martes, 5 de agosto de 2014

“NINGUNA POTENCIA PUEDE SER HEGEMÓNICA”


Uno de los más grandes aportes de la época moderna ha sido la formación del mercado mundial, y como consecuencia de ello, la internacionalización de las relaciones económicas, políticas y culturales. La nueva situación mundial caracterizada por la interrelación entre las naciones y los países, a su vez, creó la necesidad de expertos en relaciones internacionales, que han dirigido o asesorado  la diplomacia mundial. Cada cierto tiempo han surgido hombres que han tenido esas cualidades especiales de influir en el reordenamiento mundial.

Después de la gran conmoción europea resultante de la  Revolución Francesa (1789) y de las guerras napoleónicas que en las primeras décadas del siglo XIX invadieron todo el continente europeo hasta las mismas fronteras de la lejana Rusia, las propuestas y relaciones diplomáticas de  dos hombres influyeron decisivamente en el establecimiento del nuevo orden europeo durante el siglo XIX, ellos fueron  el austriaco Príncipe  de Metternich, y el canciller alemán Otto Bismark.

Cien años después, en la segunda mitad del  siglo XX, superado  el gran desorden producido durante  la Segunda Guerra Mundial (1939-1945,) dos destacados asesores de la política externa norteamericana influyeron de manera decisiva en la formación del nuevo orden mundial de la segunda post guerra: Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski.

El primero (HK), fue asesor principal del gobierno de Nixon y artífice tanto del golpe de estado de Pinochet en Chile (1973); como del inevitable como impostergable reconocimiento diplomático de la emergente República Popular China (1972), país cuyos derechos internacionales en la ONU habían sido  postergados por más de veinte  años; y del retiro de las  tropas norteamericanas derrotadas en la guerra de agresión contra Viet Nam (1975),  acontecimiento este último que limitó la influencia de EEUU en el extremo oriente. Mientras que el segundo (ZB), fue el asesor principal del gobierno de Carter, y  tuvo que afrontar las dificultades producidas por la caída del autoritario gobierno pro norteamericano  del Sha de Irán, restringiendo así la influencia de EEUU en el convulso  medio oriente.

Precisamente, el día 16 de julio, el asesor internacional Zbigniew Brzezinski (Zbig) concedió una entrevista al diario español El País,  a los pocos minutos de conocerse el derribo de un avión comercial en los cielos de Ucrania, y momentos antes del inicio del bombardeo israelí sobre la población palestina en  la Franja de Gaza. En esa entrevista, Zbig afirmó lo siguiente: “El mundo hoy está tan despierto, tan activo políticamente, que ninguna potencia puede ser hegemónica”, y agregó: “La responsabilidad de América en este caos debe ser compartida con cualquiera que participe en él. El caos no es producto de un solo país. El orden, tampoco”. Y concluyó afirmando que: “Barack Obama no sería el primer presidente de EE UU que ya no lidera el mundo sino el primero consciente de ello”.

“A confesión de parte, relevo de pruebas”, nos aconsejaría cualquier iniciado en derecho internacional. Esas tres expresiones son  de un   asesor de la mayor potencia mundial,   que ya no puede ocultar la verdad y se siente obligado a reconocer la notoria disminución  del actual poder hegemónico norteamericano, lo cual es un síntoma propio  de su irremediable e indetenible ocaso. No son palabras de un “anti-imperialista”, ni de un fanático “anti-yanqui”, sino que son palabras de uno de los más importantes asesores presidenciales de EEUU. 

A continuación, tal como lo había ofrecido, reenvío el texto de la entrevista a Zbig  publicada el día 21 de julio en el diario español El País con el expresivo título “Ninguna potencia puede ser hegemónica”. Todos sabemos que el diario El País no es una publicación antisistema y mucho menos  socialista, sino que es el principal vocero de la burguesía española, equivalente a El Comercio en nuestro país.

Adicionalmente, como Archivo Adjunto estoy enviando declaraciones de Noam Chomsky, otro destacado intelectual norteamericano, que desde una posición teórica libertaria, diferente a la de Zbig, escribió el 3 de julio el artículo Las amenazas para la humanidad, artículo publicado en el Blog Mundo del Sur.  Artículo que contiene ideas que también contribuyen a entender la importancia de los acontecimientos que actualmente están conmoviendo al mundo entero. Miguel Ángel Aragón (31 de julio de 2014)  

“NINGUNA POTENCIA PUEDE SER HEGEMÓNICA”

Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional con Carter y sabio de la política exterior, describe un mundo caótico y sin un líder único en una semana complicada para Barack Obama


Cuando trabajaba junto al presidente Jimmy CarterZbigniew Brzezinski le recomendaba un ejercicio inusual en políticos norteamericanos: plantarse ante el mapamundi y reflexionar con la vista más allá del día a día, con la “visión estratégica” que da título a su libro más reciente.

“En mis días yo miraba mucho el mapa y con frecuencia animaba al presidente a que mirásemos juntos al mapa y discutiésemos”, recuerda Brzezinski en su despacho del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), el laboratorio de ideas en Washington donde trabaja. En el despacho, claro, tiene un mapamundi.

Brzezinski (Varsovia, 1928) mantiene la capacidad para observar el mundo —el mapa— a vista de pájaro. Y lo que ve no le gusta.

El jueves recibió a EL PAÍS cuando acababa de conocerse la noticia del derribo un avión comercial en Ucrania y a unas horas para que Israel lanzase una operación terrestre en Gaza. En el ritmo desbocado de la información continua, por unos minutos el mundo pareció fuera de control y el presidente de EE UU, Barack Obama, un bombero desbordado por  incendios incontrolables.

Sobre el conflicto israelopalestino, Brzezinski, que participó en la negociación de los acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto en 1978, dijo: “Debemos afrontar el hecho de que una parte es muy débil, los palestinos, y una parte es muy fuerte, los israelíes, y por tanto se requiere más persuasión con los israelíes”. “Sin duda”, añadió, “tenemos mucha capacidad de influencia con Israel, porque le damos mucha ayuda económica y militar, y sentimos una gran simpatía por su pueblo”.

"En mis días yo miraba mucho el mapa y animaba al presidente a que mirarlo juntos"

Las consecuencias de la caída del avión de Malaysia Airlines “podrían ser enormes, en particular si resulta que los rusos suministraron el arma o la dispararon ellos”, dijo Brzezinski. “Pero todavía no lo sabemos”.

El día siguiente, viernes, cuando Obama había señalado a los rebeldes prorrusos —e, indirectamente, a sus patrocinadores en Rusia— como responsables del ataque, Brzezinski envió un mensaje electrónico: “Los responsables por el ataque a la aerolínea deberían ser juzgados ante el Tribunal Criminal Internacional, y su patrocinador debería pagar a las víctimas”.

Con su coetáneo Henry Kissinger, Zbig —como le llaman quienes lo conocen— es el último sabio de la política exterior norteamericana. Como Kissinger, nació en Europa y vivió el sueño americano. Con Kissinger, ha sido el más brillante y seguramente el más influyente Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que asesora al presidente en materia de política exterior y defensa. Ejerció el cargo entre 1977 y 1981.

Brzezinski está acostumbrado a las crisis: le tocó afrontar la caída del Sha en Irán y la invasión soviética de Afganistán en un tiempo en que, como ahora, se hablaba de declive de EE UU y de un presidente débil que invitaba a los rivales a sentirse fuertes. Entonces era Carter; ahora, Obama. Ambos, demócratas.

Zbig ve un mundo desencuadernado y sin líder: EE UU debe conformarse con intentar reducir, en cooperación con otros países, los riesgos que entrañan los nuevos desequilibrios internacionales.

            "El caos no es producto de un solo país. El orden, tampoco"

“El mundo hoy está tan despierto, tan activo políticamente, que ninguna potencia puede ser hegemónica”, dice. “La responsabilidad de América en este caos debe ser compartida con cualquiera que participe en él. El caos no es producto de un solo país. El orden, tampoco”.

A la pregunta sobre si EE UU debería aspirar a poner orden, contrarresta: “La manera que usted tiene de pensar es muy tradicional: que una potencia puede dictar las respuestas, o resolver los problemas, o imponer su modelo. Mi argumento es simple: no vivimos en una era en la que el dominio imperial del mundo sea una opción realista”.

Conversar con Brzezinski es someterse a un combate dialéctico. Jimmy Carter siempre ha dicho que Zbig era su vecino de asiento favorito en los viajes de larga distancia. “Quizá nos peleábamos, pero nunca me aburría”, ha escrito.

¿EE UU en retirada? “No creo que América se esté retirando del mundo. Si se miran las estadísticas, probablemente esté más implicada en el mundo que cualquier otro país: la economía y las finanzas, la información, los viajes, lo que sea”.

“Es una nueva era, es diferente”, dice en otro momento. “Napoleón podía soñar en el dominio global. Y después, con la revolución industrial, con el ascenso de las potencias modernas, algunos líderes tenían planes de dominio global. Y después, con el ascenso del comunismo, algunas personas pensaban en un dominio global ideológico y militar. Y después América, cuando logró ser dominante, tenía la idea la democracia brotando por doquier”.

"¿Deberíamos luchar contra [el ascenso chino]? ¿Deberíamos impedir que China tuviese más éxito?"

Todo esto terminó. Vivimos en la era de la complejidad, de los claroscuros, y no existen respuestas claras.

El referéndum de independencia en Escocia, el próximo septiembre, y la iniciativa para convocar un referéndum de secesión en Cataluña son, según Brzezinski, una prueba más de una realidad “fragmentada, turbulenta, contradictoria, sin una pauta uniforme en una u otra dirección”.

“De un lado tenemos la necesidad de Europa: muchas personas reconocen que Europa es necesaria en el mundo. De otro, tenemos movimientos, en Europa, que buscan realizar sus aspiraciones étnicas o nacionalista, lo que resulta contradictorio”.

“Tendremos problemas graves con la posibilidad de una secesión escocesa, porque disminuirá el papel constructivo de Gran Bretaña”, prosigue. “No sabemos cómo se resolverá la cuestión catalana, pero sin duda complicará los problemas de España, sus problemas financieros”.

La escalada violenta en Irak difícilmente pude atribuirse a una sola causa. “Si queremos medir de quién es la culpa, quizá fueron los británicos y franceses en 1918”, dice. Él, que se opuso a la invasión norteamericana de 2003, acepta que la violencia actual es “parcialmente” una consecuencia de aquel ataque. “Pero no se pueden reducir las causalidades históricas a acontecimientos aislados porque nos gusten o no nos gusten”.

¿Contener el ascenso de China en Asia? “¿Qué significa la palabra contener?”, replica.

“¿Usted cree que China intenta dominar otros países?”, dispara.
“China está en ascenso. Esto es un hecho”, zanja.  
       ¿Debe aceptarlo Estados Unidos?
     ¿Deberíamos luchar contra ello? —responde— ¿Deberíamos impedir que China tuviese más éxito?

Brzezinski elogia a Obama por ser “más consciente” que sus tres antecesores —George Bush padre, Bill Clinton y George Bush hijo, los tres presidentes de la postguerra fría— de los límites del poder del presidente de EE UU.

“Actuar de una manera que esté divorciada de las realidades complejas que dominan el mundo probablemente signifique actuar de una manera mucho más peligrosa”, avisa. “¿Quiere usted una repetición de 2003, con el ataques de Estados Unidos a Irak? ¿Para evitar, por ejemplo, el dominio de China? ¿Adónde nos llevaría? Esta es la clave”.

Barack Obama no sería el primer presidente de EE UU que ya no lidera el mundo sino el primero consciente de ello.

LAS AMENAZAS PARA LA HUMANIDAD, SEGÚN CHOMSKY

 

Noam Chomsky
Publicado el  de claufonseca88

El politólogo Noam Chomsky considera que el próximo siglo podría ser el último de la civilización humana si persisten las políticas actuales de EE.UU., que cada vez se rigen más por las preocupaciones de pocos, a costo terrible para todos.

Según el experto, las políticas de EE.UU. suponen una amenaza para la humanidad, debido a que la seguridad de la población “es una preocupación marginal de los planificadores de las políticas”, mientras que las preocupaciones principales, la protección del poder del Estado y del poder privado concentrado, “determinan en gran medida la política estatal”, informa el portal TomDispatch.

Esta política, continúa el politólogo, que se ve claramente en cómo aborda EE.UU. los problemas del calentamiento global y las armas nucleares, ilustra el cálculo moral del capitalismo estatal anglo-americano contemporáneo: “el destino de nuestros nietos no cuenta nada en comparación con el imperativo de mayores beneficios de mañana”.

Estas conclusiones, según Chomsky, están fortificadas por el sistema de propaganda que existe en EE.UU.

Hablando del caso del calentamiento global, hay una campaña enorme de relaciones públicas en EE.UU., organizada por la compañía Big Energy y el mundo de los negocios, que trata de convencer al público de que el calentamiento global, una seria amenaza para la humanidad, ya no es real o que no es resultado de la actividad humana.

El caso de las armas nucleares no es menos aterrador: “revela muy claramente que, desde los primeros días, la seguridad de la población era un ‘no tema’, y lo sigue siendo”.
Chomsky cita al general Lee Butler, quien cree que hemos sobrevivido hasta ahora una era nuclear por “alguna combinación de habilidad, suerte e intervención divina”.
Sin embargo, Chomsky subraya que “tampoco podemos contar con la continua intervención divina como los políticos juegan a la ruleta con el destino de las especies en la búsqueda de factores motrices en la formación de políticas”.
Chomsky pone de relieve que hoy en día hay muchos problemas que deben ser abordados, pero dos son los más importantes: la destrucción del medio ambiente y la guerra nuclear.
“Es imperativo para barrer las ‘nubes ideológicas’ y enfrentar con honestidad y de manera realista la cuestión de cómo se toman las decisiones políticas”, insta.
Profundizando en la historia de EE.UU., el especialista apunta a que estas políticas no solo se llevan a cabo en los tiempos actuales, sino que son propias del Estado remontándose a hechos como la guerra de Vietnam, la Independencia de Cuba y la Guerra Fría.

http://mundodelsur.wordpress.com/2014/07/03/las-amenazas-para-la-humanidad-segun-chomsky/



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