HABLEMOS DE LENIN 3
viernes, noviembre 23, 2012, 3:09 pm
Es absolutamente cierto que lo relativo al
marxismo leninismo y la concepción del marxismo que está detrás se impuso en el
Movimiento Comunista Internacional.
¿Qué explicación puede tener que las cosas
hayan tomado ese derrotero?
El tema es en sí complejo o muy simple,
según el cristal con que se mire.
Hace algunos días leí un artículo firmado
por Miguel Aragón donde él atribuye el surgimiento de el marxismo
leninismo como cuerpo doctrinario o método por encima del marxismo a un exacerbado
nacionalismo pan ruso, producto sin duda del impacto universal que tuvo la recién
triunfante revolución de los soviets.
Repito revolución de los soviets,
y no revolución bolchevique.
Sin afán de generar un debate con Aragón,
en nuestra opinión la fórmula surgió por necesidades demandadas por la feroz
lucha interna que se dio en el partido por el poder y por la sucesión de Lenin.
Aparecer como guardián de la herencia
ideológica leninista, tenía un peso enorme; entonces había que trabajar en
esto, darle contenido, darle forma y fórmula.
Como sabemos estas luchas intestinas se
"resolvieron" con ríos de sangre, donde los más antiguos
y fieles compañeros de Lenin desde la primera hora, fueron exterminados
físicamente por Koba y sus esbirros.
Donde ni siquiera se respetó a la viuda de
Lenin.
...desde ya le adelanto a "los
cruzados" que no se alegren demasiado, no se hagan ilusiones con
esto que acabo de escribir.
....no vayan a creer que en eso hay una
tabla de salvación para intentar lavarse de las vergüenzas que vienen dando en
este debate.
...no se hagan ilusiones. No soy
troskista, nunca lo he sido, ni lo seré.
.... de manera que esto no les
servirá para proceder a los descalificativos correspondientes y sentir
que aquí "no ha pasado nada".
La lucha interna fue pues apocalíptica, atroz.
La forma como se procesaron y "resolvieron" ( así entre comillas) las contradicciones tiene que ver con algo que también les toca directamente a nuestros pintorescos "Cruzados del anti Revisionismo" y es una errada comprensión de la Teoría del Reflejo.
Eso lo trataremos en otro envío.
Eusebio Leyva.
Hablemos de Lenin 4
domingo, diciembre 9, 2012, 5:13 am
Queda
perfectamente claro que mientras Vladimir Ilich Ulianov estuvo con vida en su
puesto de dirigente del Partido Comunista, jamás alentó, incentivó y promovió,
ni mucho menos permitió que se usase no sólo el término “leninismo” o
“leninista” ni tampoco, lo que es más sustancial, esa concepción del
"marxismo-leninismo" como algo cualitativamente diferente al
marxismo.
La concepción
del marxismo - leninismo se impuso como resultado de una feroz lucha interna
que se desató al interior del partido bolchevique.
Para cada
tendencia en pugna, sin duda alguna, resultaba de un valor incalculable
proyectar la imagen de ser la auténtica y legítima heredera y continuadora
del legado de Lenin.
En este afán la
fracción encabezada por José Stalin desarrolló una febril actividad que utilizó
toda clase de recursos en los más diversos aspectos para lograr obtener un
poder absoluto y sin límites dentro del Partido y enseguida nomás en el Estado
Soviético. Por supuesto que siempre en nombre y representación de la clase
obrera.
Esta febril
actividad incluyó, como es ampliamente conocido, métodos monstruosamente
criminales, ajenos y hostiles por completo al marxismo, reñidos con
normas morales elementales, cuya ejecución conllevó asesinatos físicos y
morales de los adversarios de Stalin en el Partido, crímenes que tuvo como
víctimas a fieles seguidores de Lenin de la primera hora, esto es
"la vieja guardia bolchevique"
Esto es una
verdad histórica, inmensa como el Himalaya.
Negarla es como
la negación que hacen los Neonazis de los atroces crímenes de Adolf Hitler
contra la comunidad judía.
No fueron pues
las cosas tan bellas como las describe Ibarra en su edulcorada versión:
"El
término leninismo se impuso en el movimiento comunista internacional, no porque
respondiera al capricho de alguien por agregar un ismo a la denominación de la
doctrina del proletariado, sino porque en el debate quedó demostrado que Lenin
había desarrollado el marxismo. Esta es la cuestión. Por tanto el
término marxismo-leninismo se impuso por su propio peso. " (Eduardo Ibarra, "Eusebio Leyva y el Revisionismo", página
30 de octubre 2012)
En el terreno
doctrinario Stalin hizo del marxismo una caricatura, desarrollando una especie
de "manual del marxismo" que a la postre se convirtió en un
"marxismo institucional" que fue adoptado acríticamente como base
doctrinaria en la mayoría de los Partidos Comunistas del orbe y por cierto en
la Internacional Comunista.
Marxismo
institucional, marxismo oficial, marxismo de manual que es el mismo que sirvió
en su momento a los Codovillas, y Ravines para emprender la
"desamautización" y "desmariateguización" del partido
peruano.
Marxismo
institucional, oficial y de manual que llevó al PCP dirigido, ora por Ravines,
ora por Del Prado por las sendas del ultraizquierdismo liquidador y por el
reformismo adocenado, independientemente de la manifiesta heroicidad y entrega
de sus cuadros.
¿Entre 1,930 y
1,964 el PC peruano no aplicó acaso y a rajatabla ese marxismo
institucionalizado, ese marxismo oficial, ese marxismo de manual, ese marxismo
de receta que, en términos prácticos era el único "marxismo realmente
existente" en el Movimiento Comunista Internacional?
Ese marxismo
institucionalizado, oficial y de manual es el que, entre otras cosas produjo
esa otra monstruosidad conocida como "el culto a la
personalidad." que se desarrolló entre la década del 20 hasta 1,953
Preguntamos:
¿La base doctrinaria, esto es ese marxismo institucionalizado y oficial, no
tuvo nada que ver con el "culto a la personalidad"?... a propósito de
esto: ¿alguien podría imaginar a Lenin o a Marx promoviendo una praxis tan
obscenamente abyecta como esta?
Y en que
consistió ese marxismo institucional y oficial?
Sencillamente
en lo que fue motivo de culto de parte de varias generaciones que se limitaron
al seguidismo borregil de los llamados "faros de la revolución
mundial" y continua siéndolo para algunos confundidos y trasnochados
intelectuales tipo Ibarra y que consiste concebir el marxismo como un cuerpo
cerrado de "principios" y no como un método, una herramienta para
conocer, interpretar y transformar la realidad revolucionariamente.
Esto lo expresa
maravillosamente Eduardo Ibarra cuando en el artículo citado líneas arriba,
repite como papagayo lo expresado por Stalin. Leamos:
"Precisamente
porque en el marxismo hay que saber distinguir entre concepción y teoría, en la
Entrevista con la primera delegación de obreros norteamericanos, Stalin
señaló, con acierto, que “Lenin no ‘añadió’ ningún ‘principio nuevo’ al
marxismo ni suprimió ninguno de los ‘viejos’ principios del
marxismo”.
Entre las
excepciones a ese "ir con la corriente" naturalmente estuvo en
primerísimo lugar a escala mundial, José Carlos Mariátegui.
EUSEBIO LEYVA
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