Sam Pizzigati · · · · ·
|
|
12/01/14
|
En el próximo año, las enfermeras y los estudiantes universitarios
podrían iniciar una lucha contra la crónica -y creciente- desigualdad de
ingresos en Estados Unidos.
Desde la Casa Blanca hasta el
Vaticano, todo el mundo en estos días parece estar hablando de la desigualdad
de ingresos. Pero nuestros políticos no van al paso. Las propuestas concretas
que en realidad podría reducir la brecha entre los ricos y el resto de nosotros
aún no se han instalado en nuestra escena política pública.
Eso podría cambiar en el 2014.
Vimos los primeros indicios de
cambio el otoño pasado en Suiza, donde jóvenes activistas realizaron una
campaña en pro del referéndum para limitar los sueldos de los CEO a 12 veces el
salario de los trabajadores. Esta proposición de limitación salarial 1:12
ganaba en las encuestas hasta que un bombardeo publicitario corporativo envió
la medida a la derrota a finales de noviembre.
Ese contratiempo no ha frenado
el creciente interés mundial por los salarios proporcionales. En Alemania,
Francia y España, los activistas están trabajando en sus propias versiones de
topes de ingresos y salarios proporcionales, y el mismo espíritu incluso se ha
extendido a los Estados Unidos, el hogar de los sueldos a CEO más generosos del
mundo.
Los principales ejecutivos de
los Estados Unidos ahora ganan, en promedio, más de 350 veces el salario de los
trabajadores comunes y corrientes. ¿Cuál es el diferencial CEO-trabajador en
las empresas? Ahora lo veremos
La Comisión federal de valores
y Bolsa después de cuatro años de retraso, probablemente lanzará este año
nuevas regulaciones que requieren que las principales empresas de Estados
Unidos revelen cada año la relación entre los ingresos de su CEO y los del
trabajador medio, una descripción que la Ley Dodd- Frank de 2010 exige.
Las nuevas reglas entraran en
vigor el próximo año fiscal empresarial. Pero los activistas no esperan a los
nuevos números sobre salarios proporcionales para iniciar sus acciones. Ya
están movilizándose para introducir ratios de salarios en la vida económica de
los Estados Unidos.
En Massachusetts, las
enfermeras han recogido más de 100.000 firmas en una iniciativa para imponer
multas en contra de cualquier hospital en el estado, publico o no, que pague a
su CEO más de 100 veces el salario de los trabajadores peor pagados del
hospital.
Los legisladores estatales
tienen hasta mayo para dar respuesta a la iniciativa de las enfermeras. Si no
lo hacen, las enfermeras recogerán las 11.000 firmas adicionales necesarias
para conseguir que su plan de salarios proporcionales se vote en el referéndum
estatal de noviembre.
Similar propuesta de
proporcionalidad también ha afectado a otro bastión de la desigualdad creciente
de los Estados Unidos: los campus universitarios. La compensación a los altos
ejecutivos de círculos académicos ha estado subiendo una escalera mecánica
pronunciada a lo largo de los últimos años, mientras, al mismo tiempo, el
sueldo a profesores y personal ha requerido de luchas para mantener el ritmo de
la inflación.
Los estudiantes en estas
escuelas, por su parte, se están graduando cada vez con mas deudas y, todas
estas dinámicas combinadas, pueden ayudar a que las universidades de la nación
tengan conflictos sobre los salarios proporcionales el año próximo.
En el Colegio de Santa María,
una prestigiosa escuela pública de artes liberales en el sur de Maryland, la
batalla del salario proporcional ya ha comenzado. Los estudiantes de Santa
María se han venido organizando por un salario justo desde hace más de una
década. Entre 2002 y 2006, su campaña por un salario digno en todo el campus
logro que el salario más bajo de la universidad pasara de $ 15.700 a $ 24.500.
Pero la inflación desde 2006
ha erosionado este salario mínimo. Por el contrario, los salarios de los
administradores superiores de la universidad han aumentado, incluso durante lo
que se suponía que era una congelación salarial en todo el estado.
El pasado septiembre, estudiantes
y profesores, aliados, dieron a conocer formalmente una respuesta a este nuevo
desequilibrio: una propuesta para un nuevo plan salarial para todo el campus
que fijaría el sueldo más bajo de su colegio en el 130 por ciento del nivel
federal de pobreza oficial para una familia de cuatro miembros al tiempo que se
limitaba el pago a la presidencia de Santa María a tan sólo diez veces más que
el salario base del campus.
Esta propuesta de proporción
1:10 se estudiará por la asociación de gobierno estudiantil de Santa María y la
facultad y el senado del personal en los próximos meses. El próximo objetivo
después de eso será la aprobación por la junta directiva del colegio.
Los activistas en el Colegio
de Santa María tienen un objetivo más amplio. Esperan, como señaló a Too Much
la semana pasada, Laraine Glidden, profesora emérita de psicología, "no
sólo reducir la inequidad salarial en nuestro campus, sino también inspirar a
otros a esfuerzos similares". Y los activistas de Santa María parecen
estar teniendo éxito en ese aspecto. Activistas en otros campus ya se han
puesto en contacto con ellos.
Esos contactos probablemente
se multipliquen el próximo año. Justo antes de las vacaciones, “Crónica de
Educación Superior” informó que 42 presidentes de universidades privadas en los
Estados Unidos se llevaron a casa más de $ 1 millón en 2011, el año más
reciente con datos salariales disponibles.
Dos de estos directivos de la
universidad ganaron más de $ 3 millones, casi 200 veces el salario de un
trabajador con salario mínimo.
Sam Pizzigati es periodista especializado en trabajo, miembro del Institute for Policy
Studies. Escribe frecuentemente sobre desigualdad. Su último libro: Los ricos
no siempre ganan: el triunfo olvidado sobre la plutocracia que creó la clase
media estadounidense, 1900-1970 (The Rich Don’t Always Win: The
Forgotten Triumph over Plutocracy that Created the American Middle Class,
1900-1970 ).
Traducción para www.sinpermiso.info:
Francisco Ramos
No hay comentarios:
Publicar un comentario