En
lugar de mirar al graffiti como una manifestación vandálica hay que preguntarse cuál es la sociedad que está detrás. No es un tema nuevo, su
origen se remonta a los tiempos del Imperio Romano, cuando eran expresiones
políticas o satíricas frente a la opresión del poder. Hoy son lo mismo.
César
Giraldo
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Dice el periódico El Tiempo: "desmadre de
los grafitis antiestéticos, de mal gusto"1. "grafitis
vandálicos, que se multiplican con celeridad ...son una plaga para la
estética urbana"2. "Ya se trate del mobiliario urbano,
de una pared limpia o de una obra de valor histórico, el atentado contra
estos se consuma sin el mayor asomo de vergüenza y sin reparar en el daño
estético que se le hace a la capital, o en el costo que tendrán que pagar no
otros, sino los propios capitalinos"3 (5 de julio).
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Esa es la visión de El Tiempo. Los graffitis son:
un (1) asunto de seguridad, son vandálicos;(2) de estética, afean el
"mobiliario urbano"; y (3) patrimonial, desvalorizanlos inmuebles
lo que se convierte en un "costo que tendrán que pagar los
capitalinos", sobre todo, pagar los grandes propietarios de los
inmuebles y de la riqueza financiera que se construye sobre ellos.
Otra
visión, proveniente de los sectores populares que no se pueden expresar en
los medios de comunicación, es que los graffitis son una expresión artística
de grupos sociales excluidos que manifiestan sus reclamos, estética y
sentimientos, a través de ese medio. Si se hace un seguimiento de tales
expresiones a través del tiempo seguramente se encontrará que han
evolucionado, y que son un testimonio de la sociedad en la que vivimos.
En
lugar de mirar al graffiti como una manifestación vandálica hay que
preguntarse cuál es la sociedad que está detrás. ¿O es que se pretende
afirmar que el arte de los jóvenes contemporáneos es vandalismo? De acuerdo
con esto, vandalismo sería el Hip Hop, los cuenteros, el teatro callejero, el
rap, y por supuesto el graffiti. Si desde los medios de comunicación se está
promoviendo esa visión eso merece un debate. Tales medios nos quieren vender
la irrealidad de las bobonovelas, los conflictos sociales de la crónica roja
o las Lauras de América, la historia a través del mercadeo de chécheres
viejos del History Channel, la telerrealidad de los realities, y la felicidad
de ¡el precio es correcto!.Por favor, exigimos respeto.
Mientras
los medios de comunicación son propiedad de los grupos económicos que se
empobrecerían con la desvalorización de los inmuebles, los graffitis son
gratuitos, callejeros. Nacen como una alternativa frente a la falta de
libertad de expresión. Y no es un tema nuevo, su origen se remonta a los
tiempos del Imperio Romano, cuando eran expresiones políticas o satíricas
frente a la opresión del poder. Hoy son lo mismo. El graffiti expresa el
sentimiento y la visión de la persona que lo hizo. Y esa persona es un sujeto
que vive en una sociedad concreta, producto de una realidad histórica, y que
está haciendo un manifiesto de protesta o de cuestionamiento ante esa
sociedad.
En el
caso de nuestra sociedad esa persona es un joven, y hay que mirar qué es lo
que la juventud expresa antes de apresurarse a calificarla como vandálica.
Detrás de ese calificativo está la exigencia de la represión, que algunos
miembros de la autoridad la leen como un llamado a recurrir a violencia
física.
Ya se
conoció el asesinato por parte de agentes de la policía de un graffitero, a
quien intentaron presentar como un criminal (un falso positivo más). La
familia de la víctima y la sociedad reclamaron justicia, lo cual ha permitido
ventilar el tema desde una perspectiva distinta.
Ante la visión represiva (que es violenta) del
fenómeno que hace El Tiempo, sería bueno tener en cuenta lo que Andrea
Peñaloza señala en el sentido que "el graffiti se convierte en un
medio que evita la violencia y disminuye los índices de agresividad en la
medida en que quien libera sus pensamientos y emociones en el muro, no tiene
necesidad de ir a pegarle al que le cae mal o le molesta, porque al
escribirlo exterioriza la posible furia acumulada, con tanta vehemencia,
contra su enemigo supremo" (http://www.usergioarboleda.edu.co/altus/articulo_graffiti.htm)
El
graffiti es un medio para canalizar las tensiones en una sociedad tan
fragmentada como la nuestra. No es el único, existen otros. Pero en la
construcción de una sociedad en paz y democrática hay que abrir todos los
canales. Si estamos interesados en construir la paz y acabar la guerra
debemos desarmar el lenguaje y democratizar los medios de expresión. No es
con un lenguaje agresivo y con el monopolio de los medios de comunicación
como vamos a construir la paz.
Para
terminar quiero hacer recordar un viejo graffiti, aunque no tengo el valor
para pintarlo en una pared de Bogotá que es donde se entendería
NOSOTROS LOS GRAFFITEROS VIVIMOS EN PINTAPAREDES.
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1Editorial, 5 de julio 2013 http://www.eltiempo.com/opinion/editoriales/lo-que-no-nos-cuesta-editorial-el-tiempo_12910738-4
2Edición 29 de junio del 2013 http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12901024.html 35 de julio, op.cit. |
SIGLO XXI - QUINTO LUSTRO - "Un nuevo orden emerge de la desintegración del capitalismo que irá reemplazando la célula económica (familia) por una nueva matriz reproductiva (comunas) que cumplirá funciones defensivas, judiciales, productivas y administrativas."
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