no apostar.
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