(28 de octubre de 2014)
Por Miguel Aragón
Jaime Lastra, conocido activista de la
acción frente unitaria en Lima, con fecha 22 de julio divulgó la
información de que “ya estaba en venta el N° 2 de la revista Pizarra
Socialista”, publicación del foro frente unitario Universidad
Socialista del Perú – José Carlos Mariátegui.
1.- Por limitaciones económicas, y además por
limitaciones de tiempo disponible, hasta la fecha no he
podido desplazarme al centro de la ciudad para adquirir el mencionado número de
la revista.
Ante la notoria ausencia de
comentarios, prácticamente ya me había olvidado de mi interés en adquirir
la mencionada publicación, hasta que, por fin, el día 15 de setiembre
pude leer el primer comentario al mencionado número de la revista. Ese día, los
editores de la revista virtual que publica el Blog Creación Heroica
divulgaron un primer comentario. Si bien este “se pierde” dentro de un
artículo mayor titulado La Reconstitución y la Verdad Universal del
Proletariado – II, eso no le disminuye en lo más mínimo el mérito de
haber sido la primera publicación en la cual se presentó un comentario (ver
comentario más abajo).
La lectura de este, reanimó mi interés
en adquirir la revista, interés que se ha acrecentado a comienzos de este mes
al leer una reiteración por parte del mismo comentarista.
2.- Para entender, y valorar, cualquier
comentario a la revista, me parece que hay que ubicarlo dentro del contexto en
el cual surgió y se ha desarrollado la USP-JCM
Entre los años 2003 y 2008 funcionaron
en Lima varios foros frente unitarios, entre ellos el Foro Centenario,
el Foro Participativo, el Movimiento José María Arguedas,
el Comité Aniversario 80, la Universidad Socialista
del Perú José Carlos Mariátegui, y otros más. En el transcurso de ese
quinquenio 2003-2008, primer quinquenio de la preparación de la
organización, yo colaboré en todos esos foros, en especial en el Foro
Centenario.
Esos foros frente unitarios
(extinguidos desde fines del año 2008, con excepción de la USP-JCM) no
representaban a un grupo, y mucho menos a un grupo político partidario,
sino que en su conjunto, esos foros eran expresión de un
movimiento y de una generación.
Salvo una excepción, yo nunca llegué a
ser miembro de ninguno de esos foros, por la simple razón que esos eran
foros de la actual generación, pero siempre me consideré un colaborador en
el desarrollo de sus actividades.
Bueno es recordar, que a manera de
excepción, una sola vez acepté un cargo directivo. Cuando se constituyó
la USP-JCM, yo estuve presente en esa nutrida asamblea. Ese día me
propusieron para el primer cargo, y no acepté mi postulación; luego me
propusieron para el segundo cargo y tampoco acepté; por último, me propusieron
para el tercer cargo, y ante tanta insistencia, me sentí obligado a
aceptar, declarando que lo hacía con carácter “interino”, hasta que se
seleccionara y nombrara a otro compañero.
Reitero, la USP-JCM desde sus inicios
nunca ha representado a ningún grupo político partidario, ni ha sido
“correa de transmisión” manipulada por alguna de las minúsculas sectas
políticas partidarias que todavía pululan en algunos ambientes intelectuales y
estudiantiles limeños.
La USP-JCM (al igual que la
revista Amauta en su primera etapa transcurrida entre 1926 y
1928), es la voz de un movimiento y de una generación, y
desde sus inicios se ha desarrollado practicando el estilo de trabajo
frente unitario. Que en su evolución ocasionalmente se incurrió en
desviaciones y se cometieron errores, ya sea de “conciliacionismo” unas
veces, o de “hegemonismo” otras veces, esas desviaciones y errores, mínimos y
temporales, no han disminuido en lo más mínimo su orientación
predominante de carácter frente unitario.
3.- La actual generación del movimiento socialista
peruano, y del pueblo peruano, cuya gestión generacional abarcará el
lapso 1995-2020, a la fecha ya no puede seguir considerándose la “nueva
generación” como fue en sus inicios. Sino que ya tiene una
experiencia propia acumulada en veinte años, desde 1995 en adelante, y muy
pronto deberá ceder la posta a la siguiente generación que irrumpirá en la
historia del pueblo peruano a partir de aproximadamente el año 2020 en
adelante. Resulta bueno recordarles que no les queda mucho tiempo por delante,
y deberán apresurar el paso para culminar dignamente su gestión generacional.
En el haber de los activistas de la
presente generación, que han venido trabajando en Lima, considero que hay que
reivindicar, por lo menos, tres publicaciones que en su momento
desempeñaron un papel muy importante.
En primer lugar la revista Centenario,
cuyo primer y único número, que se publicó a fines de 1995, marcó el nacimiento
de la actual generación, revista que editorialmente reivindicó su
carácter frente unitario.
Seis años después, a partir de julio de
2001, comenzó a publicarse la revista Polémica, también
caracterizada por su definida posición frente unitaria. La revista Polémica
impulsó y acompaño el desarrollo de los foros frente unitarios que activaron
entre 2003 y 2008, periodo en el cual muchos activistas de la actual generación
lograron superar el sectarismo a ultranza heredado de la
generación pasada, y lograron superar temporalmente las divisiones, más
artificiales que reales, que dificultaban e incluso impedían la acción
conjunta. Ese ha sido el más importante aporte de los foros frente
unitarios, superar el sectarismo a ultranza que promovían y cultivaban los
caudillos personalistas de la anterior generación.
En tercer lugar, en esta rápida
revisión de publicaciones, hay que ubicar la publicación de la revista Pizarra
Socialista, cuyo primer número apareció el año 2013, y que fue precedida
por varios boletines y publicaciones esporádicas y dispersas.
Haciendo un recuento, las tres
revistas, Centenario, Polémica y Pizarra Socialista han
sido publicaciones de carácter frente unitario, a diferencia de Hoz y
Martillo de los años 30 o de Bandera Roja de los años
60, que como voceros del obsoleto Partido Comunista del Perú,
fueron publicaciones de carácter sectario, exclusivistas y excluyentes, estilo
de trabajo totalmente pernicioso, y que hoy en día la mayoría de activistas del
movimiento socialista peruano rechazamos.
Por lo tanto, para evaluar el desarrollo de la revista Pizarra Socialista y del
foro Universidad Socialista del Perú-José Carlos Mariátegui, hay que
hacerlo con criterio frente unitario, y mal haríamos en pretender evaluar
su gestión con criterios partidarios.
4.- Como informé más arriba, tengo que saludar a la
revista virtual Creación Heroica por el comentario publicado,
que en mi caso ha tenido el efecto positivo de renacer mi interés en buscar,
leer y comentar la revista (y espero hacerlo pronto). Supongo que entre los
muchos lectores que tiene el blog Creación Heroica también debe de haber
despertado el mismo interés, y espero que otros más también se sumen al
comentario y colaboración con los próximos números de la revista.
La mejor crítica que podemos hacer a la publicación
de la revista Pizarra Socialista es colaborar con su
desarrollo y superación de posibles errores y deficiencias.
INFORMACION PUBLICADA POR JAIME LASTRA
El Martes, 22 de julio, 2014 1:58:04, "CHARLES
JAIME LASTRA DOMINGUEZ chajaild@yahoo.com [foro_centenario]"
escribió:
INFORMAMOS QUE YA ESTÁ A LA VENTA EL NUMERO 2 DE LA REVISTA PIZARRA
SOCIALITA.
PUEDEN ADQUIRIRLA EN LA IMPRENTA GUTEMBERG
Jr Rufino Torrico 577. Centro de Lima. Perú
Preguntar por Noe Yenque
_
PAPÁRRAFOS
PÁRRAFOS DEL
ARTÍCULO “LA RECONSTITUCIÓN Y LA VERDAD UNIVERSAL DEL PROLETARIADO” – II,
PUBLICADO POR LOS EDITORES DE CREACIÓN HEROICA (15 de setiembre)
“Si desde hace
años Lastra actúa un frentismo a ultranza con el grupo revisionista, ahora
practica lo mismo con otras tendencias: en el segundo número de la revista que
dirige, ha publicitado ampliamente al “socialismo bolivariano” y a la
“revolución ciudadana”.
El CRJCM apoya
las medidas políticas de todos los gobiernos que de alguna forma y en alguna
medida se opongan al imperialismo, pero no comparte la publicitada teoría del
“socialismo del siglo XXI” (Heinz Dieterich Steffan, Marta Harnecker, etc.), y
menos todavía el discurso nacionalista burgués de la “revolución ciudadana”
(8).
Más allá de
todo fraseario, el “socialismo del siglo XXI” es socialismo pequeño burgués que
vende la vieja tesis revisionista de la transición pacífica y que concibe el
socialismo como una cuestión de distribución equitativa de la riqueza, y no
como la socialización de la propiedad privada de la gran burguesía. Por eso,
después de casi quince años de chavismo, la contradicción fundamental en la
sociedad venezolana continúa siendo entre el capital y el trabajo, es decir,
continúa allí la explotación de la fuerza de trabajo de las clases populares, o
sea, Venezuela sigue siendo un país capitalista.
Por otro lado,
el nacionalismo burgués de la “revolución ciudadana” no ha cambiado ni puede
cambiar absolutamente el carácter capitalista de Ecuador.
En relación a
estos casos y otros semejantes, no olvidamos nosotros esta luminosa enseñanza
de Mariátegui: “Sin prescindir del empleo de ningún elemento de agitación
anti-imperialista, ni de ningún medio de movilización de los sectores sociales
que eventualmente pueden concurrir a esta lucha, nuestra misión es explicar y
demostrar a las masas que sólo la revolución socialista opondrá al avance del
imperialismo una valla definitiva y verdadera” (t.13, p.91).
¿Dónde están,
en las páginas de Pizarra Socialista, la necesaria explicación y la
necesaria demostración de que solo la revolución socialista inspirada en el
marxismo-leninismo, y no el socialismo pequeño burgués ni
el nacionalismo burgués, puede oponer al imperialismo una valla verdadera?
¿Dónde está la crítica a las concepciones no proletarias del “socialismo
bolivariano” y de la “revolución ciudadana”? ¿Dónde está este deslinde
necesario?
En ninguna
parte. Por eso hay duda a qué tipo de socialismo se refiere el título de la
revista.
El pensamiento
de Mariátegui es opuesto por principio tanto al socialismo pequeño burgués como
al nacionalismo burgués, y ningún engañoso discurso puede borrar esta
oposición.
Mariátegui
señaló: “El frente único no anula la personalidad, no anula la filiación de
ninguno de los que lo componen. No significa la confusión ni la amalgama de
todas las doctrinas en una doctrina única” (t.13, p.108).
Como lo sabe
cualquier marxista (y tal vez sobre todo cualquier “maoísta”, pues Mao es uno
de los grandes teóricos del frente unido), todo trabajo frenteunionista supone
unidad y lucha, solidaridad y crítica.
Pero, como
hemos visto, en Pizarra Socialista se publicita el socialismo
pequeño burgués y el nacionalismo burgués sin que sean confutados
absolutamente, y esto prueba que no es una revista de frente unido, sino una
revista-mezcolanza, en la que, visiblemente, sacan partido las concepciones no
proletarias. Para decirlo con otras palabras, allí no hay unidad sino amalgama;
no hay crítica sino abdicación. Esta amalgama y esta abdicación no
sirven en absoluto a la Reconstitución.
Los hechos,
pues, demuestran que, no obstante que se llena la boca hablado de “frente
único”, Lastra confunde, deliberadamente o por incapacidad, frente
unido con amalgama, mescolanza, abdicación, componenda.
Es decir, su
discurso supuestamente frenteunionista solo le sirve para encubrir su maridaje
con posiciones revisionistas, oportunistas, nacionalistas burguesas.
En conclusión,
en lugar de llevar adelante una resuelta lucha contra el revisionismo, Lastra
concilia con este enemigo principal de la Reconstitución.
En lugar de
llevar adelante una amplia crítica a todas las concepciones no proletarias,
hace de ellas y su falso marxismo-leninismo-maoísmo un venenoso revuelto.
Por lo tanto,
su trabajo partidario y su trabajo de masas no tienen nada que ver con la
Reconstitución del Partido de Mariátegui, y lo que él pretende pasar
como reconstitución es nada más que construcción de una organización
oportunista.
Por eso, puede decirse, finalmente, que tanto su conciliacionismo con
respecto al grupo revisionista como su cocinado con el “socialismo bolivariano”
y la “revolución ciudadana”, SON EXPRESIONES DE LA IDEOLOGÍA QUE REALMENTE
EXISTE EN SU CABEZA”.
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