29 JULIO 2013
A punto de partir de regreso a su país, en exclusiva con Prensa
Latina y la Mesa Redonda, el Presidente de Uruguay comentó sus impresiones
sobre la Cuba a la que ha regresado después de más de una década, sobre la
lucidez de Fidel y las angustias humanas que comparte con el líder de la
Revolución Cubana, sobre las disculpas europeas a Evo y la demanda caribeña de
indemnización por la esclavitud y también sobre la trascendencia del diálogo
para la paz en Colombia y la entrada de Venezuela a MERCOSUR, entre otros temas.
Por Arleen Rodríguez Derivet (Mesa
Redonda) y Odalys Troya Flores (PL)
Hay una maleta lista en un pasillo cercano, preludio de partida
inmediata y los facilitadores del diálogo advierten dos cosas a nuestra
llegada: al Presidente le incomoda el tumulto, de manera que si somos cuatro no
debemos parecer ocho por el tradicional despliegue de la técnica que demanda el
audiovisual y, disponemos de menos de una hora para la entrevista.
Al rato aparece él con la sencillez que se ha vuelto
leyenda. Viste guayabera verde y pantalón claro. Saluda con familiaridad y ni
tiempo nos da para ver si su rostro demanda retoque; se apoltrona frente a las
dos cámaras y nos mira con sus ojos de águila, esperando las preguntas.
Dirá entonces que ha visto a Cuba: “más colorida y más
distendida que la última vez”. Fue a finales de los 90, siendo ministro de la
Agricultura y recuerda que eran visibles los estragos del Período Especial.
Luego explicará que, más que una premonición, su frase:
“el hombre saldrá de la pre historia el día en que los cuarteles sean
escuelas…”, fue una expresión de las angustias por “la capacidad de destrucción
que tienen las guerras”, por los modos en que se están haciendo hoy, matando a
distancia y por el poder atómico de unos cuantos países. “En cualquier momento,
un loco aprieta un botón y quién puede calcular las consecuencias…”
En una época en que ciertas palabras suenan raras en los
discursos políticos, él no se corta para convocar a la humanidad a amarse más y
odiarse menos.
“Por la vía de la guerra, inapelablemente, el hombre tiene
una de las peores amenazas”, dice y advierte que el suyo “no es un pacifismo
inocentón de carácter religioso…es que nada vale como la vida humana”.
Insiste en que es preciso “respetar lo distinto”. En un
mundo que se va estrechando cada vez más, es preciso crear valores de respeto a
lo diferente.
Su afirmación más rotunda es para negar que haya una
crisis ecológica: “Lo que hay en el mundo es una gran crisis política”.
FIDEL APASIONADO
Del encuentro con Fidel, dice que fue notable por el
carácter enciclopédico de los análisis, pero como advirtiendo que no es algo
nuevo en el líder de la Revolución, agrega que se trata de “preocupaciones
viejas que se reflejan en el Fidel de hoy.”
Lo encontró apasionado en la búsqueda de variedades para
la alimentación animal que se traduzcan en beneficio para la alimentación
humana. “Para la gente que no está en estos temas, pueden parecer
preocupaciones secundarias…son preocupaciones muy sensatas, de un hombre muy
preocupado…Para la juventud es una lección de cómo darle contenido a la vida.”
Coinciden sus visiones en cuanto a las advertencias sobre
el culto al consumo y al mercado. “Yo, como Fidel, pensaba que era una
consecuencia del capitalismo, pero es más que eso…es la consecuencia de un modelo
civilizatorio (de consumo y derroche)…No estoy abogando por que volvamos a las
cavernas, pero tenemos que salir de la pavada”, sintetiza con la gracia sureña
para cerrar en palabras comunes las advertencias más tremendas.
EVO Y LA INTELIGENCIA Y EL CORAJE DE
ANDAR JUNTOS
Hablando de las disculpas europeas a Evo, afirmó que “es
una imagen de lo que somos capaces los pueblos latinoamericanos, si tenemos la
inteligencia y el coraje de andar juntos”.
“Esas disculpas no se hubiesen logrado si las hubiera pedido
Evo solo. Es un premio al valor que tiene lo que logramos juntos”, insiste y
vuelve a elogiar la importancia de la integración en el respeto a la
diversidad, a la diferencia.
En cuanto a la reciente demanda caribeña de indemnización
a las metrópolis europeas por las secuelas de la esclavitud la define como “una
causa justa” y añade que Occidente jamás podrá pagar la deuda que tiene con los
pueblos africanos.
“Hay que levantar esos ejemplos. Lo que parece imposible…”
La entrevista discurrió luego sobre sus impresiones sobre
el acto en Santiago y sus impresiones sobre los líderes caribeños y del ALBA.
A preguntas de Prensa Latina sobre los peligros para
nuestra región y sus afanes de integración, respondió que “peligros va a haber
siempre” y se detuvo en las trampas que suelen poner los “estados nacionales”.
Más agudo aun fue su pronunciamiento en torno a MERCOSUR y
la pretensión de la derecha paraguaya de condicionar el regreso de ese país al
mecanismo si se le da la presidencia.
“A ningún otro país le conviene tanto MERCOSUR como a
Paraguay”.
Y en cuanto al ingreso de Venezuela, fue especialmente
enfático al comenzar con una advertencia:
“Venezuela es el país más amenazado de América Latina,
porque tiene mucho petróleo. Y los últimos años demostraron que se han bancado
a los que tienen petróleo.”
Expresó su confianza en una parte de la sociedad
norteamericana. “Hay sectores agresivos, pero por suerte no es todo Estados
Unidos.” Aun así insistió: “hay que cuidarse”.
Elogió un sistema fuerte de alianzas en esa defensa y dijo
que “MERCOSUR es una potencia con Venezuela”.
Luego se extendió sobre la importancia del liderazgo de
Brasil. Su presidencia lo entiende, pero, ¿la sociedad brasileña? Como país
grande le preocupan mucho los problemas internos.
COLOMBIA: EL MÁS IMPORTANTE PROCESO
POLÍTICO DE AMÉRICA LATINA
Los diálogos en busca de la paz en Colombia, fueron
definidos por Mujica como “el proceso político más importante de América Latina
hoy… Es la garantía para evitar una intervención…”
“Una guerra que sigue sin horizontes y sin salida, es una
oportunidad para los que vienen de afuera…”
Considerando que no es fácil desmontar algo que lleva más
de 50 años y que acumula muchos odios, elogió los diálogos y felicitó a Cuba y
a Noruega por facilitarlos.
“La paz es el antídoto contra los odios que generan las
guerras”.
Respondiendo finalmente sobre la posibilidad real de que
continúe el Frente Amplio en la presidencia uruguaya en las elecciones del
próximo año, terminó el diálogo con una frase que también podría leerse como
una fotografía por lo mucho que se parece a quien la pronuncia: “Soy
optimista”.
(Fragmentos de la entrevista, este lunes en la Mesa
Redonda Internacional de Telesur y transmisión completa el martes en la Mesa Redonda
de la Televisión Cubana)
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