29 de mayo de 2014 | 20:28 CET
La advertencia
de Mario Draghi confirma
lo que hemos señalado a lo largo de varios post: hay burbujas en los mercados financieros y habrá una inminente corrección en
las próximas semanas. El verano del descontento se cierne no sólo sobre Europa
sino también sobre Estados Unidos que ha tenido una inesperada caída en el PIB
del 1 por ciento en el primer trimestre 2014, lejos del repunte de 0,1% que
esperaba el mercado. Esta es la mayor caída
de los últimos tres años y
confirma el estancamiento
secular de
la economía estadounidense. Los datos de la economía europea se encuentran
inflados por nuevas metodologías contables, y el incremento
del PIB español en 0,4 por ciento es
el resultado del fuerte avance
del gasto público en 4,4 por ciento. Sin este aumento del consumo
público el PIB español habría retrocedido un 0,4 por ciento.
Mientras los índices bursátiles han tenido un aumento imparable, como muestra el Dow Jones, el FTSE. el Ibex35 o el Dax alemán, la economía real ha tenido un desempeño frustrante durante seis largos años. El fenómeno es insostenible desde todo punto de vista dado que mientras la economía crece al 0,5 por ciento cualquier inversión en los mercados bursátiles ha duplicado su valor en los últimos cuatro años. La burbuja ha alcanzado dimensiones descomunales y bastaría un leve movimiento al alza en la tasa de interés para producir una reacción en cadena a nivel global. Mientras tanto, muchas empresas se reparten beneficios de utilidades inexistentes y otras como Facebook creen que han logrado desentrañar los misterios del más allá al generar falsas ganancias. Por cierto aún hay quienes creen que internet lo cambia todo. En verdad lo único que ha cambiado es la velocidad para propagar los desastres y generar los movimientos de la manada financiera.
Mientras los índices bursátiles han tenido un aumento imparable, como muestra el Dow Jones, el FTSE. el Ibex35 o el Dax alemán, la economía real ha tenido un desempeño frustrante durante seis largos años. El fenómeno es insostenible desde todo punto de vista dado que mientras la economía crece al 0,5 por ciento cualquier inversión en los mercados bursátiles ha duplicado su valor en los últimos cuatro años. La burbuja ha alcanzado dimensiones descomunales y bastaría un leve movimiento al alza en la tasa de interés para producir una reacción en cadena a nivel global. Mientras tanto, muchas empresas se reparten beneficios de utilidades inexistentes y otras como Facebook creen que han logrado desentrañar los misterios del más allá al generar falsas ganancias. Por cierto aún hay quienes creen que internet lo cambia todo. En verdad lo único que ha cambiado es la velocidad para propagar los desastres y generar los movimientos de la manada financiera.
El mediocre desempeño económico, las bajas tasas de interés y la
nula regulación del sistema son los elementos que incuban la cultura de casino
que propician el auge en el precio de las acciones. Christine Lagardé señaló
que la
banca se ha negado a realizar las reformas lo
que indica que sigue con los mismos vicios de antes. La idea de implantar la
Tasa Tobin con un impuesto a las transacciones financieras pasó al olvido
porque son la banca y las grandes empresas las que tienen la sartén por el
mango. Un sartén que es usado para chantajear a los gobiernos en sus momentos
de dificultades. Como además el crecimiento de los salarios es nulo o va
directamente a la baja como
en España, la desigualdad prosigue en aumento. Los asalariados ven
disminuir su ingreso mientras los tenedores de acciones lo multiplican.
Esta idea de mundo de que los índices bursátiles van siempre al
alza se ha prolongado por seis largos años y no puede mantenerse para siempre.
El mercado ha sobrevalorado numerosas empresas y nos acercamos a lo que pasó el
año 2000 con la burbuja puntocom o la burbuja inmobiliaria 2007/2008. La actual
burbuja esta atada a las bajas tasas de interés de los bancos centrales y estos
tipos no pueden mantenerse en forma indefinida. Los bajos tipos de interés
alientan los desequilibrios, estimulan la especulación y desalientan la
economía real. Muchos han centrado su preocupación en la amenaza de inflación,
pero la inflación se ha batido en retirada por largo tiempo y no hay ninguna
señal de que retorne pese a las presiones alcistas del petróleo. La verdadera
preocupación es la enorme cantidad de dinero que ha inyectado los bancos
centrales con los que las empresas han creado la burbuja en búsqueda de las
crecientes rentabilidades bursátiles. El necesario cambio de giro vendrá cuando
la Fed y el BCE comiencen a encender los tipos de interés y los retornos
bursátiles se desvanezcan.
En El Blog Salmón | BCE
señala que hay burbuja y advierte de una corrección fuerte y desordenada en los
mercados financieros
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