jueves, 31 de enero de 2013

EL PROGRESO CIENTÍFICO SE PRODUCE CUANDO UN PARADIGMA CAMBIA: LA FAMOSA ECUACIÓN E=MC² NO SE LE OCURRIÓ A EINSTEIN SOLO




Dos científicos estadounidenses describen el papel del físico austriaco Friedrich Hasenöhrl en el establecimiento de la equivalencia entre energía y masa

El filósofo Thomas Kuhn afirmaba que el progreso científico se produce cuando un paradigma cambia, lo que a su vez depende de las circunstancias culturales e históricas en que se encuentran los grupos de científicos. Esto parece ser cierto en el caso del descubrimiento de la fórmula E=mc², atribuida tradicionalmente solo a Eintein. Otro físico, el austriaco Friedrich Hasenöhrl, también colaboró en este avance, afirman dos físicos norteamericanos en un artículo publicado en The European Physical Journal H.

Dos físicos estadounidenses han descrito el papel del físico austriaco Friedrich Hasenöhrl en el establecimiento de la equivalencia entre la energía (E) de una cantidad de materia y su masa (m) en una cavidad llena de radiación. 

En un artículo publicado por The European Physical Journal H 
(EPJ H), Stephen Boughn, del Haverford College de Pensilvania, y Tony Rothman, de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, argumentan cómo el trabajo de Hasenöhrl, al que no se le ha prestado mucha atención, pudo haber contribuido a la formulación de la famosa ecuación E=mc² atribuida a Albert Einstein.

Esta equivalencia entre la masa y la energía dada por la expresión de la 
teoría de la relatividad de Einstein, indica que la energía en reposo de un cuerpo es el producto de su masa por su factor de conversión (velocidad de la luz al cuadrado o ‘c²’), o que cierta cantidad de energía de un objeto en reposo por unidad de su propia masa es equivalente a la velocidad de la luz al cuadrado.

El verdadero origen: un cambio de paradigma 

Según el filósofo de la ciencia 
Thomas Kuhn, el progreso científico se produce cuando un paradigma cambia, lo que a su vez depende de las circunstancias culturales e históricas en que se encuentran los grupos de científicos. 

En concordancia con esta idea, Boughn y Rothman creen que la noción de que masa y energía están relacionadas no se originó solo con Hasenöhrl ni tampoco apareció repentinamente en 1905, cuando Einstein publicó su famoso 
artículo sobre esta cuestión.

Pero, dada la falta de reconocimiento a la contribución de Hasenöhrl en este terreno, los autores examinaron el trabajo original del físico austríaco sobre la radiación de un 
cuerpo negro (objeto teórico que absorbe toda la luz y toda la energía radiante que incide sobre él) en una cavidad con paredes perfectamente reflectantes. 

Con este trabajo, Hasenöhrl intentó identificar los cambios en la masa del cuerpo negro cuando la cavidad se mueve respecto al observador, informa 
Springer

Luego, Boughn y Rothman exploraron la razón por la que el físico austríaco llegó a una correlación errónea entre energía y masa, es decir, a la ecuación: E = (3/8) mc ². El error de Hasenöhrl, creen los investigadores, se derivó de no tener en consideración la masa perdida por el cuerpo negro mientras irradiaba.

Antes de que Hasenöhrl centrara sus estudios en la radiación de la cavidad, varios físicos, entre ellos el matemático francés 
Henri Poincaré y el físico alemán Max Abraham, ya habían mostrado la existencia de una masa inercial asociada a la energía electromagnética.

En 1905, Einstein estableció la correcta relación entre masa inercial y energía electromagnética, E = mc². Sin embargo, hubo que esperar hasta 1911 para que el físico alemán 
Max von Laue generalizase esta fórmula para incluir en ella a todas las formas de energía.

Referencia bibliográfica: 

Stephen Boughn. 
Fritz Hasenöhrl and E = mc2The European Physical Journal H (2013). DOI:10.1140/epjh/e2012-30061-5.

Fuente: Tendencias cientificas

ALTHUSSER, LA ORTODOXIA Y EL POSMARXISMO





Cristian Gillen



En este artículo, haré una breve reseña de la producción teórica de Althusser y de la influencia que ha ejercido en la corriente posmarxista actualmente en boga cuyos representantes más connotados son Laclau, Mouffe, Zižek y Badiou. Además presentaré algunas propuestas destinadas a construir una teoría de la emancipación sustentada en los principales aportes teóricos de Marx.

La obra de Althusser está orientada principalmente a tratar de superar los problemas que él consideraba un obstáculo para la evolución de la ortodoxia de los partidos comunistas ligados a Moscú. Althusser pensaba que los obstáculos teóricos centrales que enfrentaba la ortodoxia consistían en sustentar un economicismo rígido que determinaba de manera mecánica a las otras instancias de la sociedad como la política y la ideología. Asimismo, Althusser creía que la ortodoxia fomentaba un humanismo que iba en contra del carácter científico del marxismo.

El trabajo teórico de Althusser en su tarea de “modernizar” la ortodoxia se nutrió del pensamiento que primaba en los años 1960, los cuales incidieron en dos de sus obras iníciales más importantes: Por Marx y Para leer El Capital. En ese momento de la historia, las ideas que predominaban en la denominada izquierda estaban destinadas a la crítica del sujeto en la historia, del hegelismo visto como máxima expresión del idealismo y a empeñarse en elaborar una teoría de la ideología sustentada en el psicoanálisis de Lacan y en la forma en que este abordaba el lenguaje para tratar la problemática del inconsciente. Cabe igualmente mencionar que la producción inicial de Althusser estuvo influenciada por la disputa ideológica y política que existía entre la ex Unión Soviética y China, disputa que se tradujo por la aparición de movimientos izquierdistas en Francia contrarios a la ortodoxia del partido comunista francés.

El sistema teórico de Althusser se edifica nutriéndose de manera ecléctica del pensamiento de Spinoza, el psicoanálisis, la epistemología de Bachelard y el estructuralismo. El Spinozismo le sirve a Althusser para justificar la disociación radical que hace entre la ideología y la ciencia. El psicoanálisis desarrollado por Lacan le posibilita construir su teoría de la ideología que se constituye en el elemento central de todo el sistema teórico althusseriano. El estructuralismo es utilizado por Althusser a fin de combatir el humanismo y de sustentar su tesis de que la historia es un “proceso sin sujeto”. La epistemología de Bachelard es empleada por Althusser como uno de los aspectos que servirían para establecer las supuestas diferentes etapas que habrían existido dentro de la obra global de Marx. Todos los planteamientos anteriores condujeron a reforzar el carácter cientificista del marxismo, por cuanto privilegiaban los aspectos objetivos en desmedro de los subjetivos. Estos últimos serían, según Althusser, portadores de ideología, la cual habría que combatir.

Para Althusser, la misión central del marxismo debería ser la de luchar contra el idealismo, lo que conllevaba a la necesidad imperiosa de establecer una teoría de la ideología. Como lo desarrollaremos posteriormente con más detenimiento, la forma en que Althusser conceptuaba la ideología le permite, desde su perspectiva, profundizar en el análisis del proceso de periodización de la obra de Marx, la cual fue prácticamente dividida en dos periodos por Althusser. Una primera etapa, basada en los trabajos iníciales de Marx y que Althusser tilda de “ideológicos”, que iría hasta 1845 y cuya obra central sería Los manuscritos económicos y filosóficos de 1844. La segunda etapa, que de acuerdo a Althusser comenzaría con La Ideología alemana”, fue considerada por éste como la producción madura y científica de Marx, siendo El Capital la máxima expresión de esa cientificidad.

Esta ruptura epistemológica que realiza Althusser de la producción teórica de Marx, nunca la pudo probar, ya que las categorías que desarrolló Marx en sus obras iniciales perduraron a lo largo de su producción teórica. Es así que, a lo largo de todo el trabajo teórico de Marx, incluido El Capital, se puede apreciar la categoría alienación, que Althusser rechazó de manera tajante.

La teoría de la ideología de Althusser, que constituye el pilar fundamental de su sistema teórico, se basa fundamentalmente en el psicoanálisis desarrollado por Freud y Lacan, tal como señalamos anteriormente. Para Althusser, la ideología constituiría una construcción imaginaria parecida a la teoría de los sueños de Freud.

Asimismo, en su teoría de la ideología, Althusser le otorga gran importancia al papel que los aparatos ideológicos del Estado desempeñan en la creación del sujeto. Los aparatos ideológicos del Estado interpelarían a los individuos para convertirlos en sujetos y, por otro lado, estos aparatos le darían el carácter material a la ideología.

El papel central que tuvo la ideología en la producción teórica de Althusser, así como la concepción que le da a esta, incidieron fuertemente en la visión que tuvo Althusser de su filosofía. Para éste, la filosofía debería tener como tarea central trazar una línea de demarcación entre lo ideológico y lo científico, y debería igualmente ser una práctica al servicio de las ciencias.

La percepción que tuvo Althusser de la filosofía ha tenido influencia en la forma esquemática en que el marxismo ortodoxo concibió el papel de la filosofía en general reduciéndola a establecer una distinción entre el idealismo y el materialismo. Esta percepción llevó a que se evitará un análisis a nivel esencial de las categorías centrales de las principales corrientes filosóficas, en especial la de Hegel al ser considerada como una simple expresión del idealismo. Lo anterior hizo que se obviará examinar en profundidad el papel que ejerció la obra de Hegel en Marx y de comprender a nivel esencial el rol que desempeñó la noción del trabajo en las relaciones amo - esclavo y sus diferencias con la vinculación que se da entre el capital y el trabajo, en el capitalismo, que es el tipo de relación que analiza Marx. Esta constituiría, a mi entender, la principal distinción entre la obra de Hegel y Marx, sobre todo la que se presenta en el tratamiento diferenciado que le dieron a la dialéctica.

Es vía la ideología que Althusser trata también de responder a las críticas de su planteamiento de que la historia es un “Proceso sin sujeto”, en especial después del movimiento de mayo de 1968 donde se le planteaba que las “estructuras” no eran las que estaban en las calles propiciando las revueltas sino los estudiantes y trabajadores convertidos en sujetos en el levantamiento de mayo de 1968. Con el fin de defenderse de la crítica antes señalada, Althusser plantea que el único sujeto que existiría seria aquel que se constituye a través de la interpelación ideológica, es decir que sigue manteniendo que en las ciencias y la política no existiría sujeto.

En cuanto a lo político, la teoría de Althusser que potencia el cientificismo promovido por la ortodoxia tradicional no lo condujo a romper con el estalinismo. Muestra de ello es que, en el XXII Congreso del Partido Comunista Francés, Althusser no criticó la vía parlamentaria que éste propugnaba, una vía que pretendía justificarse mediante la teoría del capitalismo monopolista de Estado. Ésta era propiciada por el Partido Comunista Francés y que se sustentaba en que sólo una minoría apoyaría el capitalismo, ya que éste beneficia económicamente a una élite bastante reducida. Además defiende la tesis de no destruir el estado capitalista, que ve como neutro, afirmando que lo único que habría que hacer es modificar los aparatos ideológicos del Estado tendientes a eliminar sus aspectos subjetivos.

Entre los principales legados de Althusser al posmarxismo se encuentran: la negación de la obra filosófica de Marx, sobre todo de su categoría central que es el trabajo alienado y su marcado cientificismo. Lo anterior coadyuvó a un abandono progresivo de los principales legados de Marx (Contradicciones capital – trabajo, teoría del valor, de las clases sociales, entre otros).

En las siguientes líneas examinaré cómo estos legados teóricos de Althusser se expresan en las obras de los principales representantes del posmarxismo. Así tenemos que, en Laclau y Mouffe retoman una de las tesis centrales de Althusser que consiste en que la contradicción principal no es la lucha entre el capital y el trabajo sino la que se daría entre las fuerzas productivas, vistas como neutras, y las relaciones sociales. Como ya he mostrado en mis distintos trabajos (El primado de las fuerzas productivas y el socialismo, y Cómo superar el neoliberalismo, entre otros), esa contradicción no se da en la realidad concreta, ya que las fuerzas productivas, que no son neutras, son producto de relaciones sociales capitalistas pasadas, y más bien, lo que sucede son reajustes entre estos dos aspectos tendientes a la innovación progresiva que se genera en el capitalismo para que éste siga reproduciéndose.

Laclau y Mouffe se nutren igualmente de la concepción de la ideología de Althusser con el fin de elaborar una teoría del sujeto que se aleje de la noción de clase. Para Laclau y Mouffe, la interpelación ideológica desarrollada por Althusser generaría un conjunto de diferencias y equivalencias entre los distintos grupos sociales (ecologismo, feminismo, etc.) que conduciría a que uno de estos grupos ejerza una hegemonía sobre los otros. La hegemonía de un determinado grupo le permitiría a éste liderar el proceso político orientado hacia la satisfacción de los individuos en el marco de las fluctuaciones del mercado de trabajo. Como se podrá apreciar, Laclau y Mouffe se olvidan que los grupos ecológicos, feministas, entre otros, no son homogéneos en tanto todos son permeados por la estructura de clases de la sociedad.

La concepción teórica de Laclau y Mouffe los lleva a propiciar una democracia radical basada en el liberalismo político y orientada a ampliar los espacios de participación política en el seno del capitalismo. Posteriormente, promovieron el populismo con el fin de marginar de manera más sofisticada en el análisis de la realidad social la contradicción capital- trabajo para no poner en juego a nivel esencial el capitalismo.

Zižek, por su parte, siguiendo el cientificismo de Althusser, privilegia en su sistema teórico el primado de las fuerzas productivas vistas como neutras. Muestra clara de ello es que, al igual que Negri, plantea que el capitalismo posmoderno llevaría a la necesidad de transformar el aparato conceptual de Marx, por cuanto éste no habría tomado en cuenta a las nuevas fuerzas productivas que vienen surgiendo producto de las tecnologías de la comunicación, que crearían, como dice Negri, una cierta independencia de los trabajadores intelectuales con relación al capital.

Zižek, al igual que Laclau y Mouffe, se basa en la interpelación ideológica desarrollada por Althusser para elaborar su teoría del sujeto. Sin embargo, es conveniente señalar que complementa la visión de la ideología de Althusser con el aspecto del psicoanálisis de Lacan referido al papel del goce en lo simbólico. Esta complementación de la teoría de la ideología de Althusser se debería, según Zižek, a que la interpelación ideológica de Althusser no debería ser percibida básicamente como una narrativa de no reconocimiento, sino principalmente como una “lógica de goce”. Mediante lo anterior, Zižek amplía la teoría del sujeto de Althusser, introduciendo la concepción del inconsciente en la percepción del sujeto que tenía Althusser.

Zižek, al igual que Badiou, siguiendo la lógica de Althusser de desligarse de la concepción que tiene Marx del comunismo, propicia una nueva noción de éste. La noción de comunismo de Zižek y Badiou se sustenta en el rescate de las invariantes históricas como la igualdad, la libertad, la justicia, sin tener en cuenta las especificidades que adquieren estas nociones en el marco de los diferentes tipos de relaciones sociales que se dieron en la historia.

En lo que se refiere a Badiou, éste presenta una visión de la ideología muy parecida a la de Althusser. Esta similitud se puede apreciar en la relación estrecha que existe entre la interpelación ideológica Athusseriana que adopta Badiou en su tratamiento del evento que generaría la emancipación y el proceso de verdad que ocasionaría. El evento de verdad de Badiou se sustenta en la interpelación ideológica Althusseriana de los individuos para que devengan sujetos a través de una fidelidad a la verdad.


Reflexiones finales

Se puede señalar que, en las producciones teóricas de los posmarxistas, ninguno se refiere a los trabajos del joven Marx y marginan totalmente de su análisis el campo del trabajo y, sobre todo, del trabajo alienado que es una categoría central en el sistema teórico de Marx. Todo ello, como se podrá apreciar, sigue la percepción que tuvo Althusser de la producción teórica de Marx.

Los posmarxistas reemplazan el mundo del trabajo y de las contradicciones entre el capital y el trabajo desarrollado por Marx con su teoría de la ideología. Esta teoría de la ideología heredada de Althusser es complementada de manera diferenciada generando distinciones entre los diversos representantes del posmodernismo, pero sin modificar su percepción a nivel esencial de las relaciones sociales que se dan en el capitalismo. Es decir todos a nivel esencial tienen una misma matriz de sentido. Esta visión teórica de los posmarxistas alejada del mundo del trabajo, el cual es el campo donde se puede apreciar con claridad la alienación y explotación que se produce en el capitalismo y la necesidad de superarlas, lleva a posiciones políticas reformistas, y/o ambiguas que no posibilitan una estrategia anticapitalista coherente.

Como ya vimos, Laclau y Mouffe plantean sólo reformas dentro del capitalismo y Zižek y Badiou privilegian de manera desmedida la contingencia en la creación de una nueva situación, la cual resultaría de un acto o evento. No explicitan de manera clara cómo se generaría este acto o evento, en tanto no detallan las vinculaciones entre la situación imperante, el trabajo político, que se requiere para propiciar el cambio y la aparición del acto o evento. Da la impresión que este acto o evento caería del cielo y por derecho divino habría un cambio. Así como la ortodoxia relegó a un segundo plano la lucha entre el capital y el trabajo en el proceso de superación del capitalismo, privilegiando una ficticia contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales, que se podrían dar en cualquier momento. Los posmarxistas igualmente hacen desaparecer de su teoría las contradicciones entre el capital y el trabajo, y sustentan todo el proceso de cambio en la aparición de un evento que nos condecería a una nueva situación que materialice los invariantes de la historia en abstracto.

Para concluir, presentaré un conjunto articulado de sugerencias que pienso que tendrían que ser consideradas en el proceso de crear una teoría emancipadora capaz de hacer frente al capitalismo actualmente vigente. Entre ellas, cabe destacar las siguientes:

1.        Ver la teoría de Marx como una unidad indisociable sin establecer una ruptura en la obra de Marx entre sus trabajos de juventud y de madurez como hace Althusser con el fin de darle un toque positivista y cientificista al marxismo.

2.        Rescatar la categoría de trabajo alienado en la producción teórica relativa a la emancipación y, en base a ella, profundizar en la teoría filosófica de Marx que está esparcida a lo largo de toda su obra.

3.        Concebir la ideología en el marco del sistema de alienación, en tanto el trabajo alienado que se da en el proceso de trabajo tiene sus expresiones ideológicas a nivel fenoménico, tal como lo muestra Marx en el capital cuando trata el proceso de fetichización de la mercancía.

4.        Profundizar en la concepción de la producción de Marx, que se encuentra bastante detallada en el capítulo inédito del primer tomo de El Capital, donde Marx aborda el proceso de producción como una articulación del proceso de trabajo y valorización, lo que le otorga un carácter no neutro a la noción del proceso productivo, y privilegia en su visión de la producción el análisis de las relaciones sociales tanto en el proceso de trabajo como en el de valorización. Es decir que las contradicciones se dan tanto en el proceso de trabajo como en el de valorización, y no sólo en éste último, como afirman la ortodoxia y el Althusserismo.

5.        Cuestionar la supuesta contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales y privilegiar, en el análisis de la dialéctica, las contradicciones entre el capital y el trabajo.

6.        Reconceptualizar la noción de sociedad eliminando el determinismo economista. En mis distintos trabajos, conceptúo la sociedad como la articulación de las producciones políticas, culturales, económicas y familiares, todos ellas permeadas por la ideología que les otorga un carácter de no neutralidad. Ninguna de las distintas producciones determina a las demás, y la dominación de una de ellas sobre las otras dependerá de las condiciones históricas concretas.

7.        Profundizar la teoría referente al sujeto en el marco de las nuevas formas de ver la producción y la sociedad tomando debida cuenta de la importancia del sector informal (rural, urbano) donde el no capitalismo desempeña un papel importante.

8.       No circunscribir la política sólo a su relación con el Estado, y más bien centrarse en la organización de los trabajadores y campesinos desde la base, generando espacios en que se pueda promover nuevas formas de relaciones entre los que laboran en una determinada producción, ya sea económica, política, cultural o familiar, las cuales deberían ir constituyéndose en la base del movimiento emancipador.

miércoles, 30 de enero de 2013

LA VIGENCIA DE LA POLÉMICA ENTRE EL CHE Y BETTELHEIM SOBRE EL SOCIALISMO





Por Cristian Guillén.



La polémica entre el Che y Bettelheim, que se dio a principios de los años 1960 y que originó el artículo elaborado por el Che: La planificación socialista, su significado (Junio 1964), es de gran relevancia en los momentos actuales donde, por un lado, se plantea la obsolescencia de la teoría desarrollada por Marx y por otro, el surgimiento de nuevos pensamientos posmarxistas que tratan de desvirtuar los planteamientos centrales de Marx para establecer alternativas que no rompen a nivel esencial con el capitalismo.

El Che cuestiona la concepción de Bettelheim sobre el socialismo basado en el primado de las fuerzas productivas, donde la contradicción principal que generaría el cambio es la que se daría entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales y no la lucha entre el capital y el trabajo. Para el Che, en contraposición con Bettelheim, habría que “buscar en las relaciones de producción de Cuba los motores internos que han provocado la revolución actual”. El Che pone en tela de juicio igualmente el darle a la estructura jurídica una existencia propia, con el fin de promover la idea que la propiedad estatal puede ser considerada como socialista sin tomar en cuenta el carácter de las relaciones sociales que se dan en su seno.

A nivel fenoménico pueden aparecer contradictorios los planteamientos de Bettelheim con respecto a los dos aspectos centrales referentes a la denominada “transición al socialismo” y que son: el primado de fuerzas productivas; y la “autonomía” de la estructura jurídica, que formaría parte de superestructura. Sin embargo, ambos elementos están articulados por la lógica positivista que trata en el fondo de mantener la esencia de las relaciones capitalistas, que es el trabajo alienado. Lo expuesto se sustenta en que si bien la idea central de Bettelheim fue la concepción economicista del desarrollo de las fuerzas productivas como factor decisivo para el “cambio”, es preciso para lograrlo no modificar la organización social de las unidades productivas y del Estado, en tanto las fuerzas productivas que se fomentan son las capitalistas y, por ende, requieren una estructura organizacional igualmente capitalista. La explicación a nivel esencial de lo señalado es que la supuesta contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales no se dan primero, porque las fuerzas productivas no son neutras y segundo, porque en un proceso de reproducción dinámico, las fuerzas productivas son expresión de relaciones sociales pasadas. De lo anterior se deduce que podrán existir ciertos conflictos producto de desajustes entre las relaciones sociales cristalizadas (fuerzas productivas) y las presentes (que serían motivo para promover la innovación) pero de ninguna manera pondría en juego las relaciones sociales predominantes, es decir las capitalistas.

Es por todo lo señalado que la estatización en la ex Unión soviética no modificó a nivel esencial las relaciones sociales. En el seno de las empresas y del Estado, se mantuvo y promovió el taylorismo (que se desarrolló a principios del siglo XX para promover las relaciones de producción capitalistas en Estados Unidos y también en Europa),  en tanto se concibió en la ex Unión soviética como una forma científica de la organización del trabajo, y por tanto neutra. Para fomentar esta modalidad de trabajo, se creó en la ex Unión soviética el Instituto central de trabajo (ICT) y se denominó a la organización del trabajo NOT.

El taylorismo promovió en el Estado y en las unidades de producción la disociación entre trabajo manual e intelectual, la jerarquización, el fraccionamiento dentro del proceso de trabajo que fomentó el trabajo individual, en lugar del trabajo colectivo y cooperante. Esta modalidad individualizada de trabajo condujo a promover la productividad, es decir el incremento de las fuerzas productivas mediante el pago por pieza, que en el fondo lleva a una competición entre los trabajadores en lugar de crear solidaridad entre ellos. Esta forma de organizar el trabajo hizo por un lado que se mantengan como categorías de mercancía los salarios, los precios y las ganancias, por más que “desde arriba” se tratara de regular administrativamente estas categorías de mercancía. Debido a lo anterior, se colocaron los mayores recursos en las empresas más “eficientes” y rentables por encima de las necesidades más sentidas de la población.

El Che Guevara se opuso a mantener las categorías de mercancía en el socialismo promovidas por una concepción economicista de éste y preconizaba para eliminarlas la creación de “relaciones nuevas entre los hombres” tendientes a promover un hombre nuevo donde los incentivos morales primarían sobre los materiales. El hombre nuevo del Che también fue vislumbrado por Marx en sus “Manuscritos Económicos y Filosóficos” de 1844 donde planteaba como tarea central para crear un nuevo hombre la eliminación del trabajo alienado en el capitalismo, el cual ve al ser humano como una cosa, como un simple factor de producción que es ajeno a la forma en que produce y a lo que elabora. Igualmente para promover el trabajo colectivo y creativo, es necesario que se vaya contra la visión individualizada de las empresas y la concepción mercantil de concebir las relaciones entre el campo y la ciudad. El socialismo real nunca trató de eliminar lo anterior, promoviendo el trabajo alienado en su versión burocratizada. Es decir que nunca buscó transformar a nivel esencial las relaciones sociales capitalistas, por lo que no fue una casualidad que se desplomara el supuesto socialismo real.

Los planteamientos errados de Bettelheim, que lúcidamente el Che criticó pese a que eran difíciles de percibir con la claridad que se ven ahora por la primacía del pensamiento estalinista en ese entonces, fueron posteriormente revisados por Bettelheim. En el primer volumen de su libro Les luttes de clases en URSS (1974. P.13), señala que el principal obstáculo para el desarrollo socialista ya no se encuentra en el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas sino en la naturaleza de las relaciones sociales dominantes. Para este nuevo Bettelheim, el desarrollo de las fuerzas productivas no pueden jamás por sí solas hacer desaparecer las formas capitalistas de la división del trabajo ni las otras relaciones sociales burguesas. Lo antes señalado lo refuerza en el segundo volumen de su libro Les luttes de classes en URSS (1977. P.29) al postular que la contradicción fundamental es la que opone en la transición al proletariado con la burguesía, que se manifiesta en la oposición entre la clase obrera y los dirigentes de empresa estatales y privados, es decir que la forma de propiedad estatal no elimina la lucha de clases como suponía en sus planteamientos de 1960.

La visión del Che, el análisis crítico de los errores y la posterior rectificación de Bettelheim deben ser tenidas muy en cuenta en el proceso complejo de construir una teoría emancipadora que tienda a rechazar la concepción positivista de ver la transformación sustentada en el desarrollo de las fuerzas productivas que promueven el estalinismo, el neoestalinismo y el posmarxismo bajo sus distintas formas.

Tomado de Rebelion.org.

martes, 29 de enero de 2013

EL VERGONZOSO LEGADO DE LA DOCTRINA MONROE MILITARIZANDO LATINOAMÉRICA




Un Tema de Actualidad

ConnHallinan


El pasado mes de diciembre marcó el 190 aniversario de la Doctrina Monroe, la declaración política del presidente James Monroe que esencialmente convirtió Latinoamérica en la reserva exclusiva de EE.UU. Y por si alguien tuviera alguna duda sobre lo que era de importancia vital en esa Doctrina, que considere que desde 1843 EE.UU. ha intervenido en México, Argentina, Chile, Haití, Nicaragua, Panamá, Cuba, Puerto Rico, Honduras, la República Dominicana, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Uruguay, Granada, Bolivia, y Venezuela.

En el caso de Nicaragua nueve veces y en Honduras ocho.

Algunas veces la intrusión no estuvo adornada de sutilezas diplomáticas: la infantería estadounidense atacando el Castillo Chapultepec en las afueras de Ciudad de México en 1847, marines persiguiendo a insurgentes en Centroamérica, “Black Jack” Pershing persiguiendo a Pancho Villa por Chihuahua en 1916.

Otras veces la intervención estuvo encubierta por las sombras, un soborno secreto, un gesto y un guiño a algunos generales, o el estrangulamiento de una economía porque algún gobierno tuvo la temeridad de proponer una reforma agraria o una redistribución de la riqueza.

Durante 150, años la historia de esta región, que se extiende por dos hemisferios y va desde la tundra helada a desiertos ardientes y humeantes selvas tropicales, fue en gran parte determinada por lo que sucedía en Washington. Como dijera una vez el astuto dictador mexicano Porfirio Díaz, la gran tragedia de Latinoamérica es que está tan lejos de Dios y tan cerca de EE.UU.

Pero la Latinoamérica actual ya no es la misma que hace 20 años. Gobiernos de izquierda y progresistas presiden la mayor parte de Suramérica. China ha reemplazado a EE.UU. como el mayor socio comercial de la región, y Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela se han unido en un mercado común, Mercosur, que es el tercero del planeta. Otras cinco naciones son miembros asociados. La Unión de Naciones Suramericanas [UNASUR] y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe [CELAC] han soslayado esa vieja reliquia de la Guerra Fría, la Organización de Estados Americanos. La CELAC incluye a Cuba, pero excluye a EE.UU. y Canadá.

A primera vista, la Doctrina de Míster Monroe parece letra muerta.

Por eso las políticas del gobierno de Obama hacia Latinoamérica son tan inquietantes. Después de décadas de paz y desarrollo económico, ¿por qué está EE.UU. involucrado en un importante refuerzo militar en la región? ¿Por qué Washington ha hecho la vista gorda ante dos exitosos golpes, y un intento, en la región en los últimos tres años? ¿Y por qué no se distancia Washington de las prácticas depredadoras de los llamados “fondos buitres”, cuya codicia amenaza con desestabilizar la economía argentina?

Como hace en África y Asia, el gobierno de Obama militariza su política exterior en Latinoamérica. Washington ha extendido una red de bases de Centroamérica a Argentina. Colombia tiene ahora siete bases mayores y hay instalaciones militares de EE.UU. en Honduras, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá y Belice. La nuevamente reactivada Quinta Flota ronda por el Atlántico Sur. Hay marines en Guatemala persiguiendo a narcotraficantes. Hay Fuerzas Especiales en Honduras y Colombia. ¿Cuáles son sus misiones? ¿Cuántos son? No sabemos gran cosa porque gran parte de este despliegue es ocultado por el manto de la “seguridad nacional”.

El fortalecimiento militar va combinado con una inquietante tolerancia hacia los golpes. Cuando los militares y las elites hondureñas derrocaron al presidente Manuel Zelaya en 2009, en lugar de condenar su expulsión, el gobierno de Obama cabildeó –aunque en gran parte sin éxito– para que las naciones latinoamericanas reconocieran el gobierno instalado ilegalmente. La Casa Blanca también guardó silencio respecto al intento de golpe contra el izquierdista Rafael Correa en Ecuador al año siguiente y se ha negado a condenar el golpe “parlamentario” contra el presidente progresista de Paraguay, Fernando Lugo, el llamado “Obispo Rojo”

Sombríos recuerdos de golpes organizados y apoyados por EE.UU. contra gobiernos en Brasil, Argentina, Chile y Guatemala son difícilmente olvidados en el continente, como dejó claro un reciente comentario del ministro de economía argentino Hernán Lorenzino. Calificando de “colonialismo legal” un dictamen de una Corte de Apelaciones estadounidense de que Buenos Aires debería pagar 1.300 millones de dólares en daños a dos acreedores de “fondos buitres” el ministro dijo “Todo lo que necesitamos ahora es que [el juez de la Corte de Apelaciones] Griesa nos mande la Quinta Flota”.

Gran parte de este reforzamiento militar tiene lugar tras la retórica de la guerra contra las drogas, pero una mirada a la ubicación de bases en Colombia sugiere que la protección de oleoductos tiene más que ver con el orden de batalla de las Fuerzas Especiales de EE.UU. que con narcotraficantes. El Plan Colombia, que ya ha costado cerca de 4.000 millones de dólares, fue concebido y cabildeado por la compañía de petróleo y gas, Occidental Petroleum, con sede en Los Ángeles.

Colombia tiene actualmente cinco millones de personas desplazadas, la mayor cantidad en el mundo. También es un sitio muy peligroso si uno es sindicalista, a pesar de que se supone que Bogotá ha instituido un Plan de Acción Laboral (PAL) como parte del Acuerdo de Libre Comercio (ALC/FTA) con Washington. Pero desde que el gobierno de Obama dijo que el gobierno de Colombia cumple con el PAL, la realidad es que los ataques han aumentado. “Lo que pasó desde entonces [la declaración de cumplimiento de EE.UU.] es un aumento en las represalias contra casi todos los sindicatos y activistas sindicales que realmente creían en el Plan de Acción Laboral”, dice Gimena Sánchez-Garzoli de la organización WOLA [Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos]. Human RightsWatch llegó a una conclusión semejante.

Una cantidad creciente de dirigentes latinoamericanos llegan a la conclusión de que la guerra contra la droga ha sido un desastre definitivo. Por lo menos 100.000 personas han muerto o han desaparecido solo en México, y el narcotráfico corrompe gobiernos, militares y fuerzas policiales desde Bolivia hasta la frontera de EE.UU. Y para que no pensemos que se trata de un problema latinoamericano, varios agentes del mantenimiento del orden de Texas fueron recientemente imputados por complicidad en el movimiento de drogas de México a EE.UU.

El gobierno de Obama debería sumarse al creciente coro de dirigentes regionales que han decidido examinar el tema de la legalización y de desmilitarizar la guerra contra las drogas. Recientes estudios muestran que hay un fuerte aumento de la violencia una vez que los militares se hacen parte del conflicto y que, como han demostrado Portugal y Australia, la legalización no conduce a un aumento en la cantidad de adictos.

Una importante iniciativa de EE.UU. en la región es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/NAFTA), a pesar de que ha producido pobreza, desarticulación social e incluso un aumento del narcotráfico. En su libro DrugWarMexico Peter Walt y Roberto Zapeda señalan que la desregulación ha abierto puertas para los traficantes, un peligro sobre el cual tanto el Servicio de Aduanas de EE.UU. como la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas) (DEA) advirtieron en 1993.

Al reducir o eliminar los aranceles, el TLCAN ha inundado Latinoamérica de maíz barato subvencionado por el gobierno de EE.UU. que ha llevado a la quiebra a millones de pequeños agricultores, obligándolos a emigrar, a inundar las ciudades superpobladas del país, o a dedicarse a la producción de cultivos más lucrativos, marihuana y coca. Desde 1994, el año en que el TLCAN entró en vigor, hasta 2000, unos dos millones de agricultores mexicanos abandonaron sus tierras y cientos de miles de personas indocumentadas han emigrado a EE.UU. cada año.

Según la organización de ayuda Oxfam, el TLC con Colombia llevará a una caída de 16% en el ingreso de 1,8 millones de agricultores y la pérdida de ingresos de entre 48 y 70% a unas 400.000 personas que trabajan en ese país por un salario mínimo mensual de 328,08 dólares.

El “libre comercio” impide que los países emergentes protejan sus propias industrias y recursos, y los enfrenta al poderío industrial de EE.UU. Ese campo de juego injusto lleva a la pobreza de los latinoamericanos, pero a enormes beneficios para corporaciones estadounidenses y algunas de las elites de la región.

La Casa Banca ha continuado la satanización del presidente venezolano Hugo Chávez del gobierno de Bush, a pesar del hecho de que Chávez ha sido elegido dos veces por grandes mayorías, y que su gobierno ha dirigido una gran reducción de la pobreza. Según las Naciones Unidas, la desigualdad en Venezuela es la más baja de Latinoamérica, la pobreza ha sido reducida a la mitad, la extrema pobreza en un 70%. Es el tipo de cifras supuestamente glorificadas por el gobierno de Obama.

En cuanto a los ataques de Chávez a EE.UU., es difícil culpar a los chavistas de un cierto grado de paranoia, si se considera que EE.UU. apoyó el golpe de 2002 contra él, ha enviado a Fuerzas Especiales y a la CIA a la vecina Colombia, y adopta una actitud apática ante los golpes.

Washington debería reconocer que Latinoamérica experimenta nuevos modelos políticos y económicos en un intento de reducir la tradicional pobreza de la región, el subdesarrollo y las divisiones crónicas entre ricos y pobres. En lugar de tratar de marginar a dirigentes como Chávez, Correa, Evo Morales de Bolivia y Cristina Kirchner de Argentina, el gobierno de Obama debería aceptar el hecho de que EE.UU. ya no es el Coloso del Norte que siempre se puede salir con la suya. En todo caso, el que está siendo marginado en la región es EE.UU., no sus oponentes.

En lugar de firmar leyes estúpidas como la “"Ley para contrarrestar a Irán en el Hemisferio Occidental" (increíble pero cierto), la Casa Blanca debería estar cabildeando para que Brasil se convierta en miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, terminar su ilegal e inmoral bloqueo de Cuba y exigir que Gran Bretaña termine el apoyo a su colonia en las Islas Malvinas (Falkland). La realidad es que Gran Bretaña no puede “poseer” tierras a casi 15.000 kilómetros de Londres solo porque tiene una armada superior. El colonialismo se acabó.

Y aunque el gobierno no puede intervenir directamente ante la Corte de Apelaciones de EE.UU. en la actual disputa entre Argentina, Elliot Management y Aurelius Capital Management, la Casa Blanca debe dejar claro que piensa que los esfuerzos de esos los “fondos buitres” para beneficiarse de la crisis económica argentina de 2002 son despreciables. También existe el aspecto muy práctico de que si “fondos buitres” obligan a Buenos Aires a pagar el valor total de las deudas que ellos adquirieron por 15 centavos por dólar, amenazarán los esfuerzos de países como Grecia, España, Irlanda y Portugal de encarar a sus acreedores. Considerando que los bancos estadounidenses –incluidos los “buitres”– tuvieron que ver con la creación de la crisis para comenzar, incumbe particularmente al gobierno de EE.UU. que apoye al gobierno Kirchner en este asunto. Y si la Quinta Flota participa, podría pensar en bombardear la sede de Elliot en las Islas Caimán.

Después de siglos de explotación colonial y dominación económica por parte de EE.UU. y Europa, Latinoamérica está finalmente demostrando su verdadero valor. Se ha sobrepuesto en gran parte a la recesión mundial de 2008 y los niveles de vida están aumentando en general en toda la región, sobre todo drásticamente en los países que Washington describe como “izquierdistas”. En la actualidad, los vínculos de Latinoamérica son más con los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- que con EE.UU. y la región está forjando su propia agenda internacional. Existe una oposición unánime al bloqueo de Cuba y, en 2010, Brasil y Turquía presentaron lo que es probablemente la solución más sensata hasta la fecha para acabar con la crisis nuclear de Irán.

Durante los próximos cuatro años, el gobierno de Obama tiene la oportunidad de reescribir el prolongado y vergonzoso historial de EE.UU. en Latinoamérica y reemplazarlo por otro basado en el respeto mutuo y la cooperación. O puede recurrir a tenebrosas Fuerzas Especiales, subversión silenciosa e intolerancia. La decisión es nuestra.

CounterPunch- en ingles
http://www.counterpunch.org/2013/01/16/militarizing-latin-america/jjj
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Benjamín Hernández a través de yahoogroups.com
24 de enero 2013 21:32
responder a:    Nicaragua_Socialista@yahoogroups.com
[PAZ con DIGNIDAD] Fwd: Militarizando Latinoamerica

            Nota.-

            En 1776 EUA logró su independencia (inicialmente las trece colonias de Inglaterra) Medio siglo después, 1823, John Quincy Adams elaboraba lo que se conocería como Doctrina Monroe, por ser el presidente que la presentó oficialmente.

            Aparentemente era una oposición al colonialismo. Sin embargo, esa “doctrina” no funcionó ante la ocupación inglesa de las Islas Malvinas (1823), el bloqueo francés a Argentina (1833), la invasión española a República Dominicana (1861), la intervención francesa en México (1862), la ocupación inglesa a Nicaragua (1895), la ocupación inglesa a Guayana (1895)

            La verdad es que “América para los Americanos” era un juego de palabras, porque “americanos” se refiere a los propios EUA. Por eso lo cierto es que es “América para los Norteamericanos”

            Por eso ha funcionado como agresión militar a México, Haití, Nicaragua, Panamá, Cuba, Puerto Rico, Honduras, República Dominicana, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Granada. En cuanto a otros países de Nuestra América, “le basta desembarcar sus banqueros” y así formar su “patrio trasero” pomposamente llamado América “Latina” Para ellos no somos americanos, apenas somos “latinos”

            Estados Unidos, país en guerra permanente desde la II-GM, ha sembrado de bases militares a Nuestra América. En Panamá concentra doce bases, en Colombia concentra ocho bases. Así, con el pretexto de la lucha “contra el terrorismo y el narcotráfico” interviene impunemente en nuestros países.

            Pero los tiempos están cambiando, como señala el artículo. Para ejemplo, BRICS en el mundo. UNASUR y CELAC en Nuestra América.

Ragarro
29.01.13

domingo, 27 de enero de 2013

CRISIS TERMINAL: ¿POR DÓNDE ESTALLARÁ NUESTRO MAGNÍFICO DESORDEN?


 
La Vanguardia
27-01-2013


Una política anticrisis alternativa que no incluya una clara posición antibelicista y antimilitarista estará coja desde su inicio

La estabilidad económica y militar del mundo reposa sobre bases muy frágiles. La crisis global empuja a las naciones hacia el recurso militar. Eso es tan viejo como la humanidad y la pregunta de si la actual crisis desembocará en una gran guerra no tiene nada de excéntrica. La cuestión puede formularse al revés: un conflicto militar de envergadura podría ser desencadenante de una fase muy superior de general hundimiento económico, el “big bang” de una crisis económica mundial. Tenemos dos escenarios servidos.

Uno en el Mediterráneo Oriental, que apunta hacia Irán y el Golfo Pérsico. El otro en Asia Oriental, con un cerco militar contra China. En ambos escenarios se está jugando con fuego.

En el Mediterráneo Oriental, desde el norte de África hasta Oriente Medio, tenemos una considerable concentración de países que atraviesan crisis muy diferentes pero todas ellas profundas.

En Libia la intervención occidental ha dejado un país fragmentado cuyas chispas han prendido en Mali. En Egipto la revuelta civil continua porque ninguna de las grandes cuestiones que planteó se han resuelto. En Grecia la política alemana está destruyendo una sociedad a la que se empuja a la revuelta. En Chipre, otro miembro de la Unión Europea en crisis, la decisión de explotar reservas marítimas de gas con ayuda israelí es discutida por Turquía, reavivando las antiguas tensiones militares entre turcos y griegos. Y todo eso no es nada comparado con la guerra civil siria.

Fomentado por occidente y los países árabes integristas amigos, con armas, dinero y propaganda, la guerra civil de Siria tiene como principal problema un frente de potencias occidentales y monarquías integristas reaccionarias del Golfo que se opone enérgicamente a cualquier acción diplomática y está decidido a un cambio de régimen.

El conflicto de Siria lanza desestabilizadoras fracturas, étnicas y religiosas, hacia todo su entorno, desde Líbano, hasta Turquía, pasando por Jordania. El principal problema del régimen de el Azad, es, sin embargo, ser aliado de Irán.

La presunta ambición nuclear de Irán es, contemplada históricamente, una lógica reacción al hecho nuclear israelí, y al doble rasero con el que las grandes potencias nucleares pisotean el acuerdo de no proliferación (NPT) de 1968. Es también reacción a la sistemática negación de la antigua propuesta, de Egipto, Irán y otros, de crear una zona libre de armas de destrucción masiva en Oriente Medio, a la que Washington, por no hablar de Israel, se opone activamente. El “problema nuclear iraní” sirve también para diluir la ignominia palestina, paradigma de cuestión colonial en el siglo XXI que inflama el demencial “conflicto de civilizaciones”.

El segundo escenario es el de Asia Oriental, particularmente desde que Obama anunciara, en noviembre de 2011, su reforzada atención militar allá. Existe un riesgo de conflicto que tiene a China como objetivo.

Durante muchos años la política de Pekín estuvo presidida por el principio que Deng Xiaoping formuló en los noventa, la necesidad de ser prudentes y humildes en política exterior para no malograr el gran objetivo estratégico de la nación, su modernización y desarrollo. Ese era también el relleno de la doctrina de la “pacífica emergencia de China” de Hu Jintao. Las cosas han cambiado por la extrema necesidad energética de China, de la que depende el propio objetivo estratégico de Pekín: sin rutas libres y despejadas en los océanos índico y pacífico del sur, así como en los estrechos de Indonesia, no hay perspectiva posible de mantener el crematístico desarrollo chino tal como está planteado.

Ahí es donde el fortalecimiento del cerco aeronaval a China propugnado por Obama, con el fortalecimiento de las alianzas antichinas en la región, las ventas de armas a Taiwán y el pulso naval y aéreo entre China y Japón por las islas en disputa, así como el siempre abierto escenario de un cambio de régimen en Corea del Norte y el apoyo de Washington a las reivindicaciones territoriales de Vietnam y Filipinas contra China, colocan a Pekín en una situación nueva.

China está dejando claro que no va a permitir dejarse encerrar en una esquina y los tonos que sus políticos militares y medios de comunicación están lanzando ya son muy diferentes de los de hace pocos años. Cualquier día la chispa de un incidente con Japón alrededor de las islas del Mar de China Oriental puede dar lugar a un serio conflicto.

Cualquier conflicto militar de envergadura, sea en el Mediterráneo Oriental y Oriente Medio, en un arco que va desde Grecia hasta Irán, pasando por Siria, sea en Asia Oriental, desde la península coreana, hasta Vietnam y Filipinas, con el pleito chino-japonés por las islas como detonante, supondría un golpe definitivo a la economía global.

En el mundo de hoy, con sus grandes flujos económicos internacionales, todo está interrelacionado. Es en China donde la industria del automóvil alemana, y la exportación germana en general, está salvando estos días sus balances. Cualquier hundimiento comercial en Europa sería fatal para China y viceversa. Algo parecido puede decirse de Estados Unidos. En este sentido es inaudito el desinterés que el análisis y seguimiento de la crisis económica demuestra hacia los temas militares, ignorando las estrechas relaciones existentes entre ambos vectores.

Hoy más que nunca, la pregunta ¿por donde estallará militarmente la actual crisis económica? es muy pertinente. Por eso, una política anticrisis alternativa que no incluya una perspectiva profundamente antibelicista y antimilitarista estará coja desde su inicio.

Extraído de Rebelión

CUBA CREA CUATRO VACUNAS CONTRA EL CÁNCER




Una lección a las farmacéuticas que no será noticia


Cubainformación
27-01-2013
El modelo de industria pública médico-farmacéutica de un país socialista del Sur, frente a un modelo de mera rentabilidad económica de las multinacionales de la producción de medicamentos en el Norte: los medios miran para otro lado.


Que Cuba haya desarrollado ya cuatro vacunas contra diferentes tipos de cáncer es sin duda una noticia importante para la Humanidad (1), si tenemos en cuenta que, según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren en el mundo, por esta enfermedad, cerca de 8 millones de personas (2). Sin embargo, los grandes medios internacionales la han ignorado casi por completo.

En 2012 Cuba patentaba la primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón avanzado a nivel mundial, la CIMAVAX-EGF (3). Y en enero de 2013 se anunciaba la segunda, la llamada Racotumomab (4). Ensayos clínicos en 86 países demuestran que estas vacunas, aunque no curan la enfermedad, consiguen la reducción de los tumores y permiten una etapa estable de la enfermedad, aumentando esperanza y calidad de vida.

El Centro de Inmunología Molecular de La Habana, perteneciente al Estado cubano, es el creador de todas estas vacunas. Ya en 1985 desarrolló la vacuna de la meningitis B (5), única en el mundo, y más tarde otras, como las que combaten la hepatitis B o el dengue (6). Además, investiga desde hace años para desarrollar una vacuna contra el VIH-SIDA (7). Otro centro estatal cubano, los laboratorios LABIOFAM, desarrolla medicamentos homeopáticos también contra el cáncer: es el caso del VIDATOX, elaborado a partir del veneno del alacrán azul (8).

Cuba exporta estos fármacos a 26 países, y participa en empresas mixtas en China, Canadá y España (9). Todo esto rompe completamente un estereotipo muy extendido, reforzado por el silencio mediático acerca de los avances de Cuba y otros países del Sur: que la investigación médico-farmacéutica de vanguardia se produce solo en los países llamados “desarrollados”.

Indudablemente, el Estado cubano obtiene un rendimiento económico de la venta internacional de estos productos farmacéuticos (10). Sin embargo, su filosofía de investigación y comercialización está en las antípodas de la práctica empresarial de la gran industria farmacéutica.

El Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts denunciaba recientemente que las farmacéuticas orientan sus investigaciones no a la cura de las enfermedades, sino al desarrollo de fármacos para dolencias crónicas, mucho más rentables económicamente (11). Y señalaba que las enfermedades propias de los países más pobres –por su baja rentabilidad- sencillamente no se investigan. Por ello, el 90% del presupuesto para investigación está destinado a las enfermedades del 10% de la población mundial.

La industria pública médico-farmacéutica de Cuba, aún siendo una de las principales fuentes de divisas para el país, se rige por principios radicalmente opuestos.

En primer lugar, sus investigaciones van dirigidas, en buena parte, a desarrollar vacunas que evitan enfermedades y, en consecuencia, aminoran el gasto en medicamentos de la población. En un artículo en la prestigiosa revista Science, los investigadores de Universidad de Stanford (California) Paul Drain y Michele Barry aseguraban que Cuba obtiene mejores indicadores de salud que EEUU gastando hasta veinte veces menos (12). La razón: la ausencia –en el modelo cubano- de presiones y estímulos comerciales por parte de las farmacéuticas, y una exitosa estrategia de educación de la población en prevención de salud.

Además, las terapias naturales y tradicionales –como la medicina herbolaria, la acupuntura, la hipnosis y muchas otras-, prácticas poco rentables para los fabricantes de medicamentos, están integradas desde hace años en el sistema de salud pública gratuita de la Isla (13).

Por otro lado, en Cuba los fármacos son distribuidos, en primer lugar, en la red hospitalaria pública nacional, de forma gratuita o altamente subsidiada -precisamente- gracias a los ingresos en moneda fuerte por sus exportaciones (14).

La industria farmacéutica cubana, además, apenas destina presupuesto al gasto publicitario que, en el caso de la multinacionales, es superior incluso al invertido en la propia investigación (15).

Por último, Cuba impulsa la producción de fármacos genéricos que pone a disposición de otros países pobres y de la Organización Mundial de la Salud, a un precio muy inferior al de la gran industria mundial (16).

Pero estos acuerdos, ajenos a las reglas del mercado, generan fuertes presiones desde la industria farmacéutica. Recientemente, el Gobierno de Ecuador anunciaba la compra a Cuba de un número importante de medicamentos, en “reciprocidad” por la becas a estudiantes ecuatorianos en la Isla y por el apoyo de especialistas cubanos en el programa “Manuela Espejo” para personas discapacitadas (17). Las protestas de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos se convirtieron de inmediato en campaña mediática, difundiendo el mensaje de la supuesta mala calidad de los fármacos cubanos (18).

Por otro lado, numerosos analistas ven detrás del golpe de estado de Honduras, en 2009, a la gran industria farmacéutica internacional, ya que el gobierno del depuesto Manuel Zelaya, en el marco del acuerdo ALBA, pretendía sustituir la importación de medicamentos de las multinacionales por los genéricos cubanos (19).

El bloqueo de EEUU a Cuba impone importantes obstáculos para la comercialización internacional de los productos farmacéuticos cubanos, pero también perjudica directamente a la ciudadanía de EEUU. Por ejemplo, las 80.000 personas diabéticas que sufren en este país, cada año, la amputación de los dedos de sus pies, no pueden acceder a la vacuna cubana Heperprot P, que precisamente las evita (20).

El Premio Nobel de Química Peter Agre afirmaba recientemente que "Cuba es un magnífico ejemplo de cómo se pueden integrar el conocimiento y la investigación científica" (21). Irina Bokova, directora general de la UNESCO, decía sentirse “muy impresionada” con los logros científicos de Cuba y mostraba la voluntad de esta organización de Naciones Unidas en promoverlos en el resto del mundo (22). La pregunta es inevitable: ¿contará con la colaboración imprescindible de los grandes medios internacionales para difundirlos?

Notas:
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación