miércoles, 24 de julio de 2013
Drago Kisic, Gustavo Yamada y Francisco González. Los
personajes elegidos 'a dedo' por los tradicionales de la política peruana en
estado de descomposición (incluido el oficialista) en un acto bochornoso que la
población calificó como 'repartija'.
Pedro Francke /24/07/2013
Una gran protesta ciudadana se ha levantado frente a la
repartija de cargos de la Defensoría del Pueblo, el Tribunal Constitucional y
el Banco Central de Reserva. Partícipes de la repartija han sido, como se sabe,
el gobierno de Ollanta, el Fujimorismo, Perú Posible, y la alianza del PPC con
PPK.
Frente a la protesta, varios de los elegidos han renunciado,
pero la elección de directores del BCR viene siendo protegida por la derecha,
su prensa y el gobierno.
¿Cuál es la importancia del BCR? La capacidad de los bancos
centrales se ha visto resaltada los últimos años con la inyección de trillones
de dólares hecha a la economía norteamericana, europea y ahora japonesa por sus
bancos centrales, que han tenido un rol fundamental en reducir el impacto
recesivo de la crisis financiera iniciada en 2008/2009.
En el Perú, el Banco Central de Reserva en esos años tuvo
políticas que respondieron lenta y tardíamente al impacto de la crisis
internacional, pero felizmente en la orientación reactivadora. Sin embargo, un
problema fundamental de la política monetaria del BCR bajo la dirección de
Julio Velarde, ha sido permitir que el tipo de cambio, es decir el precio del
dólar caiga. De esa manera han favorecido la gran crisis de la industria
nacional, que en los primeros meses del año ha tenido su producción
virtualmente estancada, con el crecimiento del PBI industrial no llegando al
1%.
La paralización del crecimiento industrial sucede cuando la
inversión minera ha crecido 25 por ciento, que según los defensores del modelo
extractivista debiera estar generando una gran demanda y mayor producción
nacional de maquinaria e insumos industriales. Pero la enorme mayoría de eso
viene importado y por eso no jala a la industria nacional. Lo cierto, el dato
estadístico, es que la inversión minera crece y al mismo tiempo la industria se
detiene, mostrando claramente que con esta política económica la relación entre
ambos es inversa: a más minería, menos industria.
Esta es la llamada “enfermedad holandesa”. El BCR es uno de
los responsables directo de esta situación, ya que en sus manos está manejar el
precio del dólar. Pero su directorio actual, presidido por el pepecista Julio
Velarde comparte las visiones neoliberales, cree que mantenernos como un país
exportador de materias primas no es un problema, aunque ello refuerce la
desigualdad y la contaminación. Por eso no les importa que se reduzca la
competitividad de nuestra industria, agro, turismo y exportaciones no
tradicionales.
El BCR es también responsable de permitir que las AFPs se
lleven cada vez más nuestro dinero al exterior, en vez de que sea invertido en
el Perú en infraestructura y en fondos para las medianas y pequeñas empresas.
Drago Kisic, uno de los directores recién elegidos del BCR
vinculado a la alianza de PPK, ha dicho que el modelo económico está muy bien y
no hay que cambiar nada. ¿La ciudadanía conocía esa postura política antes de
que fuera elegido? ¿El Congreso preguntó a los candidatos al BCR sobre sus propuestas
de política económica y política monetaria? No, claro que no. Era parte de la
repartija.
Con el BCR, la repartija no sólo incluyó a 4 grupos
políticos. También incluyó al poder oculto de los grandes grupos económicos y
sus bancos, que defienden el modelo neoliberal para poder hacer enormes
ganancias, a costa de mantener la exclusión y el daño ambiental. Eso también
debe acabar.
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