Noruega maneja un fondo de
pensiones, o de ingresos petroleros, que al cierre de 2012 alcanzó la cifra de
685 mil millones de dólares, es decir, más de dos veces el PIB de la
emproblemada Grecia, y que es de 303 mil millones de dólares.
Con ello son dueños del uno por ciento
del total de las acciones que se cotizan en los diferentes mercados de valores
de todo el mundo, y también tienen comprado su futuro.
Por ello se hacen llamar “Dueños
Universales”, ya que su portafolio de inversiones representa el uno por
ciento del total del valor de las acciones que existen en todos los mercados de
valores del planeta, diversificado en más de ocho mil empresas de todo tipo,
menos tabacaleras, armamentistas nucleares, que violen los derechos laborales
de sus trabajadores (Wal Mart), o corruptas.
Noruega siempre tuvo visión, desde el
descubrimiento de su primer yacimiento petrolero comercial, el Ekofisk a
finales de los 60, sabía que los recursos del subsuelo no durarían por siempre,
y tenían que acelerar su explotación.
Sin embargo, tanta riqueza repentina
fue contraproducente, inyectar todos los ingresos a la economía trajo como
consecuencia que pasaran una década de los 80 con el llamado “Mal de Holanda”,
que consiste en distorsionar al país por tener tanto dinero circulando y con
baja competitividad en las exportaciones.
La solución, recuerda Björn G. From,
director de inversiones del fondo noruego, fue simple: ingeniar un singular
modelo de autosuficiencia presupuestaria que permitiría, por un lado,
garantizar la jubilación del pueblo a la par que se eliminaba gradualmente la
dependencia del petróleo.
Entonces fue que en 1990 crearon el
fondo. Después de varios ajustes, actualmente opera de la siguiente manera:
Se nutre de las utilidades que tiene
Statoil, la petrolera del gobierno, así como de los impuestos que pagan las
demás petroleras que explotan los recursos del subsuelo noruego. Gracias a este
mecanismo se tiene seguro que cada año siga creciendo el fondo.
Adicionalmente, durante todo el año se
trabaja un portafolio de inversiones, en más de ocho mil empresas en el todo el
mundo, que al menos en 2012 le permitieron crecer 11.8 por ciento; de ese
porcentaje se toma sólo cuatro por ciento para complementar el presupuesto del
Estado, el resto sigue inflando la cifra.
Éste es el secreto, Noruega sólo toma
cuatro por ciento de las ganancias del Fondo, mientras que enfoca su estrategia
de país hacia la diversificación porque tienen algo muy claro en mente, “no tendremos
por siempre petróleo”, reconoce con cierto dejo de temeridad From, directivo
del fondo.
Todavía hasta la década de los 60,
Noruega era un país pequeño en términos económicos, los habitantes
racionalizaban la comida. Hoy la realidad es distinta, de acuerdo con The
Economist, Oslo, su capital, es la segunda ciudad más cara del mundo.
Esta situación se refleja en las
calles, las personas mantienen bien a la economía, constante, un mesero puede
aspirar a ganar el equivalente a 50 mil pesos al mes, aunque igualmente así los
gasta, pero se puede dar el lujo de programas vacaciones a otro país, “al menos
a España”, relata una de ellas.
El bienestar generado por la economía
petrolera se refleja en la vida diaria de los noruegos, pueden soportar tres
meses de vacaciones al año, jornadas laborales de menos de siete horas diarias,
entre otros beneficios.
José Juan llegó a un pueblo cercano de
Oslo, del Estado de México, y decidió hacer vida con una noruega, a quien el
gobierno respalda un año de descanso por maternidad una vez que nace el hijo,
llevan dos, Lucas y Jonas, y van por un tercero. Mantenerlos no será problema
en un país próspero.
En 2012, los ingresos petroleros
representaron 23 por ciento del total del Producto Interno Bruto (PIB),
diversificarlo continúa siendo un reto para el Ministerio de Finanzas, aunque
es de destacar que todos los ingresos de las personas están gravados a un 50
por ciento.
De hecho, el 46 por ciento de las
exportaciones de Noruega siguen siendo relacionadas con el petróleo, situación
que esperan reducir en los siguientes años mediante esquemas de impulso a otras
industrias como la pesquera-naval, y de servicios en general.
Sin embargo, tienen muy seguro su fondo
de pensiones, que esperan incrementarlo a un millón de millones de dólares para
2017 con lo que casi alcanzarían el tamaño del PIB mexicano al cierre del año
pasado, y que fue de un millón 154 mil millones de dólares.
Para ello, están incursionando poco a
poco en inversiones de bienes raíces, con cautela. Al año pasado, sólo uno por
ciento del portafolio de inversiones se destinó a este fin, sin embargo, la
idea es llevarlo a cinco por ciento antes de que termine la década.
Fuente: http://pe.noticias.yahoo.com/noruega--el-pa%C3%ADs-que-tiene-comprado-su-futuro-190948662.html
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