Me parece fascinante que la nueva ley del servicio civil tenga un artículo donde se autoriza el despido de personal por causa de “adelantos tecnológicos o científicos”. Debe ser la primera vez que, en una ley, se reconoce, explícitamente, que las maravillas de la innovación conducen a la supresión de puestos de trabajo (salvo, por cierto, que se redujera universalmente la jornada de trabajo, cosa que, como bien sabemos, no ocurre ahora). Está usted avisado, amigo trabajador: en aras del progreso, usted –y muchos otros– serán echados a la mera calle. Mi amigo Fernando Villarán, que postula que la innovación es casi la panacea del bienestar, debe sentirse satisfecho de que la ley consagre el derecho de las máquinas a tomar los puestos de trabajo de los descartables y obsoletos seres humanos. No cabe duda de que, por fin, hemos entrado en la senda irreversible del progreso.
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SIGLO XXI - QUINTO LUSTRO - "Un nuevo orden emerge de la desintegración del capitalismo que irá reemplazando la célula económica (familia) por una nueva matriz reproductiva (comunas) que cumplirá funciones defensivas, judiciales, productivas y administrativas."
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