martes, 24 de junio de 2014

MENTORES REPUBLICANOS POR LA REFORMA DEL ESTADO Y LA MODERNIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PERUANA


EXPOSICION DEL ECONOMISTA FERNANDO ARCE MEZA, EL 28 DE FEBRERO DEL 2014, CON MOTIVO DE LA INSTALACION DEL INSTITUTO DE REFORMA DEL ESTADO Y LA MODERNIZACION DE LA ADMINISTRACION PUBLICA – IREMAP PERU –  SOBRE EL TEMA:

MENTORES REPUBLICANOS POR LA REFORMA DEL ESTADO Y LA MODERNIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PERUANA

Esta exposición lo hago en condiciones de encontrar respuestas coherentes a la narrativa histórica de la República; después de años de estudios comparativos relacionados con los acontecimientos de las reformas estatales, en consecuencia, he llegado a que, se hace necesario relievar a lo que llamo los mentores republicanos que se preocuparon, para que el Perú tuviera un Estado autónomo y soberano, partiendo de ese paradigma, se promueven  tanto las reformas de la estructura organizativa del Estado, como de propugnar la modernización de su administración pública.

Mentores Republicanos de las Reformas Estructurales y Organizativas del Estado del Siglo XIX

Son pocos los mentores republicanos en casi dos siglos de vida independiente; en este caso sólo haremos historia de dos presidentes constitucionales del siglo XIX: Ramón  Castilla y Manuel Prado.

 - En los Gobiernos del Mariscal Ramón de Castilla

El primer mentor ha sido el exPresidente Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, él gobernó en el segundo quinquenio de la década de 1840. Castilla fue elegido  en el marco de las disposiciones constitucionales, su ascensión al poder como Presidente dejó atrás, liquidando el cuarto de siglo del anarquismo militar.

Con ese baldón el Presidente Castilla comenzó reestructurando el número de ministerios, supo darle al Misterio de Hacienda las funciones que como órgano  rector del desarrollo administrativo de entonces. Al interior de esta cartera hubo  creaciones y el reforzamiento: de la Dirección General de Hacienda; renació el  Tribunal Mayor de Cuentas; y, se comenzó a formular permanente y periódicamente el Presupuesto General de la República, para su presentación oportuna al Poder Legislativo, para su examen y sanción respectiva.

Este accionar del gobierno de Castilla significó para el Perú organizar al Estado en la línea de la continua modernización. En su segunda administración, Castilla en la década de 1850 hizo posible la aprobación de  los Códigos Civil y Penal y la dación del dispositivo de optar de que las municipalidades tuvieran vigencia, pero sin la intervención del Poder Ejecutivo en nombrar alcaldes y regidores.

Esto renacer ante la extinción y al debilitamiento que hubo de los concejos municipales. Se abría el paso eleccionario de los concejos ediles. Debemos señalar que el primer gobierno de Castilla también se dio este renacer, el que  se repitió en el segundo gobierno bajo el mismo espíritu, interpretamos esta repetición porque el gobierno que sucedió al primer gobierno no cumplió con el  renacer de los concejos que en 1838 eliminó dichos concejos.

A esto se suma los decretos de abolición del tributo indígena y liberación de la esclavitud; y la ley contra los abusos a los migrantes chinos

Destacó las acciones de sus dos gobiernos de Castila, porque asumió la responsabilidad de que el Estado Peruano se encaminara a ser no sólo organizado, sino de señalar políticas de Estado y avances importantes a favor del sentido de igualdad ciudadana; sin embargo, esa decisión de asumir un estilo nuevo de gobernar, no fueron practicas de los gobiernos que lo sucederían.   

En el primer gobierno su sucesor el General Rufino Echenique permitió niveles altos de corrupción con el manejo de los fondos de la deuda consolidada, siendo derrocado por este hecho tanto por las fuerzas de la civilidad, como del   acompañamiento militar, liderada por Ramón Castilla; y el sucesor de su segundo gobierno cometió el grave acto al dar conformidad al entreguista Tratado Vivanco/Pareja que, entre otros puntos le cedía las islas guaneras, además de las disculpas innecesarias y de las indemnizaciones que igualmente eran innecesarias a favor de la Corona  Española.  

La firma de este tratado trajo como consecuencia la rebelión contra el gobierno del General Juan Antonio Pezet, la rebelión iniciada  en Arequipa fue acaudillada por el Coronel Mariano Ignacio Prado, que sería él que comando la defensa nacional ante el intentó de invasión del fuerzas navales del imperio  español, el 2 de Mayo de 1866, derrotado el invasor y tuvo más que retirarse.

- En el Gobierno de Manuel Pardo

Recién en la década de 1870, tuvimos otro mentor de las reformas públicas que significarían la mejor organización del Estado; fue el señor Manuel Pardo y Lavalle. no sólo el primer presidente constitucional civil a los cincuenta años después de cincuenta años de vida republicana; sino un ciudadano de experiencia como, para ejercer el alto cargo de Presidente de la República.

Pardo desempeñó a nivel público cargos importantes, fue Ministro de Hacienda y Alcalde Lima, en la esfera privada ejerció la importante responsabilidad de ser Presidente de la Beneficencia Pública de Lima.

Con esas experiencias en la labor pública, Manuel Pardo se convirtió uno de los gobernantes que brindó programas relacionados con la marcha y mejoras que le dieran presencia de primera línea al Estado Peruano. Consiguió aprobar por el Congreso el proyecto de ley vinculada a la creación y funcionamiento de los concejos departamentales, éste sería el segundo intento meditado esta vez por la descentralización en el Perú.

Asimismo, aprobó la primera Ley Orgánica del Presupuesto de Ingresos y Gastos estatales que regiría hasta 1922; y otro dispositivo de significación en resguardo del uso de los gastos públicos y del juicio de cuentas, fue el Decreto Supremo que Reglamentaba el Funcionamiento del Tribunal de Cuentas, recordemos que no existía la Contraloría General de la República.

Manuel Pardo ha sido un presidente de formación liberal, sobre su tendencia y algunos aspectos de su condición de empresario se ha puesto en duda su comportamiento. Fue miembro accionario de una de las empresas nacionales concesionarias de la exportación del guano, los juicios dados al ser empresario en plena época de la prosperidad falaz ha sido motivo de calificativos como de haber pertenecido a los grupos de poder local.

Otro acto del gobierno de Manuel Pardo que lo distinguiría su gestión es haber promovido la creación y funcionamiento de la Facultad de Ciencias Políticas y de Administración en la Universidad Mayor de San Marcos, cuya dirección de dicha facultad la ejercería el profesor francés Pradier de altas calificaciones académicas. En dicha facultad universitaria se prepararía no sólo a cuadros de funcionarios públicos, sino también de los de la carrera diplomática. 

- Del Comportamiento del Ciudadano Pardo y las Perspectivas Peruanas

Nuestro amigo, el historiador y sociólogo, Ernesto Yepes del Castillo, fundamenta en su estudio sobre un siglo de capitalismo en el Perú (1821/1921) manifestando que Manuel Pardo formó parte de grupo de poder económico y político, conocida más como la argolla civilista.

Es cierto, los consignatarios nacionales tuvieron una conducta impropia de una  administración privada con la exportación del guano, hubo de parte de ellos  deslealtad y egoísmo con el Perú, partiendo que se realizaron inadecuadas formas de administrar la venta del guano en perjuicio del Estado y el país, hubo el desengaño por las concesiones dadas para la exportación guanera.

En este grupo se le ha incluirlo a Pardo; sin embargo, en el último estudio editado en 2012, por economista Alfonso Quiroz sobre la “Historia de la Corrupción en el Perú”, manifiesta no ver comprometido a Manuel Pardo en los actos de corrupción que lo descalificarán, más bien lo considera un gobernante de excepción, lo que se llama ahora: ser honesto y tener las manos limpias.  

El desempeño y las aspiraciones de Manuel Pardo en el manejo administrativo del Estado, tampoco tuvo seguidores, a pesar de la semejanza en el  optimismo que manifestara el ex presidente Ramón Castilla de constituirse  válidos capitalistas nacionales.

Por la formación y manera de actuar podemos decir que, Manuel Pardo hubiese sido el permanente líder nacional que llegaría a la conformación de elites ante las necesidades del desarrollo en nuestra Patria. Fue único en el civilismo que mostraría condiciones de líder político y empresarial, su muerte temprana hizo que perdiéramos a ese líder que fuera capaz de formar las elites que tanto necesitamos.

El sueño de Pardo vuelto perspectiva, se hizo realidad, apuntó a lo difícil que representaba acabar con los golpes militares y la desordenada forma de comportarse los gobiernos; pero al llegar al gobierno se encontró a un país sumido en una fuerte crisis financiera y fiscal, que se asociaba a la intervención económica en las décadas del 1850 y de 1870 de la influencia inglesa - se decía que éramos un país semicolonial.

Esta situación de crisis nacional, colocaría al Perú en la situación de frustración, porque se hacía imposible estar verdaderamente armado como para defenderse de la agresión chilena. Finalmente fuimos derrotados en la Guerra del Pacífico. Los gobiernos que sucedieron al de Manuel Pardo no tendrían la capacidad de negociación diplomática, como para evitar la guerra,

Pardo visitó Chile antes de la guerra, con esa calidad humana que lo distinguía, se hizo de amigos de jerarquía a nivel de las altas esferas en el país sureño. Me inclinó a pensar que de haber estado vivo Manuel Pardo, tal vez no se hubiese llegado al extremo de una guerra.

Esto último, confirma que faltó hombres y gobiernos: portadores de planes basados en estudios de la realidad, para que el Estado llegue a ser organizado, al servicio de todos los ciudadanos, con poderes públicos destinados a fortalecer la institucionalidad: no sólo para garantizar la permanencia de las organizaciones públicas, y obviamente la dirección de las mismas recayera en autoridades calificadas y legitimadas por la calidad de su liderazgo; sino autoridades, además de afirmar legitimidad de gobiernos, por ende el Estado no alcanzaría debilidad e incapacidad en la gobernanza, que implicaba el desarme espiritual y de guerrear con países vecinos y no vecinos como pasó ante la declaración de la guerra con Chile y la derrota final del Perú.  

- La Falta de Desarrollo y Autonomía de País desde el Siglo XIX

Pasando a un punto que correlaciona el Estado soberano y promotor con lo que representa la aparición de elites formadas, éstas en el Perú no las hemos tenido, sólo ha habido y existen grupos de poder económico que no los impulsaba el riesgo de invertir, ni para construir un capitalismo nacional. De allí éstos grupos apoyaron la inversión extranjera que, desde 1840 se encargó de la explotación guanera, a través de las casas exportadores, significando con ello no se contribuye tanto al desarrollo, como a forjar autonomía.

Ello se consigue elevando crecimiento con desarrollo humano, encaminado a constituir  identidad y soberanía nacional respectivamente, para participar con ventajas en el mundo globalizado.

Lo dicho explica como muestra que, después de los mandatos judiciales los consignatarios locales (los hijos del país como grupo de poder económico), se encargan del negocio de exportación del guano - retirando a los invasores extranjeros -, pero en los nacionales no se despertarían sus intenciones que destinar el producto de las ganancias guaneras,  para efectuar inversiones en otros campos de la economía, lo que habría dado inicio a un capitalismo nacional, a la vez, se hubiera complementado con las políticas de Estado, lo que finalmente le conferiría el signo del desarrollo propio, – las ganancias se gastaron en la llevarían después de vida de rentistas, viviendas lujosas y/o fugaron al exterior–.

Dos ex Presidentes: el Mariscal Ramón Castilla y el General Rufino Echenique tuvieron expresiones entusiastas de que los grupos económicos beneficiados con el producto de la venta del guano y con los pagos derivados de la deuda  consolidada, se impulsarían un nuevo rumbo económico, expresiones que, coincidiría con el comportamiento de Manuel Pardo considerando sus  calidades y las acciones que tomó en su primer gobierno civil 1972/1976.  

Sin embargo, a pesar que Pardo reunía las cualidades para ser conductor del país, éste llegó al gobierno cuando el Perú se encontraba en bancarrota financiera que, se mostraría con el cierre de los bancos, y una impagable  deuda externa. A esta situación de crisis, se sumó que el país fuera un trágico perdedor de la Guerra del Pacífico, ello sería consecuencia de gobiernos improvisados y  corruptos, incalificables para tener un Estado en forma como bien decía el cientista social e historiador de la República don Jorge Basadre.

El Perú habrá de ser la República de las posibilidades pérdidas, y que no lograría el progreso en democracia. Pues, nunca los hemos tenido al Estado en forma, y obviamente se cerraron los procesos descentralistas que representan las más destacadas acciones de gobierno dirigidas a la reforma estructural en la organización del Estado.  

En síntesis, ya entrando el último tercio del siglo XIX en que accedió el primer gobierno civil de bases liberales, pero quedó trunco con la temprana muerte y asesinato de Manuel Pardo, vino la guerra con Chile, más tarde llegó al poder el segundo civilismo, ingresado al siglo XX seguimos la misma constante, aun cuando el gobierno de Cáceres al no contar con recursos en 1896 se promovió establecer las juntas departamentales, las que no eran tan diferentes a los concejos departamentales de Manuel Pardo de la década de 1870, porque ambas dieron pasos firmes hacia la descentralización.

Carencias de Mentores en el Siglo XX

No podemos olvidar que para comentar los intentos de procesos descentralistas en siglo XX sin mencionar lo que significaban cambios sustanciales en la estructura organizativa del Estado en el Perú, aun cuando se presentó hasta en dos oportunidades, para quebrar estos procesos descentralistas; los dos fueron en las administraciones de Nicolás de Piérola: la primera, en 1879 y la segunda en su período constitucional 1895/1900.

A pesar de ello los procesos descentralistas continuaron hasta 1919 en que terminaron e igualmente se liquidó la llamada República Aristocrática, con el Golpe Civil/militar  que acaudilló Augusto B. Leguía. Desde allí, la organización estatal quedó trunca por los cambios descentralistas; es decir, desde el Oncenio de Leguía, a pesar de los artículos de la Constitución Política de 1933 que disponía la descentralización y su Ley Orgánica respectiva, nunca fue puesta en vigencia por parte de los gobiernos de Benavides, Prado dos veces, Bustamante y Odría.

Igualmente, el intento descentralizador que despertaban las Juntas de Obras Públicas y las Corporaciones Departamentales creadas desde 1933 hasta 1968 fueron disueltas por el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, para crear el Sistema Nacional de Movilización Social (SINAMOS). Pasarían casi 50 años sin leyes que dieran vigencia a la descentralización.  

Asimismo, no hubo elecciones municipales entre 1968 a 1980 que desde el primer gobierno del Arquitecto Belaúnde, se iniciaron desde 1964 se convocaron  a las elecciones de los municipios en toda la República.

Recién con La Constitución Política de 1979 se dictaminó el cambio en la estructura organizativa del Estado que obedeció a una de carácter descentralista y de regionalización. El logro de esta nueva estructura que disponía dicha Constitución duró casi 7 años; primero con la reinstalación de las Corporaciones Departamentales de Desarrollo y en la preparación de los proyectos por parte del Poder Ejecutivo y no más de 2 años del examen y aprobación por el Legislativo. Se culminó con la formación de tres gobiernos: central, regionales y municipales; sin embargo, los gobiernos regionales en más de doce sólo funcionaron 2 años, pero a comienzos del segundo trimestre de 1992 (05/04/92) se quebró la nueva estructura organizativa del Estado que significaban cambios sustanciales a nivel de país, esto volvió a mostrar los retrocesos en la organización y modernización del Estado Peruano.

Sobre la descentralización, y especialmente sobre el proceso de la  regionalización, pudo tener en los Presidentes Fernando Belaúnde Terry y Alan García Pérez los mentores de la reforma del Estado; sin embargo, estos dos presidentes no fueron gobernantes tanto para asumir un reto de cambios, como no hubo en ellos convencimientos que promovieran decididamente los procesos descentralizadores de acuerdo a lo que disponía  la Constitución Política de 1979.

En especial de García Pérez dio marchas y contra marchas con la Ley de Bases de la Regionalización, lo que atraso por casi dos años el proceso de regionalización, tal como se ha dicho, por esta razón el Poder Ejecutivo se demoró 7 años en preparar los proyectos respectivos. Ambos Presidentes dieron más peso a cuestiones formales y personales no llegando a ser mentores de tan importante Reforma de la Estructura Organizativa del Estado.       

El Mentor del Siglo XXI Valentín Paniagua, Adalid y Avizor Democrático de las Reformas Estatales y de los Cambios a Nivel País

En este nuevo siglo XXI con el Gobierno de la Transición Constitucional presidido por Valentín Paniagua Corazao (22 de Noviembre del 2000 al 28 de Julio del 2001) se daría inició a los períodos de gobiernos en democracia.

Es decir, la transición fue el primer paso, para construir los cambios en la vida política, social económica y cultural que el Perú necesitaba, después de acabar no sólo con el autoritarismo fujimorista de la década del 90, sino en contra de la forma de gobernar durante diez años, basado en un modelo económico que incrementó: la iniquidad y la pobreza, mostrando la variable de la improductividad con su correlato agravante de la exclusión en todos los campos de la ciudadanía; así como de las nunca pensadas mafias organizadas de la corrupción desde el mismo gobierno fujimorista.  

Permítaseme hacer un paréntesis, para decir que la historia y la realidad se unen cuando se presentan las figuras de valía como Castilla y Pardo. Hace trece años desde el año 2000 que se abrió toda la puerta de mejores parabienes, para el Estado Peruano. La Presidencia del gobierno de Valentín Paniagua Corazao, recayó en un  hombre dotado de capacidad, de experiencia como para ser Presidente, que ostentaba una concepción social cristiana progresista y democrática, y de una honestidad a toda prueba.

Ello porque el doctor Paniagua llegó a ser el resuelto reformador del Estado, su experiencia ganada al ser dos veces Ministro de Estado y parlamentario, no olvidemos como muestra que él es coautor de la novísima Ley Orgánica de Municipalidades de 1984 que estuvo vigente hasta la década del 2000. Fue profesor de derecho constitucional y administrativo, y que en vida escribió sobre las reformas públicas como: la descentralización, la bicameralidad congresal, los distritos electorales uninominales y de la reestructuración del JNE, muestran los intentos puestos por Valentín Paniagua, para reestructurar el Estado.  

En su breve presidencia del Poder Ejecutivo con el Ministro de Justicia Diego García Sayán y José Ugaz promovieron los proyectos dedicados a crear juzgados y salas en el Poder Judicial respectivas de anticorrupción. Gracias a esas disposiciones se detuvieron por orden judicial, a cientos de funcionarios públicos de alto nivel: comandos militares y policiales; de altos funcionarios públicos: y, de terceros de la sociedad civil, todos ellos formaron las mafias de la corrupción de la década del 90, hasta ahora son reos en cárcel y viene cumpliendo las sentencias penales dadas por el Poder Judicial. El encarcelar a los corruptos, sería el hecho de que por primera vez se ha dado en el Perú, obviamente siguiendo los debidos procesos.

En el Gobierno de la Transición hubo el excepcional contrato del gas del sur que firmará su Ministro de Energía y Minas: el Ingeniero Carlos Herrera Descalzi, para que el gas fuera a cubrir principalmente la demanda interna de dicho producto energético bajo la participación principalmente de PETROPERU, especificándose que el sobrante se exportaría. Luego, este contrato fue cambiando en contra al espíritu que lo inspiraba, pues en el siguiente gobierno de Alejandro Toledo con participación de Ministro PPK  el gas sería en primera instancia exportado.   
  
Es de significar el retroceso dado, ya que se ha aplazado el uso del gas al interior de la República, evitando el proceso de explotación en dirección a instalarse los  polos petroquímicos y las consecuencias que se producirían, para efectivizar las industrias por crearse, obligando a dejar atrás la economía extractivista que impera en el país.

Sin embargo, los siguientes gobiernos democráticos no hicieron nada que corrigiera los contratos de PPK; asimismo, no siguieron la política de Estado y el Acuerdo Nacional de combatir a la corrupción por parte del gobierno de  Valentín Paniagua y las Comisiones Investigadoras del Congreso.

En general, no nos debe sorprender que no se siga las políticas de Estado, esto tiene una explicación, porque nunca tuvimos grupos dirigentes, formados para liderar y decidir, en los diversos gobiernos; en contrario, hemos sido y somos gobernados por grupos que comparten el poder, en su mayor parte son gobiernos de signos y maneras de actuar autoritarias, que postergan los avances por la persistencia del desorden y el desborde de la corrupción.

Esta situación de retraso como hemos señalado fue porque no hubo dirigencia capacitada que obedeciera a su calidad de elites, dispuestas a gobernar respetando la calidad de ciudadanía, más bien hubo dirigencia de mandones y caudillos que excluyera por razón de sus etnias y sus culturas, las que paradójicamente eran las mayorías, padeciendo éstas del irrespeto a los derechos humanos, en el área andina, en que vivieron bajo el sistema de la hacienda serrana, la que estuvo lejos de la promoción y de la productividad, en que se evidenciaba la explotación de los campesinos y consecuentemente, abundaba la pobreza rural y el descuido en su calidad de vida.

No en vano, el profesor universitario e historiador don José de la Riva Agüero y Osma tuvo calificaciones duras a estos grupos que gobernaron si tener vergüenza de abandonar las otras partes del territorio. Riva Agüero en plena mitad del siglo XX, en su obra, “Paisajes Peruanos”, sus frases hacia los grupos de gobierno, políticos y económicos, no proceden del intelectual exaltado, respondieron a un peruano privilegiado que recorrió el Perú de las Cordilleras con su propio dinero, comprobando in situó la situación de olvido, abandono y expoliación de nuestros campesinos.

Las Enseñanzas Históricas de las Reformas Estructurales del Estado y Cambios en las Políticas de Estado Republicano

Terminó esta exposición de los mentores republicanos por las reformas públicas y su respectiva modernización manifestando, igualmente, que el Perú tendrá  que asumir decisiones políticas, para la renovación total de la estructura organizativa del Estado Peruano y conformación de elites de desarrollo.

Seremos nosotros quienes también ponemos nuestra participación no sólo luchando por lograr un Estado al servicio de todos los peruanos, con los imprescindibles cambios estructurales a nivel socioeconómicos y de identidad de la diversidad cultural a nivel país; discrepo que, a través de los tecnócratas,  hoy en día, no sean los únicos en tratar de alcanzar crecimiento económico, necesitamos de organizaciones civiles como IREMAP que en principio ella no sólo está capacitada en la problemática del crecimiento con desarrollo, sino que IREMAP debe llegar a ser una elite, en que tendrá una de su más alta tarea de despertar liderazgos.

Posesionado de esa expectativa, esperamos que aparezcan líderes en los partidos y movimientos políticos, en que se practique elecciones partidarias y se capacitan a sus miembros; queremos hombres de cambio y reformadores, auguró que también como consejeros se conduzca a la ciudadanía por el verdadero camino de crear organismos estables y libérrimos; al reemplazar la democracia precaria por la democracia de alta intensidad que respete los derechos humanos y el estado de derecho, para que impere la equidad en el trato social y la institucionalidad de las organizaciones públicas y de la civilidad, acabando con todas formas y tipos de exclusiones.   

Termino alertando que en salvaguarda de lo dicho, debemos poner barreras infranqueables: a los descalificados gobernantes de ayer y de hoy; al egoísmo, la ganancia fácil y la falta de responsabilidad social empresarial; a la ignorancia cívica tan esparcida; a esos salvadores expresidentes y presidentes que entregan a terceros nuestras riquezas; y de los caudillos con sus clanes de mandaderos que, brindan a su clientelismo – una parte significativa de la población – la pobre, mediocre y engañosa participación en partidos populistas, que evidencian no sólo carencias cívicas al ser movimientos seudos democráticos, sino que finalmente se muestran contrarios al desarrollo propio.  

Luchemos por la Reforma Estructural y Organizativo del Estado Regulador y Promotor y por una Política de Crecimiento con Desarrollo que termine con las exclusiones de todo orden.

Muchas Gracias,
Surco, 28 de Febrero de 2014.


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