*Joseph van der Vieugel
Cristian
de Duve, Profesor de la Universidad Católica de Louvain La Neuve (Bélgica),
Premio Nobel de Medicina 1978, después de su jubilación escribió importantes
libros sobre medicina. Entre ellos, el libro titulado Genética del Pecado Original trata precisamente el tema del Congreso Universal de Esperanto en
Buenos Aires: “Si nuestros nietos nos bendecirán: anhelos por el futuro
sostenible” El subtítulo es especialmente significativo: El peso del pasado en el futuro de la vida.
El
libro contiene cuatro partes. Las primeras dos partes aclaran que la evolución
es un hecho cuyos factores principales son la selección natural y la herencia.
La selección natural es un proceso que tiende a resultar que sobreviven los seres
más adaptables a las condiciones bajo las que viven, mientras las formas menos
adaptables desaparecen. Según Darwin es el más grave factor para la evolución
de las especies.
El
libro presenta un gráfico que describe el volumen del cerebro de los humanos
durante los últimos 8 millones de años, desde el Australopitecus africanus (480 cms³) hasta el hombre Sapiens sapiens (1300 cm³) Ese
significativo gráfico muestra el agrandamiento gradual del cerebro de los
humanos.
Es
evidente que la rapidez del agrandamiento del cerebro es muy notoria, y que
dicho agrandamiento se hace gradualmente. El éxito de los humanos es grandioso.
De todos los animales que existen en el mundo, ellos fueron los únicos capaces
de invadir el mundo entero.
Ellos
comenzaron en África como pequeñas bandas buscando nutrientes para sobrevivir,
y terminaron como amos del mundo. Se calcula la cantidad de humanos:
hace 500 mil años
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en 3 mil
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hace 200 mil años
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en 10 mil
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hace 10 mil años
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en 7 millones
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el año 1600
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en 50 millones
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el año 1830
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en 1000 millones
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el año 1930
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en 2 mil millones
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el año 1970
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en 4 mil millones
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el año 2009
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en 6 mil 500 millones
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el año 2050
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en 9 mil 100 millones posiblemente
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Algunos
miles de humanos han dado al mundo más de 6 millardos de habitantes. Pero este
grandísimo éxito cuesta: el precio es el agotamiento de las fuentes de riqueza,
pérdida de la diversidad biológica, desarborización y desertificación, cambio
climático, crisis energética, polución, sobrepoblación urbana, conflictos y
guerras.
Según
el profesor De Duve, la selección natural es responsable de estos problemas que
amenazan la vida sobre la tierra. Efectivamente, la biodiversidad causa la
concurrencia entre los diversos grupos vivientes por los diversos medios de
vida, fuentes de riqueza. Los que vencen son los grupos de vivientes que son
los mejores adaptados a esas especiales condiciones para sobrevivir e
indefectiblemente reproducirse.
Entonces,
la selección natural es automática, inmediata adaptación a las condiciones del
momento para vivir y nacer. Antes de 200 mil años, bandas de 20 hasta 50
humanos vivían en la sabana o en el bosque buscando nutrientes (frutos, animales)
u otros medios de vida. Esa era la más importante ocupación. ¿Cuáles eran las cualidades
que ellos requerían?
Ellos
debían atender dos asuntos: primeramente protección del grupo, (es decir,
interna solidaridad grupal, porque el individuo requiere ayuda de otro en el
grupo); en segundo lugar, capacidad de luchar contra depredadores, es decir,
los otros grupos deseosos de los mismos medios de vida. Entonces, cuando ellos
encontraban otras bandas, conflictían. Hoy día ocurre el mismo asunto, sólo que
los grupos han cambiado: ellos son ahora nacionales, religiosos, comerciales, culturales,
de opinión, etc.
Solidaridad
grupal y agresión intergrupal actualmente existen todavía porque los genes no
han cambiado. Nuestros genes no han cambiado porque no hay causa para ello.
Según el profesor De Duve, el jardín edénico y el pecado original son
explicaciones inventadas por muy sagaces, agudos antecesores, que ya
sospechaban nuestra inclinación al sentimiento egoísta. Inspirado por esa aclaración,
el profesor De Duve sugiere seis opciones para salvar nuestro mundo. La más
teórica es agrandar nuestro cerebro, y la más práctica: limitación de
nacimientos.
Es
de notar que algunos discursos del Congreso Universal y todos los discursos de
los cuatro podios de discusión sobre el tema congresal fueron congruentes con
las principales sugerencias del profesor De Duve. Sin acceso a la misma
explicación, muchos conferencistas concluyeron de igual manera, principalmente
acerca de la necesidad de educación para garantizar un futuro sostenible
*Joseph
van der Vieugel es médico emérito, doctor en Medicina y licenciado en Ciencias
Dentales de la Universidad Católica de Louvain (Bélgica)
Traducido
de la revista Esperanto, órgano oficial de la Asociación Universal de Esperanto.
Nº 1284 (10), octubre 2014, pág. 213
Genetics of
Original Sin: The Impact of Natural Selection on the Future of Humanity (Yale University Press 2010) ISBN 978-0-3001-6507-4
Nota.-
El
cerebro humano ha crecido al triple respecto del hombre primitivo. Y con las
circunvoluciones cerebrales, su superficie ha aumentado mucho más incrementando
y especializando su capacidad. La población humana ha crecido, pues,
exponencialmente en cantidad y calidad. Y “sólo
a nuestro parecer, todo tiempo pasado fue mejor”
Entonces,
más prima la vida que la muerte. En este aspecto el instinto de conservación de
la especie (reproducción) y el instinto de conservación de la vida (producción)
van de la mano. Y en la historia de la humanidad se desarrolló primero el
“matriarcado” cuando la producción era escasa y el varón salía lejos a cazar,
pescar, recolectar; y luego el “patriarcado” cuando sobró producción al
desarrollarse la agricultura, ganadería, y se incrementó la rapiña para
apropiarse del trabajo ajeno.
Aunque
polos opuestos, solidaridad grupal y agresión intergrupal son partes de un
mismo fenómeno. Esto se nota desde la agrupación básica (ayllu, ejido, sepet,
nomo) hasta la agrupación de agrupaciones (pueblos, naciones, países
federaciones)
Es
muy cierto, pues, que este binomio solidaridad interna-agresión externa se
cumple desde los orígenes de la humanidad; con un agregado: a la relación hombre-hombre hay que sumarle la
relación hombre-naturaleza. Y sólo
el Humanismo Socialista puede
resolver esta doble relación en mutuo provecho de parte y parte.
Selección
natural y herencia, eso lo tenemos desde los tiempos precolombinos
Y
sin darnos cuenta, se cumple así la selección natural donde los mejores prevalecen cuando saben ser verdaderamente
los mejores.
¡Aprendamos la lección!
Ragarro
05.12.14
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