Marcelo
Justo
BBC Mundo
La investigación del periodista Raúl Wiener y el contador Juan Torres Polo
se centra en la Memoria Anual 2013 presentada por la compañía peruana Minas
Buenaventura, que tiene el 43,7% del paquete accionario de Yanacocha.
Según Wiener, la Memoria está cargada de trucos contables:
"En los costos de Yanacocha 2013 se incluye un rubro que no figuró en
los 13 años precedentes y que tiene un nombre más que curioso: "deterioro
de activos de larga duración".
Este "deterioro de activos de larga duración" se lleva casi la
totalidad de los ingresos, con lo que el balance da una pérdida neta para
Yanacocha de más de US$562 millones", señaló Wiener a BBC Mundo.
Una compañía de lujo
Es la primera compañía de oro de Sudamérica, la tercera del mundo.
El principal socio de Buenaventura es la estadounidense Newmont, que tiene
el 51,3% del paquete accionario y es una de las 20 empresas mineras más grandes
del mundo.
La International Finance Corporation (IFC), miembro del Banco
Mundial, tiene el 5%.
Es la primera vez en 13 años que esta empresa de lujo, Yanacocha, arroja
pérdidas.
Un año antes, en 2012, las ganancias de la minera habían superado los US$654
millones.
Estas pérdidas sorprenden más cuando se tiene en cuenta la trayectoria del
precio internacional del oro.
En 1993 el precio de la onza troy (la medida más común del metal,
equivalente a unos 31,1 gramos) era de US$376.
En 2006 saltó a 605, seis años más tarde casi se triplicó a US$1670.
Aún con la caída del precio en 2013 (bajó a US$1411 la onza troy), el valor
sigue siendo el más alto de las últimas dos décadas con la excepción del
período 2011-2012.
Hasta 2013 las ganancias de Yanacocha reflejaron esta bonanza de los
precios.
En 1994 superaba los US$41 millones. En 2011 alcanzaron su valor máximo:
US$705 millones.
Las repentinas pérdidas de 2013 se deben, según Raúl Wiener, a que se le
cargan a la empresa los resultados de otro proyecto.
"El "deterioro de activos de larga duración", que es de más
de US$1.000 millones, se lleva el 70% de los ingresos de la empresa. Este
deterioro son los activos de Conga. Si se han deteriorado se debe a los problemas
que ha habido en la zona con la población", concluye Wienner.
El incierto futuro de Conga
Al igual que Yanacocha, la mina de oro y cobre Conga se encuentra en la
provincia de Cajamarca, 800 kilómetros al noreste de Lima.
El proyecto, programado para entrar en explotación el año próximo, significó
una inversión de casi US$5000 millones, pero ha quedado virtualmente paralizado
por la cerrada oposición de los campesinos de la zona, preocupados por la
posible contaminación de las aguas.
Nada dejó más claro este rechazo que la reelección de Gregorio Santos el
pasado 5 de octubre como presidente regional de Cajamarca.
Santos, quien lideró la oposición a Conga en la región, se encuentra preso
por presunta "asociación ilícita para delinquir, haber recibidos sobornos
y colusión agravada contra el estado".
Pero ni estas acusaciones, que él y sus partidarios niegan, ni la cárcel
pudieron contrarestar la popularidad que ganó con el rechazo del proyecto
minero.
A pesar del revés, la compañía expresó su interés en "continuar
invirtiendo en Perú y en especial en la región de Cajamarca".
No sorprende. En los 19 años de explotación que tendría Conga podría
reportar ganancias equivalentes a Yanacocha.
La respuesta de Yanacocha
En un comunicado de prensa la empresa minera Yanacocha SRL (Sociedad de
Responsabilidad Limitada) rechazó las conclusiones de la investigación de Raúl
Wiener y Juan Torres Polo.
"El señor Wiener señala que Yanacocha reportó pérdidas financieras y,
en consecuencia, no pagó impuesto a la renta por el ejercicio 2013. Esta
información es absolutamente falsa, ya que la empresa pagó por ese año un
impuesto a la renta superior a los US$175 millones", señala el comunciado.
Un conocido principio fiscal es que una empresa que arroja pérdidas no paga
impuestos.
Para aclarar este tema, BBC Mundo se comunicó con SUNAT, la autoridad fiscal
del Perú, que contestó que "lamentablemente no podemos dar información de
ningún contribuyente en particular por estar considerada dentro de la reserva
tributaria".
BBC Mundo también intentó comunicarse con Yanacocha, que no respondió a los
pedidos de entrevista.
Según Pedro Francke, profesor de economía de la Universidad Católica de
Perú, se trata de un juego de palabras.
"En Perú existe la costumbre tributaria de adelantar el pago del impuesto
a la renta, pero si al final la compañía da pérdidas, el Estado devuelve lo
pagado. La realidad es que una empresa que arroja pérdidas no paga impuestos. Y
si lo hace, por esta costumbre tributaria de pagar por adelantado, recupera su
valor porque el estado le devolverá lo pagado", señaló Francke a BBC
Mundo.
El debate de fondo
La polémica en torno a Yanacocha se inscribe dentro del debate que ha
arreciado en Perú y otros países de América Latina en torno al boom de
los precios de la minería.
En Perú, tanto el expresidente Alan García como el actual, Ollanta Humala,
fueron electos con plataformas que prometían un impuesto extraordinario a las
mineras para que los precios internacionales, en niveles récord, pudieran
beneficiar al conjunto de la sociedad.
Ambos presidentes olvidaron estas promesas una vez electos, pero la polémica
siguió adelante.
Según Raúl Wiener, el mismo hecho de que se siga debatiendo este posible
impuesto extraordinario sugiere que ha habido elusión fiscal en las cuentas de
Yanacocha.
"¿Cómo puede ser que se haya considerado cobrar un impuesto
extraordinario a una empresa que puede, de pronto, de la noche a la mañana,
arrojar pérdidas a pesar de los precios históricamente altos del oro?",
señaló Wiener a BBC Mundo.
A este interrogante se suman dos obstáculos impenetrables: la compleja
opacidad contable de las empresas multinacionales no ayuda, y el secreto
tributario que rige en Perú.
Vea también: Las tretas que usan las empresas para no pagar impuestos
"Por ley, la SUNAT no puede revelar esta información. La compañía lo
podría hacer voluntariamente en aras de la transparencia. Pero no lo hacen.
Para saber si una empresa pagó o no impuestos se necesita toda la declaración
impositiva de la compañía presentada en 2014, pero esta información es secreta.
La hendija que se abrió en este caso es por la Memoria anual de
Buenaventura", indicó Francke a BBC Mundo.
Las fallas de la ley
La incertidumbre que rodea al proyecto Conga también se enmarca en la
ausencia de una legislación clara en torno al potencial conflicto entre las
poblaciones que habitan el lugar y las mineras.
En 2013, un estudio comisionado por la organización global Derechos y
Recursos, encontró que una de cada tres hectáreas que gobiernos de América
Latina, África y Asia conceden a la explotación minera, agrícola-industrial o
forestal se superpone con tierras comunales.
Vea también: La lucha por la tierra: multinacionales versus pueblos indígenas
Según la organización, el conflicto de Conga en Perú – y el impacto que ha
tenido sobre Yanacocha – hay que analizarlo en este contexto de superposición
de derechos.
"Conga es un ejemplo de lo que pasa cuando no se toman en cuenta los
derechos de las comunidades autóctonas y la poblaciones indígenas. Las
compañías deberían considerar a estas comunidades como una parte integral de
cualquier proyecto para asegurar la viabilidad de su inversión a largo
plazo", indicó a BBC Mundo Andy White, coordinador de la organización
Derechos y Recursos.
Según una estimación citada por esta organización, el costo de la suspensión
de actividades en grandes proyectos mineros en todo el mundo puede rondar los
US$20 millones semanales.
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