Por: Guillermo
Yucra Moreno
Impreso
bajo el sello del Grupo Editorial Arteidea, Jaime Guadalupe ha editado el
libro: Manuel Scorza. Relámpago perpetuo.
Homenaje (184 pp.); una de las publicaciones presentadas en la última
edición de la Feria Internacional del Libro – FIL Lima 2013, que recopila parte
de la obra poética, ensayística y biográfica del escritor Manuel Scorza, la
menos conocida hasta ahora, de ahí el significativo acierto en darse a conocer
esta segunda edición ampliada que fuera inicialmente publicada el año 2001.
Manuel
Scorza Torre es uno de los escritores peruanos más universales, no solo por las
muchas traducciones a otros idiomas que se han hecho de su obra, sino también
por la tremenda actualidad de sus novelas que explican muy bien la trama de los
profundos desencuentros de este país, que permanentemente niega la identidad de
los pueblos andinos, amazónicos y aymaras; ya sea por la fuerza o a través de
formas más sutiles de imponer una cultura de la dominación, como el de los
estereotipos racistas que se reproducen a través de los medios masivos de
comunicación.
Rancas
es el pueblo símbolo de la novela scorziana como lo es Macondo para García Márquez en su novela Cien años de soledad. La sublevación del
pueblo de Rancas ambienta el inicio de estas “baladas” o cantos rebeldes de su saga
novelística. Las luchas indígenas de la sierra central, acaecidas durante los
años 50 del siglo XX, son relatadas aquí con profundo, dramático y mítico realismo:
frente al omnímodo poder de la transnacional Cerro de Pasco Copper Corporation
que amenaza con devorar tierras, agua y naturaleza; se yergue la comunidad
organizada y sus líderes para enfrentar en desigual combate la opresión de
siglos de injusticia. En esto estriba el mensaje de la novela scorziana, en
reconocer el aporte de la lucha indígena a la construcción de la peruanidad. “Los
pueblos son humillados pero no vencidos” no dirá insistentemente Scorza. Y las
luchas de los pueblos amazónicos que desde el año 2009 han demarcado un punto
de inflexión en la política peruana, son un ejemplo de este vaticinio que nada
de profético tiene, sino que se proyecta a partir de la viva realidad de los
pueblos de la sierra central. Las luchas de Conga son también otro ejemplo más
de esta exasperante realidad a la que aludía Scorza, y que desborda el formato
de ficción en las que está inscrita la literatura indigenista. ¿Acaso la novela
scorziana no funda un nuevo género de literatura indigenista donde “la vida
excede a la novela, la realidad a la ficción”, como lo expresaría Mariátegui en
su búsqueda por explorar nuevos horizontes de aprehender la realidad?
En
esta nueva entrega que ha realizado Jaime Guadalupe advierto el paciente
esfuerzo que su trabajo de editor y promotor cultural ha sabido cultivar a lo
largo de todos estos años. He sido testigo de esa dedicada labor a la que se ha
dado por entero, de su realizadora voluntad por sacar del olvido el mensaje
scorziano, el canto rebelde de su poesía; en cuanto medio de difusión sea
posible y haciendo siempre frente a las situaciones más adversas. Su
contagiante entusiasmo le ha imprimido siempre optimismo a su quehacer
editorial. Señalo, a modo de confesión, que de no ser por Jaime Guadalupe
hubiera tardado en encontrar a Scorza. Sé que al final le hubiera hallado, pero
la labor no hubiera sido una tarea fácil. Jaime Guadalupe hizo posible que las
cosas acudieran a nosotros de la forma más sencilla, sobre todo en aquella
viciada atmósfera de mis años de estudiante en San Marcos, donde no deja de
sorprender, incluso hasta ahora, el perfecto desconocimiento que existe en
torno a la obra de un autor tan importante como Scorza, sobre todo para la
formación humanista de las jóvenes generaciones universitarias.
Me
satisface enormemente el haber colaborado en algún momento en esta labor
editorial emprendida por Jaime Guadalupe. Fue en el año 2009, con motivo de la
publicación de la Revista de Graduados,
en ella tributamos homenaje a Manuel Scorza, consignando algunos de sus poemas,
fotografías, el “Prólogo” a los Ensayos
Escogidos de José Carlos Mariátegui de 1956, entre otras colaboraciones. No
nos alcanzó tiempo para incluir el hallazgo realizado por el amigo Antenor
Álvarez, de la poco conocida carta abierta: “Good Bye Míster Haya”; publicada
en el periódico mexicano El Popular (7
de junio de 1954), y en la que Scorza explica las razones ideológicas de su
ruptura con el Apra. Felizmente esta última publicación de Jaime Guadalupe,
subsanando estos vacíos, consigna este invalorable documento. Lo mismo se puede
decir de la publicación del maquiescrito inédito: “Literatura. Primer
territorio libre de América”; que viene a ser el germen de un ensayo de
reflexión antropológica, histórica y literaria; también de crítica ideopolítica
como sugerentemente se expresa en los subtítulos: “El fracaso de las
ideologías” y “Literatura y revolución”. Otros títulos que figuran en esta
nueva edición son: “Palabras a Nicolás Centenario”, “A César Calvo,
agradeciéndole que esté aquí”, “Prólogo / Ensayos Escogidos de José Carlos
Mariátegui”, “Entre la esperanza y el
desencanto / Entrevista de Roland Forgues”, “Las imprecaciones / Juan Gonzalo
Rose”, “Réquiem para un poeta / Edgardo de Habich”, “La impronta de Manuel
Scorza / César Ruiz Ledesma”.
Sean
pues estas breves palabras, expresión de mi más sincero reconocimiento y
gratitud por este nuevo trabajo cultural-editorial, que contra viento y marea
nos vuelve a ofrecer los frutos de sus esfuerzos más nobles y generosos.
Viernes, 6 de diciembre
del 2013
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