martes, 19 de febrero de 2013

LAS BRUJAS DE SALEM





Un Tema de Actualidad



            El dramaturgo Arthur Miller escribió la obra Las Brujas de Salem, en 1953, en los tiempos de la época del macartismo en Estado Unidos, en la segunda postguerra, cuando comenzaba la “guerra fría”, cimentada sobre la cacería de brujas, la persecución y el enjuiciamiento a todo ciudadano contestatario, acusado de manera gratuita de comunista y subversivo. Miller recuerda y hace la parodia con los juicios de brujas de Massachusetts en 1692

            El promotor de esta demencial práctica anticomunista fue el senador Joseph McCarthy, quien estimuló delaciones y acusaciones infundadas a dirigentes y personalidades democráticas estadounidenses de ser agentes del comunismo internacional, subversivos y traidores a la patria.

            No pocos juicios se produjeron en aquella época salvaje, cuando arreciaron las contradicciones entre el capitalismo y el socialismo. Numerosas personas fueron a la cárcel, algunas castigadas con la silla eléctrica. Fue una vergüenza para la principal potencia imperialista, conocida por sus aliados y amanuenses como “ejemplo de democracia occidental” Uno de los desafueros más conocido es esta época de “guerra sucia” en Estados Unidos, fue la ejecución, en junio de 1953, de los esposos Ethel y Julius Rosemberg, acusados de haberle entregado a la Unión Soviética el secreto de la bomba atómica. El “delito” de los esposos Rosemberg fue haber pertenecido al movimiento internacional por la paz.

            Miller escribió su famosa obra para enjuiciar a fondo el macartismo y criticar los desafueros del senador gringo ultraconservador de ingrata recordación, conmovido por la persecución a muchos artistas y personalidades de la cultura, incluidos en listas de personas peligrosas. Conducta que, por cierto, Washington practica en estos tiempos.

            Las Brujas de Salem aparecen de cuando en cuando en los países de democracias débiles y de gobernantes autoritarios. Cuando en Colombia se creía superada la cacería de brujas, adelantada por el DAS en los dos gobiernos anteriores del mismo individuo y orquestadas desde la “Casa de Nari” como se le conocía entonces, resucitan en el gobierno de Juan Manuel Santos, en desafío a la Mesa de diálogos de La Habana en donde se busca la salida política del conflicto sobre la base de un acuerdo de paz estable y duradero.

            Lo había denunciado, en abril pasado, cuando apenas aparecía en el escenario nacional, Marcha Patriótica. Sus voceros alertaron de los señalamientos y acusaciones falsas de altos mandos militares, los organismos de inteligencia y su marioneta el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. En la cárcel está David Ravelo, amenazado de una larga condena por un crimen que no cometió. Ravelo es un conocido defensor de derechos humanos en el Magdalena Medio y destacado dirigente comunista en esta importante y convulsiva región colombiana.

            La semana pasada, fueron detenidos en operativos espectaculares un grupo de profesionales en Manizales, Bogotá y Cali, cuyos nombres son: el sociólogo Carlos Andrés Ospina, los médicos Liliana Blandón, Lesner Almenares y Andrés Felipe Álvarez, además de los docentes Johan David Ruiz, Alexander Pérez, Vladimir Castaño y Julio César Murillo. Todos fueron capturados como si se tratara de peligrosos delincuentes, frente a sus colegas en los lugares de trabajo o en las universidades donde adelantan cursos de especialización. Son señalados por la Sijin, policía judicial, a partir de acusaciones de desmovilizados y desertores, integrantes del “cartel de testigos” Todos los acusados son antiguos dirigentes estudiantiles de la Universidad de Caldas, que por su activismo quedaron registrados en listas discriminatorias y órdenes de batalla como colaboradores de la subversión.

            El DAS fue liquidado pero Las Brujas de Salem se trasladaron a otras instituciones de seguridad e inteligencia, que realizan los montajes y continúan haciendo el mismo trabajo sucio de esta entidad en el pasado.

            Con la práctica macartista y anticomunista, propia de la cacería de brujas, sólo puede esperarse más y más represión a la lucha popular. Las organizaciones democráticas deben promover la movilización; exigir la libertad inmediata de los presos políticos y de conciencia. Su realidad es un negativo mensaje a la mesa de La Habana.

EDITORIAL DE
VOZ
LA VERDAD DEL PUEBLO
http://www.pacocol.org
EDICIÓN 2668, página 5
DIRECTOR: CARLOS LOZANO GUILLÉN
carloslozanogui@etb.net.co
Semana del 5 al 11 de diciembre de 2012

            Nota.- Este artículo actualiza esta obra del dramaturgo norteamericano Arthur Miller. Las Brujas de Salem recuerda la cacería de brujas desatada terminando el siglo XVII. Junto con la Inquisición en el resto de América, el sistema dominante no paró hasta llevar a la horca o a la hoguera a los “herejes”, disidentes de entonces.

            Cuando en pleno siglo XX se organizó el FBI en Estados Unidos, su Director fue el principal organizador de esta nueva cacería de brujas. Como Estados Unidos es “el país de la libertad” no prohibió ni puso fuera de la ley al Partido Comunista. El FBI simplemente lo infiltró, y así su plana mayor estaba formada hasta mayoritariamente por agentes del FBI. Esto se supo por propias declaraciones de su director, J. Edgar Hoover.

            Muchos activistas por los Derechos Humanos, muchos activistas por el Cambio Social, cayeron abiertamente o por celadas de los servicios de inteligencia. Y el método a emplear sigue siendo: “que parezca accidente”

            Esto ocurrió, ocurre y seguirá ocurriendo en el sistema dominante actual. La persecución que relata Miller fue en el marco de la “guerra fría”, cuando Estados Unidos era país vencedor y el mayor país acreedor del mundo. Ahora, cuando es el mayor país deudor del mundo y su sistema productivo está en inevitable crisis terminal, Estados Unidos toma medidas para “vender cara su derrota”, alrededor del mundo y especialmente en Nuestra América, su “patio trasero” Y esto nos incumbe directamente.

            Estados Unidos ha pasado de imponer su “lucha contra el comunismo y el oro de Moscú”, a imponer su “lucha contra el terrorismo y el oro del narcotráfico” Cuando España dominaba, los insurrectos eran llamados “bandidos”, y sus cabezas puestas en picota a la entrada de las ciudades principales. Con la inevitable Independencia, ahora son los Héroes de la Patria, y el pueblo los recuerda y honra como bien se merecen.

            Los luchadores sociales caen y caen. Y esto es advertencia seria, pues los caza-terroristas se trasladan“a otras instituciones de seguridad e inteligencia, que realizan los montajes y continúan haciendo el mismo trabajo sucio de esta entidad en el pasado”

            Aún más, el sistema dominante fortalece su complejo militar-judicial. Por una parte, siempre está haciendo “reingeniería” a sus fuerzas de seguridad. Por otra parte, inventa nueva legislación para respaldar legalmente su accionar. Y esto se llama ahora negacionismo, “criminalización de la protesta”

Tengamos muy presente esta realidad.

Ragarro
19.02.12

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