El Pez fuera del agua (cualquier coincidencia es apenas una casualidad) |
Eduardo
Ibarra escribió el artículo “PORQUE UNA CORTINA DE HUMO” el
día 13.10.12 que fue puesto en conocimiento de los participantes de las listas
de correo por su notorio y servil correveidile César Risso.
Este
su escrito aparece en la página 38 y siguientes del archivo adjunto que
contiene los materiales del debate hasta la fecha.
Este artículo marca la aparición de Ibarra papá en el debate; debate en que como ha sido notorio, sus bases, esto es Ibarra hijo, Jaime Lastra y Daniel Chumpitaz, protagonizaron un papelón mayúsculo cuando este modesto activista socialista, Eusebio Leyva, los puso no digo contra la pared, ni contra el suelo, ni para utilizar un término pugilístico contra las cuerdas, sino los puso frente a los hechos, frente a la siempre verde realidad de la vida.
En esa polémica, ninguno de los miembros de su raleada base pudo explicar cómo así el grupúsculo que ahora recién me entero, era acaudillado por Ibarra papá, teniendo, por lo que se puede leer en sus farragosos escritos, resueltos todos y cada uno de los problemas que plantea la revolución socialista en el Perú desde el punto de vista, dizque, marxista leninista maoísta mariateguista, son absolutamente nada, son un cero a la izquierda, no existen en el seno de la clase obrera a la que dicen encarnar.
Y
esto último no es un decir cualquiera.
Sí
amable y sufrido lector.
Ibarra papá, Ibarra hijo, el amanuense del primero César Risso y compañía, alucinan ser la encarnación del proletariado. Para decirlo en términos más acordes y afines con sus concepciones de sacristía, el proletariado que hecho carne habita entre nosotros.
Esto
lo desarrollaremos un poco más adelante, en esta misma intervención.
El
artículo “PORQUE UNA CORTINA DE HUMO” es pobrísimo,
paupérrimo, indigno de un sumo pontífice de secta al uso.
Lo lamento Eduardo Ibarra pero es así.
Destapemos esa olla y veamos más de cerca que es lo que con tanta pompa nos trae el buen Ibarra papá en su debut en el presente debate.
Ibarra papá desarrolla un aburrido argumento de una teoría de la conspiración.
La conspiración habría sido urdida, en
su pobre imaginación por un grupo rival de su cenáculo al que él califica, como
califica a todo lo que se mueve cerca de él como “revisionista”…. ahh
como me hace recordar esto a los paros de la CGTP y de otras federaciones de
trabajadores que eran descalificados por los guzmanistas como “paros
revisionistas” como si una huelga o una paralización de labores pudiese
“revisar el marxismo”.
Pero, en fin, sigamos que aquel es otro asunto.
Ese otro grupo, capilla o cenáculo rival es el que, aparentemente, lidera o acaudilla un señor Ramón García a quien, con todo respeto, reitero por enésima vez, no lo conozco, nunca lo vi, ni oí siquiera mentar, hasta antes de sumergirme en estas listas de correo.
Me considero una persona bastante informada y he participado activamente desde los 17 años en la lucha social en el Perú como parte de las fuerzas revolucionarias a la izquierda del PCP “Unidad”, pero… lo siento, ni a los Ibarra, ni mucho menos a su correveidile de Risso, ni a García o a esas personas que menciona nuestro pintoresco Gurú no los he conocido, como se dice criollamente, ni en matanza de perros.
¿Esto es un delito?
No, absolutamente no si se piensa que ni en la clase obrera ni en el pueblo del Perú, más allá de una que otra lista de correo y en algunos círculos de marginales de la política los conocen.
¿Por qué tendría que conocerlos un modesto activista como el que apura estas líneas?
He
conocido dentro de la izquierda y el movimiento obrero y popular a personajes
como Carlos Malpica, Alfonso Barrantes, Hugo Blanco, Alberto Moreno, Javier
Diez Canseco, Ricardo Gadea, Horacio Zevallos, Gustavo Espinoza, Genaro
Ledesma, Rolando Breña, Ludovico, Mario Huamán, Pedro Huillca, Valentín Pacho,
Isidoro Gamarra, Ricardo Napurí, Antonio Barriga, Hipólito Enríquez, Delmer
Quiroz, Pablo Inza, Benicio Anaya, Enrique Fernández, Andrés Luna, Edmundo
Murrugarra, César Lévano, Saturnino Paredes, Gonzalo Fernández Gasco, Héctor
Béjar, Reynaldo Arana, Enrique Castilla, Hernán Cuentas, dirigentes mineros
varios de La Oroya, Cerro de Pasco, Huancavelica, Marcona y Cuajone, dirigentes
del proletariado siderúrgico y pesquero de Chimbote, y decenas, centenares de
dirigentes barriales, magisteriales y estudiantiles que sería imposible
mencionar aquí, que con falencia y errores tenían arraigo en la clase obrera y
el pueblo.
Además
he consumido infinidad de semanarios, periódicos, revistas, volantes de
organizaciones gremiales, populares y políticas de izquierda… pero nunca oí
mentarlo señor Ibarra, ni a usted ni a su hijo y sus cófrades ni a su enemigo
mortal Ramón García.
…qué
quiere le diga?
Usted puede haberse pasado 10,20,30,40,50 años leyendo a Mariátegui, interpretando a Lenin, hurgando los epistolarios de Engels, librando mil batallas de papel, pero más allá de su círculo familiar, de sus obsecuentes validos tipo Risso, cófrades como Chumpitaz y barristas como el pintoresco Ticona, no lo conoce nadie.
Así de simple, así de claro, así de sencillo, así de concreto.
Si me intereso por Ud y su cenáculo, es porque hay un significativo grupo de compañeros que honestamente adhieren al socialismo marxista y que sufren de esa misma tara, esa misma desviación, llevan esa misma práxis perniciosa: rumiar en libros, citas, folletos, buscando en ellos la verdad y no en los hechos y en la vida y formar sectas de "iniciados" que compiten entre sí, mientras las masas permanecen allí, huérfanas, desconectadas del Socialismo. Esto significa una verdadera tragedia en el campo de la revolución.
Lo de usted y a lo mejor – no me consta- lo de su rival de turno (García) es estar en eso y de paso ahuyentar a la gente más joven que al contemplar esos “debates entre iniciados” salen despavoridos a buscar aires menos enrarecidos.
Bueno, dentro de ese pésimo cuento policial, los malvados de García, Pérez, Suárez y Velásquez se inventaron un personaje, clon o un Frankenstein que, como dijo Chumpitaz y repite usted en la frase más antidialéctica que conozco, “surgió de la Nada” como Macma Ocllo del cerro de Huanacaure. Ese personaje, ese ser surgido "de la Nada" es este modesto activista de nombre Eusebio y de apellido Leyva que los ha venido a importunar en su labor “esclarecedora” en la búsqueda de formar una tendencia “doctrinariamente homogénea de agonistas.”
Sigamos. Según los tortuosos razonamientos de Ibarra papá, Leyva quiere ( ja ja ja) “reestructurar el Estado Burgués en sus bases municipales“ ( ¿Está usted bien de la mente don Eduardo? ¿Se siente Ud bien? ¿Tanta lectura sin conexión a tierra no le estará pasando la factura? ¿Dónde, cuando, en qué momento y lugar hice tal planteamiento? Explíquemelo para ver de qué trata, peo no me adjudique cosas en que no tengo nada que ver.)
Además
según Ibarra papá en su paupérrimo artículo, Eusebio Leyva
quiere “liquidar el partido de clase” e impedir la lucha contra “el egotismo
burgués”, “el servilismo feudal (…no sé porque esta expresión la vinculo con
Risso…) y los “métodos criollos”.
Por supuesto que esto es un rosario de estupideces que no ameritan el menor comentario
Lo
que sí no puedo dejar de mencionar esa descomunal grosería de Ibarra
papá que, en el colmo del paroxismo, llega a declararse como la
personificación del proletariado, como la encarnación de la clase obrera.
Que
es sino esto:
Tremendo autogol te hiciste y le hiciste a
tu grupo, Ibarra papá, con tu "Cortina de Humo", al grupo
que huachafamente denominas "los agonistas conscientes del Socialismo”.
Eusebio Leyva.
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