27-12-2014
1. Muchas veces la
gente no entiende (o se olvida) acerca de quiénes son los culpables de
la miseria y pobreza, por ello hay que recordárselo siempre. Si pierde
los objetivos de sus luchas puede pasarse la vida batallando contra
“molinos de vientos” inexistentes y dejando intacto a quienes realmente
la oprimen. Luchamos contra lo cercano a nuestras narices, el “tendero
de la esquina”, pensando en que es el culpable de la carestía y
olvidamos la estructura, la política económica y productiva que es la
que determina los precios. Luchamos contra personajes y partidos y no
vemos que también ellos son víctimas de un sistema capitalista que los
ha convertido en asesinos y beneficiarios de la corrupción.
2. Si el
presidente Peña Nieto renunciara, el PRI tendría a por lo menos diez
listos para sustituirlo sin que ningún cambio importante (con excepción
de nombres) se registrara. En cada sexenio (de Salinas, Zedillo, Fox,
Calderón) hemos pedido las renuncias de los presidentes por incapaces,
por favorecer a la burguesía privada y por ser muy corruptos; nunca
logramos nuestro objetivo, aunque cada presidente ha sido más de lo
mismo. Siempre se olvida que este es un sistema político-económico muy
bien estructurado que coloca a sus representantes simulando
“elecciones”. ¿No son acaso los partidos de la burguesía los que han
impuestos a sus candidatos para legitimar con una elección controlada?
3. Desde Carranza (1917-20) hasta Peña (2012- ) –de acuerdo a la
Constitución de 1917- ha habido 18 presidentes “electos”; además de sus
respectivos senadores, diputados y alcaldes municipales. De esas
decenas de miles de funcionarios “electos” en 97 años sólo tres
presidentes de la República no cumplieron sus períodos nombrándoles
sustitutos (a Carranza lo asesinaron en 1920, a Obregón lo asesinaron en
1928 y a Ortiz Rubio lo renunciaron en 1932) Nada cambió el sistema de
dominación; al contrario le dieron al partido oficial en el poder
mejores experiencias de dominación. Siempre la clase dominante obtiene
más experiencias y aprendizajes que los oprimidos.
4. El
derechista Carranza fue asesinado por el falso populismo obregonista
cuando aquel quería imponer a su sucesor; luego, ocho años después,
Obregón fue acribillado en una comida por representantes de la Iglesia
en plena guerra cristera. La renuncia presidencial de Ortiz obedeció a
una mini dictadura impuesta por el expresidente Elías Calles. En 1930 la
República Mexicana apenas tenía 16.6 millones de habitantes
(equivalente a lo que hoy posee la ciudad de México) y las elecciones
fueron mucho más que fantochadas por el dominio total del caudillismo.
Sin embargo toda esa experiencia fue usada durante más de 70 años de
dominación del partido oficial.
5. Por ello cuando se pide la
renuncia de un gobernador, un ministro de gabinete y del mismo
presidente de la República me da un poco de risa porque tengo la
convicción que aunque “se vayan todos” del gobierno vendría otro equipo
más reforzado y experimentado para dominar. No olvido que la CNTE desde
1979 luchó contra el cacique Jonguitud Barrios, secretario general del
SNTE y logró expulsarlo 10 años después con la indirecta ayuda del
presidente Salinas. Nada logró porque lo sustituyó Esther Gordillo que
fue mucho peor para el magisterio que la acusó de asesina, ladrona y
demás; en 2012 el gobierno de Peña la encarceló y no cambió nada porque
la estructura de dominación sigue igual.
6. ¿Qué pasó después
de la renuncia del gobernador de Guerrero, del presidente municipal de
Iguala y otros funcionarios más? Todo depende del desarrollo de la
conciencia del pueblo y de las movilizaciones en las calles, las
escuelas, los campos, no de la renuncia de uno u otros funcionarios
porque estos retiros sólo son consecuencia o resultados. Los asesinatos
de Sadam Hussein, de Milosevic, de Gaddafi, de Allende y otros más,
provocaron cambios a gobiernos pro EEUU porque los yanquis fueron los
principales actores; pero ninguno de los cambios de gobierno puede
llevar a cambios profundos si el nivel de conciencia de las masas está
por los suelos. Si no cambia la correlación de fuerzas estamos perdidos.
7. El sistema capitalista es una poderosa estructura mundial
hegemonizada por el gran poder de los EEUU. Cuando los países entran en
crisis económica y política el imperio acude a su salvación. Muchas
veces parece que están en crisis final, pero resulta una de las tantas
crisis de las que han sufrido durante más de 500 años de dominación. El
desplome de un gobierno o un liderazgo sindical es nada frente a la
poderosa fuerza capitalista mundial. Por ello tenemos que ser más serios
al trazar nuestros objetivos y planear nuestras estrategias de lucha si
nos hemos planteado cambios revolucionarios reales y no simples cambios
que engrasan la maquinaria de dominación dentro del sistema para que
todo siga igual. No veo de otra.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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