Un Tema de Actualidad
El
dramaturgo Arthur Miller escribió la obra Las Brujas de Salem, en 1953, en los
tiempos de la época del macartismo en Estado Unidos, en la segunda postguerra,
cuando comenzaba la “guerra fría”, cimentada sobre la cacería de brujas, la
persecución y el enjuiciamiento a todo ciudadano contestatario, acusado de
manera gratuita de comunista y subversivo. Miller recuerda y hace la parodia
con los juicios de brujas de Massachusetts en 1692
El
promotor de esta demencial práctica anticomunista fue el senador Joseph
McCarthy, quien estimuló delaciones y acusaciones infundadas a dirigentes y
personalidades democráticas estadounidenses de ser agentes del comunismo
internacional, subversivos y traidores a la patria.
No
pocos juicios se produjeron en aquella época salvaje, cuando arreciaron las
contradicciones entre el capitalismo y el socialismo. Numerosas personas fueron
a la cárcel, algunas castigadas con la silla eléctrica. Fue una vergüenza para
la principal potencia imperialista, conocida por sus aliados y amanuenses como
“ejemplo de democracia occidental” Uno de los desafueros más conocido es esta
época de “guerra sucia” en Estados Unidos, fue la ejecución, en junio de 1953,
de los esposos Ethel y Julius Rosemberg, acusados de haberle entregado a la Unión
Soviética el secreto de la bomba atómica. El “delito” de los esposos Rosemberg
fue haber pertenecido al movimiento internacional por la paz.
Miller
escribió su famosa obra para enjuiciar a fondo el macartismo y criticar los
desafueros del senador gringo ultraconservador de ingrata recordación,
conmovido por la persecución a muchos artistas y personalidades de la cultura,
incluidos en listas de personas peligrosas. Conducta que, por cierto,
Washington practica en estos tiempos.
Las
Brujas de Salem aparecen de cuando en cuando en los países de democracias
débiles y de gobernantes autoritarios. Cuando en Colombia se creía superada la
cacería de brujas, adelantada por el DAS en los dos gobiernos anteriores del mismo
individuo y orquestadas desde la “Casa de Nari” como se le conocía entonces,
resucitan en el gobierno de Juan Manuel Santos, en desafío a la Mesa de
diálogos de La Habana en donde se busca la salida política del conflicto sobre
la base de un acuerdo de paz estable y duradero.
Lo
había denunciado, en abril pasado, cuando apenas aparecía en el escenario
nacional, Marcha Patriótica. Sus voceros alertaron de los señalamientos y
acusaciones falsas de altos mandos militares, los organismos de inteligencia y
su marioneta el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. En la cárcel está
David Ravelo, amenazado de una larga condena por un crimen que no cometió.
Ravelo es un conocido defensor de derechos humanos en el Magdalena Medio y
destacado dirigente comunista en esta importante y convulsiva región
colombiana.
La
semana pasada, fueron detenidos en operativos espectaculares un grupo de
profesionales en Manizales, Bogotá y Cali, cuyos nombres son: el sociólogo
Carlos Andrés Ospina, los médicos Liliana Blandón, Lesner Almenares y Andrés
Felipe Álvarez, además de los docentes Johan David Ruiz, Alexander Pérez,
Vladimir Castaño y Julio César Murillo. Todos fueron capturados como si se
tratara de peligrosos delincuentes, frente a sus colegas en los lugares de
trabajo o en las universidades donde adelantan cursos de especialización. Son
señalados por la Sijin, policía judicial, a partir de acusaciones de
desmovilizados y desertores, integrantes del “cartel de testigos” Todos los
acusados son antiguos dirigentes estudiantiles de la Universidad de Caldas, que
por su activismo quedaron registrados en listas discriminatorias y órdenes de
batalla como colaboradores de la subversión.
El
DAS fue liquidado pero Las Brujas de Salem se trasladaron a otras instituciones
de seguridad e inteligencia, que realizan los montajes y continúan haciendo el
mismo trabajo sucio de esta entidad en el pasado.
Con
la práctica macartista y anticomunista, propia de la cacería de brujas, sólo
puede esperarse más y más represión a la lucha popular. Las organizaciones
democráticas deben promover la movilización; exigir la libertad inmediata de
los presos políticos y de conciencia. Su realidad es un negativo mensaje a la
mesa de La Habana.
EDITORIAL DE
VOZ
LA VERDAD DEL PUEBLO
http://www.pacocol.org
EDICIÓN 2668, página 5
DIRECTOR: CARLOS LOZANO GUILLÉN
carloslozanogui@etb.net.co
Semana del 5 al 11 de diciembre de 2012
Nota.- Este artículo actualiza esta
obra del dramaturgo norteamericano Arthur Miller. Las Brujas de Salem recuerda la cacería de brujas desatada
terminando el siglo XVII. Junto con la Inquisición en el resto de América, el
sistema dominante no paró hasta llevar a la horca o a la hoguera a los
“herejes”, disidentes de entonces.
Cuando
en pleno siglo XX se organizó el FBI en Estados Unidos, su Director fue el
principal organizador de esta nueva cacería de brujas. Como Estados Unidos es
“el país de la libertad” no prohibió ni puso fuera de la ley al Partido Comunista.
El FBI simplemente lo infiltró, y así su plana mayor estaba formada hasta
mayoritariamente por agentes del FBI. Esto se supo por propias declaraciones de
su director, J. Edgar Hoover.
Muchos
activistas por los Derechos Humanos, muchos activistas por el Cambio Social,
cayeron abiertamente o por celadas de los servicios de inteligencia. Y el
método a emplear sigue siendo: “que parezca accidente”
Esto
ocurrió, ocurre y seguirá ocurriendo en el sistema dominante actual. La
persecución que relata Miller fue en el marco de la “guerra fría”, cuando
Estados Unidos era país vencedor y el mayor país acreedor del mundo. Ahora,
cuando es el mayor país deudor del mundo y su sistema productivo está en
inevitable crisis terminal, Estados Unidos toma medidas para “vender cara su
derrota”, alrededor del mundo y especialmente en Nuestra América, su “patio
trasero” Y esto nos incumbe directamente.
Estados
Unidos ha pasado de imponer su “lucha contra el comunismo y el oro de Moscú”, a
imponer su “lucha contra el terrorismo y el oro del narcotráfico” Cuando España
dominaba, los insurrectos eran llamados “bandidos”, y sus cabezas puestas en
picota a la entrada de las ciudades principales. Con la inevitable
Independencia, ahora son los Héroes de la Patria, y el pueblo los recuerda y
honra como bien se merecen.
Los
luchadores sociales caen y caen. Y esto es advertencia seria, pues los
caza-terroristas se trasladan“a otras instituciones de seguridad e
inteligencia, que realizan los montajes y continúan haciendo el mismo trabajo
sucio de esta entidad en el pasado”
Aún
más, el sistema dominante fortalece su complejo militar-judicial. Por una
parte, siempre está haciendo “reingeniería” a sus fuerzas de seguridad. Por
otra parte, inventa nueva legislación para respaldar legalmente su accionar. Y
esto se llama ahora negacionismo, “criminalización de la protesta”
Tengamos
muy presente esta realidad.
Ragarro
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