EXPOSICION DEL ECONOMISTA FERNANDO
ARCE MEZA, EL 28 DE FEBRERO DEL 2014, CON MOTIVO DE LA INSTALACION DEL
INSTITUTO DE REFORMA DEL ESTADO Y LA MODERNIZACION DE LA ADMINISTRACION PUBLICA
– IREMAP PERU – SOBRE EL TEMA:
MENTORES REPUBLICANOS POR LA REFORMA
DEL ESTADO Y LA MODERNIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PERUANA
Esta exposición lo hago en condiciones
de encontrar respuestas coherentes a la narrativa histórica de la República;
después de años de estudios comparativos relacionados con los acontecimientos
de las reformas estatales, en consecuencia, he llegado a que, se hace necesario
relievar a lo que llamo los mentores republicanos que se preocuparon, para que
el Perú tuviera un Estado autónomo y soberano, partiendo de ese paradigma, se
promueven tanto las reformas de la estructura organizativa del Estado,
como de propugnar la modernización de su administración pública.
Mentores Republicanos
de las Reformas Estructurales y Organizativas del Estado del Siglo XIX
Son pocos los mentores republicanos en
casi dos siglos de vida independiente; en este caso sólo haremos historia de
dos presidentes constitucionales del siglo XIX: Ramón Castilla y Manuel
Prado.
- En los Gobiernos del
Mariscal Ramón de Castilla
El primer mentor ha sido el
exPresidente Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, él gobernó en el segundo
quinquenio de la década de 1840. Castilla fue elegido en el marco de las
disposiciones constitucionales, su ascensión al poder como Presidente dejó atrás,
liquidando el cuarto de siglo del anarquismo militar.
Con ese baldón el Presidente Castilla
comenzó reestructurando el número de ministerios, supo darle al Misterio de
Hacienda las funciones que como órgano rector del desarrollo
administrativo de entonces. Al interior de esta cartera hubo creaciones y
el reforzamiento: de la Dirección General de Hacienda; renació el
Tribunal Mayor de Cuentas; y, se comenzó a formular permanente y periódicamente
el Presupuesto General de la República, para su presentación oportuna al Poder
Legislativo, para su examen y sanción respectiva.
Este accionar del gobierno de Castilla
significó para el Perú organizar al Estado en la línea de la continua
modernización. En su segunda administración, Castilla en la década de 1850 hizo
posible la aprobación de los Códigos Civil y Penal y la dación del
dispositivo de optar de que las municipalidades tuvieran vigencia, pero sin la
intervención del Poder Ejecutivo en nombrar alcaldes y regidores.
Esto renacer ante la extinción y al
debilitamiento que hubo de los concejos municipales. Se abría el paso
eleccionario de los concejos ediles. Debemos señalar que el primer gobierno de
Castilla también se dio este renacer, el que se repitió en el segundo
gobierno bajo el mismo espíritu, interpretamos esta repetición porque el
gobierno que sucedió al primer gobierno no cumplió con el renacer de los
concejos que en 1838 eliminó dichos concejos.
A esto se suma los decretos de
abolición del tributo indígena y liberación de la esclavitud; y la ley contra
los abusos a los migrantes chinos
Destacó las acciones de sus dos
gobiernos de Castila, porque asumió la responsabilidad de que el Estado Peruano
se encaminara a ser no sólo organizado, sino de señalar políticas de Estado y
avances importantes a favor del sentido de igualdad ciudadana; sin embargo, esa
decisión de asumir un estilo nuevo de gobernar, no fueron practicas de los
gobiernos que lo sucederían.
En el primer gobierno su sucesor el
General Rufino Echenique permitió niveles altos de corrupción con el manejo de
los fondos de la deuda consolidada, siendo derrocado por este hecho tanto por
las fuerzas de la civilidad, como del acompañamiento militar,
liderada por Ramón Castilla; y el sucesor de su segundo gobierno cometió el
grave acto al dar conformidad al entreguista Tratado Vivanco/Pareja que, entre
otros puntos le cedía las islas guaneras, además de las disculpas innecesarias
y de las indemnizaciones que igualmente eran innecesarias a favor de la Corona
Española.
La firma de este tratado trajo como
consecuencia la rebelión contra el gobierno del General Juan Antonio Pezet, la
rebelión iniciada en Arequipa fue acaudillada por el Coronel Mariano
Ignacio Prado, que sería él que comando la defensa nacional ante el intentó de
invasión del fuerzas navales del imperio español, el 2 de Mayo de 1866,
derrotado el invasor y tuvo más que retirarse.
- En el Gobierno de
Manuel Pardo
Recién en la década de 1870, tuvimos
otro mentor de las reformas públicas que significarían la mejor organización
del Estado; fue el señor Manuel Pardo y Lavalle. no sólo el primer presidente
constitucional civil a los cincuenta años después de cincuenta años de vida
republicana; sino un ciudadano de experiencia como, para ejercer el alto cargo
de Presidente de la República.
Pardo desempeñó a nivel público cargos
importantes, fue Ministro de Hacienda y Alcalde Lima, en la esfera privada
ejerció la importante responsabilidad de ser Presidente de la Beneficencia
Pública de Lima.
Con esas experiencias en la labor
pública, Manuel Pardo se convirtió uno de los gobernantes que brindó programas
relacionados con la marcha y mejoras que le dieran presencia de primera línea
al Estado Peruano. Consiguió aprobar por el Congreso el proyecto de ley
vinculada a la creación y funcionamiento de los concejos departamentales, éste
sería el segundo intento meditado esta vez por la descentralización en el Perú.
Asimismo, aprobó la primera Ley
Orgánica del Presupuesto de Ingresos y Gastos estatales que regiría hasta 1922;
y otro dispositivo de significación en resguardo del uso de los gastos públicos
y del juicio de cuentas, fue el Decreto Supremo que Reglamentaba el
Funcionamiento del Tribunal de Cuentas, recordemos que no existía la
Contraloría General de la República.
Manuel Pardo ha sido un presidente de
formación liberal, sobre su tendencia y algunos aspectos de su condición de
empresario se ha puesto en duda su comportamiento. Fue miembro accionario de
una de las empresas nacionales concesionarias de la exportación del guano, los
juicios dados al ser empresario en plena época de la prosperidad falaz ha sido
motivo de calificativos como de haber pertenecido a los grupos de poder local.
Otro acto del
gobierno de Manuel Pardo que lo distinguiría su gestión es haber promovido la
creación y funcionamiento de la Facultad de Ciencias Políticas y de
Administración en la Universidad Mayor de San Marcos, cuya dirección de dicha
facultad la ejercería el profesor francés Pradier de altas calificaciones
académicas. En dicha facultad universitaria se prepararía no sólo a cuadros de
funcionarios públicos, sino también de los de la carrera diplomática.
- Del Comportamiento
del Ciudadano Pardo y las Perspectivas Peruanas
Nuestro amigo, el
historiador y sociólogo, Ernesto Yepes del Castillo, fundamenta en su estudio
sobre un siglo de capitalismo en el Perú (1821/1921) manifestando que Manuel
Pardo formó parte de grupo de poder económico y político, conocida más como la
argolla civilista.
Es cierto, los
consignatarios nacionales tuvieron una conducta impropia de una
administración privada con la exportación del guano, hubo de parte de
ellos deslealtad y egoísmo con el Perú, partiendo que se realizaron
inadecuadas formas de administrar la venta del guano en perjuicio del Estado y
el país, hubo el desengaño por las concesiones dadas para la exportación
guanera.
En este grupo se le
ha incluirlo a Pardo; sin embargo, en el último estudio editado en 2012, por
economista Alfonso Quiroz sobre la “Historia de la Corrupción en el Perú”,
manifiesta no ver comprometido a Manuel Pardo en los actos de corrupción que lo
descalificarán, más bien lo considera un gobernante de excepción, lo que se
llama ahora: ser honesto y tener las manos limpias.
El desempeño y las
aspiraciones de Manuel Pardo en el manejo administrativo del Estado, tampoco
tuvo seguidores, a pesar de la semejanza en el optimismo que manifestara
el ex presidente Ramón Castilla de constituirse válidos capitalistas
nacionales.
Por la formación y
manera de actuar podemos decir que, Manuel Pardo hubiese sido el permanente
líder nacional que llegaría a la conformación de elites ante las necesidades
del desarrollo en nuestra Patria. Fue único en el civilismo que mostraría
condiciones de líder político y empresarial, su muerte temprana hizo que
perdiéramos a ese líder que fuera capaz de formar las elites que tanto
necesitamos.
El sueño de Pardo
vuelto perspectiva, se hizo realidad, apuntó a lo difícil que representaba
acabar con los golpes militares y la desordenada forma de comportarse los
gobiernos; pero al llegar al gobierno se encontró a un país sumido en una
fuerte crisis financiera y fiscal, que se asociaba a la intervención económica
en las décadas del 1850 y de 1870 de la influencia inglesa - se decía que
éramos un país semicolonial.
Esta situación de
crisis nacional, colocaría al Perú en la situación de frustración, porque se hacía
imposible estar verdaderamente armado como para defenderse de la agresión
chilena. Finalmente fuimos derrotados en la Guerra del Pacífico. Los gobiernos
que sucedieron al de Manuel Pardo no tendrían la capacidad de negociación
diplomática, como para evitar la guerra,
Pardo visitó Chile
antes de la guerra, con esa calidad humana que lo distinguía, se hizo de amigos
de jerarquía a nivel de las altas esferas en el país sureño. Me inclinó a
pensar que de haber estado vivo Manuel Pardo, tal vez no se hubiese llegado al
extremo de una guerra.
Esto último, confirma
que faltó hombres y gobiernos: portadores de planes basados en estudios de la
realidad, para que el Estado llegue a ser organizado, al servicio de todos los
ciudadanos, con poderes públicos destinados a fortalecer la institucionalidad:
no sólo para garantizar la permanencia de las organizaciones públicas, y
obviamente la dirección de las mismas recayera en autoridades calificadas y
legitimadas por la calidad de su liderazgo; sino autoridades, además de afirmar
legitimidad de gobiernos, por ende el Estado no alcanzaría debilidad e
incapacidad en la gobernanza, que implicaba el desarme espiritual y de guerrear
con países vecinos y no vecinos como pasó ante la declaración de la guerra con
Chile y la derrota final del Perú.
- La Falta de
Desarrollo y Autonomía de País desde el Siglo XIX
Pasando a un punto
que correlaciona el Estado soberano y promotor con lo que representa la
aparición de elites formadas, éstas en el Perú no las hemos tenido, sólo ha
habido y existen grupos de poder económico que no los impulsaba el riesgo de
invertir, ni para construir un capitalismo nacional. De allí éstos grupos
apoyaron la inversión extranjera que, desde 1840 se encargó de la explotación
guanera, a través de las casas exportadores, significando con ello no se
contribuye tanto al desarrollo, como a forjar autonomía.
Ello se consigue elevando crecimiento
con desarrollo humano, encaminado a constituir identidad y soberanía
nacional respectivamente, para participar con ventajas en el mundo globalizado.
Lo dicho explica como muestra que,
después de los mandatos judiciales los consignatarios locales (los hijos del
país como grupo de poder económico), se encargan del negocio de exportación del
guano - retirando a los invasores extranjeros -, pero en los nacionales no se
despertarían sus intenciones que destinar el producto de las ganancias
guaneras, para efectuar inversiones en otros campos de la economía, lo
que habría dado inicio a un capitalismo nacional, a la vez, se hubiera
complementado con las políticas de Estado, lo que finalmente le conferiría el
signo del desarrollo propio, – las ganancias se gastaron en la llevarían
después de vida de rentistas, viviendas lujosas y/o fugaron al exterior–.
Dos ex Presidentes: el Mariscal Ramón
Castilla y el General Rufino Echenique tuvieron expresiones entusiastas de que
los grupos económicos beneficiados con el producto de la venta del guano y con
los pagos derivados de la deuda consolidada, se impulsarían un nuevo
rumbo económico, expresiones que, coincidiría con el comportamiento de Manuel
Pardo considerando sus calidades y las acciones que tomó en su primer
gobierno civil 1972/1976.
Sin embargo, a pesar
que Pardo reunía las cualidades para ser conductor del país, éste llegó al
gobierno cuando el Perú se encontraba en bancarrota financiera que, se
mostraría con el cierre de los bancos, y una impagable deuda externa. A
esta situación de crisis, se sumó que el país fuera un trágico perdedor de la Guerra
del Pacífico, ello sería consecuencia de gobiernos improvisados y
corruptos, incalificables para tener un Estado en forma como bien decía
el cientista social e historiador de la República don Jorge Basadre.
El Perú habrá de ser
la República de las posibilidades pérdidas, y que no lograría el progreso en
democracia. Pues, nunca los hemos tenido al Estado en forma, y obviamente se
cerraron los procesos descentralistas que representan las más destacadas
acciones de gobierno dirigidas a la reforma estructural en la organización del
Estado.
En síntesis, ya
entrando el último tercio del siglo XIX en que accedió el primer gobierno civil
de bases liberales, pero quedó trunco con la temprana muerte y asesinato de
Manuel Pardo, vino la guerra con Chile, más tarde llegó al poder el segundo
civilismo, ingresado al siglo XX seguimos la misma constante, aun cuando el
gobierno de Cáceres al no contar con recursos en 1896 se promovió establecer
las juntas departamentales, las que no eran tan diferentes a los concejos
departamentales de Manuel Pardo de la década de 1870, porque ambas dieron pasos
firmes hacia la descentralización.
Carencias de Mentores
en el Siglo XX
No podemos olvidar
que para comentar los intentos de procesos descentralistas en siglo XX sin mencionar
lo que significaban cambios sustanciales en la estructura organizativa del
Estado en el Perú, aun cuando se presentó hasta en dos oportunidades, para
quebrar estos procesos descentralistas; los dos fueron en las administraciones
de Nicolás de Piérola: la primera, en 1879 y la segunda en su período
constitucional 1895/1900.
A pesar de ello los
procesos descentralistas continuaron hasta 1919 en que terminaron e igualmente
se liquidó la llamada República Aristocrática, con el Golpe Civil/militar
que acaudilló Augusto B. Leguía. Desde allí, la organización estatal
quedó trunca por los cambios descentralistas; es decir, desde el Oncenio de
Leguía, a pesar de los artículos de la Constitución Política de 1933 que
disponía la descentralización y su Ley Orgánica respectiva, nunca fue puesta en
vigencia por parte de los gobiernos de Benavides, Prado dos veces, Bustamante y
Odría.
Igualmente, el
intento descentralizador que despertaban las Juntas de Obras Públicas y las
Corporaciones Departamentales creadas desde 1933 hasta 1968 fueron disueltas
por el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, para crear el Sistema
Nacional de Movilización Social (SINAMOS). Pasarían casi 50 años sin leyes que
dieran vigencia a la descentralización.
Asimismo, no hubo
elecciones municipales entre 1968 a 1980 que desde el primer gobierno del
Arquitecto Belaúnde, se iniciaron desde 1964 se convocaron a las
elecciones de los municipios en toda la República.
Recién con La
Constitución Política de 1979 se dictaminó el cambio en la estructura
organizativa del Estado que obedeció a una de carácter descentralista y de
regionalización. El logro de esta nueva estructura que disponía dicha
Constitución duró casi 7 años; primero con la reinstalación de las
Corporaciones Departamentales de Desarrollo y en la preparación de los
proyectos por parte del Poder Ejecutivo y no más de 2 años del examen y
aprobación por el Legislativo. Se culminó con la formación de tres gobiernos:
central, regionales y municipales; sin embargo, los gobiernos regionales en más
de doce sólo funcionaron 2 años, pero a comienzos del segundo trimestre de 1992
(05/04/92) se quebró la nueva estructura organizativa del Estado que
significaban cambios sustanciales a nivel de país, esto volvió a mostrar los
retrocesos en la organización y modernización del Estado Peruano.
Sobre la
descentralización, y especialmente sobre el proceso de la
regionalización, pudo tener en los Presidentes Fernando Belaúnde Terry y Alan
García Pérez los mentores de la reforma del Estado; sin embargo, estos dos
presidentes no fueron gobernantes tanto para asumir un reto de cambios, como no
hubo en ellos convencimientos que promovieran decididamente los procesos
descentralizadores de acuerdo a lo que disponía la Constitución Política
de 1979.
En especial de García Pérez dio marchas
y contra marchas con la Ley de Bases de la Regionalización, lo que atraso por
casi dos años el proceso de regionalización, tal como se ha dicho, por esta
razón el Poder Ejecutivo se demoró 7 años en preparar los proyectos
respectivos. Ambos Presidentes dieron más peso a cuestiones formales y
personales no llegando a ser mentores de tan importante Reforma de la
Estructura Organizativa del Estado.
El Mentor del Siglo
XXI Valentín Paniagua, Adalid y Avizor Democrático de las Reformas Estatales y
de los Cambios a Nivel País
En este nuevo siglo XXI con el Gobierno
de la Transición Constitucional presidido por Valentín Paniagua Corazao (22 de
Noviembre del 2000 al 28 de Julio del 2001) se daría inició a los períodos de
gobiernos en democracia.
Es decir, la transición fue el primer
paso, para construir los cambios en la vida política, social económica y
cultural que el Perú necesitaba, después de acabar no sólo con el autoritarismo
fujimorista de la década del 90, sino en contra de la forma de gobernar durante
diez años, basado en un modelo económico que incrementó: la iniquidad y la
pobreza, mostrando la variable de la improductividad con su correlato agravante
de la exclusión en todos los campos de la ciudadanía; así como de las nunca
pensadas mafias organizadas de la corrupción desde el mismo gobierno
fujimorista.
Permítaseme hacer un
paréntesis, para decir que la historia y la realidad se unen cuando se
presentan las figuras de valía como Castilla y Pardo. Hace trece años desde el
año 2000 que se abrió toda la puerta de mejores parabienes, para el Estado
Peruano. La Presidencia del gobierno de Valentín Paniagua Corazao, recayó en un
hombre dotado de capacidad, de experiencia como para ser Presidente, que
ostentaba una concepción social cristiana progresista y democrática, y de una
honestidad a toda prueba.
Ello porque el doctor
Paniagua llegó a ser el resuelto reformador del Estado, su experiencia ganada
al ser dos veces Ministro de Estado y parlamentario, no olvidemos como muestra
que él es coautor de la novísima Ley Orgánica de Municipalidades de 1984 que
estuvo vigente hasta la década del 2000. Fue profesor de derecho constitucional
y administrativo, y que en vida escribió sobre las reformas públicas como: la
descentralización, la bicameralidad congresal, los distritos electorales
uninominales y de la reestructuración del JNE, muestran los intentos puestos
por Valentín Paniagua, para reestructurar el Estado.
En su breve
presidencia del Poder Ejecutivo con el Ministro de Justicia Diego García Sayán
y José Ugaz promovieron los proyectos dedicados a crear juzgados y salas en el
Poder Judicial respectivas de anticorrupción. Gracias a esas disposiciones se
detuvieron por orden judicial, a cientos de funcionarios públicos de alto
nivel: comandos militares y policiales; de altos funcionarios públicos: y, de
terceros de la sociedad civil, todos ellos formaron las mafias de la corrupción
de la década del 90, hasta ahora son reos en cárcel y viene cumpliendo las
sentencias penales dadas por el Poder Judicial. El encarcelar a los corruptos,
sería el hecho de que por primera vez se ha dado en el Perú, obviamente
siguiendo los debidos procesos.
En el Gobierno de la
Transición hubo el excepcional contrato del gas del sur que firmará su Ministro
de Energía y Minas: el Ingeniero Carlos Herrera Descalzi, para que el gas fuera
a cubrir principalmente la demanda interna de dicho producto energético bajo la
participación principalmente de PETROPERU, especificándose que el sobrante se
exportaría. Luego, este contrato fue cambiando en contra al espíritu que lo
inspiraba, pues en el siguiente gobierno de Alejandro Toledo con participación
de Ministro PPK el gas sería en primera instancia exportado.
Es de significar el
retroceso dado, ya que se ha aplazado el uso del gas al interior de la
República, evitando el proceso de explotación en dirección a instalarse los
polos petroquímicos y las consecuencias que se producirían, para
efectivizar las industrias por crearse, obligando a dejar atrás la economía
extractivista que impera en el país.
Sin embargo, los
siguientes gobiernos democráticos no hicieron nada que corrigiera los contratos
de PPK; asimismo, no siguieron la política de Estado y el Acuerdo Nacional de
combatir a la corrupción por parte del gobierno de Valentín Paniagua y
las Comisiones Investigadoras del Congreso.
En general, no nos
debe sorprender que no se siga las políticas de Estado, esto tiene una explicación,
porque nunca tuvimos grupos dirigentes, formados para liderar y decidir, en los
diversos gobiernos; en contrario, hemos sido y somos gobernados por grupos que
comparten el poder, en su mayor parte son gobiernos de signos y maneras de
actuar autoritarias, que postergan los avances por la persistencia del desorden
y el desborde de la corrupción.
Esta situación de
retraso como hemos señalado fue porque no hubo dirigencia capacitada que
obedeciera a su calidad de elites, dispuestas a gobernar respetando la calidad
de ciudadanía, más bien hubo dirigencia de mandones y caudillos que excluyera
por razón de sus etnias y sus culturas, las que paradójicamente eran las
mayorías, padeciendo éstas del irrespeto a los derechos humanos, en el área
andina, en que vivieron bajo el sistema de la hacienda serrana, la que estuvo
lejos de la promoción y de la productividad, en que se evidenciaba la
explotación de los campesinos y consecuentemente, abundaba la pobreza rural y
el descuido en su calidad de vida.
No en vano, el
profesor universitario e historiador don José de la Riva Agüero y Osma tuvo
calificaciones duras a estos grupos que gobernaron si tener vergüenza de
abandonar las otras partes del territorio. Riva Agüero en plena mitad del siglo
XX, en su obra, “Paisajes Peruanos”, sus frases hacia los grupos de gobierno,
políticos y económicos, no proceden del intelectual exaltado, respondieron a un
peruano privilegiado que recorrió el Perú de las Cordilleras con su propio
dinero, comprobando in situó la situación de olvido, abandono y expoliación de
nuestros campesinos.
Las Enseñanzas
Históricas de las Reformas Estructurales del Estado y Cambios en las Políticas
de Estado Republicano
Terminó esta
exposición de los mentores republicanos por las reformas públicas y su
respectiva modernización manifestando, igualmente, que el Perú tendrá que
asumir decisiones políticas, para la renovación total de la estructura
organizativa del Estado Peruano y conformación de elites de desarrollo.
Seremos nosotros quienes también
ponemos nuestra participación no sólo luchando por lograr un Estado al servicio
de todos los peruanos, con los imprescindibles cambios estructurales a nivel
socioeconómicos y de identidad de la diversidad cultural a nivel país; discrepo
que, a través de los tecnócratas, hoy en día, no sean los únicos en
tratar de alcanzar crecimiento económico, necesitamos de organizaciones civiles
como IREMAP que en principio ella no sólo está capacitada en la problemática
del crecimiento con desarrollo, sino que IREMAP debe llegar a ser una elite, en que tendrá
una de su más alta tarea de despertar liderazgos.
Posesionado de esa expectativa,
esperamos que aparezcan líderes en los partidos y movimientos políticos, en que
se practique elecciones partidarias y se capacitan a sus miembros; queremos
hombres de cambio y reformadores, auguró que también como consejeros se
conduzca a la ciudadanía por el verdadero camino de crear organismos estables y
libérrimos; al reemplazar la democracia precaria por la democracia de alta
intensidad que respete los derechos humanos y el estado de derecho, para que
impere la equidad en el trato social y la institucionalidad de las
organizaciones públicas y de la civilidad, acabando con todas formas y tipos de
exclusiones.
Termino alertando que en salvaguarda
de lo dicho, debemos poner barreras infranqueables: a los descalificados
gobernantes de ayer y de hoy; al egoísmo, la ganancia fácil y la falta de
responsabilidad social empresarial; a la ignorancia cívica tan esparcida; a
esos salvadores expresidentes y presidentes que entregan a terceros nuestras
riquezas; y de los caudillos con sus clanes de mandaderos que, brindan a su
clientelismo – una parte significativa de la población – la pobre, mediocre y
engañosa participación en partidos populistas, que evidencian no sólo carencias
cívicas al ser movimientos seudos democráticos, sino que finalmente se muestran
contrarios al desarrollo propio.
Luchemos por la Reforma Estructural y
Organizativo del Estado Regulador y Promotor y por una Política de Crecimiento
con Desarrollo que termine con las exclusiones de todo orden.
Muchas Gracias,
Surco, 28 de Febrero de 2014.
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