martes, 13 de mayo de 2014

LLAMAMIENTO INTERNACIONAL DE ESTUDIANTES DE ECONÓMICAS A FAVOR DE UNA ENSEÑANZA PLURALISTA


13-05-2014

No es sólo la economía mundial la que está en crisis. La enseñanza de la economía también está en crisis, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de la universidad. Lo que se enseña en la universidad moldea la mentalidad de las próximas generaciones de políticos y, por tanto, da forma a la sociedad en que vivimos. Nosotros, 42 asociaciones de estudiantes de economía de 19 países diferentes, creemos que es hora de reconsiderar la manera en que se enseña la economía. Estamos insatisfechos con el empobrecimiento progresivo del plan de estudios que ha tenido lugar a lo largo del último par de décadas. Esta falta de diversidad intelectual no sólo perjudica a la educación y a la investigación, sino que limita nuestra capacidad para enfrentarnos a los retos del siglo veintiuno – desde la estabilidad financiera hasta la seguridad alimentaria y el cambio climático. Hay que dejar que el mundo real vuelva a entrar en las aulas, y que con él vuelvan el debate y el pluralismo de teorías y métodos. Esto ayudaría a renovar la disciplina y permitiría crear un espacio donde se puedan generar soluciones a los problemas de la sociedad.

Desde todas las partes del mundo, llamamos a un cambio de rumbo. No pretendemos tener la respuesta perfecta, pero no nos cabe duda de que los estudiantes tendrán mucho que ganar con la presencia en los planes de estudios de perspectivas e ideas diversas. El pluralismo no sólo permitiría enriquecer la enseñanza y la investigación y revitalizar la disciplina, sino que conlleva también la promesa de poner la economía de nuevo al servicio de la sociedad. Los planes de estudio deberán incluir tres formas de pluralismo: pluralismo de teorías, métodos y disciplinas.

Pluralismo de teorías significa ampliar el rango de corrientes de pensamiento económico representadas en los planes de estudio. No nos oponemos a ninguna teoría en particular. No se trata de tomar partido, sino de promover debates intelectualmente ricos y de aprender a contrastar ideas críticamente. Mientras otras disciplinas abrazan la diversidad y enseñan teorías distintas aun cuando son incompatibles entre sí, la economía es presentada como un cuerpo de conocimiento unificado. Es cierto que la escuela de pensamiento dominante tiene variaciones dentro de sí, pero no deja de ser una única manera de hacer economía y de mirar al mundo. Esto es inaudito en otros campos: nadie tomaría en serio una carrera de psicología en la que sólo se oyera hablar de Freud, o una carrera de políticas en la que sólo se hablara de socialismo de Estado. Un plan de estudios completo debe promover una variedad de marcos teóricos, desde los enfoques neoclásicos frecuentemente enseñados, hasta los enfoques frecuentemente excluidos, tales como las escuelas clásicas, post-keynesianas, institucionalistas, ecológicas, feministas, marxistas y austríacas, entre otras. La mayoría de los estudiantes de económicas acaban la carrera sin haber visto dicha diversidad intelectual.

Asimismo, es esencial que los planes de estudios incluyan asignaturas que proporcionen una contextualización y fomenten la reflexión sobre la disciplina económica y sus métodos – asignaturas tales como la filosofía y epistemología de la economía. Y, puesto que ninguna teoría puede entenderse del todo sin tener en cuenta el contexto histórico en que fue formulada, los estudiantes habrán de ser expuestos sistemáticamente a la historia del pensamiento económico, a la literatura clásica y a la historia económica. Hoy en día dichas asignaturas o no existen o están relegadas a las márgenes de los planes de estudios.

Pluralismo metodológico significa ampliar el rango de herramientas a disposición de los estudiantes a la hora de analizar y entender fenómenos económicos. Está claro que las matemáticas y la estadística son indispensables para esta disciplina. Sin embargo, a menudo los estudiantes aprenden a dominar estas técnicas sin saber por qué ni cómo utilizarlas, sin discutir cómo se eligen las premisas ni hasta dónde son aplicables los resultados. Es más, hay aspectos importantes de la economía que no pueden ser aprehendidos mediante métodos cuantitativos exclusivamente; un análisis en profundidad requerirá complementar estos métodos con los utilizados por otras ciencias sociales. Por ejemplo, la comprensión de las instituciones y la cultura avanzaría bastante si los análisis cualitativos ocuparan mayor espacio en los planes de estudios. Sin embargo, casi ningún estudiante de económicas cursa clases sobre estos métodos.

Por último, la enseñanza de la economía debe incluir enfoques interdisciplinarios y permitir a los estudiantes interactuar con otras ciencias sociales y con las humanidades. La economía es una ciencia social; los fenómenos económicos son complejos y rara vez se pueden entender si se presentan en el vacío, aislados de sus contextos sociológicos, políticos e históricos. Y para poder discutir sobre política económica adecuadamente, los estudiantes han de entender los impactos sociales y las implicaciones morales de las decisiones económicas.

Aunque la puesta en práctica concreta de tales formas de pluralismo variará sin duda de un lugar a otro, ideas como las siguientes podrían ser de utilidad: la contratación de docentes e investigadores que puedan aportar diversidad teórica y metodológica a los planes de estudio; la creación de textos y otras herramientas pedagógicas que apoyen una oferta formativa pluralista; la formalización de colaboraciones entre departamentos de ciencias sociales y de humanidades, o el establecimiento de departamentos especiales que puedan supervisar programas interdisciplinarios que mezclen la economía y otros campos.

El cambio será difícil, siempre lo es. Pero ya está sucediendo. De hecho, estudiantes de todo el mundo ya hemos empezado a generar cambio poco a poco. Hemos llenado aulas con charlas semanales a cargo de profesores invitados sobre temas ausentes en los planes de estudio; hemos organizado grupos de lectura, talleres, conferencias; hemos analizado los planes de estudio actuales y elaborado programas alternativos; hemos empezado a enseñarnos a nosotros mismos y a otros las nuevas asignaturas que queremos ver en los planes de estudios; hemos fundado grupos universitarios y construido redes tanto a nivel nacional como internacional.

El cambio habrá de venir de muchos lugares. Así que ahora os invitamos – estudiantes, economistas y no economistas – a uniros a nosotros y a crear la masa crítica necesaria para el cambio. Visita www.isipe.net para ponerte en contacto con nuestra creciente red. En última instancia, el pluralismo en la economía es esencial para un debate público saludable. Es una cuestión de democracia.

Primeras adhesiones de asociaciones de estudiantes (de América Latina y el Estado español):

ARGENTINA Y URUGUAY :

Sociedad de Economía Crítica.

CHILE :

Estudios Nueva Economía ;

Grupo de estudiantes y egresados de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.

ESPAÑA :

Post-Crash Barcelona ;

Asociación de Estudiantes de Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid ;

Estudantes de Económicas e Empresariais, Universidade de Santiago de Compostela.

MÉXICO :

Grupo de Estudiantes por la Enseñanza Plural de la Economía, Universidad Nacional Autónoma de México.

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Primeras adhesiones de profesores e investigadores:

Albert Recio, Universitat Autònoma de Barcelona

Alberto Montero Soler, Universidad de Málaga

Alejandro Nadal, Centro de Estudios Económicos del Colegio de México (México)

Alfons Barceló, Universitat de Barcelona

Alfonso Herranz, Universitat de Barcelona

Antoni Domènech, Unviersitat de Barcelona

Arcadi Oliveres, Universitat Autònoma de Barcelona

Bibiana Medialdea García, Universidad Complutense de Madrid

Carlos Berzosa, Universidad Complutense de Madrid

Carlos Ochando Claramunt, Universidad de Valencia

Clara García Fernández-Muro, Universidad Complutense de Madrid

Cristina Carrasco, Universitat de Barcelona,

Enrique Casais Padilla, Universidade Federal do Espírito Santo (Brasil)

Enrique Palazuelos Manso, Universidad Complutense de Madrid

Fabrizico Germano, Universitat Pompeu Fabra

Fernando Luengo, Universidad Complutense de Madrid

Ignacio Álvarez Peralta, Universidad de Valladolid

Javier Murillo Arroyo, Universidad Complutense de Madrid

Javier Oyarzun de la Iglesia, Universidad Complutense de Madrid

Jon Bernat Zubiri Rey, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y Université de Grenoble (Francia)

Jordi Catalan, Universitat de Barcelona

Jordi Mundó, Universitat de Barcelona

Jordi Roca, Universitat de Barcelona,

Jorge Uxó, Universidad de Castilla y La Mancha

José Antonio Nieto Solís, Universidad Complutense de Madrid

Juan Manuel Ramírez Cendrero, Universidad Complutense de Madrid

Juan Pablo Mateo Tomé, Universidad Complutense de Madrid

Juan Torres López, Universidad de Sevilla

Koldo Unceta, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Lina Gálvez Muñoz, Universidad Pablo Olavide de Sevilla

Lourdes Benería, Cornell University (Estados Unidos)

Luis Buendía García, Universidad Isabel I

Maite Ansa, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

María Jesús Vara Miranda, Universidad Autónoma de Madrid

María José Paz Antolín, Universidad Complutense de Madrid

Mikel Zurbano, , Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Óscar Carpintero, Universidad de Valladolid

Patxi Zabalo, , Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Pedro Fatjó, Universitat Autònoma de Barcelona

Rafael Fernández Sánchez, Universidad Complutense de Madrid

Ricardo Molero Simarro, Universidad Complutense de Madrid

Sergio Espuelas, Universidad de Valladolid

Vicenç Navarro, Universitat Pompeu Fabra y Johns Hopkins University (Estados Unidos)

Yolanda Blasco, Universitat de Barcelona

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Primeros adhesiones de otras asociaciones:

Econonuestra (http://econonuestra.org/)

Economía Crítica y Crítica de la Economía (http://www.economiacritica.net/)



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